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IMPROCEDENCIA DE IMPROCEDENCIA DE
ACUMULACIÓN DE LA REDENCIÓN ACUMULACIÓN DE LA REDENCIÓN
DE PENA POR EL TRABAJO Y DE PENA POR EL TRABAJO Y
EDUCACIÓN. EDUCACIÓN.
El beneficio de la redención de la pena El beneficio de la redención de la pena
por el trabajo y la educación no es por el trabajo y la educación no es
acumulable cuando estos se realizan acumulable cuando estos se realizan
simultáneamente. El beneficio de la simultáneamente. El beneficio de la
redención de la pena por el trabajo o la redención de la pena por el trabajo o la
educación no es aplicable a los agentes educación no es aplicable a los agentes
de los delitos tipificados en los artículos de los delitos tipificados en los artículos
108º, 108º-A, 296º, 297º, 301º, 302º y 319 a 108º, 108º-A, 153º, 153º-A, 296º, 297º, 301º,
323º del Código Pena 302º y 319º a 323º del Código Penal.
Ley 30077
Redacción anterior Redacción actual Art. 24 ley 30077
PROHIBICIÓN DE BENEFICIOS PROHIBICIÓN DE BENEFICIOS
PENITENCIARIOS PENITENCIARIOS
No pueden acceder a los beneficios No pueden acceder a los beneficios
penitenciarios de redención de la pena penitenciarios de redención de la pena
por el trabajo y la educación, semi- por el trabajo y la educación, semi-
libertad y liberación condicional: 1. Las libertad y liberación condicional: 1. Las
personas a que hacen referencia los personas a que hacen referencia los
literales a), b) y e) del inciso 1 del literales a), b) y e) del inciso 1 del
artículo 22º de la presente Ley. 2. Los artículo 22º de la presente Ley. 2. Los
demás integrantes de la organización demás integrantes de la organización
criminal, siempre que el delito por el criminal, siempre que el delito por el
que fueron condenados sea cualquiera que fueron condenados sea cualquiera
de los previstos en los artículos 108º, de los previstos en los artículos 108º,
152º, 153º, 189º y 200º del Código Penal. 152º, 153º, 153º-A, 189º y 200º del Código
Penal
Ley 30332
Artículo Único. Aplicación de la Ley 30262
Las modificaciones efectuadas por la Ley 30262 sobre
la concesión de beneficios penitenciarios, son de
aplicación exclusiva a los condenados por los
delitos que hayan cometido a partir de su
vigencia.
La fecha de la ley es 21 de mayo del 2015 y se publicó en
“El Peruano” el 06 de junio del 2015
PRIMERA
POSICIÓN
PROCEDENCIA DE HABEAS CORPUS
PARA BENEFICIOS PENITENCIARIOS
Expediente Nro. 00684-2012-PHC/TC
2.1.Procedencia en la libertad individual del hecho materia de hábeas
corpus antes de pasar a resolver el fondo del asunto es preciso
determinar si el acto cuestionado tiene incidencia en la libertad
personal. Y es que en el presente caso las instancias precedentes han
rechazado la demanda considerando que las denegatorias de
beneficios penitenciarios no conllevan restricción alguna de la
libertad personal, por lo que no pueden ser cuestionadas a través del
hábeas corpus. Al respecto, este Tribunal debe reiterar que para
tutelar derechos conexos a la libertad individual a través del habeas
corpus, no solo se considera como actos restrictivos de la libertad
aquellos que contengan en sí mismos una restricción de la libertad
(mandatos de detención, sentencias condenatorias a pena privativa de
libertad), sino también muchos casos en los que se deniega la
excarcelación del favorecido o un acortamiento de la pena
privativa de la libertad (variación o cesación de la prisión
preventiva, sustitución de pena). Bajo esta misma lógica, también
procede interponer demandas de hábeas corpus contra decisiones
que de algún modo impidan el acceso a beneficios penitenciarios.
