Sie sind auf Seite 1von 58

DR.

MAXIMO BELISARIO TORRES CRUZ


DOCTOR EN DERECHO
PACTO INTERNACIONAL DE
DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS
Artículo 10 inc. 3
3. El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento
cuya finalidad esencial será la reforma y la
readaptación social de los penados. Los menores
delincuentes estarán separados de los adultos y serán
sometidos a un tratamiento adecuado a su edad y
condición jurídica.
CONVENCION AMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS

Art. 5 DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL inc.


6. Las penas privativas de la libertad tendrán como
finalidad esencial la reforma y la readaptación social
de los condenados.
CEDH –SISTEMA EUROPEO -
CONVENIO PARA LA PROTECCIÓN DE
LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LAS
LIBERTADES FUNDAMENTALES

 Art. 5 DERECHO A LA LIBERTAD Y SEGURIDAD


 4. Toda persona privada de su libertad mediante
detención preventiva o internamiento tendrá derecho a
presentar un recurso ante un órgano judicial, a fin de
que se pronuncie en breve plazo sobre la legalidad de
su privación de libertad y ordene su puesta en libertad,
si fuera ilegal.
CONSTITUCIÓN 1993

El artículo 139°, inciso 22, de la Constitución establece


que el régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del
penado a la sociedad.
CÓDIGO DE EJECUCIÓN PENAL
Artículo modificado por el Artículo 5 de la Ley Nº 30076,
publicada el 19 agosto 2013, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 48. Semilibertad
La semilibertad permite al sentenciado egresar del establecimiento
penitenciario, para efectos de trabajo o educación, cuando ha cumplido
la tercera parte de la pena y si no tiene proceso pendiente con mandato
de detención.
En los casos del artículo 46, primer párrafo, la semilibertad podrá
concederse cuando se ha cumplido las dos terceras partes de la pena y
previo pago del íntegro de la cantidad fijada en la sentencia como
reparación civil y de la multa o, en el caso del interno insolvente, la
correspondiente fianza en la forma prevista en el artículo 183 del
Código Procesal Penal.
El beneficio de semilibertad es inaplicable a los reincidentes,
habituales y a los agentes de los delitos tipificados en los artículos 107,
108, 108-A, 108-B, 121, 121-A, 121-B, 152, 153, 153-A, 173, 173-A, 186, 189,
195, 200, 279-A, 279-B, 296, 297, 317, 317-A, 319 a 323, 325, 326, 327, 328,
329, 330, 331, 332 y 346 del Código Penal
APLICACIÓN TEMPORAL DE LAS LEYES
RELACIONADAS A BENEFICIOS PENITENCIARIOS.

LEY 29604 del 22 de octubre del 2010 modificó el art. 46


CEP.
Disposiciones complementarias finales
PRIMERA.-Aplicación de la Ley Las modificaciones efectuadas a
los beneficios penitenciarios a que se refiere la presente Ley son
de aplicación exclusiva a los condenados por delitos que se
cometan a partir de su vigencia. No se pueden aplicar en
forma retroactiva a condenados con anterioridad a la vigencia de
la presente Ley.
LEY 30101
Artículo Único.- Vigencia de leyes Las modificaciones efectuadas
por las Leyes Nros. 30054, 30068, 30076 y 30077 a los beneficios
penitenciarios son de aplicación a los condenados por los delitos
que se cometan a partir de su vigencia.
Publicación en “El Peruano” el 02 de noviembre del 2013
Ley 30262
Redacción anterior Art. 46 CEP Redacción actual Art. 46 CEP

Casos especiales de redención En los Casos especiales de redención En los


casos de internos primarios que hayan casos de internos primarios que hayan
cometido los delitos previstos en los cometido los delitos previstos en los
artículos 107º, 108º-B, 121º, 121º-A, 121º-B, artículos 107º, 108º-B, 121º, 121º-A, 121º-B,
152º, 153º, 153º-A, 186º, 189º, 195º, 200º, 152º, 186º, 189º, 195º, 200,º 279º, 279º-A,
279º, 279º-A, 279º-B, 317º, 317º-A, 325º, 279º-B, 317º, 317º-A, 325º, 326º, 327º, 328º,
326º, 327º, 328º, 329º, 330º, 331º, 332º y 329º, 330º, 331º, 332º y 346º del Código
346º del Código Penal, la redención de la Penal, la redención de pena por el
pena mediante el trabajo o la educación trabajo o la educación se realiza a razón
se realiza a razón de un día de pena por de un día de pena por cinco días de labor
cinco días de labor o estudios efectivos, o estudios efectivos, en su caso
en su caso
Ley 30262
REINCIDENTES Y HABITUALES REINCIDENTES Y HABITUALES
Los reincidentes y habituales en el Los reincidentes y habituales en el
delito redimen la pena mediante el delito redimen la pena mediante el
trabajo y la educación a razón de un día trabajo y la educación a razón de un día
de pena por seis días de trabajo o de pena por seis días de trabajo o
estudio, según el caso. De conformidad estudio efectivo, según sea el caso. De
con lo establecido en el segundo párrafo conformidad con lo establecido en el
del artículo 46º-B y el primer párrafo del segundo párrafo del artículo 46º-B y el
artículo 46º-C del Código Penal, en los primer párrafo del artículo 46º-C del
casos previstos en los delitos señalados Código Penal, en los casos previstos en
en los artículos 107º, 108º-B, 121º, 121º-A, los delitos señalados en los artículos
121º-B, 152º, 153º, 153º-A, 186º, 189º, 195º, 107º, 121º, 121º-A, 121º-B, 152º, 186º, 189º,
200º, 279º, 279º-A, 279º-B, 317º, 317ºA, 195º, 200º, 279º, 279º-A, 279º-B, 317º,
325º, 326º, 327º, 328º 329º, 330º, 331º, 317º-A, 325º, 326º, 327º, 328º, 329º, 330º,
332º y 346º del Código Penal, la 331º, 332º y 346º del Código Penal, la
redención de la pena mediante el redención de la pena mediante el
trabajo o la educación se realiza a razón trabajo o la educación se realiza a razón
de un día de pena por siete días de labor de un día de pena por siete días de labor
o estudio efectivos, en su caso o estudios efectivo, en su caso
Ley 30262
Redacción anterior Art. 47 CEP Redacción actual Art. 47 CEP

