FUNCIONAMIENTO INTELECTUAL Y HABILIDADES ADAPTATIVAS Funcionamiento intelectual
Retraso mental requiere la presencia de un funcionamiento
intelectual sustancialmente por debajo del promedio. Los datos los debe aportar un experto con experiencia con personas con retraso mental y calificado profesional y legalmente. Debe estar capacitado para realizar un examen psicológico. CI Un CI de 100 es la media
La persona que obtiene una puntuación de 100 se considera que
tiene un nivel de funcionamiento cognitiva.
90 y 110 indica el rango de inteligencia «promedio»
Consideraciones especiales en la evaluación del funcionamiento intelectual
Se considerara cumplido este criterio si la evaluación del
individuo mediante test de inteligencias estandarizadas apropiadas para su origen cultural, lingüístico y social, indica un CI de 70 – 75 o menor.
Se consideran como instrumentos adecuados para la medida
del funcionamiento intelectual la escala de inteligencia de Stanford- Binet, una de las escalas de Wechsler (la escala de inteligenia wechsler para niños III, la escala revisada de inteligencia Wechler para adultos, la escala de inteligencia wechsler para preescolares y la batería de evaluación para niños Kaufman. Utilización de los datos de evaluación de las habilidades adaptativas
Informe de las puntuaciones:
Pese al incremento de la importancia de las habilidades adaptativas en la
definición, no hay una base sólida para utilizar una única puntuación global o un índice equivalente de edad que sirva para operativizar las limitaciones en habilidades adaptativas.
Existen varias razones por las cuales una puntuación global y un
tope preciso no serían útiles: Muchas facetas de la conducta de la persona son muestreadas para evaluar sus habilidades adaptativas, basarnos en una única puntuación nos llevaría a omitir la descripción de estas conductas en el contexto de la vida diaria. A menudo existen variaciones intrasujeto en la conducta adaptativa, es fundamental ofrecer puntuaciones en cada uno de los componentes para que el proceso de evaluación tenga sentido El desarrollo de un perfil de puntuaciones y/o descripciones de habilidades tienen significado para el cliente y para los responsables de diseñar las intervenciones pertinentes o para tomar decisiones sobre la inclusión en unos programas y para planificar servicios Habilidades adaptativas:
Implica que el funcionamiento intelectual inferior al promedio se
acompaña de limitaciones asociadas en dos o más áreas de funcionamiento adaptativo. El análisis y determinación de las limitaciones en las habilidades adaptativas debe realizarse dentro de los ambientes comunitarios típicos del grupo de edad del individuo y siempre teniendo en cuenta las necesidades individualizadas de apoyo. Para su evaluación, precisa el empleo de instrumentos estandarizados que permitan dibujar el perfil de fuerzas y debilidades en cada una de las diez áreas de habilidades de adaptación siguientes:
1. Comunicación: incluye habilidades como la capacidad para
comprender y de expresar información a través de conductas simbólicas y no simbólicas. (la capacidad de comprender y/o aceptar una petición, una emoción, una felicitación, un comentario, otros, habilidades de comunicación) 2. Cuidado personal: habilidades relacionadas con el aseo, comida, vestido, higiene y apariencia personal 3. Habilidades de vida en el hogar: relacionadas con el funcionamiento dentro del hogar (cuidado de la ropa, tareas del hogar, mantenimiento adecuado en preparación de comidas, planificación y presupuesto de la compra, seguridad en el hogar, y planificación diaria)
4. Habilidades sociales: relacionadas con intercambios sociales con otras
personas, incluyendo iniciar, mantener y finalizar una interacción con otros, reconocer sentimientos, regular la propia conducta, otros)
5. Utilización de la comunidad: relacionadas con la utilización adecuada
de los recursos de la comunidad, incluyen transporte, comprar en tiendas, asistir a iglesias, librerías, parques, otros.
