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Bachilleres:
Perez Kevin CI. 25160611
Rincones Freddy CI 20109651
Dr. Luis Colmenarez Rivas Mariangel CI. 25750315
Rodriguez Winder CI. 24937253
Roel Francisco CI. 25813216
Rueda Sinai CI. 26179198
Vazquez Jenifer CI. 25652382
Zamora Angelys CI. 25065719
Historia y epidemiologia
• Aurícula derecha
• Ventrículo derecho
• Aurícula Izquierda
• Ventrículo izquierdo
Capas del corazón
Angina Inestable
Infarto no Q Infarto Q
Manifestaciones clínicas
Presentación típica
• Dolor torácico opresivo intermitente o prolongado,
irradiado a brazo izquierdo o mandíbula
• Diaforesis
• Nauseas
• Disnea
• Sincope
Presentación atípica
• Dolor tipo punzada
Mas común en pacientes
• Síntomas G.I ancianos, mujeres, y
• Disnea creciente enfermedades renales.
Cambios Electrocardiográficos
Normal
Tratamiento fibrinilitico
Intervención coronaria
percutánea
Complicaciones
Los programas de rehabilitación cardíaca se recomiendan después del SCA e incorporan estrategias para
mejorar la observancia al tratamiento médico y los cambios en el estilo de vida. Los componentes de la
rehabilitación cardíaca incluyen ejercicio, nutrición, terminación del tabaquismo, medidas psicosociales y
educación. La educación es un elemento esencial de los programas de rehabilitación cardíaca y a
menudo se incorpora con otros aspectos del programa. Se incluye la educación relacionada con el
ejercicio, nutrición, eliminación del tabaquismo y medicamentos. La observancia del programa de
rehabilitación cardíaca o de cualquiera de sus componentes puede ser difícil en extremo. Entre los
factores que influyen en la participación y cumplimiento están la referencia al médico, aspectos del
reembolso, distancia y transporte, y apoyo social.
Caso clínico
Mujer de 59 años, hipertensa, diabética, exfumadora, que acudió a urgencias por dolor
torácico, llevaba una vida y una actividad adecuadas para su edad y no tenía antecedentes
cardiovasculares. Años atrás había sido diagnosticada de un hipotiroidismo subclínico y era
posmenopáusica, sin tratamiento hormonal sustitutivo. Como antecedente de interés, presentó
diagnóstico de anemia microcítica grave (sin especificar las cifras de hemoglobina), remitida para estudio
por el servicio de digestivo del hospital; se realizó colonoscopia y gastroscopia. En estas exploraciones los
únicos hallazgos destacables fueron una hernia de hiato y anillo de Schatzki. La biopsia fue negativa para
enfermedad celiaca.
En la exploración física se apreció presión arterial de 140/80 mmHg, sin signos de mala
perfusión o fallo ventricular. Ante los hallazgos electrocardiográficos en urgencias, se le administró una
cafinitrina sublingual y quedó asintomática. Se administró también carga de AAS de 250 mg y 600 mg de
clopidogrel, y se avisó al cardiólogo de guardia, quien comprobó que la paciente se encontraba
asintomática y estable, aunque mantenía los cambios del ECG. Se determinó la troponina T de alta
sensibilidad, que era de 18 pg/ml al ingreso y pasó a 59 y 57 pg/ml a las 3 y a las 6 h respectivamente.
Los demás parámetros bioquímicos y de hematimetría resultaron normales. De esta manera se
diagnosticó de síndrome coronario agudo sin elevación del ST (SCASEST) y se estimó un riesgo de
sangrado CRUSADE de 30 (moderado) y un riesgo GRACE de 139 (moderado-alto). En ese momento se
decidió realizar cambio del inhibidor del receptor P2Y12 a ticagrelor; se administró en el momento una
dosis de carga de 180 mg y se prescribió 90 mg/12 h. El resto de su tratamiento se compuso de
anticoagulación con enoxaparina 80 mg/12 h, ramipril, bisoprolol, omeprazol y atorvastatina, además de
100 mg de AAS.