IMPROCEDENCIA DE IMPROCEDENCIA DE
ACUMULACIÓN DE LA REDENCIÓN ACUMULACIÓN DE LA REDENCIÓN
DE PENA POR EL TRABAJO Y DE PENA POR EL TRABAJO Y
EDUCACIÓN. EDUCACIÓN.
El beneficio de la redención de la pena El beneficio de la redención de la pena
por el trabajo y la educación no es por el trabajo y la educación no es
acumulable cuando estos se realizan acumulable cuando estos se realizan
simultáneamente. El beneficio de la simultáneamente. El beneficio de la
redención de la pena por el trabajo o la redención de la pena por el trabajo o la
educación no es aplicable a los agentes educación no es aplicable a los agentes
de los delitos tipificados en los artículos de los delitos tipificados en los artículos
108º, 108º-A, 296º, 297º, 301º, 302º y 319 a 108º, 108º-A, 153º, 153º-A, 296º, 297º, 301º,
323º del Código Pena 302º y 319º a 323º del Código Penal.
Ley 30077
Redacción anterior Redacción actual Art. 24 ley 30077
PROHIBICIÓN DE BENEFICIOS PROHIBICIÓN DE BENEFICIOS
PENITENCIARIOS PENITENCIARIOS
No pueden acceder a los beneficios No pueden acceder a los beneficios
penitenciarios de redención de la pena penitenciarios de redención de la pena
por el trabajo y la educación, semi- por el trabajo y la educación, semi-
libertad y liberación condicional: 1. Las libertad y liberación condicional: 1. Las
personas a que hacen referencia los personas a que hacen referencia los
literales a), b) y e) del inciso 1 del literales a), b) y e) del inciso 1 del
artículo 22º de la presente Ley. 2. Los artículo 22º de la presente Ley. 2. Los
demás integrantes de la organización demás integrantes de la organización
criminal, siempre que el delito por el criminal, siempre que el delito por el
que fueron condenados sea cualquiera que fueron condenados sea cualquiera
de los previstos en los artículos 108º, de los previstos en los artículos 108º,
152º, 153º, 189º y 200º del Código Penal. 152º, 153º, 153º-A, 189º y 200º del Código
Penal
Ley 30332
Artículo Único. Aplicación de la Ley 30262
Las modificaciones efectuadas por la Ley 30262 sobre
la concesión de beneficios penitenciarios, son de
aplicación exclusiva a los condenados por los
delitos que hayan cometido a partir de su
vigencia.
La fecha de la ley es 21 de mayo del 2015 y se publicó en
“El Peruano” el 06 de junio del 2015
PRIMERA
POSICIÓN
PROCEDENCIA DE HABEAS CORPUS
PARA BENEFICIOS PENITENCIARIOS
Expediente Nro. 00684-2012-PHC/TC
2.1.Procedencia en la libertad individual del hecho materia de hábeas
corpus antes de pasar a resolver el fondo del asunto es preciso
determinar si el acto cuestionado tiene incidencia en la libertad
personal. Y es que en el presente caso las instancias precedentes han
rechazado la demanda considerando que las denegatorias de
beneficios penitenciarios no conllevan restricción alguna de la
libertad personal, por lo que no pueden ser cuestionadas a través del
hábeas corpus. Al respecto, este Tribunal debe reiterar que para
tutelar derechos conexos a la libertad individual a través del habeas
corpus, no solo se considera como actos restrictivos de la libertad
aquellos que contengan en sí mismos una restricción de la libertad
(mandatos de detención, sentencias condenatorias a pena privativa de
libertad), sino también muchos casos en los que se deniega la
excarcelación del favorecido o un acortamiento de la pena
privativa de la libertad (variación o cesación de la prisión
preventiva, sustitución de pena). Bajo esta misma lógica, también
procede interponer demandas de hábeas corpus contra decisiones
que de algún modo impidan el acceso a beneficios penitenciarios.
SUCESION DE LEYES SOBRE
BENEFICIOS PENITENCIARIOS
Resolución Administrativa Nro. 297-2011-P-PJ
Artículo 1.- Precisar que, como la naturaleza jurídica de los
beneficios penitenciarios de semi-libertad y liberación condicional
es la de un estímulo o incentivo y no la de un derecho, el
cumplimiento de los presupuestos formales previstos en los
artículos 49 y 54, respectivamente, del Código de Ejecución Penal
no asegura su otorgamiento.
Artículo 2.- Establecer que la concesión de uno de estos beneficios
constituye una actividad discrecional del Juez o Jueza -aunque
jurídicamente vinculada-, quien solamente puede otorgarlos si se
cumplen las presupuestos materiales puntualizados en el
fundamento jurídico tercero (artículos 50, segundo párrafo, y 55,
última frase del primer párrafo, del Código de Ejecución Penal),
siempre que permitan razonablemente una prognosis positiva de
readaptación social del interno (a). El órgano jurisdiccional ha de
justificar, mediante la motivación pertinente, con absoluta claridad
y rigor jurídico, la estimación o desestimación del beneficio
penitenciario solicitado
ACUERDO PLENARIO NRO. 08-2011
 En suma, se hace mención, no a la fecha de comisión del
delito sino a la del inicio de la ejecución material de la
sanción penal, que en términos procesales se objetiva
en la fecha en que la sentencia adquiere firmeza.
Materialmente la ejecución empieza o se inicia
técnicamente en ese momento. Atendiendo al principio
diferencial, la finalidad del preso preventivo es la retención
y custodia, no así el tratamiento penitenciario, propio de
los penados, que desde un concepto amplio comporta
aquella actividad destinada a suplir aquellas carencias con
las que el interno ha entrado en el Establecimiento Penal
[JAVIER NISTAL BURÓN: El régimen penitenciario: diferencias por su
objeto. La retención y custodia/la reeducación y reinserción. En:
Cuadernos y Estudios de Derecho Judicial, Madrid, p. 9-10]. Por tanto,
por razones de justicia material y de estabilidad o
seguridad jurídica, debe estarse a esa circunstancia.
JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL
 El Expediente N.º 010-2002-AI/TC, fundamento 208,
que los propósitos de reeducación y rehabilitación del
penado “[...] suponen, intrínsecamente, la posibilidad
