Sie sind auf Seite 1von 23

Capítulo 4

DIMENSION I:

FUNCIONAMIENTO
INTELECTUAL Y HABILIDADES
ADAPTATIVAS
Funcionamiento intelectual

Retraso mental requiere la presencia de un funcionamiento


intelectual sustancialmente por debajo del promedio. Los datos
los debe aportar un experto con experiencia con personas con
retraso mental y calificado profesional y legalmente. Debe estar
capacitado para realizar un examen psicológico.
CI
Un CI de 100 es la media

La persona que obtiene una puntuación de 100 se considera que


tiene un nivel de funcionamiento cognitiva.

90 y 110 indica el rango de inteligencia «promedio»


Consideraciones especiales en la evaluación del
funcionamiento intelectual

Se considerara cumplido este criterio si la evaluación del


individuo mediante test de inteligencias estandarizadas
apropiadas para su origen cultural, lingüístico y social, indica
un CI de 70 – 75 o menor.

Se consideran como instrumentos adecuados para la medida


del funcionamiento intelectual la escala de inteligencia de
Stanford- Binet, una de las escalas de Wechsler (la escala de
inteligenia wechsler para niños III, la escala revisada de
inteligencia Wechler para adultos, la escala de inteligencia
wechsler para preescolares y la batería de evaluación para
niños Kaufman.
Utilización de los datos de evaluación de las habilidades adaptativas

Informe de las puntuaciones:

Pese al incremento de la importancia de las habilidades adaptativas en la


definición, no hay una base sólida para utilizar una única puntuación global o
un índice equivalente de edad que sirva para operativizar las limitaciones en
habilidades adaptativas.

Existen varias razones por las cuales una puntuación global y un


tope preciso no serían útiles:
Muchas facetas de la conducta de la persona son muestreadas para
evaluar sus habilidades adaptativas, basarnos en una única
puntuación nos llevaría a omitir la descripción de estas conductas en
el contexto de la vida diaria.
A menudo existen variaciones intrasujeto en la conducta adaptativa,
es fundamental ofrecer puntuaciones en cada uno de los
componentes para que el proceso de evaluación tenga sentido
El desarrollo de un perfil de puntuaciones y/o descripciones de
habilidades tienen significado para el cliente y para los responsables
de diseñar las intervenciones pertinentes o para tomar decisiones
sobre la inclusión en unos programas y para planificar servicios
Habilidades adaptativas:

Implica que el funcionamiento intelectual inferior al promedio se


acompaña de limitaciones asociadas en dos o más áreas de
funcionamiento adaptativo. El análisis y determinación de las limitaciones
en las habilidades adaptativas debe realizarse dentro de los ambientes
comunitarios típicos del grupo de edad del individuo y siempre teniendo
en cuenta las necesidades individualizadas de apoyo. Para su evaluación,
precisa el empleo de instrumentos estandarizados que permitan dibujar el
perfil de fuerzas y debilidades en cada una de las diez áreas de
habilidades de adaptación siguientes:

1. Comunicación: incluye habilidades como la capacidad para


comprender y de expresar información a través de conductas
simbólicas y no simbólicas. (la capacidad de comprender y/o
aceptar una petición, una emoción, una felicitación, un
comentario, otros, habilidades de comunicación)
2. Cuidado personal: habilidades relacionadas con el aseo,
comida, vestido, higiene y apariencia personal
3. Habilidades de vida en el hogar: relacionadas con el funcionamiento
dentro del hogar (cuidado de la ropa, tareas del hogar, mantenimiento
adecuado en preparación de comidas, planificación y presupuesto de la
compra, seguridad en el hogar, y planificación diaria)

4. Habilidades sociales: relacionadas con intercambios sociales con otras


personas, incluyendo iniciar, mantener y finalizar una interacción con otros,
reconocer sentimientos, regular la propia conducta, otros)

5. Utilización de la comunidad: relacionadas con la utilización adecuada


de los recursos de la comunidad, incluyen transporte, comprar en
tiendas, asistir a iglesias, librerías, parques, otros.

