0 Bewertungen0% fanden dieses Dokument nützlich (0 Abstimmungen)
17 Ansichten20 Seiten
Algunas citas del libro Romo Feito, Fernando. “El lugar de la hermenéutica”. Hermenéutica, interpretación, literatura. México: Anthropos, 2007. (13-35).
Algunas citas del libro Romo Feito, Fernando. “El lugar de la hermenéutica”. Hermenéutica, interpretación, literatura. México: Anthropos, 2007. (13-35).
Algunas citas del libro Romo Feito, Fernando. “El lugar de la hermenéutica”. Hermenéutica, interpretación, literatura. México: Anthropos, 2007. (13-35).
Romo Feito Las tareas clásicas que la hermenéutica asigna al intérprete son comprensión, explicación y aplicación. (37)
En Agustín hay un precedente desde encontrar lo
que se comprende hasta el modo de hacerlo público. Scheleiermacher reduce la hermenéutica a la comprensión y desplaza la explicación (retórica). La vinculación de los términos se mantienen desde Scheleiermacher: “La hermenéutica reposa sobre el hecho de la no comprensión del discurso […] el arte de la interpretación es, pues, el arte de entrar en posesión de todas las condiciones necesarias para la comprensión”. El discurso como forma de fijar el pensamiento. Comprenderá el que sea capaz de explicarlo. “Podrá decir que ha comprendido quien sea capaz de concretar o definir su comprensión en forma de discurso, y ese discurso será la interpretación que él propone” (38). Pero hay una diferencia con la retórica, la hermenéutica se reserva el arte de llegar a comprender, de dar una interpretación. No se identifican una con otra: “una vez que tenemos clara nuestra interpretación de lo que sea, hay formas diversas de exponerla según el momento y el auditorio; de ahí que relegue Scheiermacher esta cuestión a la retórica” (38). Así que “comprender” e “interpretar” estarían en la misma relación de “pensar” y “hablar”. Pero se puede caer en el error de afirmar que el uno exterioriza lo otro (nada está ni fuera ni dentro, y el espíritu ha sido un recurso para nombrar ciertos procesos). “Y por otra parte, ¿comprender qué? Pues el énfasis en el comprender nos lleva a preguntarnos por su objeto” (39). 2. El sentido Heidegger: la comprensión textual pasa a ser un derivado de otro comprender primario (más radical). “Que podemos parafrasear diciendo que comprender es ahora esa apertura al mundo, definitoria de nuestro existir, que nos hace ver como significativo cuanto nos rodea, pues, en efecto no percibimos primero sensaciones a las que ponemos nombre después; en cuanto a la significatividad, contrapartida de la apertura, es el fondo sobre el que se proyecta y con respecto al cual se sitúa cuanto nos sale al encuentro” (39). “Comprender es también, y a la vez, proyección del ser ahí sobre posibilidades. Lo que introduce el concepto de interpretación: <<El proyectar del comprender tiene la posibilidad peculiar de desarrollarse. Al contrario del comprender lo llamamos “interpretación”. En ella el comprender se apropia, comprendiendo, lo comprendido. En la interpretación no se vuelve el comprender otra cosa, sino él mismo>> ( 32).Nótese la circularidad, que formula existencialmente la del clásico círculo hermenéutico” (39). - La interpretación se basa en un concebir previo: el sentido. “Sentido es el sobre el fondo de qué estructurado por el “tener”, el “ver” y el “concebir” “previos”, de la proyección por la que algo resulta comprensible como algo” (ctd. 40). - El sentido no es algo en sí, sino relaciones y posibilidades. - Conclusión: “De la misma manera que la interpretación se caracteriza por el “como”, la comprensión se caracteriza por el “previos”, y ambos remiten, por medio del fenómeno de la proyección, a la estructura del ser ahí” (40). - Comprender es proyectarse en el entramado del mundo: Apertura al mundo y comprensión se relacionan. En fin, Heidegger establece un giro copernicano al volver sobre un comprender primario en el que lo textual no importa tanto como ese otro existencial “intrínseco al hecho mismo de estar en el mundo del cual el textual en todo caso deriva” (41). La labor de la hermenéutica será hacer accesible a sí mismo el existir (cómo estamos en el mundo), porque comprender es un modo característico del existir. 