• Fidel no fue profesionalmente un economista y su análisis de los problemas económicos y sociales
presentes en las relaciones internacionales no emergió de un estudio puramente académico de las
complejas realidades del mundo actual, aunque hay constancia de sus estudios autodidactas sobre estos temas. En verdad fue la asimilación de conceptos funcionales a la política más revolucionaria, derivados del estudio de la historia y de la experiencia práctica en el caso de cuba, lo que condujo a la formulación de conceptos que constituyen un aporte teórico singular en el ámbito de las relaciones económicas internacionales. • Las bases para esos análisis encontraron una matriz en la combinación del marxismo con el pensamiento de José martí y lograron una expresión concreta en múltiples aspectos, tanto en la estrategia de desarrollo, como en la política económica aplicada en cuba, así como en la promoción de una política –en muchos aspectos original- para el enfrentamiento al imperialismo y la salida del subdesarrollo en el tercer mundo. • Entre los múltiples elementos que han conformado las ideas de fidel castro sobre las relaciones económicas internacionales reviste especial importancia su visión del desarrollo como una constante a lo largo de los años. • El primero de enero de 1959 triunfó en Cuba una Revolución social que propició un cambio cultural debido al abandono de los patrones liberales, republicanos y representativos y la adopción de un sistema socialista. A partir de entonces, el objetivo de la intelectualidad cubana era la creación de una nueva cultura, una cultura autóctona. • Una parte de la intelectualidad republicana emigró a donde pudo; la otra, permaneció en la isla. El poder de la cultura quedó repartido entre intelectuales, políticos comunistas, nuevos líderes culturales y una formidable generación de escritores vanguardistas. Esto permitió una década de intensa creatividad en la literatura, el cine y la plástica cubana, lo cual se amparó en la frase de dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada, dejando bien claro la política cultural que iba a seguir la Revolución para lograr una hegemonía cultural. • Este período constituyó un avance hacia una renovación cultural vinculando lo político con lo artístico. En esta etapa se dieron fuertes polémicas por lo que la década del 60 ha sido clasificada, al mismo tiempo, gloriosa y vil, de eclosión y florecimiento, y de agudísima lucha ideológica. • Las palabras a los intelectuales, de Fidel, y El socialismo y el hombre en Cuba, del Che, son los dos documentos esenciales para entender la política estética de la Revolución. • Hasta 1959 cuba tuvo un sistema de seguridad social basado esencialmente en el pago de cuotas. A partir de 1959 y hasta la fecha, el estado revolucionario ha desarrollado una etapa de transformaciones de los seguros sociales, para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones y la elaboración de nuevas leyes sociales, acordes a los principios humanistas de la revolución.