Hay cinco tecnologías que prometen revolucionar la forma en que asignan los recursos y opera el comercio internacional. Algunas de ellas tienen que ver con la propia eficiencia de los procesos, otras con acercar el mercado global a las regiones más aisladas. Esta es la visión del Foro Económico Mundial.
Camilo Ibrahim Issa
Hace no demasiado tiempo, el comercio internacional no dejaba de ser un tema aburrido, de esos que ocupan la segunda parte de los periódicos y quedan relegados a un plano fácilmente olvidable de la agenda pública. Sin embargo, esta situación ha cambiado notoriamente en los últimos tiempos: la aprobación y posterior retirada del Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea y Estados Unidos (y su homólogo con Canadá) y las políticas proteccionistas de Donald Trump (con la incorporación de nuevos aranceles a las importaciones tanto europeas como chinas y de sus socios americanos, México y la propia Canadá) han echado leña sobre un fuego aparentemente estable.
Camilo Ibrahim Issa
Pero en todas estas discusiones, de marcado carácter político, falta un foco mediático clave sobre el que quizás sea la mayor revolución que vivirá el comercio global en los próximos años: la cuarta revolución industrial, esa anunciada llegada de procesos más inclusivos y eficientes en la cadena de valor.
Camilo Ibrahim Issa
La disrupción tecnológica no es nueva para el sistema de comercio global. La revolución de la máquina de vapor conectó el mundo como nunca antes. La invención de contenedores de envío sentó las bases para la globalización. Más recientemente, tecnologías como el reconocimiento óptico de caracteres (OCR) para leer números de contenedores, la identificación por radiofrecuencia (RFID) y la introducción de códigos QR para identificar y rastrear envíos, o la digitalización básica de documentos comerciales, han mejorado la fiabilidad y la eficiencia del comercio internacional.