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CONTROL SOCIAL

Concepto de control social


■ Con esas palabras se trata de designar en conjunto todas
las normas colectivas así como también las autoridades y
los poderes sociales, que a diferentes niveles y de diversas
maneras, regulan la conducta humana en sus aspectos o
resultados exteriores.
■ Dentro de este concepto quedan comprendido distintas
realidades, por ejemplo: usos, costumbres,
convencionalismos, convicciones éticas, normas jurídicas,
autoridades familiares, eclesiásticas, pedagógicas,
jurídicas, determinados entes colectivos; mirada de
miembros conocidos de un mismo grupo pequeño, etc.
■ Podemos entender al control social, también como: “un termino colectivo
para aquellos procesos, planeados o no, por medio de los cuales los
individuos son enseñados, persuadidos o compelidos a adaptarse a los
usos y a las valoraciones de los grupos de que forman parte.
■ Los procesos de control social operan en tres niveles diferentes, o sea en
tres formas diversas:
a) Control ejercido por un grupo de sobre la conducta de los miembros
de otro grupo, por ejemplo una oligarquía política sobre la totalidad
del pueblo;
b) Control ejercido por un grupo sobre los miembros integrantes de este,
verbigracia por medio de los usos o de las costumbres que imperan
en un circulo, a través de las autoridades de una asociación; y
c) Control ejercido por unos individuos sobre otros individuos, sea por
influencia carismática, sea por virtud del prestigio, sea usando la
fuerza, etc.
■ Podemos diferencias el control social y autocontrol. En todo control
social nos encontramos con una autoridad colectiva que influye sobre
otros, mientras que, por el contrario, el autocontrol se refiere al
intento que hace un individuo para regular su propia conducta de
acuerdo con una valoración, con una norma, o con un propósito que
ha concebido previamente.
■ Existen controles individuales de carácter objetivo, pero referidos
esencialmente a la vida individual. Tales, por ejemplo: la influencia
que ejercen las creencias religiosas y las convicciones estrictamente
morales.
■ Existen controles individuales de carácter subjetivo, cual son los
impuestos por los deseos, las aspiraciones, los afanes o los anhelos
que alienten en una persona. Entonces esa persona, para conseguir
la realización de sus propósitos norma ella misma su conducta de
modo adecuado: se autocontrola para lograr la realización de lo que
le apetece, selecciona los medios para el cumplimiento de su
objetivo.
■ En los distintos tipos de autocontrol, este control trata de poner
prácticamente al sujeto de acuerdo consigo mismo, de llevarle a la
empresa de realizar su propio programa de vida, de facilitar la ledad
consigo mismo, de conseguir su individual autenticidad.
■ En cambio, en los controles sociales consisten en algún modo la
presión de una autoridad, coerción, estimulo, de carácter colectivo,
que viene desde fuera y tiende a modelar la personalidad y la
conducta del sujeto en concordancia con las convicciones vigentes,
con lo ordenado en los modos colectivos, o con lo dispuesto por las
autoridades de entes sociales. Toda forma de control social trata de
producir una especia de conformidad, solidaridad y de continuidad en
un grupo.
Principales medios y formas de control
social
■ Existen demasiados medios de control social, y tan diferentes que no seria posible
organizarlos todos, sin embargo, veremos los principales:
A. El uso de la violencia material directa, de la fuerza bruta: matanzas, conquistas,
pillaje, encadenamiento, esclavización, encierro, etc.
B. El empleo de la intimidación y el miedo para asegurar mediante la amenaza de la
fuerza la realización del propuesto deseado. Este es el método empleado por el
atracador contra su victima; el puesto en practica por un conquistado para
imponerse a las poblaciones que esclavizó –así, exempla gratia, por los nazis en
los países ocupados, por los soviéticos sobre Hungría y otros países satélites
dominados por el Imperio Comunista Ruso.
C. El Derecho, el cual es la forma de intimidación justificada, legitima,
pues caracteriza esencialmente a las normas jurídica la nota de
impositivdad inexorable, esto es, de poder ser implicadas mediante la
fuerza. Contienen pues las normas jurídicas una amenaza de
medidas violentas para el caso de su incumplimiento: por ejemplo, la
amenaza de una sanción penal en el caso de los delitos.

