Investigador Titular Centro de Investigaciones Apícolas adolfo@eeapi.cu INTRODUCCIÓN. Las abejas están en Cuba desde hace unos 250 años. Ella se dispersaron por todo el país como resultado de la exuberante vegetación enfrentándose a una amplia diversidad de depredadores : más de 20 especies de hormigas, 62 especies de ranas, cangrejos, pájaros y mamíferos. Todos ellos comen abejas y/o sus panales con miel.
Inicialmente el clima y los depredadores fueron los primeros factores de
selección. A partir de los años 80 del pasado siglo el principal criterio de selección fue la productividad por colmena y la resistencia a las enfermedades bacterianas. Se prohibieron las importaciones de abejas. A partir de la Directiva de la CE 96/23, se ampliaron los criterios de selección de las abejas: los residuos de medicamentos son un problema de calidad que requería ser eliminado.
¿Cómo eliminar los residuos en la miel?
Para lograrlo es necesaria una abeja resistente a las enfermedades y plagas. ¿Son actuales las enfermedades de las abejas? ¿Es necesario tratar las colmenas con medicamentos? ¿Cuál es el origen de los tratamientos para las colmenas? ¿Cómo lograr una abeja que no requiera medicamentos? LA SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS. En 1996 se diagnosticó Varroa en Cuba, la que golpeó con fuerza la apicultura. En el área de primer impacto desaparecieron todas las abejas silvestres por un período no menor de 2 años. Después de ello, la población comenzó a recuperarse. Los apicultores reconstruyeron su cabaña apícola a partir de las abejas silvestres y las supervivientes del parque comercial.
La estrategia adoptada fue luchar contra el parásito seleccionando y
reproduciendo abejas tolerantes y/o resistentes. La solución no fue poner más y más químicos en la colmena, ignorando la larga historia natural de las abejas, estimada en unos 100 millones de años.
¿Hemos meditado cuánto tiempo representa esta cifra comparada con la
existencia de la humanidad en el Planeta? Si lo hacemos, solo por simple deducción llegaremos a la conclusión que las abejas tienen una vastísima “experiencia genética” en comparación con la humanidad. LA SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS. Los mecanismos de resistencia y adaptación de las abejas han sido “probados” mucho más ampliamente que cualquiera de las drogas sintéticas que ponemos en las colmenas para “tratar” sus enfermedades y plagas, diseminadas como resultado de errores humanos.
Nuestros tratamientos más viejos tienen 50 o 60 años: ese tiempo
representa solo el 0,00005 % de la historia natural de las abejas.
¿Cómo es posible garantizar la seguridad de esos productos, evaluados en
las abejas según “protocolos” diseñados por sus vendedores, que se benefician con el miedo de los apicultores? LA SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS.
Es necesario recordar que las abejas tienen un
sistema inmune y que producen y utilizan antibióticos naturales; mucho tiempo antes y con mayor “experiencia”, mucho mayor que cualquier antibiótico producido y utilizado por los humanos. Las abejas tienen resistencia para enfrentar las plagas. “Probada” a lo largo de su evolución y que es válida frente a las plagas que el hombre ha dispersado. La lucha química contra Varroa es muy cara y con una perspectiva de eficiencia muy baja, teniendo en cuenta los reportes de resistencia de la prensa especializada. La lucha integrada es la única opción que demostró efectividad frente a las enfermedades bacterianas. LA SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS.
La práctica ha demostrado que en el
genoma de las abejas hay suficiente capacidad y plasticidad, para enfrentar con éxito los desafíos sanitarios.
Es negativo para las abejas y la
apicultura, la preocupación de los apicultores de “ayudarlas” a resolver el problema: ponen químicos en la colmena desencadenando una selección negativa que desemboca en una creciente dependencia de esos productos. Entonces el daño es doble e irreversible. LS SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS. Los medicamentos enmascaran y refuerzan negativamente los efectos de las enfermedades, se logra solo una pausa breve en la crisis; pero entonces los individuos no resistentes sobreviven y en consecuencia los genes de sensibilidad se generalizan en la población y se pierden los genes de la resistencia.
