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EL DIBUJO DE LA FIGURA

HUMANA

Lic. María Etel Medin


• El DFH es considerado por Koppitz como una
técnica proyectiva y psicométrica en tanto evalúa
cualitativamente aspectos emocionales y,
cuantitativamente, aspectos evolutivos a partir de
una escala de maduración.

• Puede ser empleado para la evaluación de niños


de 5 a 12 años, como una prueba proyectiva y
madurativa.

• Para el caso de los adolescentes se emplea como


prueba proyectiva, ya que se supone que a partir
de los 12 años los ítems evolutivos esperados son
realizados en su totalidad.

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• El D.F.H es una técnica de evaluación psicológica
en la que se le solicita al sujeto, de acuerdo con la
consigna de cada autor, que dibuje una persona.
(Goodenough pedía que “dibujen un hombre”; Machover pide que
“dibujen una persona” y luego otra del sexo opuesto; Harris solicita el
dibujo de un hombre, de una mujer y su autorretrato; Hammer pide el
dibujo de un hombre y una mujer pero con lápiz y crayones)

• A partir del dibujo se pueden analizar varios


aspectos del mismo, como el tamaño y las
omisiones (no dibujar una parte del cuerpo),
indicadores a partir de los cuales se puede inferir
información sobre la persona que dibuja, tanto de
variables madurativas como emocionales.

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• Al examinar a niños y adolescentes es
importante tener en cuenta que se trata de
sujetos que se encuentran en un período
de su vida en el que se producen cambios
por lo que las inferencias que se hagan
respecto a sus producciones deben tener
en cuenta este punto.

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• Ventajas de su aplicación:

– El dibujo es la técnica más usada por los niños.

– El niño, a través de imágenes gráficas puede


expresar y revelar sus actitudes, emociones y
aptitudes.

• Las investigaciones de Koppitz con niños y


adolescentes han significado un aporte
fundamental para el trabajo con sujetos de estos
grupos etarios.

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ENFOQUES DEL DFH
• Como técnica proyectiva
– Se utiliza para indagar sobre:
– Aspectos inconscientes.
– Conflictos
– Rasgos de personalidad
– Son representantes:
– Machover: extiende su trabajo a niños . Se basa en el
Psicoanálisis pero no está tabulado ni tiene
investigaciones.
– Levy Clínicos que trabajan más con
– Hammer adultos y adolescentes que
– Jolles con niños.

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– Machover se basa en la observación de los DFH de niños con igual
nivel intelectual y constata la presencia de diferencias significativas
entre sus dibujos; que estaban en muchos casos relacionadas con
los datos que presentaban los niños en sus anamnesis.
• Empieza a estudiar otros aspectos que intervienen, no madurativos:
emocionales.
• Se fundamenta en el Psicoanálisis y la clínica; la figura humana posibilita:
– la representación inconsciente de sí mismo
– la proyección de : Ansiedades
Conflictos

• Hipótesis central → Un niño “Dibuja lo que siente ”.

– La figura humana es altamente significativa porque representa


aspectos:
• emotivos
• de interrelación
• como se ve a sí mismo

– La imagen corporal: se forma de las primeras experiencias que dejan


huella.
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• Como test evolutivo de maduración mental
– Florence Goodenough
• Mide madurez mental, no rasgos ni dinámica de la
personalidad; realiza una investigación con niños de 5 a 12
años como muestra, sus dibujos se comparan con otras
muestras para ver que se repite, etc. Realiza un trabajo
exhaustivo y meticuloso para ver el nivel madurativo del niño

• Su Hipótesis central → Un niño “Dibuja lo que sabe”

– Harris intenta revisar y extender el trabajo de


Goodenough y encuentra que no había mucho para
agregar.
• Surge el test Goodenough – Harris: estudio estandarizado y
validado para obtener edad mental o C.I.

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• Se presenta una polémica:
– Los que lo consideran proyectivo: los clínicos
minimizan los aspectos evolutivos.

– Los que lo consideran evolutivo: dudan de la


significación proyectiva.

