Grado: 10°A Ir a la búsqueda Los medios digitales son cualquier medio codificado en un formato legible para máquina. Los medios digitales se pueden crear, visualizar, distribuir, modificar y preservar en dispositivos electrónicos digitales. Programas informáticos y software; imágenes digitales, vídeo digital; videojuegos; páginas web y sitios web, incluyendo los medios de comunicación social; de datos y bases de datos; de audio digital, como MP3; y los libros electrónicos son ejemplos de medios digitales. Implican la interacción y uso de formato de texto, imágenes, elementos gráficos, animación y sonido, para crear productos digitales que puedan ser usados con o sin conexión. 1 Los medios digitales contrastan frecuentemente con los medios impresos, tales como libros impresos, periódicos y revistas, y otros medios de comunicación tradicionales o análogos, tales como imágenes, películas o cintas de audio. En combinación con Internet y la informática personal, los medios digitales han causado una ruptura en la publicación, el periodismo, el entretenimiento, la educación, el comercio y la política. 1. Uso (y no abuso) Es importante que desde que son pequeños se establezcan reglas y expectativas sobre el uso de Internet y exista un límite de tiempo para esto. Navegar y jugar juegos en línea representa un gran atractivo que puede ocupar gran parte del día de un menor, por eso, los adultos deben poner ese límite, pensando que cada minuto que pasa frente a la pantalla, es tiempo que está dejando de hacer otras actividades necesarias para su desarrollo, como por ejemplo, jugar. Se debe evitar que por estar conectado virtualmente, el niño deje de comunicarse presencialmente y descuide las relaciones interpersonales. internet ofrece un sinfín de herramientas y espacios que entregan información a los niños sin ningún filtro ni discriminación de la edad del menor. Por eso, es fundamental que los padres estén al tanto de los sitios por los que navega su hijo y se den el tiempo de navegar juntos. Para ello, es recomendable que el uso de Internet sea en un lugar abierto, donde el niño sepa que un tercero está supervisando el contenido y que conversen sobre los sitios que visitan. Asimismo, los padres deben enseñar a sus hijos y aconsejar sitios acordes para su edad e intereses. Existen algunas páginas webs que brindan una completa guía con este propósito. Por ejemplo, en el sitio Esrb.org se puede encontrar una guía respecto a la clasificación de los juegos de computador y consola. Ésta se basa en una serie de íconos que el niño puede aprender a identificar y que le permiten comprender la categorización del juego, así como el tipo de contenidos que podrá encontrar en cada uno de ellos. Hoy, todo lo que una persona hace o deja de hacer en las redes sociales va formando una identidad virtual. Ésta es una presencia en Internet que afecta la propia imagen y reputación real y que se materializa en las redes sociales. Por eso, desde que son pequeños, hay que enseñarles que con sus acciones dejan una huella digital, lo que puede ser bueno, porque es un registro para la vida, pero también puede ser negativo y repercutir en su vida posterior. Por ejemplo, es propio de la adolescencia querer viralizar videos o fotos, que de adultos, pueden arrepentirse que circulen en la web. Además, deben aprender a dimensionar el alcance que pueden tener los mensajes que dejamos por escrito en el mundo virtual, por lo que hay que formar la conciencia de mantener una sana imagen digital. Las redes sociales y otros medios de comunicación presentan riesgos para las personas, ya que no sabemos el alcance que pueden tener ni quién está detrás del computador. Por eso hay que hacer ver a los hijos desde que son pequeños los riesgos que presenta Intenet y enseñarles a protegerse resguardando su privacidad: saber con quiénes es prudente que comparta sus fotos o información personal, no conectarse con cualquier desconocido, no creer todo lo que se dice, no aceptar contenido sexual, discernir a quién se elige como “amigo”, no compartir sus claves, cerrar sus sesiones, etc., en el fondo, entregarles estrategias de un uso seguro de Internet. Es importante que establezcan una edad en que se estime conveniente para sumarse a las redes sociales, y que los padres estén al tanto, manteniendo cierto grado de supervisión, sobre sus interacciones para no exponerlos a los peligros que éstas presentan Otro de los peligros que presenta Internet es el anonimato.
Al “no dar la cara” es más fácil caer en comportamientos agresivos, discriminatorios o
abusivos. Es por eso que debemos enseñar a usar correctamente las redes sociales y otras herramientas de interacción, haciéndoles ver que hay que respetar a todas las personas que están detrás del computador aunque no las conozcamos. Por eso debemos fomentar el respeto y el buen trato, además de la conciencia del perjuicio y las repercusiones que puede tener cuando se descalifica o maltrata a alguien virtualmente, sobretodo por el alcance que tiene, la inmediatez de sus efectos y la perdurabilidad. Decir “eres tonto”, solo lo escuchan quienes estaban presenciando la ofensa, y a pesar del daño que causa, se va junto a las palabras. Pero al escribirlo a través de una red social, queda grabado y lo puede ver cuanta gente sea posible, por lo que el daño puede ser mucho mayor. A pesar de que se enseñe a los hijos desde pequeños sobre el uso seguro de Internet, el mundo online presenta amenazas de las que nadie está blindado. Por eso, es importante hablar sobre éstas con los hijos, por ejemplo, del ciberacoso o ciberbullying (ataques reiterativos a través de un medio online), el “sexting” (envío de contenidos eróticos o pornográficos) o el “grooming” (acciones de un adulto para ganarse la confianza del niño para luego abusar de él virtual o presencialmente), y hay que enseñarles a cómo actuar ante estos casos. De todas formas hay que estar siempre alerta al comportamiento del niño, si se siente incómodo al navegar o algo le inquieta, para poder determinar qué le ocurre y ayudarlo a tiempo. Para ello es necesario mantener un diálogo constante y que sienta la confianza de hablar con sus padres sobre estos temas. En esta nueva era, donde las tecnologías son parte de la vida cotidiana, es necesario darse el tiempo para enseñarle a los hijos desde que son muy pequeños los hábitos de buen uso, fomentando su seguridad y el comportamiento respetuoso, para formar buenos “ciberciudadanos”.