TRANSFORMANDO NUESTRO

TEMPERAMENTO
Por Alberto Valdivia
SIGNIFICADO DE TEMPERAMENTO
• El temperamento es una
combinación de características
que heredamos de nuestros
padres.
• El temperamento no es,
naturalmente, la única influencia
sobre nuestro comportamiento,
pero si la más importante.
• Alguien ha dicho: “El
temperamento es la combinación
de rasgos con los cuales
nacemos; el carácter es nuestro
temperamento “civilizado”; la
personalidad es el “rostro” que
mostramos a los demás”
 LA TEORIA DE LOS 4 TEMPERAMENTOS
• Fue creada por Hipócrates (500 a 400
A.C), . Él creía que el temperamento
humano se originaba en cuatro fluidos
corporales: La sangre (sanguíneo), la
bilis Negra (melancólico), la bilis
(colérico) y la flema (flemático)
• La teoría fue profundizada por Galeno
(150 D.C), Kant la revivió (siglo XVIII),
pero Froid la atacó (siglo XIX y XX)
• Hoy sabemos que nada tiene que ver
los 4 temperamentos con los fluidos
corporales, pero la descripción de
estas cuatro características ha
probado ser real. Hoy se usa con
otros nombres
LOS TEMPERAMENTOS Y LA BIBLIA
La Biblia no cataloga el comportamiento humano en
cuatro temperamentos, pero si insinúa la existencia de
este tipo de personas. Veamos Proverbios 30:11-14

Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su

madre. MELANCÓLICOS
Hay quienes se creen muy limpios, y no se han limpiado
de sus impurezas. FLEMÁTICOS
Hay quienes se creen importantes, y miran a otros con
altanería. SANGUÍNEOS
Hay quienes tienen espadas en vez de dientes y puñales
en vez de muelas, para acabar por completo con la gente
pobre del país COLÉRICOS
LOS CUATRO TEMPERAMENTOS
PRINCIPALES DEBILIDADES
LO QUE EL SANGUÍNEO NECESITA CAMBIAR
Necesita estabilizar sus emociones,
calmar su espíritu intranquilo. Con la
ayuda de Dios puede llegar a
dominarse a sí mismo, disciplinar su
vida. Debe pedirle a Dio que le
ayude a reducir la atención que se
dedica a sí mismo. Su costumbre de
dejar proyectos por la mitad, sus
hábitos desorganizados deberán
convertirse en cosas del pasado a
medida que adquiera madurez en la
vida cristiana. Ser más responsable,
digno de confianza. Desarrollar una
vida más auto disciplinada.
Reemplazar su yo por una humildad
genuina.
 LO QUE EL COLÉRICO NECESITA CAMBIAR
Controlar su carácter violento.
Dios puede ayudarlo a tener un
corazón compasivo, perdonador;
ser menos sarcástico, dictatorial,
mas dispuesto a escuchar a los
otros. Ser mas tolerante
(comprensivo), menos ofuscado
(rebelde, terco). Saber que los
demás pueden tener buenas
ideas. Ser más sensible a las
necesidades ajenas, confesar su
carácter violento y su crueldad.
Desarrollar su belleza interior,
mediante horas de oración y
meditación en la palabra.
LO QUE EL MELANCÓLICO NECESITA CAMBIAR
Caminar por fe, ver el futuro
con optimismo. Dios puede
ayudarle a amar a los demás,
ser menos exigente así mejora
su capacidad de relacionarse.
Obedecer y confiar más en el
Señor y no en sí mismo.
Cambiar su pesimismo por
gratitud. Superar su espíritu
crítico. Olvidarse de sí mismo y
servir a los demás. Entender
que Dios quiere su disposición y
no su perfección.
LO QUE EL FLEMÁTICO NECESITA CAMBIAR
Reemplazar su carácter apocado (turbado,
desconcertado, temeroso); Ganar
confianza en sí mismo, basado en una vida
controlada por el Espíritu Santo. Amar y
comprometerse por los demás
neutralizando su egoísmo e indiferencia.
Desarrollar motivación por su trabajo,
percibiendo las necesidades de aquellos
que lo rodean. Dejando de lado su pereza
y lentitud. Debe superar su pasividad,
entregarse a sí mismo, dejar de actuar
como si fuera un creyente y serlo
realmente, admitir sus temores. No
aparentar ante los demás calma,
autosuficiencia, cuando por dentro hay
tormenta. No desperdiciar, por su temor,
las oportunidades de servir a las personas
que la vida le ofrece
¿LOS TEMPERAMENTOS PUEDEN CAMBIAR?
• Los temperamentos no pueden
cambiar, pero si podemos
dominar y controlar los aspectos
débiles y negativos
• En Cristo, ya no es el
temperamento ni la influencia
del mundo lo que determina
quienes somos, sino la acción
del Espíritu Santo en nuestras
vidas.
• Dios nos ha llamado a ser
santos e irreprensibles,
cualquiera que sea nuestro
temperamento, carácter o
personalidad
LA BIBLIA NOS INVITA A CAMBIAR
«Por eso, deben ustedes
renunciar a su antigua manera
de vivir y despojarse de lo que
antes eran, ya que todo eso se
ha corrompido, a causa de los
deseos engañosos. Deben
renovarse espiritualmente en su
manera de juzgar, y revestirse
de la nueva naturaleza, creada a
imagen de Dios y que se
distingue por una vida recta y
pura, basada en la verdad»
(Efesios 4:22-24)
 EL ESPÍRITU NOS CAMBIA
La tarea del Espíritu Santo
es ayudarnos a vencer
nuestras debilidades.
DÉJATE SANTIFICAR POR
MEDIO DEL ESPÍRITU
SANTO
«Crea en mí, oh Dios, un
corazón limpio, y renueva
un espíritu recto dentro de
mí» (Salmo 51:10)
DEBEMOS DE BUSCA AL ESPÍRITU
QUEBRÁNTATE DELANTE
DEL SEÑOR, HUMÍLLATE,
MUERE A TI MISMO
«Yo habito en un lugar
santo y sublime, pero
también con el contrito y
humilde de espíritu, para
reanimar el espíritu de los
humildes y alentar el
corazón de los
quebrantados»
(Isaías 57:15)
 PASOS PARA RECIBIR AL ESPÍRITU
• Confiesa y renuncia al pecado y al mal
«Acérquense a Dios, y él se acercará a
ustedes. ¡Límpiense las manos,
pecadores! ¡Purifiquen sus corazones,
ustedes que quieren amar a Dios y al
mundo a la vez! (Santiago 4:8)
• Ora pidiendo llenura del Espíritu
Pues si ustedes, que son malos, saben
dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto
más el Padre celestial dará el Espíritu
Santo a quienes se lo pidan! (Lucas
11:13)
• Recibe por fe la llenura del Espíritu
Aquél, pues, que les suministra el
Espíritu y hace milagros entre ustedes,
¿lo hace por las obras de la Ley o por el
oír con fe? (Gálatas 3:4)
 PIDE EL FRUTO DEL ESPÍRITU
• Hay que tomar las nueve cualidades del
fruto del Espíritu