6. Autorregulación: relacionada con elegir, aprender y seguir un
horario, acabar las tareas necesarios o exigidas, buscar ayuda cuando lo necesite, resolver problemas en situaciones familiares y novedosas, otros 7. Salud y seguridad: relacionadas con el mantenimiento de la salud de uno, comer, reconocer cuando está enfermo, tratamiento y prevención, primeros auxilios, sexualidad, estado físico, otros
8. Habilidades académicas funcionales: relacionadas con aprendizajes
escolares, utilización practica de los conceptos matemáticos, medidas, relacionadas con el entorno físico y la propia salud y sexualidad, no se centra en alcanzar unos determinados niveles académicos, sino más bien en adquirir habilidades académicas funcionales en términos de vida independiente 9. Ocio: referencia al desarrollo de intereses variados de ocio y recreativos que reflejen las preferencias y elecciones personales, y si la actividad se realiza en público, la adaptación a las normas relacionadas con la edad y la cultura
10. Trabajo: habilidades relacionada con competencia laboral
específica, conducta apropiada, y habilidades relacionadas con el trabajo( conocer horarios, finalizar tareas, recibir críticas, mejorar destrezas, manejar dinero, otros) Procedimientos de evaluación:
Muchas escalas de evaluación se basan en la obtención de información
por medio de las entrevistas. Dado que los evaluadores son las figuras claves para obtener datos válidos, es importante seleccionarlos cuidadosamente para ello se debe considerar:
La profundidad de sus conocimientos sobre la persona a evaluar
Sus deseos de comprometerse con la tarea (motivados con su trabajo)
Otra área que requiere mayor atención es la utilización de
autoinformes de habilidades adaptativas La atención prestada al papel que cumplen los autoinformes plantea varias cuestiones de interés: posibilidad de que los profesionales exageren los problemas de conducta debido a que estas obstaculizan su trabajo. Quizás los problemas de conducta constituyan simplemente medios para comunicarse Los autoinformes sin embargo, tienen ciertas desventajas: Tienen una baja consistencia interna, pueden estar sesgados por actitudes defensivas de la persona con retraso metal y su utilidad puede radicar más en la observación del modo en que se responde que en el contenido real de la respuesta. Por último, como se indicó previamente, los sesgos en las respuestas de los informantes pueden ser controlados en parte promediando las puntuaciones hasta alcanzar un juicio consensuado. El principal valor de los autoinformes puede ser el de proporcionar datos adicionales para confeccionar un perfil de evaluación. Aspectos críticos en la evaluación
Algunos de los problemas son los relacionados en la evaluación del retraso
mental son la validez, fiabilidad, estabilidad de las puntuaciones, generalización y valor predictivo. Aunque algunos test de inteligencia sean utilizados durante años, su longevidad no es razón suficiente para aceptar los resultados de un test con respecto a un determinado sujeto. Algunas de las escalas de comportamiento adaptativo carecen de estándares adecuados para su normalización, y de una clara definición del constructo de conducta adaptativa. La evaluación debe ser realizada por individuos calificados de acuerdo a requisitos profesionales y con las normas desarrolladas por editores, asociaciones profesionales y normativas estatales. Dada la justificada preocupación manifestada tanto por los consumidores como por los profesionales de que los test pueden ser inadecuadamente empleados en el diagnostico, emplazamientos educativo y planificación de la habilitación es necesario incluir algunas consideraciones sobre estas evaluaciones en la legislación estatal y federal. 1. La evaluación debe ser iniciada únicamente si existen razones suficientes 2. El padre o cuidador debe dar el consentimiento para evaluar al niño(a), y tiene el derecho a participar y a apelar cualquier decisión que se adopte, así como todas aquellas relacionadas con posibles emplazamientos o ubicación en programas. Bajo determinadas circunstancias, puede también solicitar una evaluación externa 3. Las evaluaciones deben realizarse por profesionales capacitados, acreditados o con licencia para ello, teniendo en cuenta las leyes y normativas que rijan sus especialidades 4. Los procedimientos de evaluación deben adaptarse teniendo en cuenta déficit específico en audición, visión, salud o movilidad, y deben modificarse o adaptarse al contexto social, cultural o lingüístico en los casos en que difieran de la población en base a la cual se han estandarizado los test. Las evaluaciones deben también ser sensibles al entorno en que se ha