RAFAEL SANTANDREU

• Psicólogo (Barcelona 1969) formado inicialmente en la Universidad de Barcelona.

• Tubo una etapa como profesor de la Universidad Ramón Lull, en la década de 2000
• tuvo la oportunidad de estudiar y trabajar con el célebre terapeuta Giorgio Nardone
• En la actualidad, dedica buena parte de su tiempo a la docencia de médicos y psicólogos
• Además también hacia la divulgación a través de medios como la revista Mente Sana, de la
que ha sido redactor jefe
• Gran comunicador, se caracteriza por su lenguaje sencillo, con gran cantidad de anécdotas y
neologismos de creación propia: "terribilitis"
• Ha participado en diversos programas de televisión, habiendo sido colaborador habitual en el extinto
programa de televisión pública española.
• Participa actualmente en el programa "a punto con la dos", en su la sección de psicología, a punto
para vivir
OBRAS:
• ESCUELA DE FELICIDAD
• LAS CLAVES DEL CAMBIO PSICOLOGICO Y LA TRANSFORMACION PERSONAL
• EL ARTE DE NO AMARGARSE LA VIDA
• LAS GAFAS DE LA FELICIDAD
• LA TRANSFORMACIO PERSONAL
 ¡BASTA DE DRAMATIZAR!
• Este capítulo trata de una chica llama Eva de 25 años, profesora de
educación inicial, viviendo hace dos años en Barcelona por motivos de
trabajo.

• Eva necesitaba ayuda de un psicólogo lo más antes posible, ya que tenía

una ansiedad que ponía su autoestima por los suelos.

• Tomó la primera cita al día siguiente que se comunicó con Rafael

(Psicólogo), ella comienza a contarle entre lágrimas lo mal que se sentía
por ser bajita, que no podía tolerarlo. Aunque Eva tenía el cuerpo
proporcionado tenía ese complejo desde los 16 años, tanto que inventó
tener una enfermedad “Alergia al sol”. No dejaba que la vean sin tacones,
ni su novio, dormían juntos y al levantarse tenía sus tacones.
• La primera sesión fue complicada porque Rafael le dijo
que era bajita, casi enana y Eva muy avergonzada se puso
pálida.

• Pasaron los días, sesión tras sesión ella fue mejorando, ya

no estaba obsesionada con su altura, solo
ocasionalmente.

• Hasta que un día llegó Eva al consultorio muy contenta

diciendo que ya está curada porque traía unas zapatillas
Nike y ya no unos tacones.
• Rafael le preguntó como se sentía y ella respondió: Estupendo. Eva paseó por todas las calles
de la ciudad. Él muy contento por el desecho de su creencia irracional.

• Ese día, “El día de su liberación”, Eva descubrió que la altura jamás había importado,
comprobándolo con su novio, ella tenía puesto las zapatillas, le mostró y él la seguía viendo
hermosa como todos los días.

• Gracias a todas las sesiones, Eva pudo recuperar su autoestima y sentirse bien con lo que
tiene.
 ERES UNA MAQUINA DE EVALUAR

• Los seres humanos somos máquinas de evaluar, evaluamos todo lo

que nos sucede nos tomamos un café y, mientras lo saboreamos,
un rincón de nuestro cerebro está preguntándose: ¿Esta bueno?,
¿Me despierta?, ¿Disfruto de este descanso?, ¿Repetiré la
experiencia?… No podemos dejar de hacerlo. De hecho,
evaluamos de manera tan constante que, prácticamente, no nos
damos cuenta de ello, es como respirar.

• Esta valoración, en definitiva, busca determinar si los eventos son

buenos o malos para nosotros, beneficiosos o perjudiciales,
pues bien, esta evaluación es crucial para nuestra salud mental. La
calidad de esta evaluación depende de nuestra fuerza o nuestra
vulnerabilidad.
 LA LINEA DE EVALUACION DE LAS COSAS DE LA VIDA

• Es una especia de línea o continuo donde se sitúa todo lo que nos sucede o podría suceder

• En realidad, las posibilidades de evaluación son inagotables. Un

hecho determinado podría ser muy malo, un poquito más
malo, un poquito más más malo, y así hasta el infinito. Los
términos, bueno, malo, genial y terrible; son solo formas de
hablar, representaciones esquemáticas, que podrían ser otros
términos, como positivo, negativo, fabuloso o desastroso.
Pero lo interesante es básicamente los límites: el genial y el
terrible; ¿Qué significan esos términos?
• Cuando decimos que determinado evento es
terrible o sería terrible si sucediese, queremos
decir que:
 No puedo ser feliz
 No debería haber sucedido
 No lo puedo soportar
• Pero cuando decimos que algo es genial o si
sucediese, seria genial significa que:
 Seguro que voy hacer feliz ¡Para siempre!

• Las personas más vulnerables a nivel emocional

tienden a evaluar todo lo que les sucede o podría
sucederles en el peor extremo terrible, dándoles
la enfermedad llamada LA TERRIBILITIS; ya
que es la madre de todos los trastornos
emocionales.
¡NO LO PUEDO SOPORTAR!