de que el legislador pueda autorizar que los penados,
antes de la culminación de las penas que les fueron
impuestas, puedan recobrar su libertad si los
propósitos de la pena hubieran sido atendidos. La
justificación de las penas privativas de la libertad es, en
definitiva, proteger a la sociedad contra el delito”.
EXPEDIENTE N.° 02700-2006-PHC/TC
Caso Víctor Alfredo Polay Campos, que en estricto, los
beneficios penitenciarios no son derechos fundamentales,
sino garantías previstas por el derecho de ejecución penal,
cuyo fin es concretizar el principio constitucional de
resocialización y reeducación del interno. En efecto, las
garantías persiguen el aseguramiento de determinadas
instituciones jurídicas y no engendran derechos
fundamentales a favor de las personas, de ahí que pueden
ser limitadas o restringidas sin que ello comporte
arbitrariedad. No obstante, no cabe duda de que aun
cuando los beneficios penitenciarios no constituyen
derechos, su denegación, revocación o restricción de
acceso debe obedecer a motivos objetivos y
razonables, por lo que la resolución judicial que se
pronuncia al respecto debe cumplir con la exigencia
de la motivación de las resoluciones judiciales.
EXP.N.º 1594-2003-HC/TC
 El caso Máximo Llajaruna Sare (fundamento 14), que “La
determinación de si corresponde o no otorgar a un interno
un determinado beneficio penitenciario, en realidad, no
debe ni puede reducirse a verificar si este cumplió o no los
supuestos formales que la normatividad contempla (...)”. Es
por ello que se afirma que la concesión o denegatoria de un
beneficio penitenciario a un interno y la determinación en
contrario en cuanto a otro, no afecta per se el derecho a la
igualdad ante la ley, pues tal decisión la efectúa el juez
atendiendo concurrentemente al cumplimiento de los
requisitos legales y a la estimación que obtenga de una
eventual rehabilitación y resocialización respecto a cada
interno en concreto.
EXPEDIENTE Nro. 012-2010-PI/TC
§8. Aplicación de la ley en el tiempo y beneficios
penitenciarios
87. Asimismo, el Tribunal Constitucional estima oportuno
reiterar su criterio en el sentido de que las modificaciones
legislativas relacionadas con los beneficios penitenciarios
vinculados con la eventual puesta en libertad del penado, son
inmediatamente aplicables, aún cuando ellas sean
representativas de un tratamiento penitenciario más estricto.
Ello es así, antes que por la naturaleza de la ley penitenciaria
(lo cual desde una perspectiva constitucional puede resultar hasta cierto
punto intrascendente), por el fundamento constitucional que
subyace al principio de prohibición de aplicación retroactiva
de la ley penal in malam partem y de aplicación ultractiva de
ley penal más beneficiosa (artículo 103º de la Constitución).
EXPEDIENTE N.° 05786-2007-
PHC/TC-JUNÍN
En el Derecho procesal penal, la aplicación inmediata de las normas,
conforme al artículo 103º de la Constitución, implica que el acto
procesal estará regulado por la norma vigente al momento en que éste
se realiza, lo que ha venido a denominarse el principio tempus regit
actum. (Cfr. Exp. Nº 2196-2002-HC/TC, Carlos Saldaña Saldaña).
Asimismo, este Tribunal Constitucional ha establecido que resulta
igualmente aplicable el principio tempus regit actum en materia
penitenciaria, excepto para los beneficios penitenciarios, en cuyo caso,
dicha regla se ve morigerada por la garantía normativa que proscribe el
sometimiento a un procedimiento distinto de los previamente
establecidos en la ley, proclamado en el inciso 3) del artículo 139° de la
Constitución, que vela porque la norma con la que se inició un
determinado procedimiento no sea alterada o modificada con
posterioridad por otra, de manera que cualquier modificación realizada
con posterioridad al inicio de un procedimiento, como la de solicitar un
beneficio penitenciario, no debe aplicarse. En tal sentido, en materia de
beneficios penitenciarios, resulta aplicable la norma vigente al
momento de haberse solicitado el beneficio (Cfr. Exp. Nº 2196-2002-
HC/TC, Carlos Saldaña Saldaña; Exp.Nº 1593-2003-HC/TC, Dionicio
Llajaruna Sare).
PRECEDENTE
VINCULANTE
CONSTITUCIONAL
PRECEDENTE VINCULANTE
CONSTITUCIONAL
En un sentido formal, la configuración del precedente
vinculante en el sistema constitucional peruano encuentra
un primer punto de partida en el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional del 2004 y
sin embargo, no es en rigor el único extremo de referencia
pues la institución del precedente judicial se remonta a la
propia normativa judicial desde la dación de la Ley
Orgánica del Poder Judicial Art. 22, e inclusive aún de
anterior data en cuanto las normas aludidas solo
configuraron un escenario normativo que ya de antiguo
existía en los hechos. Desde que los jueces comenzaron a
aplicar el Derecho, la relevancia de cómo se resolvieron los
casos anteriores significaba una premisa gravitante y de
orientación propia para los casos futuros. Entonces, no
podía ser excluido el valor del precedente y por el contrario,
era necesario asignarle dimensión formal.
STC 024-2003-AI/TC
STC 024-2003-AI/TC Caso Municipalidad de Lurín
El precedente constitucional vinculante es aquella regla
jurídica expuesta en un caso particular y concreto que el
Tribunal Constitucional decide establecer como regla
general; y, que, por ende, deviene en parámetro normativo
para la resolución de futuros procesos de naturaleza
homóloga.
El precedente constitucional tiene por su condición de tal
efectos similares a una ley. Es decir, la regla general
externalizada como precedente a partir de un caso concreto
se convierte en una regla preceptiva común que alcanzar a
todos los justiciables y que es oponible frente a los poderes
públicos.
LOS PRESUPUESTOS BÁSICOS PARA EL
ESTABLECIMIENTO DE UN PRECEDENTE
VINCULANTE
a) Cuando se evidencia que los operadores jurisdiccionales o
