Presentado por Fanny Yarley Bejarano Bermúdez Código. 35896985
Tutora Clara Guzmán
Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Programa de Psicología Turbo 6 de Julio del 2018 Introducción La identidad sexual, es uno de los temas más importantes en el desarrollo de cada individuo, pues es una combinación de diversos factores “sexuales” que nos diferencian genuinamente a los demás, cuando el ser humano define su tendencia sexual. Se nace hombre o mujer, es decir, con un sexo determinado que se desarrolla para que pueda realizar ciertas tareas biológicas que son distintas tanto para los hombres como para las mujeres en lo que se refiere a la reproducción; nos desarrollamos recibiendo las indicaciones del mundo que nos rodea sobre como “son o deben ser” los hombres y las mujeres, como deben comportarse y relacionarse entre sí o enfrentar la vida. Identidad Sexual Los postulados más ideológicamente conservadores respecto a la sexualidad mantienen la idea de que la sexuación produce dos tipos claramente definidos, hombres y mujeres, que funcionan conforme a los estereotipos establecidos. Se diría que la naturaleza «fabrica» mujeres u hombres como si fuesen piezas formadas por un troquel o molde, es decir, todas iguales, respecto a cada grupo. La variabilidad tolerada por esta concepción es mínima, por ello cualquier discrepancia física o psicológica respecto al tipo sexual se considera una anomalía o una desviación, y tiende a estigmatizarse. La propia etimología de la palabra «sexo» es muy expresiva. Como decíamos en la aproximación conceptual, sexo proviene del término latino «secare» que significa seccionar, cortar, separar. En efecto, en el origen las especies eran asexuales. Por mor de necesidades adaptativas, algunas se separaron en dos partes, en dos formas. Por tanto, podemos mantener con claridad que la sexuación parte de un origen común para ambos sexos y a partir de ahí se produce un desdoblamiento en dos formas. En esencia, la idea del desdoblamiento se halla en el origen de la amplísima diversidad sexual humana. La idea del desdoblamiento significa que, lejos de considerar la masculinidad y la feminidad como compartimentos estancos incomunicados entre sí, como polos opuestos, los seres humanos partimos de estructuras sexuales comunes. Ya desde las bases biológicas podemos comprobar cómo cada sexo tiene representado en sí mismo elementos atribuibles al otro. La biología, por tanto, aporta conocimientos esenciales para comprender la diversidad sexual humana. El efecto implacable de la presión cultural del género no explica suficientemente la resultante individual en algunas personas. Por ejemplo, hombres que no se ajustan morfológicamente al estereotipo masculino, y que presentan características psicológicas consideradas por el propio sistema como poco masculinas; podríamos poner el ejemplo contrario respecto a las mujeres. Otro ejemplo particularmente interesante se refiere a aquellas personas, mujeres u hombres, cuya orientación del deseo es homosexual, por tanto discrepante de las expectativas de la cultura sexista. En ellas la «presión» cultural en la construcción social no ha tenido el efecto esperado. Lo mismo podríamos decir de la transexualidad o del transgenerismo. Algunos planteamientos extremadamente reduccionistas dirían que el sexo es todo lo referido a los aspectos biológicos de la sexuación y el género todo lo relacionado con los aspectos culturales asociados a la variable sexo. Aun siendo este planteamiento un tanto burdo, nos puede servir como punto de inicio. En efecto, el sexo, como ya hemos indicado reiteradamente, se origina en el tránsito evolutivo del sistema de reproducción asexual al sexual. Ello crea la necesidad de generar dos formas, dos sexos4 . Por tanto, el sexo se basa fundamentalmente en lo biológico, pero no se limita solo ello. La propia diferenciación sexual marca diferencias funcionales que se expresan comportamentalmente y que tienen un significado social en el establecimiento de las relaciones interpersonales y grupales desde el ambiente primitivo de socialización. Identidad sexual y de género en el seno de la identidad globalmente considerada Desde el punto de vista psicológico se abren todos los procesos de desarrollo evolutivo como el cognitivo, el socio- afectivo y la socialización entre otros. El ser humano que nace indefenso pero con una evidente predisposición para el apego con los adultos y para la interacción. Inicia el camino que le permitirá el desarrollo de la diferenciación de sí mismo: Se trata de la génesis del YO, como un ser diferente de los demás, único e irrepetible. La psicología en general y desde sus diferentes especialidades, como la psicología de la personalidad, la evolutiva y otras, ha estudiado tanto la génesis como el desarrollo del yo. Conclusiones Cada quien elige su identidad sexual, puede que se genere desde sus progenitores o bien a partir de nuestro desarrollo en la adolescencia, cuando empezamos a buscar un criterio estable y de acuerdo a nuestros gustos e intereses encontremos nuestra tendencia sexual, pues todos somos libres para elegir nuestras preferencias sexuales aunque no deberíamos cambiar nuestra anatomía biológica, debemos respetarnos, aceptarnos y, así como tal, poder elegir plenamente nuestra identidad sexual.
Al final todos somos iguales, independientemente del
genero, de los gustos e intereses. En mi región la identidad de género es una construcción social que desempeña un papel muy importante en nuestra vida. Por lo tanto, las razones de la batalla contra los estereotipos de género superan los temas de igualdad y afectan también otros aspectos de la vida como, por ejemplo, la eficacia en el mundo laboral, que se verá aumentada si a las mujeres se dan las mismas oportunidades que a los hombres; pero, la mayoría de los militantes contra los estereotipos de género tienen como objetivo vencer la desigualdad, que sobre todo es una cuestión humana.