6. Autorregulación: relacionada con elegir, aprender y seguir un


horario, acabar las tareas necesarios o exigidas, buscar ayuda
cuando lo necesite, resolver problemas en situaciones
familiares y novedosas, otros
7. Salud y seguridad: relacionadas con el mantenimiento de la salud de
uno, comer, reconocer cuando está enfermo, tratamiento y prevención,
primeros auxilios, sexualidad, estado físico, otros

8. Habilidades académicas funcionales: relacionadas con aprendizajes


escolares, utilización practica de los conceptos matemáticos, medidas,
relacionadas con el entorno físico y la propia salud y sexualidad, no se
centra en alcanzar unos determinados niveles académicos, sino más
bien en adquirir habilidades académicas funcionales en términos de
vida independiente
9. Ocio: referencia al desarrollo de intereses variados de ocio y
recreativos que reflejen las preferencias y elecciones
personales, y si la actividad se realiza en público, la
adaptación a las normas relacionadas con la edad y la cultura

10. Trabajo: habilidades relacionada con competencia laboral


específica, conducta apropiada, y habilidades
relacionadas con el trabajo( conocer horarios, finalizar
tareas, recibir críticas, mejorar destrezas, manejar dinero,
otros)
Procedimientos de evaluación:

Muchas escalas de evaluación se basan en la obtención de información


por medio de las entrevistas.
Dado que los evaluadores son las figuras claves para obtener datos
válidos, es importante seleccionarlos cuidadosamente para ello se debe
considerar:

La profundidad de sus conocimientos sobre la persona a evaluar


Sus deseos de comprometerse con la tarea (motivados con su trabajo)

Otra área que requiere mayor atención es la utilización de


autoinformes de habilidades adaptativas
La atención prestada al papel que cumplen los autoinformes
plantea varias cuestiones de interés: posibilidad de que los
profesionales exageren los problemas de conducta debido a
que estas obstaculizan su trabajo.
Quizás los problemas de conducta constituyan simplemente medios para
comunicarse
Los autoinformes sin embargo, tienen ciertas desventajas:
Tienen una baja consistencia interna, pueden estar sesgados por actitudes
defensivas de la persona con retraso metal y su utilidad puede radicar más
en la observación del modo en que se responde que en el contenido real de
la respuesta.
Por último, como se indicó previamente, los sesgos en las respuestas de los
informantes pueden ser controlados en parte promediando las puntuaciones
hasta alcanzar un juicio consensuado.
El principal valor de los autoinformes puede ser el de proporcionar datos
adicionales para confeccionar un perfil de evaluación.
Aspectos críticos en la evaluación

Algunos de los problemas son los relacionados en la evaluación del retraso


mental son la validez, fiabilidad, estabilidad de las puntuaciones,
generalización y valor predictivo.
Aunque algunos test de inteligencia sean utilizados durante años, su
longevidad no es razón suficiente para aceptar los resultados de un test con
respecto a un determinado sujeto. Algunas de las escalas de
comportamiento adaptativo carecen de estándares adecuados para su
normalización, y de una clara definición del constructo de conducta
adaptativa.
La evaluación debe ser realizada por individuos calificados
de acuerdo a requisitos profesionales y con las normas
desarrolladas por editores, asociaciones profesionales y
normativas estatales.
Dada la justificada preocupación manifestada tanto por los
consumidores como por los profesionales de que los test
pueden ser inadecuadamente empleados en el diagnostico,
emplazamientos educativo y planificación de la habilitación
es necesario incluir algunas consideraciones sobre estas
evaluaciones en la legislación estatal y federal.
1. La evaluación debe ser iniciada únicamente si existen razones
suficientes
2. El padre o cuidador debe dar el consentimiento para evaluar al
niño(a), y tiene el derecho a participar y a apelar cualquier
decisión que se adopte, así como todas aquellas relacionadas
con posibles emplazamientos o ubicación en programas. Bajo
determinadas circunstancias, puede también solicitar una
evaluación externa
3. Las evaluaciones deben realizarse por profesionales
capacitados, acreditados o con licencia para ello, teniendo en
cuenta las leyes y normativas que rijan sus especialidades
4. Los procedimientos de evaluación deben adaptarse teniendo
en cuenta déficit específico en audición, visión, salud o
movilidad, y deben modificarse o adaptarse al contexto social,
cultural o lingüístico en los casos en que difieran de la
población en base a la cual se han estandarizado los test. Las
evaluaciones deben también ser sensibles al entorno en que
se ha desenvuelto el sujeto
5. Quienes realizan las evaluaciones deben derivar a especialistas
adecuadamente preparados a toda aquella persona sospechosa de
presentar un problema auditivo, de salud o cualquier otro, para garantizar
la adopción de medidas especiales en la evaluación
6. Las conclusiones y recomendaciones deben tener en cuenta toda la
información disponible incluyendo la que se derive de entrevistas con
personas relacionadas con la que se va a evaluar y de observaciones
directas de la conducta. El diagnostico ha de ser multifactorial y por tanto
no debe basarse en un único determinante como el CI
7. Deben realizarse evaluaciones periódicas para confirmar o corregir
juicios previos y para considerar cambios en el ritmo de desarrollo que
puedan hacer necesarias modificaciones en los programas. La
planificación de tales evaluaciones debe determinarse en función al tipo
de servicios que se ofrecen