administrativos vienen resolviendo con distintas concepciones o
interpretaciones sobre una determinada figura jurídica o frente a una
modalidad o tipo de casos; es decir, cuando se acredita la existencia
de precedentes conflictivos o contradictorios.
b) Cuando se evidencia que los operadores jurisdiccionales o
administrativos vienen resolviendo en base a una interpretación
errónea de una norma del bloque de constitucionalidad; lo cual, a su
vez, genera una indebida aplicación de la misma.
c) Cuando se evidencia la existencia de un vacío normativo.
d) Cuando se evidencia la existencia de una norma carente de
interpretación jurisdiccional en sentido lato aplicable a un caso
concreto, y en donde caben varias posibilidades interpretativas.
e) Cuando se evidencia la necesidad de cambiar de precedente
vinculante.
STC 03741-2004-AA/TC
STC 03741-2004-AA/TC Caso Salazar Yarlenque
§7.1. La distinción entre jurisprudencia y precedente
42. La incorporación del precedente constitucional vinculante, en los
términos en que precisa el Código Procesal Constitucional, genera por
otro lado, la necesidad de distinguirlo de la jurisprudencia que emite
este Tribunal. Las sentencias del Tribunal Constitucional, dado que
constituyen la interpretación de la Constitución del máximo tribunal
jurisdiccional del país, se estatuyen como fuente de derecho y
vinculan a todos los poderes del Estado. (…) La jurisprudencia
constituye, por tanto, la doctrina que desarrolla el Tribunal en los
distintos ámbitos del derecho, a consecuencia de su labor frente a
cada caso que va resolviendo.
43. (…)si bien tanto la jurisprudencia como el precedente constitucional
tienen en común la característica de su efecto vinculante, en el
sentido de que ninguna autoridad, funcionario o particular puede
resistirse a su cumplimiento obligatorio, el Tribunal, a través del
precedente constitucional, ejerce un poder normativo general,
extrayendo una norma a partir de un caso concreto.
STC 4853-2004-AA/TC
15. Por DOCTRINA CONSTITUCIONAL debe entenderse en este punto:
a. Las interpretaciones de la Constitución realizadas por este Colegiado,
en el marco de su actuación a través de los procesos, sea de control
normativo o de tutela de los derechos fundamentales;
b. Las interpretaciones constitucionales de la ley, realizadas en el marco
de su labor de control de constitucionalidad. En este caso, conforme lo
establece el artículo VI del Título preliminar del Código Procesal
Constitucional, una ley cuya constitucionalidad ha sido confirmada
por el Tribunal, no puede ser inaplicada por los jueces en ejercicio del
control difuso, a menos, claro está, que el Tribunal sólo se haya
pronunciado por su constitucionalidad formal;
c. Las proscripciones interpretativas, esto es las “anulaciones” de
determinado sentido interpretativo de la ley realizadas en aplicación del
principio de interpretación conforme a la Constitución. Se trata en este
supuesto de las sentencias interpretativas, es decir las que establecen
que determinado sentido interpretativo de una disposición legislativa
resulta contrario a la Constitución, por lo que no debe ser usado por los
jueces en el ejercicio de la función jurisdiccional que les corresponde
EXPEDIENTE Nº 0206-2005-PA/TC
33. Por ello, de conformidad con lo dispuesto en el artículo
VII del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional, los criterios contenidos en los fundamentos
7 a 25 supra, constituyen precedente vinculante, puesto que
son indispensables para determinar la procedencia de la vía
del proceso constitucional de amparo.
34. Con ello el Tribunal Constitucional busca perfeccionar el
proceso de amparo a fin de que sea realmente eficaz y
expeditivo. Por tanto, el precedente establecido será de
vinculación inmediata a partir del día siguiente de su
publicación en el diario oficial El Peruano, de modo que
toda demanda que sea presentada y que no reúna las
condiciones del precedente, o las que se encuentren en
trámite e igualmente no reúnan tales condiciones, deberán
ser declaradas improcedentes.
EXP.Nº 4227-2005-AP/TC,
42. El Tribunal Constitucional no puede dejar de expresar su preocupación por el
hecho de que, según se advierte de los recaudos anexados al escrito presentado
con fecha 11 de agosto de 2005 por la propia recurrente, en sede judicial se
vienen dictando sentencias –que han adquirido la calidad de firmes– en
materia del impuesto a la explotación de los juegos de casino y máquinas
tragamonedas, que infringen el segundo párrafo del artículo VI del Código
Procesal Constitucional y la Primera Disposición General de la Ley Orgánica de
este Tribunal, en virtud de los cuales los jueces y tribunales tienen la obligación
de interpretar y aplicar las leyes y toda norma con rango de ley, y los
reglamentos respectivos, según los preceptos y principios
constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las
resoluciones dictadas por este Colegiado en todo tipo de procesos, bajo
responsabilidad.
43.En tal sentido, y de conformidad con lo establecido por el artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, este Tribunal declara que
la presente sentencia, que adquiere la autoridad de cosa juzgada, constituye
precedente vinculante…, en aplicación del primer párrafo del artículo VI del
Código Procesal Constitucional –que resulta también de aplicación en aquellos
casos en los que este Colegiado desestima la solicitud de ejercer el control
difuso contra norma, por no encontrar en ella vicio alguno de
inconstitucionalidad–, dichos preceptos resultan de plena aplicación en todo
tipo de procesos, quedando proscrita su inaplicación por parte de los jueces en
ejercicio del control difuso de constitucionalidad de las normas.
OCMA
Resolución de Jefatura Nº 021-2006-J-OCMA, de fecha 13 de
marzo de 2006, publicada el 4 de abril del mismo año en el
Diario Oficial El Peruano.
