La tierra es un gran organismo viviente y autorregulado
CAPITULO I. EL ESTADO DE LA TIERRA
Estamos abusando tanto de la Tierra que ésta
puede rebelarse y volver a la elevada temperatura que tuvo hace cincuenta y cinco millones de años.
Hablo como un médico planetario cuyo
paciente, la Tierra viva, tiene fiebre
Para corregir o suavizar las graves consecuencias de
nuestros errores pasados hará falta un extraordinario esfuerzo internacional y un proceso cuidadosamente planeado para reemplazar los combustibles fósiles por otras fuentes de energía más seguras. El calor extra, venga de la fuente que venga, tanto si procede de los gases propiciadores del efecto invernadero, de la desaparición del hielo ártico y los cambios en el océano o de la destrucción de las selvas tropicales, se amplifica y sus consecuencias se multiplican.
Es como si hubiéramos encendido un fuego
para mantenernos calientes y le siguiéramos echando leña sin darnos cuenta de que se ha extendido a los muebles y está fuera de control. no nos queda tiempo para reaccionar.
Hay muy pocas posibilidades de apagarlo
antes de que consuma la casa entera. y casi Hemos de considerar el cambio climático global como algo grave e inmediato y a continuación hacer lo que podamos para reducir el impacto de los humanos sobre la Tierra.
Nuestro objetivo debe ser detener el
consumo de combustibles fósiles tan pronto como sea posible y cesar en la destrucción de hábitats naturales en todo el mundo.
Del mismo modo, no podemos simplemente apagar nuestra
civilización basada en los combustibles fósiles y en el alto consumo de energía sin estrellarnos: necesitamos el aterrizaje suave que nos proporcionará un descenso con los motores en marcha. Una vez que la Tierra empiece a avanzar rápidamente hacia su nuevo estado más caliente, el clima desbaratará el mundo político y empresarial.
Nos veremos obligados a renunciar a
muchas de las comodidades y suministros útiles para la vida los cuales están amenazados. Sólo el más apto, adaptable y el más inteligente, va a sobrevivir.
La verdadera amenaza procede del daño que le
hagamos a la Tierra viva, de la que formamos parte. JAMES LOVELOCK Químico, médico y biofísico, Lovelock es el Padre de la Teoría Gaia, que describe al planeta como un organismo vivo, un complejo sistema en el que todos los componentes de la biosfera y la atmósfera interactúan para regular y sostener la vida.
Lovelock es un científico británico
independiente, dedicado a temas de la atmósfera. CAPITULO II. ¿QUÉ ES GAIA?
Gaia es un delgado caparazón esférico de materia que
rodea el interior incandescente; empieza allí donde las rocas de la corteza se encuentran con el magma del interior de la Tierra, a unos ciento sesenta kilómetros bajo la superficie, y se extiende otros ciento sesenta kilómetros hacia arriba, a través del océano y el aire, hasta la todavía más caliente termosfera, que linda con el espacio exterior.
Sus objetivos no son fijos sino que se
ajustan al medio ambiente de cada momento y se adaptan a las formas de vida que alberga en cada época. Hipótesis de Gaia
Dadas unas condiciones iniciales que
hicieron posible el inicio de la vida en el planeta, ha sido la propia vida (los seres vivos) las que las ha modificado.
Las condiciones resultantes y actuales
del planeta, son consecuencia y responsabilidad de la vida que lo habita. La Tierra se comporta como un todo, un súper organismo que regula sus propias condiciones de la misma manera que nosotros lo hacemos con la temperatura, pH de la sangre, sales, humedad, etc.
¿De qué manera se deshace GAIA del exceso de calor?
El AGUA es el principal regulador
Cuando la presión es demasiado fuerte, sea hacia el calor o hacia el frío, Gaia, igual que haría un camello, adopta un nuevo estado estable que le resulte más fácil de mantener.
Gaia es tan intrincado como la física
cuántica o el entrelazamiento cuántico. Pero no por ello podemos negar que existan. GRACIAS POR SU ATENCIÓN