• Koppitz integra ambas posturas:


– Goodenough
– Machover

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ELIZABETH KOPPITZ
• Propone el DFH como una de las técnicas más
valiosas para evaluar a los niños, porque indaga:
– Aspectos madurativos
– Aspectos emocionales.

• Hace un estudio integrado y sistematizado de


interpretación.

• El valor del test es la sensibilidad para detectar los


cambios en el niño:
– Madurativos
– Emocionales

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• Koppitz plantea que hay que conocer muy bien
sobre los indicadores tanto madurativos como
emocionales en cada nivel de edad.

• Afirma que no es posible efectuar un diagnóstico o


una evaluación significativa de la conducta o
dificultades de un niño sobre la base de un signo
aislado del DFH. El dibujo total y la combinación de
varios signos e indicadores debería ser
considerado siempre y luego debería analizarse
tomando en cuenta la edad, maduración, estado
emocional, nivel sociocultural, y luego evaluarlo
relacionándolo con los datos disponibles de otros
tests.
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ADMINISTRACIÓN
• El DFH se puede administrar en forma grupal (a
los efectos de una investigación) o individual.

• Es preferible la aplicación a un solo sujeto por vez


ya que de esta manera no sólo se puede observar
su comportamiento mientras dibuja y realizar luego,
preguntas aclaratorias, si no que además facilita el
rapport ya que el encuadre es un factor importante
a la hora de evaluar un dibujo.

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• Una vez entregada al sujeto una hoja en
blanco, una goma y un lápiz N° 2, se le
dice la consigna: “Querría que en esta
hoja me dibujaras una persona entera.
Puede ser cualquier clase de persona que
quieras dibujar, siempre que sea una
persona completa, y no una caricatura o
una figura hecha con palotes”.

• No debe haber otros elementos como


lápices de colores, para evitar que el niño
los use.
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• No hay un tiempo estipulado para la finalización
de la tarea (aunque normalmente concluyen
después de alrededor de los diez minutos), este
es un indicador a tener en cuenta junto a otros
elementos como comentarios espontáneos,
actitudes durante y al concluir el dibujo.

• Ante la consulta del niño como por ejemplo si


realiza un varón o una mujer, se le debe
responder de tal manera que no influya en su
producción por lo que es aconsejable expresar
una afirmaciones del tipo “como a vos te
parezca” o “como vos prefieras”, etc.

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• Cuando se administra esta técnica a adolescentes Koppitz
aconseja modificar la consigna: “Dibuja a una persona
completa. Puedes dibujar cualquier clase de persona que
desees, pero no una figura de palo”.
– El dibujo de caricaturas es común a esta edad.
– Es frecuente que los adolescentes se muestren reticentes a dibujar
o realicen gráficos rápidos como esbozos, como una manera de
desocuparse de la tarea. Se puede tratar de incentivar al sujeto a
dibujar si se lo nota evasivo, pero no es conveniente forzar para que
lo terminen. Si trata de tapar la hoja con la mano o girar el cuerpo,
es importante respetarlo.

• Es conveniente realizar algunas preguntas al niño sobre su


dibujo: a quién dibujó, qué edad tiene, cómo es esa
persona, que nos cuente algo sobre ella (qué está haciendo
o pensando, cómo se siente, con quiénes vive, si le
preocupa algo, etc.) Las respuestas obtenidas brindan
información importante que complementa los datos
extraídos del dibujo.

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INTERPRETACIÓN
• Elabora una escala de 30 ítems evolutivos, que
representa qué es lo esperado para un niño a
determinada edad y qué se considera excepcional.

• Koppitz evalúa el aspecto madurativo a partir de


ítems evolutivos; los que aumentan su frecuencia
en los dibujos a medida que el niño se hace mayor.
La presencia de estos ítems:
– Se relaciona con la edad y con la maduración del niño.
– No se vincula con las habilidades artísticas, aprendizajes
escolares, la consigna dada, ni con el instrumento de
dibujo empleado (lápiz Nº 2 y papel en blanco).

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• Los indicadores fueron derivados del sistema de
evaluación de Goodenough-Harris y de la
experiencia de la autora a partir de tareas de
exploración.