Primero.- DISPONER que todos los órganos jurisdiccionales
de la República, bajo responsabilidad funcional, den cabal
cumplimiento a los precedentes vinculantes señalados por el
Tribunal Constitucional en sus sentencias dictadas en los
Expedientes Nº 0206-2005-PA/TC y Nº 4227-2005-AP/TC,
publicadas los días 22 de diciembre de 2005 y 15 de febrero de
2006, respectivamente, así como en otras materias que
tienen el mismo efecto normativo ya fijados o por fijarse.
CONSEJO EJECUTIVO DEL PODER
JUDICIAL
 Comunicado del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial de
fecha 05 de abril de 2006:
 Conforme a los artículos 138 y 139, inciso 1, de la
Constitución y 1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la
potestad de administrar justicia se ejerce a exclusividad por
el Poder Judicial a través de los órganos jerárquicos
conforme a la Constitución y las leyes. Los magistrados
judiciales solo están sometidos a la Constitución y a la
ley, y el Estado les garantiza su independencia
jurisdiccional, consagrada en los artículos 146, inciso 1, de
la Constitución y 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
STC 006-2006-CC/TC CASO
CASINOS TRAGAMONEDAS
43. Como consecuencia lógica de ello, los tribunales y
jueces ordinarios no pueden contradecir ni
desvincularse de las sentencias del Tribunal
Constitucional, bajo riesgo de vulnerar no sólo los
principios de supremacía y fuerza normativa de la
Constitución, sino también el principio de unidad,
inherente a todo ordenamiento jurídico. Aún más, si así
fuera se habría producido un efecto funesto: la
subversión del ordenamiento constitucional en su
totalidad, por la introducción de elementos de anarquía
en las relaciones entre el Tribunal Constitucional y el
Poder Judicial.
STC 006-2006-CC/TC
44. Es importante enfatizar que, frente a la fuerza vinculante de las
sentencias dictadas dentro del control abstracto de las normas, los
jueces ordinarios no pueden recurrir a la autonomía (artículo 138° de
la Constitución) y a la independencia (artículo 139°, inciso 2) que la
Constitución les reconoce para desenlazarse de ella. Porque si bien es
verdad que la Constitución reconoce al Poder Judicial autonomía e
independencia, esto no significa que le haya conferido condición de
autarquía. Autonomía no es autarquía. Y es que, en un Estado
Constitucional Democrático, los poderes constituidos no están por
encima de la Constitución, sino que están sometidos a ella.
45. Por ello, cuando el Poder Judicial aduce autonomía e
independencia para justificar su desvinculación de las sentencias del
Tribunal Constitucional, en realidad con ello no sólo está poniendo
en cuestión tales ejecutorias, sino que también se está desligando de
la Constitución misma, al ser aquellas, finalmente, una concreción
de ésta. Es también importante recordar, respecto a la pretextada
independencia, que, como toda atribución constitucional, está sujeta
a límites o, lo que es lo mismo, no puede interpretarse en términos
absolutos
PLENO JURISDICCIONAL DISTRITAL
CONSTITUCIONAL 2010
CONCLUSION PLENARIA
Los Jueces como regla deben aplicar los precedentes
vinculantes establecidos por el Tribunal
Constitucional, pero pueden desvincularse de dichos
precedentes, siempre que con su decisión se proteja de
mejor manera al accionante, en cuanto al derecho
fundamental violado.
STC 2317-2010-PA/TC
STC 2317-2010-PA/TC, caso Miguel Cadillo Palomino
10. (…) Resulta válido concluir que una aplicación simplemente
mecánica o automática de los precedentes vinculantes emitidos por
este Tribunal, desprovista de la necesaria consideración de su ratio
decidendi y de la interacción de ésta con las peculiaridades del caso
concreto, difícilmente sería compatible con la eficacia y utilidad que
aquellas decisiones deben ostentar en el Estado Constitucional, así
como con la idea de una adecuada protección de los derechos
fundamentales. Y es que, como parece evidente, la interpretación del
llamado derecho jurisprudencial, lejos de valerse de los clásicos
métodos lógico-deductivos propios del derecho legislado, exige
incorporar al razonamiento práctico de los jueces aquellas
consideraciones o argumentos que sirvieron de base al Tribunal para
tomar la decisión finalmente adoptada; ello con el objeto, no de
propiciar indebidos apartamientos de la doctrina sentada por este
Alto Tribunal, sino de adecuar la aplicación de los mismos a la
realidad de los casos concretos, siempre que con ello se favorezca una
mayor y más efectiva protección de los derechos fundamentales.
SEGUNDA
POSICIÓN
LA COMISIÓN INTERAMERICANA
DE DERECHOS HUMANOS
12.1.- La Comisión Interamericana de Derechos humanos ha
señalado en el caso 11.888 (informe Nro. 83/00/Perú del 19 de
octubre del 2000 sobre el caso Alan García) que la garantía de la
no retroactividad de la ley restrictiva o desfavorable, abarca por
el igual tanto los preceptos sustantivos como los adjetivos o de
procedimiento que afecten cuestiones de derecho sustantivo.
Esta extensión de la denominada garantía contra leyes ex post
facto a materia procesal que actualmente se predica en el sistema
procesal penal moderno, ha sido producto de la evolución del
derecho penal y procesal penal. El citado informe relieva que la
Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos en el caso
Collins VS Youngblood se ha pronunciado respecto a los alcances
del principio de irretroactividad de la ley penal procesal que
afecta cuestiones de sustancia o de derecho sustantivo el
verdadero alcance no es extender la cláusula a la ley procesal,
sino advertir que la mera clasificación de una ley con la etiqueta
procesal en oposición a la sustantiva, no excluye sin mas a esa ley
del alcance de la Cláusula
CONSTITUCIÓN DE 1993
ART.139 inc.11. La aplicación de la ley más favorable al
procesado en caso de duda o de conflicto entre leyes
penales.

