La civilización andina se desarrolló dentro del territorio de los
Andes centrales, abarcando la parte occidental y central de Sudamérica, incluyendo los territorios del Perú, Bolivia, norte de Chile. noroeste de Argentina y sur de Ecuador.
El hombre llegó a los Andes hacia los años 12.000 a. C, en
condición de cazador y recolector. Descubre las bondades de la naturaleza andina, los recursos básicos de subsistencia y se asienta en lugares especiales, como los valles de la costa y los interandinos.
Alrededor de los 4.000 a. C, con la experiencia ganada sobre
el territorio, se realizó uno de los eventos más importantes de nuestra historia: la domesticación de 100 especies de plantas y animales. Horizonte Temprano o Formativo: Los Chavín
Inmediatamente después, 3.000 años a. C, el hombre sale de
las cuevas y abrigos rocosos, fundando los primeros núcleos aldeanos. En los 2.500 a. C, ya aparecen templos, obviamente originando la formación de una clase social, los servidores del culto, que posiblemente fueron los primeros en asumir el control y la administración política.
Este período se conoce como Horizonte Temprano o
Formativo, por cuanto constituye el momento en que se origina la llamada «sociedad compleja andina», con organización social estratificada, economía agrícola, crecimiento de pueblos, etc.
Destaca la Cultura Chavín.
El Horizonte Medio: Los Huari
Posteriormente, durante el primer milenio de nuestra era, los
pueblos sometidos por la expansión del culto Chavín buscaban su independencia. Se rebelan ante los templos y sus servidores, destruyéndolos en muchos casos y convirtiéndolos en viviendas comunes o cementerios.
Estos grupos de emergentes se organizan en culturas regionales,
diferenciables unas de las otras, tales como Mochica, Vicus, Salinar en la costa norte, Maranga en la costa central, Nazca en la costa sur, etc.
El segundo Horizonte, llamado Medio, está ocupado por la
expansión de la cultura Huari. Se expande por todo el territorio pan-andino, dominando a los pueblos y culturas de la zona. El carácter de la expansión y la dominación fue más de carácter militar y económico, a diferencia de las de Chavín que fueron cultistas. Sociedades y Culturas Pre-incas Durante el siglo XI de nuestra era, nuevamente los pueblos se movilizan y logran independizarse del poder Huari, reorganizando sus antiguas posiciones, formándose nuevos señoríos y hasta confederaciones. Es así como surge Chimú en el norte, Chancay en la costa central, Chincha en el sur, los Chankas, Wankas, Collas, etc., en la sierra.
Cada uno de estos señoríos empezó a asumir el control sobre sus
territorios, buscando en muchos casos expandirlos. Surgen grandes centros poblados como Chanchan con los Chimú, Tambo de Mora con los Chincha, etc., que constituyen verdaderos complejos urbanos.
Los Quechuas asentados en Cusco, aliados con los Collas del
altiplano y los Antis de la región oriental, logran vencer a los Chankas y organizar políticamente una nueva administración, conocida en nuestra historia como el Imperio Incaico Conquista y Expansión de la Civilización andina
Fue recién a partir de Pachacútec, el noveno Inca, que se inicia la
expansión del Imperio. Logró vencer a los Chancas y Ayamarcas. Durante su reinado, de 1438 a 1471, el Imperio avanzó hasta lugares que ahora son parte del Perú, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina. Más adelante, se extendería hasta Pasto, Colombia. En el extremo opuesto, llegaría hasta el Río Maule, al Sur de lo que ahora es Santiago de Chile.
Las anexiones territoriales incaicas se hacían por negociación, o
sea mediante tratos con los Jefes de las poblaciones, a cambio de una serie de concesiones. De haber negativas a tales propuestas, las incorporaciones territoriales se realizaban por la fuerza, siempre tratando de respetar costumbres locales y aprovechar elementos propios de cada lugar. Conquista y Expansión de la Civilización andina
El padre de Pachacútec le sustituyó con su hermano Túpac Inca
Yupanqui, quien, durante su gobierno, entre 1471 y 1493, consolidó y amplió los territorios del Imperio.
Cuentan Cronistas que el mencionado Túpac, Inca número once,
con centenares de balsas, y una fuerza de varios millares de hombres, arribó a diversas islas de la Polinesia, en Oceanía.
En 1947, el navegante y explorador noruego Thor Heyerdhal
(1914-2002) encabezó una expedición que, partiendo del Callao en la balsa “Kon Tiki”, llegó a Islas de la Polinesia y demostró que la travesía de Túpac Inca Yupanqui pudo haber sido posible. Disolución de la Civilización andina
Antes de fallecer, en 1527, Huayna Cápac había dividido el Imperio
entre dos de sus numerosos hijos. Una porción para Huáscar, con sede en el Cuzco, y la otra para Atahualpa, más al Norte, cuyo centro estuvo en Cajamarca.
Lamentablemente, ambos hermanos pelearon entre sí, para
apoderarse de todo el Tahuantinsuyo. Fue en esa época que ingresan los conquistadores al Perú, en 1532, y hallan un Imperio dividido y ensangrentado por las luchas entre Huáscar y Atahualpa.
Pizarro comandaba una flota de tres barcos, con unos 200
hombres, alrededor de 40 caballos, y perros “dogos”, o “de presa”. La Captura de Atahualpa
En la plaza de Cajamarca, el fraile Vicente Valverde, se acercó
al Inca. Con la ayuda de un intérprete, le propuso convertirse al Catolicismo y que jurara fidelidad al Rey de España. Le dio una Biblia. Sin entender, Atahualpa arrojó el libro al suelo.