3. Hermenéutica literaria e interpretación La reflexión de Zsondi precisa que la hermenéutica filosófica de Heidegger y Gadamer no puede reemplazar la literaria; “que ésta no puede contentarse con prolongar la tradición filológica pero tampoco desentenderse de la atención a los textos en aras a la ontología; que debe partir del examen crítico de sus antecedentes, para hacerse conscientes de que está históricamente tan determinada como ellos; y que, desde luego, debe tener en cuenta nuestra comprensión actual de arte, lo que parece implicar una proyección estética que, de hecho, ya estaba presente en Heidegger y Gadamer” (43). Betti trata de hacer una teoría de la interpretación que se propone ser ciencia y que tiene que ganarse su objetividad. “Pero es un objetividad que se relaciona con el mundo de los valores, concebidos en relación con situaciones que engloban un yo y un tú” (44). 1. Diferencia entre comprender y conocer (no es una cuestión ontológica sino epistemológica. 2. Interpretar es primero: es una acción, un trabajo, cuyo resultado es la comprensión. Para Betti, Heidegger ha confundido el comprenderse con el comprender, es una análisis de la conciencia de sí, lo que lo reduce a psicología. Betti lo que quiere es lograr la objetividad del comprender como condición del conocer. “Pues bien, lo específico del comprender es que tiene por objeto formas representativas. Formas en tanto relaciones de elementos sensibles idóneas para conservar la impronta de quien las configuró; representativas porque a través de ellas o en ellas ha de percibirse otro espíritu, diverso y afín a la vez al nuestro. Lo que justifica que se hable del carácter triádico de la interpretación: un espirítu interpreta a otro, personalmente identificable o no, mediante una forma representativa“ (44-45). “Se entiende, pues, que lo primero que haya de ser el trabajo –que es lo que llama interpretación- con esa forma, cuyo resultado final será la comprensión del otro espíritu individual y de las formas y conceptos mediadores que había movilizado a su servicio para encarnarse. La labor del intérprete consiste, pues, en distinguir el signo material que sirve como vehículo, la forma que constituye ese signo y su contenido” (45) Comprender es intuir un mundo que va más allá de las representaciones. Comprender es del espíritu desde su propio interior, integración en sí del contenido que resuena en la forma percibida. Este proceso presupone una libertad. Proscribe toda forma de comentario que no se entienda como complemento del texto comentado. “Pues lo específico de la comprensión es que, a través de la interpretación de formas representativas, participa en una objetividad ideal común –el espíritu- que es lo que permite superar los límites del yo empírico (ctd 45). Unos años más tarde, Betti precisaría que la antinomia entre la necesidad del intérprete de recrear en sí el pensamiento ajeno sin por ello traicionar su objetividad constituye la dialéctica entera de la interpretación” (45) Ricoeur: La identificación de comprensión e interpretación ha llevado a creerse que la una está confinada a una parte de aquella.
Pero “en una teoría de los signos que
desenfatice la diferencia entre hablar y escribir, y sobre todo que no acentúe la dialéctica entre evento y significado, se puede esperar que la interpretación aparezca sólo como una provincia del imperio de la comprensión (ctd 46). Ricoeur dirá en contra de estas dos que la primera apela a una actitud congenial con el autor donde entra en juego la adivinación y la comparación. “En cuanto a la dialéctica entre evento y significado, quiere dar cuenta de que si bien en la producción del texto se puede ver un suceso mundano, de fecha, lugar y circunstancias determinados, a la hora de la recepción se lo comprende como significado, es decir, como contenido proposicional síntesis de identificación y predicación” (46) El término interpretación se aplica al entero proceso que abarca explicación y comprensión. La objetividad aquí está en la dialéctica entre explicación y comprensión. Pretende rescatar la explicación en los que se analiza las estructuras y las formas del texto e integrarla a un proceso general que no se quede en ella sino que apunte a actualizar los horizontes potenciales de sentido del texto. Apropiación : “el proceso por el que la revelación [disclosure] de nuevos modos de ser –si se prefiere Wittgenstein a Heidegger, de nuevas formas de vida- da al sujeto una nueva capacidad de conocerse a sí mismo (Ctd 47). “Pues hay una diferencia que se mantiene a través de todas las posiciones, que no es otra que la ya conocida entre comprensión e interpretación. O bien la primera es previa y esencial o bien es un resultado, pero su correlación con un proceso mental frente a la que se establece entre interpretación y texto (o forma representativa, si se prefiere) es constante” (47).