CÓDIGO DE EJECUCIÓN PENAL


Retroactividad e interpretación benigna.
Artículo VIII.- La retroactividad y la interpretación de
este Código se resuelven en lo más favorable al interno.
EUGENIO RAÚL ZAFFARONI
 12.2.- Eugenio Raúl Zaffaroni señala “… si la ejecución penal
se traduce en una limitación de derechos no puede quedar
fuera de la legalidad, porque es la punición misma o su
manifestación más importante. El nulla Poena sine lege ,
abarca la ley ejecutiva porque nadie puede dudar que una
ley de esa naturaleza, que admite egresos anticipados, es la
mas benigna que otra que no los admite y , por ende da
lugar a una ejercicio del poder punitivo, de menor entidad
que forma parte de la conminación que debe ser anterior al
hecho del delito y que era la única que podía conocer el
agente en ese momento, que es la esencia de la razón de ser
de la legalidad.(Zaffaroni Eugenio Raúl Derecho penal
parte general 2da. Edición Buenos Aires Ediar 2002 p.124)
FERNANDO VELASQUEZ
VELASQUEZ
Fernando Velásquez Velásquez al tratar los alcances del
principio de legalidad, señala que ”cuando se habla de la
ley” se alude tanto a las normas penales completas, como a
las incompletas y a las en blanco, así mismo se incluyen a
las procesales y de ejecución penal las de carácter civil,
laboral, administrativo, etc cuando introducen
modificaciones a las penales e incluso a la ley o al
reglamento complementario. En otras palabras, la ley que
ha de aplicarse no es solo la norma de la parte especial, sino
también la contenido en la parte general y en el derecho
penal complementario. (Velásquez Velásquez Fernando
Manual de Derecho Penal parte general Bogotá TEMIS
2002 p. 140)
LUIS JIMÉNEZ DE ASÚA
 Jiménez de Asua Sostuvo que “el Estado no puede imponer
al ciudadano mayores obligaciones que las establecidas por
la ley del tiempo en que fue cometido el delito, ni puede
hacer su condición más grave que la establecida por la ley
en base a la cual fue pronunciada la sentencia
condenatoria, los nuevos preceptos que modifican el modo
de ejecutarse las penas sólo tendrán efecto retroactivo en
cuanto favorezcan al condenado- al menos en cuanto no
agraven su condición- de conformidad con lo establecido
como principio sobre la no retroactividad de las leyes
penales mas restrictivas de la libertad individual”(Jiménez
de Asúa Luis Tratado de Derecho Penal Tomo II 4ta edición
Buenos aires 1964 p 680)
CLAUS ROXIN
 Roxin señala el derecho penal se enfrenta al individuo
de tres maneras amenazando con, imponiendo y
ejecutando penas “
 (Roxin Claus Problemas básicos de derecho Penal
Madrid Reus 1976 p.20).
Dr. Baltazar Morales Parraguez
Esta vocalía entiende que el Poder Legislativo Peruano, al promulgar la
Ley N° 30101 publicada en el diario oficial El Peruano el 02 de
noviembre de 2013, retoma el del principio de Derecho Penal material
de tempus delicti comissi, y la ley aplicable es aquella que estuvo
vigente al cometerse el delito), acorde con el art. 2, numeral 24, inciso
d) de la constitución, “nadie será procesado ni condenado por acto u
omisión al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la
ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni
sancionado con pena no prevista en la Ley.” La judicatura a partir de la
presente ley posterior más favorable a la libertad (principio favor
libertatis) y a los derechos fundamentales de la persona. A partir de
esta ley, consecuentemente, se abandona en el criterio que venía
asumiendo hasta entonces, el tribunal constitucional peruano, con la
sentencia “Carlos Saldaña Saldaña” Exp. 2196- HC/TC de fecha 10 de
diciembre de 2003 “tempus regit actum”(ley procesal aplicable en el
tiempo, es la que se encuentra vigente al momento de resolverse el acto
procesal), según la cual los beneficios penitenciarios se rigen por la ley
vigente al momento de la solicitud del beneficio, incluso cuando dicha
norma sea menos favorable al reo que la legislación anterior. Juez
Supremo de Instrucción Dr. Baltazar Morales Parraguez en la sentencia
expediente A.V-2004 de fecha 16 de julio del 2014.
Acuerdo Plenario 2-2015
A. La Ley número 27770, de 28 de junio de 2002, en cuanto a los beneficios
penitenciarios no fijó un factor de aplicación específico –no dice nada al
respecto–. Este parece haber sido el criterio del legislador cuando modifica o
introduce nuevas normas penitenciarias, concretamente referidas a los
beneficios penitenciarios.
B. Las Leyes números 30054, de 30 de junio de 2013; 30068, de 18 de julio de
2013; 30076, de 19 de agosto de 2013; y, 30077, de 20 de agosto de 2013,
tampoco lo hicieron.
C. La Ley número 30101, de 2 de noviembre de 2013, al integrar las cuatro
leyes antes citadas, estableció que en esos casos “…los beneficios
penitenciarios son de aplicación a los condenados por los delitos que se
cometan a partir de su vigencia”.
D. La Ley número 30262, de 6 de noviembre de 2014, que incorporó nuevas
normas referentes a los beneficios penitenciarios, tampoco fijó un factor de
aplicación específico; es decir volvió al punto de partida inicial.
E. La Ley número 30332, de 6 de junio de 2015, precisó que las modificaciones
efectuadas por la ley anterior, “son de aplicación exclusiva a los condenados
por los delitos que hayan cometido a partir de su vigencia”. Esto es, repitió
en lo esencial la regla fijada por la Ley número 30101.
10°. En ese interregno, hasta antes de la expedición de las leyes número