• ÍTEMS EVOLUTIVOS:
1. Cabeza: cualquier representación, se requiere un
bosquejo claro de la cabeza.
2. Ojos: cualquier representación de los mismos.
3. Pupilas: círculos o puntos definidos dentro de los ojos.
Un punto con una raya encima se computa como ojos y
cejas
4. Cejas o pestañas: presencia de cejas o pestañas o
ambas.
5. Nariz: cualquier representación de la misma.
6. Fosas nasales: puntos agregados a la representación
de la nariz.
7. Boca: cualquierLic.
representación de la misma.
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8. Dos labios: dos labios esbozados y separados por una línea. No
se computan dos hileras de dientes.
9. Orejas: cualquier representación de las mismas.
10. Cabello: cualquier representación o gorra o sombrero cubriendo la
cabeza y ocultando el cabello.
11. Cuello: Separación neta entre cabeza y cuerpo.
12. Cuerpo: cualquier representación, se requiere un bosquejo claro
del cuerpo.
13. Brazos: cualquier representación de los mismos.
14. Brazos en dos dimensiones: cada brazo representado con más de
una línea.
15. Brazos apuntando hacia abajo: uno o ambos brazos apuntando
hacia abajo formando un ángulo de 30° o más con respecto a la
línea horizontal (de los hombros); o brazos levantados
adecuadamente para la actividad que está realizando la figura. No
se computa cuando los brazos se extienden horizontalmente y
luego se inclinan hacia abajo a cierta distancia del cuerpo (como
si estuviera doblando los codos y dejando colgados los
antebrazos y las manos).

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16. Brazos correctamente unidos al hombro: Para
computarse este ítem es necesario que el hombro esté
indicado y los brazos deben estar firmemente
conectados al tronco.
17. Codo: se requiere que haya un ángulo definido en el
brazo. No se computa una curva redondeada en el
brazo.
18. Manos: es necesario que haya una diferenciación de
los brazos y de los dedos, tales como un
ensanchamiento del brazo o una demarcación con
respecto al brazo mediante una manga o pulsera.
19. Dedos: cualquier representación que se distinga de los
brazos o las manos (como líneas que salen de un
origen)
20. Número correcto de dedos: cinco dedos en cada mano
o brazo, a menos que la posición de la mano oculte
algunos dedos.

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21. Piernas: cualquier representación; en caso de figura
femenina con faldas largas se computa este ítem si la
distancia entre la cintura y los pies es lo suficientemente
larga como para permitir la existencia de piernas debajo
de la pollera.
22. Piernas en dos dimensiones: cada pierna dibujada
mediante más de una línea.
23. Rodilla: un ángulo neto en una o ambas piernas
(presentación lateral) o dibujo de la rótula (presentación
de frente).
24. Pies: cualquier representación.
25. Pies bidimensionales: pies que se extienden en una
dirección a partir de los talones (presentación lateral) y
mostrando mayor largo que ancho, o pies dibujados en
perspectiva (presentación de frente).
26. Perfil: cabeza dibujada de perfil aunque el resto de la
figura no esté íntegramente de perfil .

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27. Ropa, una sola prenda o ninguna: ninguna prenda
dibujada o sólo sombrero, botones, o cinturón, o
bosquejo de vestimenta sin detalles (por ejemplo,
contorno del vestido).
28. Ropa, dos o tres prendas: se computan como ropa los
siguientes ítem.: pantalones, short o calzones, faldas,
camisa o blusa ( la parte superior de un vestido
separada por un cinturón es computada como blusa),
saco, sombrero, casco, cinturón, corbata, cinta de
cabello o bincha, hebilla o broche para sujetar el
cabello, collar, reloj, anillo, pulsera, pipa, cigarro,
paraguas, bastón, arma de fuego, rastrillo, zapato,
calcetines, libro de bolsillo, maletón o portafolios, base
(de béisbol), guantes, etc..
29. Ropa, cuatro ítem o más: cuatro o más ítem de los
citados anteriormente.
30. Buenas proporciones: la figura “está bien” aunque no
sea íntegramente correcta desde el punto de vista
anatómico.
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• Se asigna 1 punto por cada indicador
presente y 0 punto a cada ítem ausente.