desenvuelto el sujeto 5. Quienes realizan las evaluaciones deben derivar a especialistas adecuadamente preparados a toda aquella persona sospechosa de presentar un problema auditivo, de salud o cualquier otro, para garantizar la adopción de medidas especiales en la evaluación 6. Las conclusiones y recomendaciones deben tener en cuenta toda la información disponible incluyendo la que se derive de entrevistas con personas relacionadas con la que se va a evaluar y de observaciones directas de la conducta. El diagnostico ha de ser multifactorial y por tanto no debe basarse en un único determinante como el CI 7. Deben realizarse evaluaciones periódicas para confirmar o corregir juicios previos y para considerar cambios en el ritmo de desarrollo que puedan hacer necesarias modificaciones en los programas. La planificación de tales evaluaciones debe determinarse en función al tipo de servicios que se ofrecen
8. Las personas pueden ejercer su derecho a rechazar el
procedimiento de evaluación y a retirarse del proceso diagnostico y/o de los servicios establecidos para ello Utilización adecuada de los resultados de la evaluación Los datos obtenidos con instrumentos de evaluación del funcionamiento intelectual o de las habilidades adaptativas son tal solo una parte de todo el proceso de evaluación. Es necesario utilizar otros datos y combinarlos con las decisiones adoptadas por un equipo de profesionales para determinar si los resultados obtenidos tras la administración de un instrumento son válidos o no para un individuo en particular. Para completar los datos obtenidos por un determinado instrumento y así evaluar su validez, el profesional debe seguir una serie de pasos. Estos son, entre otros: Acordar la posterior administración de un instrumento Revisar los historiales del individuo Entrevistar a personas clave en la vida del sujeto Observar al individuo en su entorno natural Entrevistar a la persona directamente o interactuar con él en un contexto de juego u otra situación social La adición de datos proporcionan una base para emitir juicios profesionales más informados. Se subraya así la importancia del juicio clínico. Problemas derivados de la diversidad cultural y lingüística La sensibilidad ante la diversidad cultural y lingüística requiere claramente realizar una evaluación multifactorial. Cuando la persona a evaluar no difiere significativamente de la norma cultural, la evaluación es relativamente sencilla. Sin embargo, cuando su bagaje refleja variaciones culturales o lingüísticas, debe optarse por enfoques alternativos. El bagaje sociocultural, así como la lengua materna del individuo, deben tenerse en cuenta cuando se seleccionan y administran instrumentos de evaluación y cuando se interpretan los resultados obtenidos. Problemas derivados de la discapacidad sensorial, motora y de comunicación Las personas con limitaciones específicas sensoriales, motoras o comunicativas presentan especiales dificultades para una evaluación precisa. Ejemplo: Personas con deficiencia auditiva requiere instrumentos no verbales Personas con deficiencia visuales precisan instrumentos que no incluyan la manipulación de fichas o dibujos Personas con limitaciones motoras puede tener bastante limitadas las respuestas voluntarias y pueden verse obligados a responder con un movimiento ocular o un parpadeo. Algunas personas pueden carecer de conductas para realizar el test (no pueden mantenerse sentados, elevadas conductas estereotipadas, entre otros) Problemas adicionales pueden incluir la fatiga, baja resistencia a la frustración, escasa motivación, no comprensión de instrucciones, somnolencia debido a la medicación y ansiedad ante la prueba. Los resultados en una prueba no deben estar afectados por limitaciones en sus capacidades de comprensión o expresión lingüística. Tales limitaciones pueden dar a lugar a que el test mida la magnitud de ese problema más que el funcionamiento intelectual o las habilidades adaptativas. Las áreas problemáticas expuestas anteriormente pueden hacer que los procedimientos de evaluación tradicional no sean viables y que originen una evaluación discriminatoria. Los responsables de evaluar deben tener precauciones especiales para asegurar una evaluación justa y precisa. Distinguiendo entre las limitaciones intelectuales o adaptativas y los problemas asociados a sus dificultades físicas o sensoriales, deben tener la suficiente preparación para utilizar instrumentos especiales y/o realizar las modificaciones necesarias en los instrumentos de evaluación existentes
“Los resultados de las pruebas de inteligencia en particular