30101, de 2 de noviembre de 2013, y 30332, de 6 de junio de 2015, el
Tribunal Constitucional, en la Sentencia número 2196-2002-PHC/TC, de
10 de diciembre de 2003, estimó que en el caso de las normas de
ejecución penal, sus disposiciones deben considerarse como normas de
carácter procedimental y no como una ley penal material; y, para
establecer el momento de la aplicación en el tiempo de un acto
procedimental penitenciario –como en el caso de beneficios
penitenciarios–, debía tenerse en cuenta la fecha en que se inició el
procedimiento destinado a obtener el beneficio penitenciario solicitado,
esto es, el momento de la presentación de la solicitud para acogerse a
este.
Tal doctrina jurisprudencial la reitera en la STC número 2198-2009-PHC/TC,
de 31 de agosto de 2009, con antecedentes en la STC número 2965-2005-
PHC/TC, de 17 de junio de 2006.
11°. Sin embargo, esta Corte Suprema de Justicia, en el Acuerdo Plenario
número 08-2011/CJ-116, de 6 de diciembre de 2011, consideró que la
naturaleza, material o procesal, de una ley de ejecución penal está en
función del ámbito que regula; de suerte que una ley de ejecución penal
puede ser, indistintamente y, según el caso, norma sustantiva o norma
procesal. Asimismo, determinó que cuando la ley de ejecución penal incide
en los requisitos configuradores de un beneficio penitenciario –no en el
trámite o procedimiento del mismo– el factor de aplicación, por su carácter
material o sustantivo, será el momento en que se inicia la ejecución
material de la sanción penal.
Desde esta perspectiva, las relaciones jurídicas
penitenciarias se inician desde que el interno es
condenado por sentencia firme –se rige por la ley vigente
en ese momento–; luego, las consecuencias que de ellas
se derivan, como regla básica del Ordenamiento, solo
podrían ser alteradas o modificadas por la promulgación
de una nueva norma jurídica. Salvo, claro está, en los
supuestos de retroactividad benigna; lo que quiere decir,
en este último supuesto, que si una norma de ejecución
penal, penitenciaria concretamente, es promulgada con
posterioridad, en un momento cualquiera, y resulta más
beneficiosa para los internos-penados, esa norma se les
aplica en lo que les beneficia –regulará situaciones del
pasado, siempre que sea más conveniente–.
13°. El problema objeto de pronunciamiento se
circunscribe, entonces, a establecer la doctrina legal
sobre el factor de aplicación en el tiempo de las normas
de ejecución penal en materia de beneficios
penitenciarios, a partir de los cambios que el legislador
incorporó, específicamente en las Leyes números 30101,
de 2 de noviembre de 2013, y 30332, de 6 de junio de
2015.
SUCESIÓN DE NORMAS DE EJECUCIÓN
PENAL EN EL TIEMPO. FACTOR DE
APLICACIÓN
 2.1 Criterio general. Normas penitenciarias
 14°. Es pertinente insistir, como criterio general, que el Derecho de Ejecución
Penal, en tanto sector del Ordenamiento Jurídico, vinculado siempre al sistema
penal, está integrado, a diferencia de los otros dos sectores que lo conforman:
penal material y procesal penal, por dos clases de normas: materiales y
procesales, ya sea que determinen, como postula De La Oliva, el qué de la
decisión –en el primer caso– o el sí y el cómo de ella –en el segundo caso–
[Derecho Procesal - Introducción, Segunda Edición, Madrid: Editorial Centro de
Estudios Ramón Areces, 2002, p. 118]. Es indudable que si las normas modifican
los presupuestos legales de los beneficios penitenciarios: tiempo de privación
efectiva de libertad para su concesión, requisitos básicos para su obtención y las
reglas de excepción o de sus regímenes especiales, se estará ante normas
materiales de ejecución penal. Los ámbitos aludidos, desde luego, no toman
como referencia el proceso ni el conjunto de actos y hechos que lo componen, –
que es el elemento o dato que define la eficacia temporal de la norma procesal
[Asencio Mellado, José María: Introducción al Derecho Procesal, Cuarta Edición,
Valencia: Editorial Tirant lo Blanch, 2008, p. 27]–.
 15°. Es evidente, entonces, según se tiene expuesto, que ante la
ausencia de una norma transitoria, que ha sido el caso de las leyes
dictadas hasta antes de la dación de las leyes número 30101, de 2
de noviembre de 2013, y 30332, de 6 de junio de 2015-
circunscriptas a las leyes que ellas mismas indican–, el tempus
regit actum para leyes materiales de ejecución penal se entenderá,
en cuanto factor temporal de aplicación –elemento o dato asumido
como referencia–, el momento en que se inicia la ejecución material
de la sanción, vale decir, cuando la sentencia condenatoria adquiere
firmeza, salvo el criterio universal de favorabilidad en fase de
ejecución material; y, para leyes procesales de ejecución penal, será
el vigente al momento de la realización del acto procesal: solicitud
del beneficio penitenciario –momento de nacimiento del proceso o,
en su caso, incidente, de ejecución penal.
 16°. Ahora bien, las leyes números 30101, de 2 de noviembre de 2013, y
30332, de 6 de junio de 2015, han introducido en el Ordenamiento
sendas normas transitorias en materia de beneficios penitenciarios,
relacionadas con lo dispuesto en su momento por las leyes números
30054, 30068, 30076, 30077 y 30262. Uniformemente, estipularon la
siguiente regla: “las normas precedentes sobre beneficios
penitenciarios solo son de aplicación a los condenados por los
delitos que se hayan cometido a partir de su vigencia”.
NUEVAS NORMAS
PENITENCIARIAS