Ese es el desafío, si mantenemos la forma habitual de enfrentar las
enfermedades y plagas de las abejas, y continuamos poniendo químicos sin control en las colmenas, la apicultura cae en una espiral negativa descendente sin retorno. El precio es la pérdida de la variabilidad de las abejas.
Tal como se presentó en el 42 Congreso de APIMONDIA en Montpellier,
Francia, las poblaciones de las abejas de África son 2 – 4 veces mayores y tienen una heterosis de más del 50 % y son dos veces más diversas genéticamente (Jaffe y col., 2009).
¿Cómo se ha perdido la diversidad de las abejas europeas?
LA SUERVIVENCIA DE LAS ABEJAS. Todos los argumentos antes expuestos demuestran la generalización de una práctica errónea en relación con la cultura biológica, especialmente en relación con algunos aspectos esenciales: las abejas no son animales domésticos, las abejas no son mamíferos , son insectos; y en consecuencia no reaccionan o se recuperan frente a sus enemigos, como el hombre o los animales superiores. Las abejas han mostrado una extraordinaria capacidad de adaptación, vinculada a una historia evolutiva de alrededor de UN MILLON DE SIGLOS. Si comparamos ambas, la “experiencia genética” humana y la de las abejas es posible concluir que “los humanos poseen una muy corta” somos como niños de preescolar. La experiencia genética de las abejas es conocimiento, puede ser considerada como “experiencia genética acumulada”. LA SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS.
Es evidente entonces que el manejo de las abejas es resultado
del pensamiento tradicional antropocéntrico y refleja una gran ignorancia de las bases de la biología de las abejas.
El hombre ha ignorado esa “experiencia genética” de las
abejas y ha decidido aplicar sus soluciones para enfrentar los problemas solo desde su punto de vista, sin considerar cómo la naturaleza lo pudo haber resuelto.
Si esa forma de pensar se toma en consideración, entonces se
evitarían los “tratamientos” químicos a las colmenas y en consecuencia la calidad de los productos de la colmena y los resultados serían superiores. LA SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS.
La experiencia cubana, la práctica de los
apicultores , la experiencia de los investigadores y especialistas, demuestra que es una estrategia viable: luchar contra la Varroa y las enfermedades o plagas a partir de las capacidades de las abejas para resistir a partir de sus fortalezas biológicas. La otra vía es una espiral descendente, negativa: más residuos. La miel estará cada vez más lejos de ser un producto natural y finalmente …. la extinción de las abejas por selección negativa. El mejor ejemplo de lo anterior es el premio conferido en el 42 Congreso de APIMONDIA (2009), a un proceso industrial de limpieza de la cera para extraerle los residuos de productos químicos acumulados, que provocan una alta mortalidad de las larvas. LA SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS. Se gastan millones en tratamientos a las colmenas, Millones en análisis de laboratorio para determinar la presencia de residuos en la miel y los productos de la colmena. Dinero perdido, como resultado de una estrategia equivocada, que no considera las estrategias adaptativas de las abejas y es resultado del miedo de los apicultores a perderlas y con ellas sus negocios. Al miedo de los apicultores han contribuido, los diarios, las publicaciones y la propaganda sobre “productos seguros” para mantener las abejas mejor “protegidas”, “alimentadas” y “cuidadas”. Esa base conceptual sostiene la producción de miel y garantiza un supuesto “producto natural” en los países “desarrollados”; allí los ingresos de los apicultores permiten aplicar “tratamientos” a las colmenas. En el lado opuesto, los apicultores pobres no pueden pagar los “tratamientos”; sus colmenas sensibles mueren y las resistentes sobreviven. Ellos no tienen el Síndrome del Colapso de las Colmenas. LAS ABEJAS EN CUBA Después de la mortalidad masiva que provocó Varroa en la zona de impacto en 1996, siguió un proceso de recuperación tanto de la población comercial como la silvestre. Para “tratar” las colmenas cubanas fueron registrados dos productos: tiras de Bayvarol® (flumetrina) y tres años después ApiLifeVar (aceites esenciales). Se evaluó CheckMite+® (coumafos), (Demedio et al. 2004). Esos productos fueron adquiridos principalmente para ser utilizados en situaciones de crisis, la situación económica no permitía adquirir para todas las colmenas. LAS ABEJAS EN CUBA