• Se distinguen 4 indicadores evolutivos (en


función de la frecuencia de aparición) en
cada franja de edad considerada:
– Esperados (interesa para indicar maduración)
– Comunes
– Bastante comunes
– Extraordinarios (interesa para indicar maduración)

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– Ítem esperados: están presentes en casi todos los niños
normales (más del 86% de casos), por lo que constituyen
el mínimo de ítem que se puede esperar a esa edad. Por
lo tanto su ausencia es altamente significativa y se
asocia a inmadurez o a factores emocionales.

– Ítem comunes: aparecen entre el 51% y el 81% de niños


de la misma edad. Su presencia o ausencia no es
significativa.

– Ítem bastante comunes: aparecen entre el 16% y el


50% de niños de igual edad. Ni su presencia ni su
ausencia son consideradas significativa.

– Ítem excepcionales: aparecen menos de un 15% de


niños de la misma edad, por lo que su realización es muy
significativa por niños con una madurez mental superior
al promedio.

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• (ver archivo word: ITEMS ESPERADOS Y
EXCEPCIONALES DEL DFH)

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• Los ítem evolutivos esperados y excepcionales
varían con la edad y el sexo.

• Los indicadores esperados van aumentado


progresivamente año a año ya que la mayor
madurez le posibilita un desempeño mejor.

• Los ítem excepcionales van disminuyendo, debido


también a los logros alcanzados con el tiempo
porque es poco frecuente que un niño de 5 años
dibuje brazos unidos a los hombros (br. hombro),
es esperable que lo haga a partir de los 7 años.

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• Al comparar los gráficos de varones y de niñas se
destaca la superioridad de las nenas en los primeros
años, diferencia que disminuye gradualmente.
Incluso hacia los 8 o 9 años algunos dibujos de niños
resultan tener más detalles y mejor calidad.

• Se podría señalar además que existen ítems


“masculinos” y otros “femeninos”, dada la mayor
frecuencia según el género.
– Dibujo de perfil, rodillas y orejas aparecen más en dibujos
de varones
– Cabello, pupilas, cejas, labios y ropa, en niñas.
– Estos datos se podrían articular, según Koppitz, con
características aceptadas y fomentadas por nuestra
cultura occidental como una mayor actividad corporal en
varones y la preocupación por la vestimenta en las niñas.

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INTERPRETACIÓN DE LOS ÍTEMS EVOLUTIVOS

• Para puntuar los DFH de niños de 5 a 12


años:
– la ausencia de un ítem esperado se evalúa con
–1 y a la presencia de un ítem excepcional se le
asigna 1; para evitar resultados negativos se
suma al final 5.
– por ejemplo, si el niño realiza todos los ítems
esperados y además dibuja tres ítem
excepcionales, su puntaje será 0 + 3 + 5 que es
8. O, si no aparecen en el gráfico 2 ítems
esperados y ningún ítem excepcional, su puntaje
es 3, porque –2 + 0 + 5 es 3.
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• (ver tabla en archivo word: HOJA RESP
DFH)

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• Un puntaje de 7 (0 + 2 + 5) podría
interpretarse como un nivel intelectual alto
o superior, es decir que este niño tendría
un CI igual o mayor a 110.

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INDICADORES EMOCIONALES DE KOPPITZ

• Debe tenerse en cuenta que por tratarse de niños no es


conveniente realizar interpretaciones proyectivas, porque
los indicadores pueden estar influenciados por el proceso
madurativo propio de la evolución normal del mismo. De
allí la ventaja de utilizar los Indicadores Emocionales ya
que la validación realizada por Koppitz despeja la
influencia de variables relacionadas con la edad y la
maduración del sujeto.

• Para Koppitz los Indicadores Emocionales son signos


objetivos que:
– No están relacionados primariamente con la edad, ni con la
maduración del niño.
– Reflejan ansiedades, preocupaciones y actitudes.

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• Un indicador emocional es definido como un signo
en el DFH que puede cumplir con tres criterios:
– Debe tener validez clínica, es decir, debe poder
diferenciar entre los DFH de niños con problemas
emocionales de los que no los tienen.

