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“ESPONTANEIDAD”
Escuela de Profetas
TEMA 2 :
La Falta de Perdón
¿Qué es perdonar?
Perdonar es liberar o dejar ir a una persona que nos ha ofendido. Es soltar a la persona
que nos causó daño, es cancelar una deuda pendiente que alguien tiene con uno; es
tomar la decisión de perdonar como un acto de voluntad y no basado en emociones.
<Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada
uno a su hermano sus ofensas». Mateo 18.35
¿Qué no es perdonar?
Esforzarse por olvidar lo que pasó, negar la ofensa recibida, pretender que
el tiempo borre lo ocurrido, Ignorar lo que pasó y tratar de olvidar, o
simplemente disculpando al ofensor. No perdonar es decir: "te perdono",
pero sin haber perdonado de todo corazón. El perdonar no es una
alternativa, sino un mandato del Señor.
«Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a
vosotros vuestro Padre celestial». Mateo 6.14
La falta de perdón es una carnada del enemigo
Mateo 18.6, 7
Jesucristo habló de que era necesario que las ofensas vinieran. La palabra
ofensa es una palabra muy especial y proviene del griego "skándalon" que
significa trampa o carnada. Esta palabra fue utilizada en la antigüedad
para describir lo que era un vástago curvado, una vara flexible con una
carnada que se usaba para cazar animales.
Nosotros los creyentes debemos aprender a cubrir las ofensas, y esto se
logra, por medio del amor. El amor cubre multitud de pecados. Recuerde
que, cuando se siente ofendido, no necesariamente el problema es la otra
persona, sino usted mismo. ¿Cuál es la raíz de la ofensa? ...la inseguridad y
la inmadurez. Esto causa que los individuos se ofendan fácilmente y todo
lo tomen de forma personal.
Las consecuencias de no perdonar
Es desobediencia a Dios. El perdón es un acto de nuestra voluntad.
Decidimos perdonar porque es un mandato de Dios. Si no perdonamos, no
seremos perdonados. Colosenses 2.13, 14
El enemigo toma ventaja en nuestra vida. La falta de perdón es una puerta
abierta al enemigo, que destruye nuestro hogar, nuestras finanzas, nuestra
salud y otros. 1 Corintios 2.11 y Efesios 4.27 .
Muchas personas no saben perdonar porque ellos mismos no han
perdonado su pasado. Por eso, es necesario entender que Dios perdona
al que se arrepiente. Mateo 6.12
Nuestras oraciones son estorbadas. La falta de perdón corta la
comunión con Dios y su presencia no fluye en nosotros.
Marcos 11.25
Jesús nos exhorta a dejar lo que hacemos para arreglar primero nuestras cuentas
pendientes con la persona que nos ofendió.
Las consecuencias de no perdonar
Dios no recibe nuestras ofrendas. Toda ofrenda a Dios es un sacrificio vivo, y Dios no
puede recibir un sacrificio que viene de un corazón con falta de perdón. Esto viene
a ser abominable delante de sus ojos. Algunos creyentes se preguntan por qué no
prosperan si siempre diezman y ofrendan. Analice su vida y verifique si hay falta de
perdón en contra de alguien. Mateo 5.23
Dios nos entregará a los verdugos (demonios). La falta de perdón es uno de los
mayores atra-yentes para los demonios. Cada vez que los demonios le recuerden lo
que la persona ofensora le hizo, lo harán para torturar su mente. En el idioma
griego, la palabra verdugos significa "atormentadores", que no son otra cosa que
los demonios. Si Dios le entrega a ellos, Él es el único que puede librarle. No se deje
torturar más, ahora que usted conoce el plan del enemigo, sencillamente, no lo
acepte, use su autoridad en Cristo Jesús. Mateo 18.35
Las consecuencias de no perdonar
La fe es anulada. Es imposible creer a Dios cuando estamos heridos. De una sola fuente no puede
fluir fe y resentimiento al mismo tiempo. Por mucho que se esfuerce, crea la Palabra o la confiese,
su corazón no puede actuar en fe. La falta de perdón bloquea su corazón y no le deja creer.
El amor será anulado. La falta de perdón corta el fluir del amor de Dios en nosotros; no se puede
amar y odiar al mismo tiempo. Por eso, en una relación, si no se sanan las heridas, no fluirá el amor
de Dios en su plenitud. Algunas veces, usted escucha decir a ciertos cónyuges: "ya no le amo
más", y no es que no le ama, sino que le ha herido tanto que esa falta de perdón cubre el amor
que le pueda tener. La persona que no perdona siempre será un perdedor, y las mayores heridas
no se las causará a otras personas sino a sí mismo.
Dios no nos perdona. Si no perdonamos a aquellos que nos ofenden, tampoco Dios nos perdonará.
El Señor nos lleva contra la pared a tal grado que si no perdonamos, Él tampoco nos perdona. Dios
nos puede pasar algunas faltas, especialmente cuando somos inmaduros, pero Él nunca nos deja
pasar la falta de perdón. Mateo 11.25