COMPLEJOS
INSIGNIFICANTES

TENER PECHOS
PEQUEÑOS

PENSAMIENTO
ERRADO
 REFLEXIONEMOS…

• Si consideramos la idea de tener los pechos

pequeños como algo “un poco malo" se podría
decir que la emoción será de un disgusto
moderado, pero si la juzgamos de “terrible" la
emoción será de ansiedad y depresión.
• Las emociones que sentimos son siempre
producto de nuestros pensamientos o
evaluaciones, es decir, si pensamos en algo malo o
negativo, nuestras emociones serás de disgustos,
caso contrario sería si pensamos en nuestras
carencias pero sin darle el valor de algo terrible,
ahí notaríamos la diferencia y tendríamos
emociones de alegría y tranquilidad.
• La forma correcta de pensar es
“Aunque tuviera los pechos
demasiados pequeños sería igual
de feliz” y es allí donde logran
comprender que la mayor parte
de las adversidades no son ni
“muy malas” ni “terribles", ese
convencimiento mantendrá en
calma a estas chicas, he ahí el
secreto.
 OBJETIVIDAD EMOCIONAL

• Cuando digo que enseño a evaluar con criterios

objetivos quiero decir que hemos de intentar
basarnos en lo que dice la ciencia o el conocimiento
más riguroso posible. En ese sentido, suelo decirles a
mis pacientes frases del estilo: “Cuando leo libros de
biología siempre me dicen que las necesidades
básicas de las personas son agua, sales, minerales,
etcétera; ¡pero todavía no eh leído que necesitamos
unos pechos grandes!”.

• Pero las personas obsesionadas con tener los

pechos pequeños medianos o grandes creen que
ellas si lo necesitan por cualquier peregrina razón
que no convence a nadie, salvo a ellas mismas.Y ese
no es un criterio objetivo.
• En segundo lugar, la sana comparación es una condición esencial
para poder evaluar con mayor corrección y tener una mente más
saludable. Para saber si algo que me ha sucedido o me podría
suceder es <<un poco malo>> o más bien es <<terrible>>>,
tengo que comparar esta situación con <<todo>> lo que me
podría suceder.

• Los seres humanos sabemos, conocemos, a través de distinguir

diferencias y comparar unas cosas con otras. Por lo tanto,
cualquier intento de ser más objetivos pasa por comparar de la
forma más eficiente posible. ¡Si queremos saber, hay que
comparar! Pero para hacerlo bien hay que comparar con todo el
mundo, con la comunidad de todos los seres humanos, con todas
las posibilidades reales que se dan en la vida, sin esconder la
muerte, las enfermedades, las carencias básicas…
• Pero, en mi opinión, hay que abrirse a la realidad del
mundo porque la situación de otras personas que
viven en entornos diferentes nos informa, una vez
más, de las necesidades básicas de los seres humanos.
Si una familia china o africana vive feliz porque
tienen cubiertas las necesidades básicas de
alimentación, eso significa que los seres humanos en
general pueden ser felices una vez cubiertas esas
necesidades.
• Calificar de <<terrible>> todas las cosas negativas
que nos suceden nos es nada constructivo. Por lo
tanto, o más constructivo es intentar calificar lo que
nos sucede en la zona central de la Línea de
Evaluación de las Cosas de la Vida.
• Aquí debería hacer una apreciación importante:
intentar calificar los sucesos negativos como sufrir
un robo o perder el trabajo como <<normales>> o
<<inocuos>> o incluso como <<buenos>> sería tan
malo errado y antinatural como terribilizar, e incluso
peor. De lo que hablamos aquí es de evaluar en su
justa medida.
 UNA REGLA PARA MEDIR

• El caso de Francisco Feria (Paquito) un sordociego.

• Formas de comunicación de Paquito
Las personas como Paquito nos enseñan una importante lección, que
consiste en tener el suficiente criterio para saber si cualquier suceso
es más o menos malo respondiendo a la siguiente pregunta: “¿En
qué medida esto que me ha pasado (o me podría pasar) me
impide llevar a cabo acciones valiosas por mí o por los
demás?”
 ¿HAY ALGO TERRIBLE?

• Hemos hablado de Paquito, el sordociego de Madrid que se niega a calificar su situación de

“terrible”. Como él, hay tantos otros – enfermos, impedidos…- que escogen aprovechar su vida
haciendo algo positivo hasta el mismo día de su muerte, suceda lo que suceda.
• Es por eso que esas personas nos enseñan que todos tenemos esa opción y esa es la puerta que
nos permitirá disfrutar de la vida incluso en situaciones comprometidas.
• Esto nos da a entender que cuando el individuo tiene una mínima consciencia
filosófica, ya que todos tenemos una filosofía vital determinada, un buen
ejercicio comparativo le enseñara que los seres humanos necesitamos poco
para ser felices.
• Con este capítulo hemos aprendido que:

1. Si nos detenemos a pensar sobre la realidad, nos damos cuenta de que muchas
veces, exageramos la relevancia de las adversidades.
2. Esa exageración tiene consecuencias emocionales nocivas.
3. Aprender a evaluar lo que nos sucede con realismo y objetividad nos hace más
fuertes y tranquilos.
4. Uno de los mejores criterios para saber si algo es “un poco malo” o “muy malo” es
preguntarse: “¿En qué medida eso me impide hacer cosas valiosas en mi vida?”
Gracias por su atención.