SUCESION DE LEYES SOBRE
BENEFICIOS PENITENCIARIOS
Resolución Administrativa Nro. 297-2011-P-PJ
Artículo 1.- Precisar que, como la naturaleza jurídica de los
beneficios penitenciarios de semi-libertad y liberación condicional
es la de un estímulo o incentivo y no la de un derecho, el
cumplimiento de los presupuestos formales previstos en los
artículos 49 y 54, respectivamente, del Código de Ejecución Penal
no asegura su otorgamiento.
Artículo 2.- Establecer que la concesión de uno de estos beneficios
constituye una actividad discrecional del Juez o Jueza -aunque
jurídicamente vinculada-, quien solamente puede otorgarlos si se
cumplen las presupuestos materiales puntualizados en el
fundamento jurídico tercero (artículos 50, segundo párrafo, y 55,
última frase del primer párrafo, del Código de Ejecución Penal),
siempre que permitan razonablemente una prognosis positiva de
readaptación social del interno (a). El órgano jurisdiccional ha de
justificar, mediante la motivación pertinente, con absoluta claridad
y rigor jurídico, la estimación o desestimación del beneficio
penitenciario solicitado
ACUERDO PLENARIO NRO. 08-2011
En suma, se hace mención, no a la fecha de comisión del
delito sino a la del inicio de la ejecución material de la
sanción penal, que en términos procesales se objetiva
en la fecha en que la sentencia adquiere firmeza.
Materialmente la ejecución empieza o se inicia
técnicamente en ese momento. Atendiendo al principio
diferencial, la finalidad del preso preventivo es la retención
y custodia, no así el tratamiento penitenciario, propio de
los penados, que desde un concepto amplio comporta
aquella actividad destinada a suplir aquellas carencias con
las que el interno ha entrado en el Establecimiento Penal
[JAVIER NISTAL BURÓN: El régimen penitenciario: diferencias por su
objeto. La retención y custodia/la reeducación y reinserción. En:
Cuadernos y Estudios de Derecho Judicial, Madrid, p. 9-10]. Por tanto,
por razones de justicia material y de estabilidad o
seguridad jurídica, debe estarse a esa circunstancia.
JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL
El Expediente N.º 010-2002-AI/TC, fundamento 208,
que los propósitos de reeducación y rehabilitación del
penado “[...] suponen, intrínsecamente, la posibilidad
de que el legislador pueda autorizar que los penados,
antes de la culminación de las penas que les fueron
impuestas, puedan recobrar su libertad si los
propósitos de la pena hubieran sido atendidos. La
justificación de las penas privativas de la libertad es, en
definitiva, proteger a la sociedad contra el delito”.
EXPEDIENTE N.° 02700-2006-PHC/TC
Caso Víctor Alfredo Polay Campos, que en estricto, los
beneficios penitenciarios no son derechos fundamentales,
sino garantías previstas por el derecho de ejecución penal,
cuyo fin es concretizar el principio constitucional de
resocialización y reeducación del interno. En efecto, las
garantías persiguen el aseguramiento de determinadas
instituciones jurídicas y no engendran derechos
fundamentales a favor de las personas, de ahí que pueden
ser limitadas o restringidas sin que ello comporte
arbitrariedad. No obstante, no cabe duda de que aun
cuando los beneficios penitenciarios no constituyen
derechos, su denegación, revocación o restricción de
acceso debe obedecer a motivos objetivos y
razonables, por lo que la resolución judicial que se
pronuncia al respecto debe cumplir con la exigencia
de la motivación de las resoluciones judiciales.
EXP.N.º 1594-2003-HC/TC
El caso Máximo Llajaruna Sare (fundamento 14), que “La
determinación de si corresponde o no otorgar a un interno
un determinado beneficio penitenciario, en realidad, no
debe ni puede reducirse a verificar si este cumplió o no los
supuestos formales que la normatividad contempla (...)”. Es
por ello que se afirma que la concesión o denegatoria de un
beneficio penitenciario a un interno y la determinación en
contrario en cuanto a otro, no afecta per se el derecho a la
igualdad ante la ley, pues tal decisión la efectúa el juez
atendiendo concurrentemente al cumplimiento de los
requisitos legales y a la estimación que obtenga de una
eventual rehabilitación y resocialización respecto a cada
interno en concreto.