 17°. Estas dos leyes, números 30101 y 30332, entonces, precisan
que el factor de aplicación en materia de sucesión temporal de
las leyes de ejecución penal, específicamente penitenciarias –
referidas concretamente a las cinco leyes ya mencionadas:
números 30054, 30068, 30076, 30077 y 30262–, será el
momento en que se cometió el hecho delictivo. En tal
sentido, los Proyectos de Ley números 2645/2013 y 4238/2014,
que luego –sin modificaciones– se convirtieron en las leyes
aludidas, anotaron en su exposición de motivos lo siguiente: “Las
normas que se dicten durante el tratamiento progresivo no
pueden surtir efectos de manera inmediata, sino solo para
hechos delictivos cometidos con posterioridad a su vigencia. Así
por ejemplo, el interno que ha redimido la mitad de su pena y se
encuentra listo para acceder al beneficio de liberación
condicional, vería perdido todo el tratamiento al cual se había
sometido con una aplicación inmediata de las leyes posteriores
que restringen beneficios. En consecuencia, lo más racional
desde los fines de la pena es propugnar la vigencia de estas leyes
solo para hechos cometidos con posterioridad a su vigencia”.
 19º Desde este enfoque, y en clave de favorabilidad,
aquellos que han solicitado beneficios penitenciarios y se
les ha denegado por aplicar criterios distintos a las Leyes
número 30101 y 30332, citando a su vez como fundamento la
vigencia de las Leyes número 30054, 30068, 30076, 30077 y
30362, en tanto en cuanto coliden con lo dispuesto en el
presente Acuerdo Plenario, tienen expedito su derecho
para volver a incoar el procedimiento penitenciario
correspondiente. Invocar, de parte del órgano
jurisdiccional, el principio de preclusión o de cosa juzgada
formal no es de recibo, por cuanto el principio
constitucional de legalidad en la ejecución de las penas-
desarrollado legalmente por el artículo VI del Título
Preliminar del Código Penal- se impone con armonía con la
justicia material y seguridad jurídica en cuanto valores
superiores del ordenamiento jurídico.
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
COLOMBIA
ARTICULO 29. El debido proceso se aplicará a toda
clase de actuaciones judiciales y administrativas.
Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o
tribunal competente y con observancia de la plenitud
de las formas propias de cada juicio.
En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun
cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la
restrictiva o desfavorable.
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
BRASIL
 De los derechos y deberes individuales y colectivos .
 Art. 5 .
 XXXIX.- No hay delito sin ley anterior que la defina ni
pena sin previa conminación legal.
 XL.- La ley penal no es retroactiva salvo para beneficiar
al reo.
CONSTITUCIÓN ECUADOR
Art. 11 inciso 5. En materia de derechos y garantías
constitucionales, las servidoras y servidores públicos,
administrativos o judiciales, deberán aplicar la norma y la
interpretación que más favorezcan su efectiva vigencia.
Art. 11 inc. 9 El Estado será responsable por detención
arbitraria, error judicial, retardo injustificado o inadecuada
administración de justicia, violación del derecho a la tutela
judicial efectiva, y por las violaciones de los principios y
reglas del debido proceso.
Art. 75 inciso 5. En caso de conflicto entre dos leyes de la
misma materia que contemplen sanciones diferentes para
un mismo hecho, se aplicará la menos rigurosa, aún cuando
su promulgación sea posterior a la infracción. En caso de
duda sobre una norma que contenga sanciones, se la
aplicará en el sentido más favorable a la persona infractora.
TERCERA
POSICIÓN
DECRETO LEGISLATIVO 1296
 En el at,. 57 A- señala Los Beneficios Penitenciarios de
Semi libertad y Liberación Condicional se aplican
conforme a la ley vigente en el momento de la
sentencia condenatoria firme.
 En el caso de la redención de la pena por el trabajo y la
educación se respetará el cómputo diferenciado de
redención que el interno pudiera haber estado
cumpliendo con anterioridad
CÓDIGO DE EJECUCIÓN PENAL
No se aplica a los que han cometido un delito, a los que están
procesados sino exclusivamente a los que ya el Órgano
Jurisdiccional ha definido su situación jurídica y se ha
enervado la presunción de inocencia y se le ha condenado;
en consecuencia, la aplicación de la norma en estudio se
aplica a los condenados.
Por lo que a partir de la fecha que la sentencia que declara
culpable a un individuo ha quedado consentida,
ejecutoriada o firme, los condenados son acreedores a los
beneficios penitenciarios y la norma aplicable (código de
ejecución penal) es la que se encontraba vigente en el
momento que la sentencia ha quedado firme.
CONCLUSIÓN
 Para la aplicación de los beneficios penitenciarios debe
tenerse en cuenta el “TEMPUS DELICTI COMISSI”; es
decir, la ley aplicable es aquella que estuvo vigente al
cometerse el delito, conforme lo han señalado la ley
29604, 30101, 30332.
 Pero el decreto Legislativo 1296 señala: que la norma
aplicable a los beneficios penitenciarios de los internos
debe ser la ley que estuvo vigente al momento de quedar
firme la sentencia condenatoria. Por lo que, esta norma
no contempla el derrotero del Tribunal Constitucional ni
de la Corte Suprema, ni el planteamiento del ponente
sino una tercera posición cual es LA LEY VIGENTE EN
QUE LA SENTENCIA QUEDO FIRME.
GRACIAS
POR SU
PACIENCIA

Das könnte Ihnen auch gefallen