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trastorno neurótico
UNIDAD III – BIBLIOGRAFÍA VALLEJO R. 7 ED.
Reflexiones sobre el criterio de
normalidad psíquica
es muy difícil enfocar la normalidad desde un criterio operativo,
pragmático y no excluyente para el individuo , todos los criterios , ya
sean estadístico, desviación de la norma, e interpretación
subjetiva, son necesarios y no excluyentes.
lo anormal no es necesariamente patológico y más bien viene
marcado por la desviación media de la norma correspondiente a la
totalidad del grupo de referencia.
Lo normal, se delimita desde el ámbito de la esfera sociocultural y
únicamente indica una adaptación adecuada al contexto social..
La naturaleza de un fenómeno o conducta como patológicos no viene dada por su
anormalidad o desvío de la norma (o de lo que debe ser), sino porque bajo tal
fenómeno o conducta existen mecanismos que significan para el sujeto una
restricción de su libertad. (entendida como forma de enriquecimiento existencial y
de relaciones humanas inter e intrapersonales)
Así la conducta neurótica, la psicótica o la psicopática son patológicas, en cuanto
representan para el sujeto una pérdida de las posibilidades de autorrealización
Lo enfermo, por tanto, sólo supone un caso especial de lo anormal, donde lo
significativo debe ser referido a la relación sujeto-objeto y no a la situación
estadística o sociológica.
La enfermedad adquiere así el carácter personal y existencial, COMO DEBE SER
teorías sociales vs salud mental
Algunas escuelas sociológicas y ciertas orientaciones dinámicas (desde el
Tótem y Tabú de Freud), así como un buen número de tendencias
antipsiquiátricas, han llevado a cabo una fusión de individuo y sociedad, de tal
forma que no se diferencia cualitativamente la enfermedad personal de la
enfermedad como fenómeno social
Sin embargo, creemos que debe mantenerse la conveniente distancia entre la
patología personal y la social, ya que la personal se estructura sobre la base de
factores culturales, pero también de otra índole (psicológicos, biológicos).
En otras palabras, pueden existir «sociedades paranoicas» (como algunas sectas
nórdicas), o «sociedades competitivas» (como la occidental) que favorezcan
pautas enfermizas de interacción, pero en ellas se dan, diferencias de grado en
la respuesta individual ante la situación social colectiva, ya que al margen del
fenómeno social participan otros aspectos que confieren a la existencia
humana una nota personal.
Las sectas
nos inclinamos por reservar el término «enfermedades psíquicas» para los
trastornos psicóticos cuya naturaleza y desarrollo los apartan cuantitativa y
cualitativamente de la norma
otras corrientes como la dinámica y sociológica ven en la enfermedad mental una
variación cuantitativa de la norma, ya que sostienen que todos mantenemos
estructuras psicóticas (corriente psicodinámica) o de que la manifestación personal
de la locura es una prolongación de la alienación colectiva (corriente sociológica).
Sin embargo los mecanismos psicóticos presentes en los «normales» no permiten
establecer un continuum de normalidad-neurosis-psicosis.
Las teorías biológicas resaltan las alteraciones cualitativas, encontradas
especialmente en las depresiones,(endógenas) avalan la naturaleza peculiar y
esencialmente diferente de estos cuadros.
En otro orden de cosas situamos las neurosis y las personalidades psicopáticas, a
nuestro entender desviaciones sólo cuantitativas de la media normal.
Conducta anormal y aspecto biopsicosocial