EXPEDIENTE Nro. 012-2010-PI/TC
§8. Aplicación de la ley en el tiempo y beneficios
penitenciarios
87. Asimismo, el Tribunal Constitucional estima oportuno
reiterar su criterio en el sentido de que las modificaciones
legislativas relacionadas con los beneficios penitenciarios
vinculados con la eventual puesta en libertad del penado, son
inmediatamente aplicables, aún cuando ellas sean
representativas de un tratamiento penitenciario más estricto.
Ello es así, antes que por la naturaleza de la ley penitenciaria
(lo cual desde una perspectiva constitucional puede resultar hasta cierto
punto intrascendente), por el fundamento constitucional que
subyace al principio de prohibición de aplicación retroactiva
de la ley penal in malam partem y de aplicación ultractiva de
ley penal más beneficiosa (artículo 103º de la Constitución).
EXPEDIENTE N.° 05786-2007-
PHC/TC-JUNÍN
En el Derecho procesal penal, la aplicación inmediata de las normas,
conforme al artículo 103º de la Constitución, implica que el acto
procesal estará regulado por la norma vigente al momento en que éste
se realiza, lo que ha venido a denominarse el principio tempus regit
actum. (Cfr. Exp. Nº 2196-2002-HC/TC, Carlos Saldaña Saldaña).
Asimismo, este Tribunal Constitucional ha establecido que resulta
igualmente aplicable el principio tempus regit actum en materia
penitenciaria, excepto para los beneficios penitenciarios, en cuyo caso,
dicha regla se ve morigerada por la garantía normativa que proscribe el
sometimiento a un procedimiento distinto de los previamente
establecidos en la ley, proclamado en el inciso 3) del artículo 139° de la
Constitución, que vela porque la norma con la que se inició un
determinado procedimiento no sea alterada o modificada con
posterioridad por otra, de manera que cualquier modificación realizada
con posterioridad al inicio de un procedimiento, como la de solicitar un
beneficio penitenciario, no debe aplicarse. En tal sentido, en materia de
beneficios penitenciarios, resulta aplicable la norma vigente al
momento de haberse solicitado el beneficio (Cfr. Exp. Nº 2196-2002-
HC/TC, Carlos Saldaña Saldaña; Exp.Nº 1593-2003-HC/TC, Dionicio
Llajaruna Sare).
PRECEDENTE
VINCULANTE
CONSTITUCIONAL
PRECEDENTE VINCULANTE
CONSTITUCIONAL
En un sentido formal, la configuración del precedente
vinculante en el sistema constitucional peruano encuentra
un primer punto de partida en el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional del 2004 y
sin embargo, no es en rigor el único extremo de referencia
pues la institución del precedente judicial se remonta a la
propia normativa judicial desde la dación de la Ley
Orgánica del Poder Judicial Art. 22, e inclusive aún de
anterior data en cuanto las normas aludidas solo
configuraron un escenario normativo que ya de antiguo
existía en los hechos. Desde que los jueces comenzaron a
aplicar el Derecho, la relevancia de cómo se resolvieron los
casos anteriores significaba una premisa gravitante y de
orientación propia para los casos futuros. Entonces, no
podía ser excluido el valor del precedente y por el contrario,
era necesario asignarle dimensión formal.
STC 024-2003-AI/TC
STC 024-2003-AI/TC Caso Municipalidad de Lurín
El precedente constitucional vinculante es aquella regla
jurídica expuesta en un caso particular y concreto que el
Tribunal Constitucional decide establecer como regla
general; y, que, por ende, deviene en parámetro normativo
para la resolución de futuros procesos de naturaleza
homóloga.
El precedente constitucional tiene por su condición de tal
efectos similares a una ley. Es decir, la regla general
externalizada como precedente a partir de un caso concreto
se convierte en una regla preceptiva común que alcanzar a
todos los justiciables y que es oponible frente a los poderes
públicos.