8. Las personas pueden ejercer su derecho a rechazar el


procedimiento de evaluación y a retirarse del proceso
diagnostico y/o de los servicios establecidos para ello
Utilización adecuada de los resultados de la evaluación
Los datos obtenidos con instrumentos de evaluación del funcionamiento
intelectual o de las habilidades adaptativas son tal solo una parte de todo el
proceso de evaluación. Es necesario utilizar otros datos y combinarlos con las
decisiones adoptadas por un equipo de profesionales para determinar si los
resultados obtenidos tras la administración de un instrumento son válidos o no
para un individuo en particular.
Para completar los datos obtenidos por un determinado instrumento y así
evaluar su validez, el profesional debe seguir una serie de pasos. Estos son,
entre otros:
Acordar la posterior administración de un instrumento
Revisar los historiales del individuo
Entrevistar a personas clave en la vida del sujeto
Observar al individuo en su entorno natural
Entrevistar a la persona directamente o interactuar con él en un contexto de
juego u otra situación social
La adición de datos proporcionan una base para emitir juicios profesionales
más informados. Se subraya así la importancia del juicio clínico.
Problemas derivados de la diversidad cultural y
lingüística
La sensibilidad ante la diversidad cultural y lingüística
requiere claramente realizar una evaluación multifactorial.
Cuando la persona a evaluar no difiere significativamente de
la norma cultural, la evaluación es relativamente sencilla. Sin
embargo, cuando su bagaje refleja variaciones culturales o
lingüísticas, debe optarse por enfoques alternativos.
El bagaje sociocultural, así como la lengua materna del
individuo, deben tenerse en cuenta cuando se seleccionan y
administran instrumentos de evaluación y cuando se
interpretan los resultados obtenidos.
Problemas derivados de la discapacidad sensorial, motora y de
comunicación
Las personas con limitaciones específicas sensoriales, motoras o
comunicativas presentan especiales dificultades para una evaluación
precisa.
Ejemplo:
Personas con deficiencia auditiva requiere instrumentos no verbales
Personas con deficiencia visuales precisan instrumentos que no incluyan la
manipulación de fichas o dibujos
Personas con limitaciones motoras puede tener bastante limitadas las
respuestas voluntarias y pueden verse obligados a responder con un
movimiento ocular o un parpadeo.
Algunas personas pueden carecer de conductas para realizar el test (no
pueden mantenerse sentados, elevadas conductas estereotipadas, entre
otros)
Problemas adicionales pueden incluir la fatiga, baja
resistencia a la frustración, escasa motivación, no
comprensión de instrucciones, somnolencia debido a la
medicación y ansiedad ante la prueba.
Los resultados en una prueba no deben estar afectados por
limitaciones en sus capacidades de comprensión o
expresión lingüística. Tales limitaciones pueden dar a lugar
a que el test mida la magnitud de ese problema más que el
funcionamiento intelectual o las habilidades adaptativas.
Las áreas problemáticas expuestas anteriormente pueden
hacer que los procedimientos de evaluación tradicional no
sean viables y que originen una evaluación discriminatoria.
Los responsables de evaluar deben tener precauciones especiales para
asegurar una evaluación justa y precisa. Distinguiendo entre las
limitaciones intelectuales o adaptativas y los problemas asociados a sus
dificultades físicas o sensoriales, deben tener la suficiente preparación
para utilizar instrumentos especiales y/o realizar las modificaciones
necesarias en los instrumentos de evaluación existentes