La paciente quedó ingresada y permaneció estable y asintomática, sin signos ni síntomas de
insuficiencia cardiaca. Nunca presentó signos de sangrado digestivo, la hemoglobina se mantuvo
en torno a 12,5 g/dl. En la ecocardiografía se apreció una amplia acinesia anteroapical con función
ventricular izquierda por estimación biplanar del 40%, sin otras alteraciones. Por estos hallazgos,
se añadieron al tratamiento 25 mg de eplerenona. Se realizó cateterismo cardiaco 48 h después, y
se apreció una lesión suboclusiva con trombo en el segmento medio de la arteria descendente
anterior, por lo que se implantó un stent recubierto de everolimus de 3 × 12 mm, sin
complicaciones y con buen resultado final. La paciente evolucionó después de manera satisfactoria
y recibió el alta a las 24 h del procedimiento. Tres meses después, la paciente se encontraba libre
de angina y sin disnea u otros síntomas de insuficiencia cardiaca ni evidencia de sangrados.
Electrocardiograma
realizado a la llegada a
urgencias de la paciente
del caso 2, en el que se
puede ver una
taquicardia sinusal con
descenso del segmento
ST y ondas T negativas en
las derivaciones I, aVl y
V1-5
Del caso expuesto, merecen comentario varios puntos. Primero, la importancia de identificar no solo el
riesgo isquémico, sino también el hemorrágico. La valoración del riesgo de hemorragia es de vital importancia en
estos pacientes. En el caso presentado se hizo de dos modos, mediante la historia clínica del antecedente de
hemorragia digestiva y de sus exploraciones complementarias previas, ausencia de sangrado en curso y estabilidad
de la hemoglobina. Además, se utilizó la escala de riesgo hemorrágico derivada del estudio CRUSADE y se adjudicó
un riesgo hemorrágico moderado durante su estancia. Esto es de vital importancia, como ya se ha expuesto en otro
artículo de la presente monografía, principalmente por la implicación pronóstica que conlleva sufrir un evento
hemorrágico durante el episodio isquémico en cuanto a aumento de la morbimortalidad. Sufrir un sangrado mayor
durante el ingreso del evento índice aumenta 5 veces el riesgo de muerte en los siguientes 30 días de seguimiento.
La presencia de un sangrado mayor no solo se relaciona con muerte, sino también con un aumento de riesgo de
eventos isquémicos recurrentes, incluidos el infarto de miocardio y el ictus. Los mecanismos fisiopatológicos que
engloban estos fenómenos son varios y ya se han enumerado en otra parte de la presente monografía.
Se estimó que el riesgo de sangrado que presentaba esta paciente era moderado-alto según la escala GRACE. En
cuanto a la elección del fármaco, en nuestro caso influyó que se le hubiera administrado la dosis de carga de
clopidogrel a su llegada a urgencias y que no conocíamos la disponibilidad de la sala de hemodinámica en las
siguientes 24 h, por lo que se prefirió no seguir sin administrar un inhibidor del receptor P2Y12 durante ese tiempo.
El ticagrelor, en el ensayo clínico PLATO. demostró un beneficio clínico evidente en pacientes en todo el espectro
del síndrome coronario agudo. Es interesante destacar la reducción de la mortalidad total registrada con ticagrelor
y la reducción de la incidencia de trombosis del stent registrada en dicho ensayo clínico. En ningún momento la
paciente tuvo contraindicaciones o característica alguna de precaución para el uso de ticagrelor, Una alternativa
habría sido utilizar prasugrel, puesto que la paciente era diabética y no tenía contraindicación ni ninguna de las
características de precaución con este fármaco. El beneficio clínico que mostró el prasugrel en el TRITON-TIMI 38,
fue mayor en el subgrupo de diabéticos (HR = 0,74; p = 0,001) sin aumentar el riesgo de sangrado. Sin embargo, el
prasugrel no puede emplearse en pretratamiento, por lo que su uso queda para el momento en que se decide
llevar a cabo un ICP.
Estos pacientes, son aquellos que presenten contraindicaciones a los nuevos agentes,
alguna característica de precaución, los que hayan recibido terapia fibrinolítica en las
últimas 48 h (en el caso de síndrome coronario agudo con elevación del ST [SCACEST])
o tengan alergias demostradas a estos compuestos.
En resumen, se expone el caso de un SCASEST de riesgo moderado-alto y se
resalta también la valoración del riesgo de sangrado en primer lugar, lo que no solo es
determinante en el pronóstico de estos pacientes, sino que avala la elección del
tratamiento con un nuevo antiagregante.