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VICTIMOLOGIA

Etimológicamente «victimología» proviene


de la palabra latina víctima y de la raíz
griega logos, que significa estudio o
tratado de la víctima.
G. Gulota (1987) la definió como la
disciplina que tiene por objeto el estudio
de la víctima de un delito.

Mendelsohn la define como la ciencia


sobre la víctima y la victimidad.

Actualmente se refiere al estudio de las


víctimas en general, sin mayores
restricciones
Etimológicamente la palabra víctima
proviene del latín y alude a una personas
sacrificada o destinada para el sacrificio,
lo que designa un rol y no una
experiencia.

El diccionario de la Lengua Española


(1992) la define como una persona que
padece un daño por culpa ajena o por
causa fortuita
La Organización de Naciones Unidas
define a la víctima como aquella persona
que, individual o colectivamente, haya
sufrido daños, inclusive lesiones físicas o
mentales, sufrimiento emocional, pérdida
financiera o menoscabo de sus derechos
fundamentales, como consecuencia de
acciones u omisiones que violen la
legislación penal vigente de los estados
miembros.
El relevante señalar que el padre Antonio
Beristain (1976 – 2000), director del
Instituto Vasco de Criminología, considera
que no podemos hablar de «víctima» en
singular ya que nunca los daños cometidos
por el victimario quedan en una sola
persona sino que afectan directa o
indirectamente a su entorno familiar y
social.
Históricamente la forma de abordar el
conflicto y el papel que se le reconocía a
la víctima ha ido variando. El jurista
español Antonio García-Pablos divide su
historia en cuatro momentos.
Antiguamente, las víctimas o los familiares
directos de ellas tomaban la justicia por
sus propias manos. Imperaba el modelo
de la venganza privada, donde la justicia
era ejercida directamente por la víctima
hasta el grado de satisfacción, el cual
frecuentemente excedía el daño original.
Daba lugar a círculos viciosos
Se formula la Ley del Talión cuyo sentido
original es: No más que un ojo por ojo, no
más que un diente por un diente, no mas
que una vida por otra vida. De esta forma
se restringe el ilimitado derecho a la
venganza que tenía la víctima.
Incorporando el concepto de
proporcionalidad y ecuanimidad.
El victimólogo Drapkin señala al respecto
que la primera intervención de los
primitivos legistadores fue para defender
al victimario (delincuente) y no a la
víctima.
Por tanto a partir del s. XVIII el Estado
monopoliza la reacción penal y prohíbe a
la víctima castigar las lesiones de sus
intereses.
Desde la ciencia criminológica, se víctima
se empieza a nombrar con los estudios
positivista, encabezados por Lombroso,
Ferri y Garófalo. Lombroso plantea la
necesidad de indemnizar a la víctima;
Ferri, acusa en sus obras del olvido de las
víctimas; y Garófalo dedica una obra a la
«indemnización de las víctimas del delito»
Los orígenes del movimiento
victimológico surgen a partir de los años
40 del siglo pasado tras la II Guerra
Mundial cuando se empiezan a producir
una aproximación científica de las víctimas
Hans Von Henting, criminólogo alemán
exiliado en EE UU, inicia el estudio
académico de las víctimas. Este autor se
focalizó en la interacción entre el
delincuente y la víctima. Acuñó el
concepto de «pareja criminal» formada
por el delincuente y la víctima.
El abogado israelí Benjamin Mendelsohn
estudia la «pareja penal», y realiza una
clasificación de las víctimas sobre la base
de la culpabilidad de éstas en la
producción del delito. Señala que en un
delito se debe considerar tanto factores
relativos al delincuente como a la víctima.
La consolidación llega en los 70 con el I
Simposio Internacional sobre victimología
(Jerusalén, 1973).