LOS PRESUPUESTOS BÁSICOS PARA EL
ESTABLECIMIENTO DE UN PRECEDENTE
VINCULANTE
a) Cuando se evidencia que los operadores jurisdiccionales o
administrativos vienen resolviendo con distintas concepciones o
interpretaciones sobre una determinada figura jurídica o frente a una
modalidad o tipo de casos; es decir, cuando se acredita la existencia
de precedentes conflictivos o contradictorios.
b) Cuando se evidencia que los operadores jurisdiccionales o
administrativos vienen resolviendo en base a una interpretación
errónea de una norma del bloque de constitucionalidad; lo cual, a su
vez, genera una indebida aplicación de la misma.
c) Cuando se evidencia la existencia de un vacío normativo.
d) Cuando se evidencia la existencia de una norma carente de
interpretación jurisdiccional en sentido lato aplicable a un caso
concreto, y en donde caben varias posibilidades interpretativas.
e) Cuando se evidencia la necesidad de cambiar de precedente
vinculante.
STC 03741-2004-AA/TC
STC 03741-2004-AA/TC Caso Salazar Yarlenque
§7.1. La distinción entre jurisprudencia y precedente
42. La incorporación del precedente constitucional vinculante, en los
términos en que precisa el Código Procesal Constitucional, genera por
otro lado, la necesidad de distinguirlo de la jurisprudencia que emite
este Tribunal. Las sentencias del Tribunal Constitucional, dado que
constituyen la interpretación de la Constitución del máximo tribunal
jurisdiccional del país, se estatuyen como fuente de derecho y
vinculan a todos los poderes del Estado. (…) La jurisprudencia
constituye, por tanto, la doctrina que desarrolla el Tribunal en los
distintos ámbitos del derecho, a consecuencia de su labor frente a
cada caso que va resolviendo.
43. (…)si bien tanto la jurisprudencia como el precedente constitucional
tienen en común la característica de su efecto vinculante, en el
sentido de que ninguna autoridad, funcionario o particular puede
resistirse a su cumplimiento obligatorio, el Tribunal, a través del
precedente constitucional, ejerce un poder normativo general,
extrayendo una norma a partir de un caso concreto.
STC 4853-2004-AA/TC
15. Por DOCTRINA CONSTITUCIONAL debe entenderse en este punto:
a. Las interpretaciones de la Constitución realizadas por este Colegiado,
en el marco de su actuación a través de los procesos, sea de control
normativo o de tutela de los derechos fundamentales;
b. Las interpretaciones constitucionales de la ley, realizadas en el marco
de su labor de control de constitucionalidad. En este caso, conforme lo
establece el artículo VI del Título preliminar del Código Procesal
Constitucional, una ley cuya constitucionalidad ha sido confirmada
por el Tribunal, no puede ser inaplicada por los jueces en ejercicio del
control difuso, a menos, claro está, que el Tribunal sólo se haya
pronunciado por su constitucionalidad formal;
c. Las proscripciones interpretativas, esto es las “anulaciones” de
determinado sentido interpretativo de la ley realizadas en aplicación del
principio de interpretación conforme a la Constitución. Se trata en este
supuesto de las sentencias interpretativas, es decir las que establecen
que determinado sentido interpretativo de una disposición legislativa
resulta contrario a la Constitución, por lo que no debe ser usado por los
jueces en el ejercicio de la función jurisdiccional que les corresponde
EXPEDIENTE Nº 0206-2005-PA/TC
33. Por ello, de conformidad con lo dispuesto en el artículo
VII del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional, los criterios contenidos en los fundamentos
7 a 25 supra, constituyen precedente vinculante, puesto que
son indispensables para determinar la procedencia de la vía
del proceso constitucional de amparo.