La cría de reinas a partir delas colmenas supervivientes reforzó el conjunto
de procedimientos para luchar contra la plaga. Las poblaciones de abejas con tasas de infestación superiores a 7% fueron tratadas “al barrer” con tiras de Bayvarol y luego las reinas fueron cambiadas con hijas de reinas de colmenas sobrevivientes de cada provincia. De ese modo, los químicos no son hoy el eje de la estrategia de lucha contra la Varroa, son un componente en el Manejo Integrado de la Plaga (MIP). Los productos químicos no se expenden libremente en las farmacias veterinarias. El Instituto de Medicina Veterinaria recomienda el MIP para enfrentar los brotes: las abejas son “sacudidas” y se cambian las reinas por otras procedentes de colmenas resistentes. Las Buenas Prácticas Apícolas (BPA), recomiendan a los apicultores el cambio anual de reinas y al menos el 50 % de los panales del nido. LAS ABEJAS EN CUBA Cada provincia dispone de los conocimientos para implementar su propio Sistema de Selección, comenzando por colmenas sobrevivientes del parasitismo de Varroa sin tratamiento. En el grupo inicial se seleccionan las colmenas más higiénicas y productivas de las que se crían las reinas para sustituirlas en las colmenas de producción de miel.
Los apicultores y el personal vinculado al Programa de Selección de Abejas ha
sido capacitado y se mantiene informado sobre los métodos de evaluación de la resistencia a Varroa. Las pruebas de Hábitos Higiénicos se aplican cada año a las colmenas. Ello ha permitido que en los últimos 7 años las colmenas cubanas están libres de tratamientos químicos contra Varroa. También están prohibidos los tratamientos con antibióticos para las enfermedades infecciosas de la cría. LAS ABEJAS EN CUBA Las colmenas seleccionadas deben tener Hábitos Higiénicos muy altos, eliminando la cría muerta en 24 horas. Se observó también un elevado comportamiento de acicalamiento entre las abejas y una baja tasa de reproducción de las Varroas en las celdas de zángano (SMR). Lo más importante en la selección de colmenas es la producción de miel. Este carácter “arrastra” todos los restantes caracteres positivos de resistencia. El apareamiento libre de las nuevas reinas, favorece el flujo de genes de resistencia desde la población silvestre hacia la población comercial y se evita la consanguinidad. Cuando los apicultores solicitan químicos para “tratar” sus colmenas deben enfrentar una pregunta: ¿Quién “trata” las abejas silvestres? LAS ABEJAS EN CUBA
En los apiarios de selección se observó entre el
92 y el 92,5 % de Varroas mutiladas por las abejas (Sanabria, 2004). Todos los factores de selección de abejas en Cuba: apicultores, clima, depredadores y finalmente Varroa, han contribuido a que la abeja híbrida cubana posea un potencial productivo de más de 100 kg/colmena/año. LAS ABEJAS EN CUBA Evolución de las tasas de infestación por Varroa. % 20.0
18.0
16.0
14.0
12.0
10.0
8.0
6.0
4.0
2.0
0.0 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 LAS ABEJAS EN CUBA
En los últimos 5 años, las colmenas han
mantenido una tasa de infestación media por debajo del límite mínimo de riesgo.
Lo que se explica porque las colmenas
muestran mecanismos naturales de defensa por encima del promedio (Sanabria, 2007). CONCLUSIONES
En las condiciones de Cuba la estrategia
adoptada de seleccionar y criar abejas resistentes a partir de las colmenas sobrevivientes al ataque de Varroa, es correcta y es hoy una fortaleza de la apicultura cubana.
Es posible seleccionar abejas resistentes, desde
el primer diagnóstico de la presencia de Varroa. MUCHAS GRACIAS !