“Los resultados de las pruebas de inteligencia en particular


deben ser interpretados con cautela”
Muchos de los instrumentos han sido modificados para su uso
con poblaciones especiales.
Debido a los especiales desafíos que representa para el
examinador la evaluación de las personas con discapacidad
múltiples los test especializados pueden tener una menor validez
predictiva de lo que lo tienen por ejemplo, el WISC-III y el
Stanford-Binet. Por lo tanto parece clara la necesidad de que su
administración e interpretación sean realizados por clínicos con
una especial experiencia. Requiriendo en mayor medida unas
decisiones basadas en un juicio clínico que en unas
puntuaciones obtenidas en los test.
Selección de instrumentos
El propósito no es identificar ni recomendar la utilización de unos
determinados instrumentos para evaluar el funcionamiento intelectual y las
habilidades adaptativas. Trata de proporcionar algunas pautas para
desarrollar procedimientos coherentes con la definición, clasificación y
sistemas de apoyo del retraso mental. Concluye recomendando a los
posibles usuarios a la hora de seleccionar los instrumentos más adecuados
para determinar propósitos evaluativos.
Serie de sugerencias que los usuarios de los test pueden consultar para
estar mejor informados de las características de un determinado
instrumento:
Leer el manual
1. Determinar quién esta adecuadamente entrenado para administrar
dicho instrumento
2. Verificar que el manual este claramente escrito para evitar cometer
errores
3. Asegurarse de que el test incluye datos sobre su fiabilidad y validez
4. Consultar a colegas que estén familiarizados con el instrumento
5. Asistir a seminarios centrados en el entrenamiento para administrar
el test o escala
6. Asegurarse de la exactitud de los resultados
7. Mantener contacto con el editor del test para estar informado de
posibles modificaciones o correcciones
8. Revisar la bibliografía científica para obtener datos referidos a su
validez
9. Analizar revisiones en manuales tales como el Mental
Measurements Yearbook (Conoley y Kramer, 1989) o Tests in Print
(1989)
10. Probar el test antes de proceder a su compra y utilización masiva
11. Revisar los elementos del instrumento
12. Asegurarse de que el instrumento es aplicable para la población con
la que se pretende utilizar
Frecuentemente se crean y publican nuevos instrumentos, se recomienda a
los profesionales permanecer atentos a la literatura científica e este campo
para estar informados de la disponibilidad de tales instrumentos. Es
beneficiosos adoptar una postura critica ante instrumentos nuevos que
carezcan de información sobre sus usos más adecuados.
El aspecto clave es que los instrumentos recientes no ofrecen la ventaja de
los ya establecidos (validez y credibilidad)
Diagnóstico: utilización de los datos de evaluación de la
dimensión I
Un diagnóstico de retraso mental requiere de dos criterios de
evaluación:
1. Que exista un funcionamiento intelectual significativamente
inferior a la media. (este criterio sirve únicamente para
ayudar a determinar si una persona puede ser clasificada
como presentando un retraso mental, pero en sí mismo es
insuficiente para tal diagnostico
2. La persona debe presentar limitaciones en dos o más
habilidades adaptativas. esta parte del diagnóstico es más
sustancial y subjetiva y requiere un juicio clínico que tenga
en cuenta las demandas ambientales y los posibles
sistemas de apoyo.
A la hora de diagnosticar retraso mental se debe considerar el perfil de
habilidades adaptativas de una persona. La regla general es que si dos o
más habilidades adaptativas se encuentran sustancialmente por debajo
del nivel medio de funcionamiento, entonces el individuo podría satisfacer
este segundo criterio para un diagnostico de retraso mental.
la evaluación de habilidades adaptativas puede confirmar un juicio de
retraso mental, justificando la selección de una persona con un CI de
aprox. 75-70 o inferior y con limitaciones sustanciales que interfieran con
su funcionamiento independiente.
La evaluación de las habilidades adaptativas debe servir para cuestionar
un diagnostico de retraso mental para una persona con un CI entre 70 y
75 o inferior y que haya demostrado un nivel de funcionamiento
adaptativo.
Los instrumentos de evaluación de habilidades adaptativas han sido
vistos en potencia como “control(es) contra la excesiva confianza
depositada en los instrumentos de evaluación de inteligencia.

Conclusión
Greenspan (1990)

El reto es convertir el proceso de asignar una etiqueta a las


personas que presentan una discapacidad en algo más
flexible y libre… al mismo tiempo que se obra con cautela
para no discriminar a otras personas (con o sin limitaciones),
que no presentan una verdadera discapacidad.
La respuesta es evitar asociarlo con puntuaciones obtenidas
en una sola área (como el CI)

Das könnte Ihnen auch gefallen