D. El empleo de fraudes o engaños para mediante ellos conseguir el


sometimiento de otras personas. Estos procedimientos los hallamos
en múltiples terrenos: en el político, en el mercantil y otros. Así,
antiguos reyes, nobles, magos, caudillos y privilegiados mantenían en
obediencia a sus súbditos y Asus subordinados haciéndoles creer
que poseían dotes sobrenaturales.
E. Por procedimientos de propaganda y métodos de persuasión no
fraudulentos los cuales, sin intención de engaños, se limiten a
llamar la atención sobre las bondades de determinadas
mercancías, o sobre las virtudes de ciertos hombres públicos, o
sobre la verdad de ciertas ideas.
F. Por procedimientos educativos en los cuales se combinan
múltiples y variados métodos formativos, informativos,
enriquecedores, refinadores, vigorizantes, etc, de la
personalidad.
G. Por medio de esclarecimientos científicos y técnicos, esto es,
por ilustraciones y enseñanzas sobre hechos científicos a los
que se ligan efectos técnicos beneficios, por ejemplo, consejos
higiénicos, excitativa de usar vacunas pertinentes, etc.
H. La literatura y el arte, puede efectuarse sin que haya existido ningún
propósito previo de esa dirección. Pero puede suceder también que
literatura y las artes sean utilizadas adrede con finalidades
preconcebidas de control social. Como ejemplo de lo primero,
tenemos la influencia que determinadas obras literarias ejercen al
poner en ridículo convencionalismos y costumbres cuyo sentido ha
caducado. Se produce entonces el efecto de las debilitación o
desaparición de esas costumbres, porque muchos sujetos les niegan
adhesión y observancia. La famosa novela “Sin Novedad en el
Frente” contribuyo a descredita en grandes sectores del mundo y
especialmente en algunos círculos alemanes el espíritu militarista.
I. La distribución del poder económico. La administración o distribución
de la riqueza de la pobreza por quien tenga poder para llevarla a
cabo, o al menos para propiciarle constituye obviamente un
poderosísimo medio de control social.
J. La acción del conductor, del guía, del líder, del caudillo por una
especial influencia que emana de su persona, por algo asi como un
efluvio carismático, por un poder de sugestión y de seducción que
determine que, sin coacción, sin intimidación, un gran numero de
gentes lo siga con entusiasmo.
K. La acción de la autoridad fundada en ordenamientos considerados
como legítimos desde el punto de vista racional; es decir, la llamada
dominación racional, la cual “descansa en la creencia de la legalidad
de ordenaciones estatuidas y de los derechos de mano de los
llamados por esas ordenaciones la autoridad”.
L. Por virtud del poder que ejercen las tradiciones, basadas en la
creencia de la santidad de las formas tradicionales, “que rigieron
desde lejanos tiempos, y en la legitimidad de los señalados por esa
tradición”, por ejemplo: mandos señoriales y feudales, mando de los
ancianos, etc.
M. El ofrecimiento de ventajas o beneficios en posición social, en lucro económico, en
ascenso o promociones, en rango profesional, en fama, en recompensas o premios
de diversas clases. Los hombres se mueven no solo para evitarse sinsabores,
perjuicios, penalidad, sino que se mueven también, sobre todo, para satisfacer
ambiciones, apetitos, deseos de vivir mejor, de disfrutar mas, de conseguir
mayores contentos y placeres.
El progreso y cambio social

■ La idea del progreso estriba en la creencia de que civilización se ha movido, se va


moviendo y se moverá en una dirección deseable. En este sentido, la idea del
progreso es una concepción de la historia, según la cual hay un determinado orden
en la sucesión e los acontecimientos, orden que realiza una mejora en la realización
de los valores, y orden que es considerado como una ley causal.
■ Al hombre moderno le ha parecido que el progreso es como una realidad
indubitable e indubitada. Claro que, en general, no se ha pensado el progreso como
una línea recta ascendente sin interrupciones o desviaciones. Los datos de la
historia, y las experiencias vividas en determinados periodos, han obligado a darse
cuenta de que ha habido y hay situaciones en la vida de los pueblos, y aun de
grandes sectores de la humanidad, las cuales han constituido interrupciones en
ascenso o retrocesos, o descensos, o desviaciones.
Principios sobre el progreso
■ Primer grupo: Realización de valores.
1. Todo descubrimiento o invención de un valor constituye un progreso.
2. Toda transformación de una cosa en bien (bonificación) constituye un progreso.
3. Toda institución destinada a realizar un valor es progreso, por imperfectamente que
desempeñe su cometido.
4. Toda mejor realización de un valor ya realizado es progreso. Esta mejor realización
de un valor puede llevarse a cabo de varios modos: por depuración, por facilitación,
por intensificación.
5. Todo aumento de bienes en cantidad constituye progreso.
6. Toda disminución de males constituye progreso, porque la eliminación de un mal
no debe considerarse como la simple negación de una cantidad negativa, sino
como la producción de un positivo valor.
7. Todo aumento de males constituye retroceso.
8. La conversión de un bien-medio en bien-fin no constituye progreso y puede
constituir detención o retroceso.
■ Segundo grupo: estimación de valores.
1. Todo aumento en la capacidad humana para estimar valores es un bien y un
progreso.
2. Toda rectificación de aberraciones estimativas constituye progreso. Esta
rectificación puede referirse tanto a la denuncia de estimaciones en si mismas
falsas, como al restablecimiento de la autentica jerarquía entre los valores.
1. Estos dos principios contienen propiamente el fin de la educación humana.

■ Tercer grupo
1. El fomento y desarrollo de un valor inferior con detrimento de otro valor superior es
un retroceso. En cambio, el descubrimiento de que ellos acontece y a la
rectificación consiguiente constituye un progreso. Por ejemplo: la abolición de la
esclavitud, que menoscaba el superior valor de la dignidad humana.
2. El progreso universal resulta de los progresos particulares, pero teniendo
esencialmente la jerarquía entre los valores.

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