En 1976 aparece Victimology ( publicación


periodica especializada) y se crea la
atención a víctimas de violación en el
Reino Unido.
En 1980 se crea la sociedad Internacional
de victimología en Munster (Alemania) y,
posteriormente, se destacan una serie de
convenciones y declaraciones
internacionales. Asimismo, las
legislaciones fueron incorporando normas
destinadas a otorgar un lugar a las
víctimas en el proceso de penal
Victimología como ciencia autónoma: Los
tratadistas reconocen el estatus científico
de la Victimología, afirmando que posee
un objeto, método y fin propios. Entre
ellos, se encuentran Mendelsohn que
define la Victimología como “la ciencia
sobre las víctimas y la victimicidad”
Victimología como parte de la
criminología: Hay un grupo de autores que
niega la autonomía científica de la
Victimología, entre los que se encuentran
Fattah que la define como aquella rama de
la criminología que se ocupa de la víctima
directa del crimen y que designa el
conjunto de conocimientos biológicos,
sociológicos, psicológicos y
criminológicos concernientes a la víctima
Negación de la existencia de la
victimología: Hay un grupo de autores que
no sólo no reconocen autonomía a la
Victimología, sino que niegan su
existencia misma. Entre ellos, se
encuentran Jiménez de Azua quien
sostiene que el asunto no consiste en crear
una nueva ciencia, sino en poner varias a
contribución para establecer el papel de
la víctima en los delitos;
El enfoque conservador es fundamentalmente positivista
y por lo tanto causalista. Entiende que la victimología
estudia las relaciones victima-criminal y es concebida
como una rama de la criminología. Su modelo de
explicación es el consensual, lo que implica que la
sociedad es captada como una estructura bien
integrada, persistente y estable, basada en el
consenso de los valores imperantes. La ley refleja los
deseos y esperanzas colectivas y representa el sentir
popular, por lo tanto, sirve a todos por igual,
protegiendo al ciudadano de la victimización.
Sostiene que la ley no existe porque los individuos estén
generalmente de acuerdo con la definición de lo
bueno y lo malo, sino precisamente porque están en
desacuerdo. La sociedad es captada como múltiple y
plural, donde coinciden grupos de diferencias
marcadas y por lo tanto, valores, metas e intereses
diversos y aun contradictorios. Consideran a la
criminalidad no desde la conducta, sino desde la
respuesta que provoca. La conducta criminal es la que
se etiqueta como tal, y por lo tanto, el sujeto es también
etiquetado como criminal o desviado.
El modelo conflictual seguido por la victimología de
corte crítico reconoce en las diferencias sociales, en
los diversos grupos y en sus conflictos de valores,
metas e intereses los factores fundamentales de
victimización. El fondo real del conflicto es la lucha de
clases, la lucha por el poder, que unos tratan de
obtener y otros de mantener. La ley defiende los
intereses de aquellos que tienen el poder para hacerlo;
el aparato judicial por lo tanto no es neutro, y protege
los intereses de la clase en el poder, y no de la
colectividad en general. Concibe al Estado y su
sistema de justicia como naturalmente victimizador,
Las tipologías victimales son clasificaciones
desarrolladas por diversos autores para estudiar el rol
de la víctima en el hecho conflictivo que la tuvo como
sujeto pasivo. Ellas no deben ser entendidas como
categorías inamovibles y aplicadas de forma mecánica,
ya que cada hecho debe ser analizado en forma
individual de acuerdo a las especiales y particulares
características del mismo
Mendelsohn fundamenta su clasificación en la
correlación de culpabilidad entre víctima e infractor.
Es el único que llega a relacionar la pena con la actitud
victimal. Sostiene que hay una relación inversa entre la
culpabilidad del agresor y la del ofendido
víctima completamente inocente o víctima ideal
(víctima inconsciente, es la que nada ha hecho o nada
ha aportado para desencadenar la situación criminal
por la que se ve damnificada, por ejemplo, producto de
un arrebato), víctima de culpabilidad menor o
víctima por ignorancia (se da un cierto impulso no
voluntario al delito, la persona por cierto grado de
culpa o por medio de un acto poco reflexivo causa su
propia victimización, por ejemplo, la mujer que se
provoca un aborto por medios impropios pagando con
su vida su ignorancia),
víctima igualmente culpable como el infractor o
víctima voluntaria (pareja que pacta el suicidio,
muerte asistida o eutanasia, el esposo que mata a la
mujer enferma y se suicida, etc), víctima más
culpable que el infractor (incluye a la víctima
provocadora y a la víctima por imprudencia), víctima
más culpable o víctima únicamente culpable
(incluye a la víctima infractora o por legítima defensa, a
la víctima simuladora que inculpa a un inocente otro
concientemente y a la víctima imaginaria que
generalmente posee serias psicopatías de carácter y
conducta).
Elias Neuman elabora una clasificación cuya
característica esencial radica en que permite nuevas
formulaciones y ajustes. Elabora la siguiente
clasificación: víctimas individuales, víctimas familiares,
víctimas colectivas, víctimas sociales y victimas
supranacionales de naciones.
 FACTORES QUE PREDISPONEN A CIERTOS
INDIVIDUOS A CONVERTIRSE EN VÍCTIMAS.
 Fattah sostiene que es el conjunto de factores que
predisponen a una persona o grupo para ser víctima e
incluye las siguientes predisposiciones:
biopsicológicas (edad, sexo, estado físico),
predisposiciones sociales (oficio, condición
económica, condiciones de vida), predisposiciones
psicológicas ( negligencia, confianza, carácter, etc).
“Teoría de las actividades rutinarias” (Cohen y Felson,
1979), la victimización ocurrirá cuando convergen,
temporal y espacialmente, un delincuente motivado y
una víctima (o blanco) apropiada en ausencia de una
vigilancia efectiva.

Otra teoría, derivada directamente de las encuestas de


victimización, postula que el riesgo de victimización
dependerá del “estilo de vida” de la persona, que la
llevará a exponerse en mayor o menor grado a los
delincuentes potenciales (Hindelang y otros, 1978).
Por lo general se caracteriza por una permanente
vivencia del mundo como peligroso lo que conlleva a una
evaluación subjetiva de amenaza, lo que conduce a un
sentimiento de desamparo que refuerza la preocupación
excesiva y produce un pesimismo generalizado con gran
suspicacia. Se genera desde esta falta de seguridad una
vivencia escindida del mundo en el que muy pocas
personas están al lado de la víctima y el resto del
mundo es vivido, en mayor o menor medida, como
enemigos o bien como traidores.
La victimización se diferencia de la traumatización, en
que esta última es un concepto genérico que alude al
impacto producido por fenómenos naturales y/o
sociales. En cambio, la victimización implica una
interacción particular con un otro
La denuncia tiene un doble valor y significado para la
víctima; en primer término, es una toma de posición
frente a lo sucedido en el hecho delictivo y, en segundo
lugar, es en sí un pedido de ayuda a la sociedad que se
realiza desde una situación y vivencia de pánico y temor
por la violencia sufrida
CORPORACIÓN DE ASISTENCIA JUDICIAL DE LA REGION DE
VALPARAISO (2007) ATENCIÓN A VICTIMAS DE DELITOS
VIOLENTOS. REFLEXIONES DESDE LA PRACTICA (2001 –2007)

VICTIMOLOGIA: APROXIMACIONES PARAUN MODELO DE INTERVENCIÓN


INTEGRAL CON VÍCTIMAS (cap. 2.1) LA VICTIMA EN EL PROCESO PENAL UNA
PROPUESTA DE ABORDAJE PARA LAFASE DE RESOLUCION JUDICIAL (cap.2.3)

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