deben ser interpretados con cautela” Muchos de los instrumentos han sido modificados para su uso con poblaciones especiales. Debido a los especiales desafíos que representa para el examinador la evaluación de las personas con discapacidad múltiples los test especializados pueden tener una menor validez predictiva de lo que lo tienen por ejemplo, el WISC-III y el Stanford-Binet. Por lo tanto parece clara la necesidad de que su administración e interpretación sean realizados por clínicos con una especial experiencia. Requiriendo en mayor medida unas decisiones basadas en un juicio clínico que en unas puntuaciones obtenidas en los test. Selección de instrumentos El propósito no es identificar ni recomendar la utilización de unos determinados instrumentos para evaluar el funcionamiento intelectual y las habilidades adaptativas. Trata de proporcionar algunas pautas para desarrollar procedimientos coherentes con la definición, clasificación y sistemas de apoyo del retraso mental. Concluye recomendando a los posibles usuarios a la hora de seleccionar los instrumentos más adecuados para determinar propósitos evaluativos. Serie de sugerencias que los usuarios de los test pueden consultar para estar mejor informados de las características de un determinado instrumento: Leer el manual 1. Determinar quién esta adecuadamente entrenado para administrar dicho instrumento 2. Verificar que el manual este claramente escrito para evitar cometer errores 3. Asegurarse de que el test incluye datos sobre su fiabilidad y validez 4. Consultar a colegas que estén familiarizados con el instrumento 5. Asistir a seminarios centrados en el entrenamiento para administrar el test o escala 6. Asegurarse de la exactitud de los resultados 7. Mantener contacto con el editor del test para estar informado de posibles modificaciones o correcciones 8. Revisar la bibliografía científica para obtener datos referidos a su validez 9. Analizar revisiones en manuales tales como el Mental Measurements Yearbook (Conoley y Kramer, 1989) o Tests in Print (1989) 10. Probar el test antes de proceder a su compra y utilización masiva 11. Revisar los elementos del instrumento 12. Asegurarse de que el instrumento es aplicable para la población con la que se pretende utilizar Frecuentemente se crean y publican nuevos instrumentos, se recomienda a los profesionales permanecer atentos a la literatura científica e este campo para estar informados de la disponibilidad de tales instrumentos. Es beneficiosos adoptar una postura critica ante instrumentos nuevos que carezcan de información sobre sus usos más adecuados. El aspecto clave es que los instrumentos recientes no ofrecen la ventaja de los ya establecidos (validez y credibilidad) Diagnóstico: utilización de los datos de evaluación de la dimensión I Un diagnóstico de retraso mental requiere de dos criterios de evaluación: 1. Que exista un funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media. (este criterio sirve únicamente para ayudar a determinar si una persona puede ser clasificada como presentando un retraso mental, pero en sí mismo es insuficiente para tal diagnostico 2. La persona debe presentar limitaciones en dos o más habilidades adaptativas. esta parte del diagnóstico es más sustancial y subjetiva y requiere un juicio clínico que tenga en cuenta las demandas ambientales y los posibles sistemas de apoyo. A la hora de diagnosticar retraso mental se debe considerar el perfil de habilidades adaptativas de una persona. La regla general es que si dos o más habilidades adaptativas se encuentran sustancialmente por debajo del nivel medio de funcionamiento, entonces el individuo podría satisfacer este segundo criterio para un diagnostico de retraso mental. la evaluación de habilidades adaptativas puede confirmar un juicio de retraso mental, justificando la selección de una persona con un CI de aprox. 75-70 o inferior y con limitaciones sustanciales que interfieran con su funcionamiento independiente. La evaluación de las habilidades adaptativas debe servir para cuestionar un diagnostico de retraso mental para una persona con un CI entre 70 y 75 o inferior y que haya demostrado un nivel de funcionamiento adaptativo. Los instrumentos de evaluación de habilidades adaptativas han sido vistos en potencia como “control(es) contra la excesiva confianza depositada en los instrumentos de evaluación de inteligencia.
Conclusión Greenspan (1990)
El reto es convertir el proceso de asignar una etiqueta a las
personas que presentan una discapacidad en algo más flexible y libre… al mismo tiempo que se obra con cautela para no discriminar a otras personas (con o sin limitaciones), que no presentan una verdadera discapacidad. La respuesta es evitar asociarlo con puntuaciones obtenidas en una sola área (como el CI)