34. Con ello el Tribunal Constitucional busca perfeccionar el
proceso de amparo a fin de que sea realmente eficaz y
expeditivo. Por tanto, el precedente establecido será de
vinculación inmediata a partir del día siguiente de su
publicación en el diario oficial El Peruano, de modo que
toda demanda que sea presentada y que no reúna las
condiciones del precedente, o las que se encuentren en
trámite e igualmente no reúnan tales condiciones, deberán
ser declaradas improcedentes.
EXP.Nº 4227-2005-AP/TC,
42. El Tribunal Constitucional no puede dejar de expresar su preocupación por el
hecho de que, según se advierte de los recaudos anexados al escrito presentado
con fecha 11 de agosto de 2005 por la propia recurrente, en sede judicial se
vienen dictando sentencias –que han adquirido la calidad de firmes– en
materia del impuesto a la explotación de los juegos de casino y máquinas
tragamonedas, que infringen el segundo párrafo del artículo VI del Código
Procesal Constitucional y la Primera Disposición General de la Ley Orgánica de
este Tribunal, en virtud de los cuales los jueces y tribunales tienen la obligación
de interpretar y aplicar las leyes y toda norma con rango de ley, y los
reglamentos respectivos, según los preceptos y principios
constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las
resoluciones dictadas por este Colegiado en todo tipo de procesos, bajo
responsabilidad.
43.En tal sentido, y de conformidad con lo establecido por el artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, este Tribunal declara que
la presente sentencia, que adquiere la autoridad de cosa juzgada, constituye
precedente vinculante…, en aplicación del primer párrafo del artículo VI del
Código Procesal Constitucional –que resulta también de aplicación en aquellos
casos en los que este Colegiado desestima la solicitud de ejercer el control
difuso contra norma, por no encontrar en ella vicio alguno de
inconstitucionalidad–, dichos preceptos resultan de plena aplicación en todo
tipo de procesos, quedando proscrita su inaplicación por parte de los jueces en
ejercicio del control difuso de constitucionalidad de las normas.
OCMA
Resolución de Jefatura Nº 021-2006-J-OCMA, de fecha 13 de
marzo de 2006, publicada el 4 de abril del mismo año en el
Diario Oficial El Peruano.
Primero.- DISPONER que todos los órganos jurisdiccionales
de la República, bajo responsabilidad funcional, den cabal
cumplimiento a los precedentes vinculantes señalados por el
Tribunal Constitucional en sus sentencias dictadas en los
Expedientes Nº 0206-2005-PA/TC y Nº 4227-2005-AP/TC,
publicadas los días 22 de diciembre de 2005 y 15 de febrero de
2006, respectivamente, así como en otras materias que
tienen el mismo efecto normativo ya fijados o por fijarse.
CONSEJO EJECUTIVO DEL PODER
JUDICIAL
Comunicado del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial de
fecha 05 de abril de 2006:
Conforme a los artículos 138 y 139, inciso 1, de la
Constitución y 1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la
potestad de administrar justicia se ejerce a exclusividad por
el Poder Judicial a través de los órganos jerárquicos
conforme a la Constitución y las leyes. Los magistrados
judiciales solo están sometidos a la Constitución y a la
ley, y el Estado les garantiza su independencia
jurisdiccional, consagrada en los artículos 146, inciso 1, de
la Constitución y 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
STC 006-2006-CC/TC CASO
CASINOS TRAGAMONEDAS
43. Como consecuencia lógica de ello, los tribunales y
jueces ordinarios no pueden contradecir ni
desvincularse de las sentencias del Tribunal
Constitucional, bajo riesgo de vulnerar no sólo los
principios de supremacía y fuerza normativa de la
Constitución, sino también el principio de unidad,
inherente a todo ordenamiento jurídico. Aún más, si así
fuera se habría producido un efecto funesto: la
subversión del ordenamiento constitucional en su
totalidad, por la introducción de elementos de anarquía
en las relaciones entre el Tribunal Constitucional y el
Poder Judicial.