El alboroto aumentaba con el estrepitoso paso de los caballos,
que pisaban a la gente caída. Muchos creían que jinete y caballo era un solo ser. Huían despavoridos. Los perros de presa también se lanzaban contra los indígenas. Hubo una gran matanza, que terminó con la captura del Inca. El Rescate y la muerte de Atahualpa
Sabedor de la ambición de Pizarro y sus fuerzas por los metales
preciosos, Atahualpa ofreció, a cambio de su libertad, llenar un cuarto de oro y dos de plata, hasta donde alcanzaba su brazo extendido hacia arriba.
Se logró reunir lo acordado. Unas 5 toneladas de oro y 11 de
plata. Pero el Monarca fue traicionado por Pizarro, quien ordenó su ejecución, temeroso que fuese organizada una rebelión contra los españoles.
Atahualpa murió el 16 de julio de 1533, a los 30 años. Le dieron
dos opciones: Morir quemado, de negarse a ser bautizado; o ahorcado, si aceptaba convertirse al Cristianismo. Se decidió por la horca. La Toma del Cuzco
Pese a la muerte de Atahualpa, y de muchos indígenas, el
Imperio se mantenía de pie. Pizarro sabía que tenía que apoderarse de la auténtica capital de los Incas, del Cuzco. .
Del Cuzco se había sacado oro y plata para el rescate de
Atahualpa. Pero aún quedaba abundancia de esos metales preciosos en la capital del Imperio. El sagrado Templo del Coricancha fue desmantelado, así como muchos otros lugares. La fundación española del Cuzco se efectuó el 23 de marzo de 1534. La Fundación de Lima
Con el control del Cuzco, Pizarro se dedicó a la tarea de buscar
una ciudad para convertirla en capital del territorio que estaba conquistando. Al principio consideró a Jauja, por su buen clima y céntrica ubicación. Jauja fue designada capital provisional, en marzo de 1534.
Deseando Pizarro un lugar cerca del mar, se decidió levantar
la capital a orillas del Río Rímac, a poca distancia del Océano Pacífico. La fundación tuvo lugar el 18 de enero de 1535, con el nombre “Ciudad de los Reyes”, no por los Reyes de España, sino porque acababa de celebrarse la Fiesta de los Reyes Magos, de varios días de duración. Levantamientos indígenas
Pizarro había designado un emperador, Manco Inca, quien se
dejó convencer por los conquistadores. Más adelante, Manco Inca, hijo de Huayna Cápac, se rebeló al darse cuenta de los abusos de los conquistadores contra los indígenas.
En 1536 las fuerzas de Manco Inca sitiaron Cuzco y estuvieron
a punto de recuperarla. Los españoles lograron resistir, con el apoyo de nativos. Manco Inca se retiró a Vilcabamba, donde moriría asesinado, a la edad de 31 años. Aportes de la Civilización Andina
Cuando realizamos un viaje a la Sierra de nuestro Perú aún
podemos observar casas rojizas empotradas en la montaña; grandes extensiones de tierra preparada para los diversos cultivos, libres para el pastoreo de llamas y ganado vacuno y telares familiares en continua producción que soportan el paso del tiempo
La planificación, la construcción y el mantenimiento de las obras
viales, hidráulicas y de edificación forman un conjunto de procesos tecnológicos pragmáticos que se identifican con la personalidad de los incas para someter la naturaleza y ponerla a su servicio. Aportes de la Civilización Andina
Prueba de ello tenemos el perfeccionamiento de la agricultura,
ello implicó el mejoramiento de la tecnología del agua, la irrigación y la tecnología agrícola.
En los andes se perfeccionó y desarrolló un conjunto tecnológico
muy sofisticado de terrazas artificiales, llamadas andenes o andenería, que permitió utilizar la parte fértil de los andes. Esta tecnología aún subsiste en algunas partes alejadas de nuestra capital. Aportes de la Civilización Andina
Otro aspecto a resaltar es que en el antiguo Perú los ríos
pequeños se cruzaban por medio de puentes de distintas clases. Pero el tipo de puente que más llama la atención es el puente colgante, que por lo general se utilizaba para salvar barrancas estrechas y profundas.
Estos puentes se hacían tendiendo a través del claro 5 grandes
cables que se anclaban firmemente en una viga empotrada en pilas de mampostería en cada uno de los extremos, los cables eran de fibra trenzada largas y delgadas llegaban a tener unos cuarenta centímetros de diámetro, de estos tres forman el piso y los otros dos servían de pasamanos, estos se reparaban cada año tecnología que aún hoy se conserva. Aportes de la Civilización Andina
Una enorme cantidad de los vegetales que formaban parte
importante de la dieta básica incaica llegaron a Europa y se consumen hoy masivamente en todo el mundo sin que casi nadie tenga noción de su origen incaico, especialmente la papa, el tomate, el frijol, la calabaza y el maíz.
Mientras que otros están comenzando a hacerse más populares
luego de haberse descubierto en ellos notables propiedades nutritivas como el caso de la Quinua, a la que se sindica como el grano del futuro. Aportes de la Civilización Andina
Las lanas de alpaca y vicuña que utilizaban los incas en sus
telares, son las mismas lanas con las que se confeccionan algunas de las más finas prendas de abrigo que pueden conseguirse en estos días en sofisticadas tiendas de Europa y Estados Unidos.
Es importante también, destacar el reconocimiento mundial a esta
cultura, mediante el hecho de que los principales sitios que albergan el acervo histórico y natural de esta sorprendente civilización, como la Ciudad del Cuzco y el Santuario Histórico de Macchu Picchu en Perú, han pasado a formar parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, con el propósito de su conservación para las futuras generaciones