– Debe ser inusual y darse con escasa frecuencia en


los DFH de los niños normales, que no son pacientes
psiquiátricos, es decir que el signo debe estar presente
en menos del 16 % de los niños en un nivel de edad
dado.

– No debe estar relacionado con la edad y la


maduración, es decir, su frecuencia de ocurrencia en
los protocolos no debe aumentar solamente sobre la
base del crecimiento cronológico del niño.

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• Koppitz elabora una escala inicial de 38 Ítems
Emocionales tentativos derivados de los trabajos
de Machover y los de Hammer, quienes coinciden
en que los indicadores emocionales reflejan:
– Ansiedades
– Preocupaciones
– Actitudes

• Estos se distinguen:
– Signos cualitativos (ítem referentes a la calidad de los
DFH)
– Detalles especiales (detalles que no se dan
habitualmente en los DFH)
– Omisiones de ítems esperados (omisiones de ítem
esperables en un determinado nivel de edad)
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• En cuanto al número de indicadores emocionales
que deben estar presentes en un protocolo para
formular la hipótesis de que el examinado tiene
problemas emocionales, Koppitz aclara que:
– Sin indicadores emocionales parece probable que el
niño no presente problemas emocionales serios.

– La presencia de un solo indicador emocional no es


necesariamente signo de perturbación emocional.

– 2 o más indicadores emocionales son altamente


sugestivos de problemas emocionales y relaciones
interpersonales insatisfactorias.

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• Luego, de los 38 ítems iniciales, 8 fueron
descartados por no cumplir con los criterios
de significación establecidos para ser
tomados en cuenta como Ítems
Emocionales.

• 30 Indicadores Emocionales del DFH


infantil expuesto por Koppitz:
– Signos cualitativos:
1. Integración pobre de las partes (varones, 7 años;
niñas, 6) una o más partes no están unidas al resto
de la figura, una de las partes sólo está unida por
una raya, o apenas se toca con el resto.

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2. Sombreado de la cara: sombreado deliberado de toda la cara o de
parte de la misma, inclusive “pecas”, “sarampión”, etc.; un
sombreado suave y parejo de la cara y las manos para
representar el color de la piel no se computa.
3. Sombreado del cuerpo y/o extremidades (varones, 9 años; niñas,
8): Sombreado del cuerpo y/ o extremidades.
4. Sombreado de las manos y/o cuello. (varones, 8 años, niñas, 7).
5. Asimetría grosera de las extremidades: Un brazo o pierna difiere
marcadamente de la otra en la forma. Este ítem no se computa si
los brazos o las piernas tienen forma parecida, pero son un poco
desparejos en el tamaño.
6. Figuras inclinadas: el eje vertical de la figura tiene una inclinación
de 15° o más con respecto a la perpendicular.
7. Figura pequeña: la figura tiene 5 cm o menos de altura.
8. Figura grande: (Desde los 8 años, tanto en las niñas como en los
varones) figuras de 23 cm o más de altura.
9. Transparencias: se computan las transparencias que comprenden
las porciones mayores del cuerpo o las extremidades. No se
computan las rayas o cuando las líneas de los brazos atraviesan
el cuerpo.
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– Detalles especiales:
10. Cabeza pequeña: la altura de la cabeza es menos de un
décimo de la figura total.
11. Ojos bizcos o desviados: ambos ojos vueltos hacia adentro o
desviados hacia fuera; miradas de reojo no se computan.
12. Dientes: cualquier representación de uno o más dientes.
13. Brazos cortos: apéndices cortos a modo de brazos, brazos que
no llegan a la cintura.
14. Brazos largos: brazos excesivamente largos, por su longitud
pueden llegar debajo de las rodillas.
15. Brazos pegados al cuerpo: no hay espacio entre el cuerpo y
los brazos.
16. Manos grandes: manos de un tamaño igual o mayor al de la
cara.
17. Manos omitidas: brazos sin manos ni dedos; no se computan
las manos ocultas detrás de la figura o en los bolsillos.
18. Piernas juntas: las piernas están pegadas, sin ningún espacio
entre sí; en los dibujos de perfil se muestra sólo una pierna.
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19. Genitales: representación realista o
inconfundiblemente simbólica de los genitales.
20. Monstruo o figura grotesca: figura que representa a
una persona ridícula, degradada o no humana; lo
grotesco de la figura debe ser buscado
deliberadamente por el niño, y no el resultado de su
inmadurez o falta de habilidad para el dibujo.
21. Dibujo espontáneo de tres o más figuras: varias
figuras que no están interrelacionadas o realizando
una actividad significativa; dibujo repetido de figuras
cuando se le solicitó solo “una” persona; no se
computa el dibujo de un varón y una niña, o el de la
familia del examinado.
22. Nubes: cualquier representación de nubes, lluvia,
nieve o pájaros volando