«En cambio, lo que el Espíritu produce es

amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad,
bondad, fidelidad, humildad y dominio
propio. Contra tales cosas no hay ley»
(Gálatas 5:22,23)

• Memorizarlas, y diariamente revestirte

de ellas diciendo:

“SEÑOR HOY PERMITO QUE EL FRUTO DE TU

ESPÍRITU SE MANIFIESTE EN MI VIDA;
PERMITO QUE EL AMOR, LA ALEGRÍA, LA
PAZ, LA PACIENCIA, LA AMABILIDAD, LA
BONDAD, LA FIDELIDAD, LA HUMILDAD, Y EL
DOMINIO PROPIO CREZCAN EN MI CORAZÓN
Y SE HAGAN VISIBLE EN MI CONDUCTA
DIARIA”
 EL FRUTO DEL ESPÍRITU TE CAMBIA
• Amor (contra el odio, el rencor) Colérico
• Alegría (contra la depresión, tristeza) Melancólico
• Paz (contra el temor, la soledad, la culpa)
Melancólico y Flemático
• Paciencia (contra la ansiedad, la presión) Sanguíneo
• Amabilidad (contra la ira) Colérico
• Bondad (contra el egoísmo, el odio, el rencor) Colérico y
Flemático
• Fidelidad (contra la enemistad y la ingratitud) Sanguíneo y
Colérico
• Humildad (contra el orgullo, la altivez) Sanguíneo y Colérico
• Dominio propio (contra la debilidad, las pasiones)
Sanguíneo, Colérico, Melancólico y Flemático
UN SANGUÍNEO LLENO DEL ESPÍRITU)
PEDRO
Impulsivo, hablador,
descontrolado. Después de
Pentecostés usó sus labios
para predicar de Jesucristo.
Desde aquel momento Pedro
se despojó de todo su
egoísmo, sin vanagloriarse
más. Demostró frente al
sanedrín una moderación
ajena a su forma de ser, que
sólo podría ser inspirada por
el Espíritu Santo.
 UN COLÉRICO LLENO DEL ESPÍRITU
PABLO
Aparece en Hechos 8 como
uno que consentía en la
muerte de Esteban, el primer
mártir cristiano. En el capítulo
8 lo hallamos respirando
amenazas y muerte contra los
discípulos. Vemos la
transformación dramática de
su conducta luego de su
conversión, siendo usado por
Dios para llevar a muchos al
conocimiento de Jesucristo.
 UN FLEMÁTICO LLENO DEL ESPÍRITU

ABRAHAM
Era tranquilo, bonachón,
cobarde, amable. El temor y
egoísmo dominó toda su
vida. En dos oportunidades
su temeroso egoísmo lo llevo
a negar a su esposa y hacerla
pasar por su hermana. Este
cobarde se transformó de tal
manera que se dijo de él:
"Abraham creyó a Dios y le
fue contado por justicia"
(Gálatas 3:6).
UN MELANCÓLICO LLENO DEL ESPÍRITU

MOISES
Un hombre con poca estima,
depresivo, cobarde, es
transformado por el Espíritu
santo y se pone al frente, y
guía a un pueblo de millones
de personas, fue capaz de
enfrentar peligros y
situaciones conflictivas
poniendo su confianza en
Dios