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Humanae salutis de Juan

XXIII
Por la cual se convoca al Concilio Vaticano II 25 de
diciembre de 1961
Situación de la humanidad y de la
iglesia hoy
• La humanidad alardea en desuso recientes
conquistas en el campo científico y técnico pero
sufre también las consecuencias de un orden
temporal que algunos han querido organizar
prescindiendo de Dios.
• se han puesto con decisión contra las ideologías
materialistas o ideologías que niegan los
fundamentos de la fe católica.
El Concilio, don de la iglesia al
mundo
• acogiendo como venido de lo alto una voz íntima de nuestro
espíritu hemos juzgado que los tiempos estaban ya maduros
para ofrecer a la Iglesia Católica y al mundo el nuevo donde un
Concilio ecuménico el que continúe la serie de 20 grandes y
sínodos.
• el gozo de todos los católicos por el anuncio de este
acontecimiento, en los trabajos preparatorios que vino
también el interés de los no católicos y hasta los no cristianos.
• siente también con creciente urgencia El Deber de dar mayor
eficacia a Susana vitalidad y de promover la santificación de
todos sus miembros Jessie La fusión de la verdad revelada y la
siempre viva siempre joven.
La temática conciliar
• se Proponen por ello las cuestiones doctrinales y
cuestiones prácticas y se Proponen para que las
enseñanzas y los preceptos cristianos se aplican
perfectamente en la compleja vida diaria y sirvan
para la edificación del cuerpo Místico de Cristo y
cumplimiento de su misión sobrenatural.
• La iglesia no tiene una finalidad primordial terrena,
no puede desinteresarse en su camino de los
problemas relativos a las temporales ni de las
dificultades qué de estas surgen
Ha concluido la fase preparatoria
El primer anuncio del Concilio, el 25 de enero 1959 fue
como la semilla que echamos tierra con Ánimo.
Ya pasaron tres años y los que día a día hemos visto
desarrollarse la menú de Semi a convertirse en la
bendición de Dios en gran árbol.
el arduo estudio de los cardenales obispos prelados
teólogos y canonistas y expertos de todo el mundo le a
su fin. El año 1962, se celebrará en el patriarca basílica
Vaticano en Dios que se fijarán segunda oportunidad que
la divina providencia se dignara depararnos
Llamamiento para el éxito
sobrenatural del Concilio
• hace llamado a todo el clero así secular como
regular esparcido por todo el mundo y a todas las
categorías de fieles pero recomendamos el éxito de
Concilio de modo especial a las oraciones de los
niños.
• También hace un llamado a las oraciones de las
iglesias separadas de Roma, a fin de que también
para ellos sea provechoso
• Que las constituciones sean eficaces ahora y para
siempre.
Mensaje de los padres
conciliares a todos los
hombres
20 de octubre 1962
Que brille a la faz de Jesucristo
• nos esforzaremos en manifestar a los hombres de
estos tiempos la verdad pura y sincera de Dios de
tal forma que todos los entiendan con Claridad y la
sigan con agrado
• dirigimos todas Nuestras energías y todos nuestros
pensamientos sobre nosotros prelados sobre la
Grey que se nos ha confiado para renovarnos de la
manera que aparezca a todo el mundo la faz
amable de Jesucristo.
Así amó dios al mundo
• Nos amó tanto que entregó a su hijo amado para que
pueda salvarnos de la servidumbre del pecado.
• Pues esta Unión de Cristo no puede apartarnos de las
obligaciones y trabajos temporales, por el contrario la
fe la esperanza la Caridad de Cristo nos impulsa a servir
a nuestros hermanos.
• Esperamos una renovación espiritual de la que proceda
igualmente un impulso fecundo que fomente los bienes
humanos los descubrimientos científicos.
La Caridad de Cristo nos apremia
• en este Concilio se ha de tener muy en cuenta todo
lo que a la dignidad del hombre se refiere todo lo
que constituye a una verdadera fraternidad de los
pueblos.
Los dos problemas de mayor
consideración que se nos Proponen
• No hay nadie absoluto que no detestes la guerra,
nadie por el contrario que no encie de La Paz.

• La Paz es deseado por la iglesia, ya que es madre de


todos.
• a través de los sumos pontífices Nunca ha dejado de
manifestarse públicamente su amor y su afán de paz
mostrándose siempre dispuesto a prestar
cordialmente su ayuda eficaz a cualquier propósito
sincero.
La virtud del Espíritu Santo
• No poseemos ni riquezas humanas ni poder terreno,
pero ponemos nuestra confianza en la fuerza del
Espíritu Santo prometido por Jesucristo a la iglesia.
• pedimos ardientemente que en medio de este
mundo alejado todavía de la paz anhelada por las
amenazas nacidas del mismo Progreso admirable Por
otra parte pero no siempre atento a la ley Suprema
de la moralidad brilla la luz de la gran esperanza en
Jesucristo nuestro único Salvador.

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