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– Omisiones:
23. Omisión de los ojos: ausencia total de ojos; ojos cerrados o
vacíos no se computan.

24. Omisión de la nariz: (varones, 6 años; niñas, 5)

25. Omisión de la boca

26. Omisión del cuerpo

27. Omisión de los brazos (varones, 6 años; niñas, 5)

28. Omisión de las piernas

29. Omisión de los pies: (varones, 9 años; niñas, 7)

30. Omisión del cuello: (varones, 10 años, niñas, 9)


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INTERPRETACIÓN DE LOS INDICADORES
EMOCIONALES EN EL DFH
• En la descripción de cada uno de los 30 indicadores
emocionales, entre paréntesis se indica a partir de
qué edad este indicador es clínicamente
significativo. Por lo tanto se debe despejar la
variable madurativa a la hora de interpretar los
indicadores emocionales.

• Por ejemplo, si un varoncito de 5 años no dibuja los


brazos (omisión de brazos: varones, 6 años y niñas,
5 años) no se lo puede interpretar como un
indicador emocional ya que no es un ítem esperado
para un niño de esa edad. Para ser puntuado como
indicador emocional, debe ser una niña de 5 años o
más, o un varón a partir de los 6 años.
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• No es recomendable la interpretación de cada
indicador emocional como un dato aislado; deben
analizarse recurrencias y convergencias.

• Koppitz realizó un importante estudio sobre los


DFH de niños de 5 a 12 años, para la
interpretación clínica de los indicadores
emocionales:
– El primer indicador emocional, Integración pobre de las
partes de la figura, está asociado con uno o varios de los
siguientes factores: inestabilidad emocional;
personalidad pobremente integrada; coordinación
visomotora pobre e impulsividad.

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– Los Sombreados serían manifestación de angustia, la
cual varía en intensidad y se refleja en el grado de
sombreado. En el caso particular de la cara, su
sombreado es altamente significativo en todas las
edades consideradas por Koppitz (5 a 12 años). Hay
dos tipos de sombreado:
• el de la cara entera, efectuado por niños altamente perturbados,
dominados por la ansiedad y con pobre concepto de sí mismos.

• el de una parte de la cara, que refleja ansiedad en relación con


el rasgo o la función de la porción sombreada.

• el sombreado de manos y/o cuello está relacionado, para las


manos, con la angustia vinculada a una actividad, real o
fantaseada, realizada con aquellas; en cuanto al sombreado del
cuello se presenta en niños con dificultades para controlar sus
impulsos, al igual que su omisión.

– Con respecto al Sombreado del cuerpo y/o


extremidades, indicaría ansiedad, angustia. Este
sombreado se vincula con la Omisión del cuerpo.
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– Omisión del cuerpo el cual, además de indicar ansiedad por
el cuerpo, puede ser un signo de psicopatología por retraso
mental, disfunción cerebral, inmadurez severa.

– La Omisión de brazos es considerada signo de agresividad.

– En cuanto a la omisión de piernas, indicaría angustia e


inseguridad, al igual que la omisión de pies.

– Otro indicador de agresividad y de controles internos


deficientes es la figura grande.

– Para Koppitz los ojos bizcos y los dientes son signos de


agresividad manifiesta.

– Los brazos largos son dibujados por niños abiertamente


agresivos hacia su ambiente.

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– Manos grandes se asocian a conductas agresivas y actuadoras en
que están implicadas las manos.

– El dibujo de genitales se relaciona con angustia por el cuerpo y


agresividad.