STC 006-2006-CC/TC
44. Es importante enfatizar que, frente a la fuerza vinculante de las
sentencias dictadas dentro del control abstracto de las normas, los
jueces ordinarios no pueden recurrir a la autonomía (artículo 138° de
la Constitución) y a la independencia (artículo 139°, inciso 2) que la
Constitución les reconoce para desenlazarse de ella. Porque si bien es
verdad que la Constitución reconoce al Poder Judicial autonomía e
independencia, esto no significa que le haya conferido condición de
autarquía. Autonomía no es autarquía. Y es que, en un Estado
Constitucional Democrático, los poderes constituidos no están por
encima de la Constitución, sino que están sometidos a ella.
45. Por ello, cuando el Poder Judicial aduce autonomía e
independencia para justificar su desvinculación de las sentencias del
Tribunal Constitucional, en realidad con ello no sólo está poniendo
en cuestión tales ejecutorias, sino que también se está desligando de
la Constitución misma, al ser aquellas, finalmente, una concreción
de ésta. Es también importante recordar, respecto a la pretextada
independencia, que, como toda atribución constitucional, está sujeta
a límites o, lo que es lo mismo, no puede interpretarse en términos
absolutos
PLENO JURISDICCIONAL DISTRITAL
CONSTITUCIONAL 2010
CONCLUSION PLENARIA
Los Jueces como regla deben aplicar los precedentes
vinculantes establecidos por el Tribunal
Constitucional, pero pueden desvincularse de dichos
precedentes, siempre que con su decisión se proteja de
mejor manera al accionante, en cuanto al derecho
fundamental violado.
STC 2317-2010-PA/TC
STC 2317-2010-PA/TC, caso Miguel Cadillo Palomino
10. (…) Resulta válido concluir que una aplicación simplemente
mecánica o automática de los precedentes vinculantes emitidos por
este Tribunal, desprovista de la necesaria consideración de su ratio
decidendi y de la interacción de ésta con las peculiaridades del caso
concreto, difícilmente sería compatible con la eficacia y utilidad que
aquellas decisiones deben ostentar en el Estado Constitucional, así
como con la idea de una adecuada protección de los derechos
fundamentales. Y es que, como parece evidente, la interpretación del
llamado derecho jurisprudencial, lejos de valerse de los clásicos
métodos lógico-deductivos propios del derecho legislado, exige
incorporar al razonamiento práctico de los jueces aquellas
consideraciones o argumentos que sirvieron de base al Tribunal para
tomar la decisión finalmente adoptada; ello con el objeto, no de
propiciar indebidos apartamientos de la doctrina sentada por este
Alto Tribunal, sino de adecuar la aplicación de los mismos a la
realidad de los casos concretos, siempre que con ello se favorezca una
mayor y más efectiva protección de los derechos fundamentales.
SEGUNDA
POSICIÓN
LA COMISIÓN INTERAMERICANA
DE DERECHOS HUMANOS
12.1.- La Comisión Interamericana de Derechos humanos ha
señalado en el caso 11.888 (informe Nro. 83/00/Perú del 19 de
octubre del 2000 sobre el caso Alan García) que la garantía de la
no retroactividad de la ley restrictiva o desfavorable, abarca por
el igual tanto los preceptos sustantivos como los adjetivos o de
procedimiento que afecten cuestiones de derecho sustantivo.
Esta extensión de la denominada garantía contra leyes ex post
facto a materia procesal que actualmente se predica en el sistema
procesal penal moderno, ha sido producto de la evolución del
derecho penal y procesal penal. El citado informe relieva que la
Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos en el caso
Collins VS Youngblood se ha pronunciado respecto a los alcances
del principio de irretroactividad de la ley penal procesal que
afecta cuestiones de sustancia o de derecho sustantivo el
verdadero alcance no es extender la cláusula a la ley procesal,
sino advertir que la mera clasificación de una ley con la etiqueta
procesal en oposición a la sustantiva, no excluye sin mas a esa ley
del alcance de la Cláusula
CONSTITUCIÓN DE 1993
ART.139 inc.11. La aplicación de la ley más favorable al
procesado en caso de duda o de conflicto entre leyes
penales.