– La grosera asimetría de las extremidades estaría vinculada con


coordinación pobre e impulsividad; sentimientos en el niño de
carecer de un buen equilibrio.

– El dibujo de transparencias es realizado por niños manifiestamente


agresivos con pensamiento concreto.

– Los niños tímidos con sentimiento de inseguridad, retraimiento,


sentimientos de inadecuación e inferioridad ante los requerimientos
del ambiente dibujan, por lo general, figura pequeña, brazos cortos y
brazos juntos al cuerpo. Estos indicadores se relacionan además
con dificultad para vincularse con los demás, y para dirigirse hacia el
mundo exterior en general.

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– Las manos seccionadas son dibujadas por niños tímidos.

– Los niños que dibujan cabeza pequeña presentan sentimientos


intensos de inadecuación intelectual.

– La figura grotesca es realizada por niños con un pobre concepto de


sí mismos; parecen percibirse como sujetos diferentes a los demás.

– Esto también se relaciona con el dibujo de tres o más figuras


realizado por niños que carecen de un sentimiento de identidad.

– Nubes, lluvia y nieve se asocian a sentimientos de presión por parte


del mundo adulto o a la agresión de quienes no se atreven a agredir
a los otros y la dirigen contra sí.

– La Omisión de ojos y de nariz se encuentra, en el caso de los ojos,


en niños aislados socialmente con dificultades para enfrentar el
mundo; en el de nariz se relaciona con conducta tímida, retraída y
ausencia de agresividad manifiesta.
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• La interpretación que hace Koppitz no es
considerar al DFH como el autorretrato ni como la
imagen de su apariencia real o su “imagen
corporal”, ni retrato de los rasgos de personalidad
básicos y permanentes; sino que es como reflejo
del estadio actual de desarrollo mental y las
actitudes y preocupaciones del momento, que
cambiarán con el tiempo por la maduración y la
experiencia.

• El valor del DFH está en su capacidad de captar


los cambios en el niño “DFH como retrato del niño
interior en un momento dado.”
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ANÁLISIS INTEGRAL DEL DFH
• Se tendrá en cuenta tanto los indicadores evolutivos
como los emocionales.

• Es importante rescatar cómo el sujeto se comporta


ante la prueba, es decir, si manifiesta entusiasmo,
se muestra evitativo, respeta la consigna, etc.

• Luego se observará qué ítem evolutivo realizó y


cuáles de los indicadores emocionales, articulando
éstos con indicadores formales que aparecen en el
dibujo. Todos estos elementos constituyen los
observables a partir de los cuáles se elaborarán las
inferencias.
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• Se debe considerar, por ejemplo, qué implica que
un niño de 5 años no realice los indicadores
evolutivos esperables para su edad así como
también qué se enlaza con la omisión de manos,
asimetría, o cualquier otro indicador emocional.

• Recordar que un indicador no tiene la misma


interpretación para todo sujeto porque si un niño
de 5 años omite los pies, no es significativo ya que
no es un observable esperable para su edad, pero
si un niño de 8 años no los dibuja, si debe ser
analizado debido a que, a esa edad, es un
indicador esperable evolutivamente y su ausencia
cobra significado clínico.

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• No interpretar cada signo aisladamente. La
evaluación de los DFH no es fácil, por lo que se
deben analizar en combinación con otras
pruebas y teniendo en cuenta los datos de la
evaluación en general.

• Guía para el análisis:


– Observación del comportamiento y actitudes previa,
durante y posteriores al dibujo.
– Impresión general del dibujo.
– Evaluación de Indicadores Evolutivos.
– Evaluación de Indicadores Emocionales.
– Análisis del contenido (a quién dibujó, qué
caracterización hace de la figura, etc.).
– Integración de los 5 puntos anteriores.

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BIBLIOGRAFÍA
• Koppitz, E. Dibujo de la Figura Humana.
Edit. Guadalupe. 1994.

• Fernandez Liporace, M. El dibujo de la


figura Humana. Bs. As. Psicoteca Editorial .
1996

• Maria Martina Casullo . El Test grafico del


dibujo de la figura humana . normas
regionales. Ed Guadalupe. Bs. As. 1998.
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