• El tiroides está dividido por tabiques fi brosos fi nos en lóbulos
formados por unos 20 a 40 folículos de distribución uniforme tapizados por un epitelio cúbico o cilíndrico bajo y llenos de tiroglobulina PAS positiva. • Las células tirotropas de la hipófi sis anterior liberan TSH (tirotropina) a la circulación en respuesta a factores hipotalámicos. • La unión de la TSH a su receptor en el epitelio folicular tiroideo produce un cambio de forma y activa el receptor • Los folículos de la glándula tiroidea contienen también células parafoliculares o células C que sintetizan y secretan la hormona calcitonina. • Esta hormona promueve la absorción de calcio por los huesos e inhibe la resorción ósea por los osteoclastos. • Por su parte externa, la glándula tiroides está recubierta por una delgada capa de tejido conectivo (una parte de la fascia visceral del cuello), separada por tejido conectivo laxo de una capa de tejido conectivo denso unida al tejido glandular, que forma una cápsula fibrosa verdadera a su alrededor. La existencia de una cápsula de dos capas tiene importancia quirúrgica práctica, dado que, en consecuencia, es más fácil aislar la glándula durante la cirugía Características histológicas de la glándula tiroides
• La glándula tiroides se compone, sobre todo, de quistes (gr.kystis,
vejiga) o folículos separados por escaso tejido conectivo interfolicular. Los folículos son la unidad estructural y funcional, y están compuestos por epitelio cúbico simple que rodea un espacio lleno de una sustancia viscosa, el coloide. El tamaño de los folículos es variable, entre unos 50 pm y hasta1 mm de diámetro, por lo que los más grandes se ven a simple vista. Están rodeados por una delgada membrana basal y el tejido conectivo intersticial forma un reticulado a su alrededor. • El coloide es el producto de secreción de las células foliculares, que se almacena fuera de la célula. En los cortes histológicos comunes teñidos con HE, el coloide es eosinófilo franco. Se tiñe con intensidad con la reacción de PAS, dado que la tiroglobulina, el componente predominante del coloide, es una glucoproteína. La tiroglobulina contiene precursores de tiroxina y triyodotironina, formados por yodización • Células foliculares • Por lo general son cúbicas, pero hay notable variación de altura, de acuerdo con el estado funcional de la glándula. Cuando la tiroides presenta una relativa inactividad, las células son casi planas, mientras que son cilíndricas altas en la glándula con gran actividad. Sin embargo, no se puede evaluar el estado funcional glandular sólo sobre la base de la altura del epitelio. Todas las células foliculares limitan con la luz y poseen un núcleo redondo bastante claro (en las células foliculares aplanadas, el núcleo también es plano). El citoplasma presenta basofilia moderada y contiene vesículas apicales, que se tiñen de modo similar al coloide de la luz folicular. • Células C • Estas células se encuentran en número mucho menor que las foliculares. Es característica su localización basal al epitelio folicular y nunca están en contacto con la luz. • Se encuentran aisladas o en grupos pequeños de 3-4 células, siempre ubicadas dentro de la membrana basal, es decir, entre ésta y las células foliculares. Las células C son ovaladas y más grandes y claras que las células foliculares; además, poseen un núcleo más grande y a menudo más claro. Son difíciles de distinguir en los preparados comunes teñidos con HE, pero pueden demostrarse mediante técnicas de impregnación argéntica o inmunohistoquímicas con anticuerpos contra el producto de secreción calcitonina. Tiroiditis • El tiroides presenta a menudo un aumento de • tamaño difuso, aunque en algunos pacientes el aumento de • tamaño puede estar más localizado. La cápsula está intacta • y la separación entre la glándula y las estructuras adyacentes • es nítida. Al corte la superfi cie es pálida, de color amarillo, • fi rme y ligeramente nodular. El análisis microscópico • revela una infi ltración extensa del parénquima por un infi ltrado • infl amatorio mononuclear con linfocitos pequeños, • células plasmáticas y centros germinales bastante desarrollados • ( fi g. 24-11 ). • Los folículos tiroideos están atrofi ados y • tapizados en muchas zonas por células epiteliales que se • distinguen por la presencia de citoplasma granular eosinófi • lo y denominadas células de Hürthle . Es una respuesta • metaplásica del epitelio folicular cúbico bajo normal a la • alteración presente. • En muestras de biopsia con aguja fi na • la presencia de células de Hürthle y de una población linfocítica • heterogénea es característica de la tiroiditis de Hashimoto. • En la tiroiditis de Hashimoto «clásica» existe un • aumento del tejido conjuntivo intersticial que puede ser • abundante. Existe una variante fi brosa caracterizada por • atrofi a folicular tiroidea intensa y fi brosis «seudoqueloidea» • densa con bandas anchas de colágeno acelular que rodean • al tejido tiroideo residual. • A diferencia de la tiroiditis de Riedel la fi brosis no sobrepasa la cápsula de la • glándula. El parénquima tiroideo restante tiene signos de • tiroiditis linfocítica crónica. Tiroiditis subaguda granulomatosa de Quervain • La glándula puede tener un aumento de tamaño • uni- o bilateral y es fi rme con una cápsula intacta. Puede estar • ligeramente adherida a las estructuras colindantes. Al corte • las zonas afectadas son fi rmes y blanco-amarillentas y se mantienen separadas de la sustancia tiroidea marrón normal • más elástica. A nivel histológico los cambios son irregulares • y dependen del estadio de la enfermedad • Al principio de la • fase infl amatoria activa, folículos dispersos pueden estar • alterados por completo y reemplazados por neutrófi los que • forman microabscesos. Más adelante, los signos más característicos • son los agregados de linfocitos, los macrófagos • activados y las células plasmáticas alrededor de folículos • tiroideos dañados y colapsados. • Hay células gigantes multinucleadas • englobando lagunas o fragmentos de coloide • ( fi g. 24-12 ), de ahí la denominación tiroiditis granulomatosa. • En fases más avanzadas de la enfermedad, un infi ltrado infl • amatorio con fi brosis puede reemplazar los focos de lesión. • En ocasiones hay diferentes etapas histológicas en la misma • glándula que indican ondas de destrucción durante un período • de tiempo. TIROIDITIS LINFOCÍTICA SUBAGUDA (INDOLORA) • El tiroides tiene un aspecto macroscópico normal, • excepto un posible ligero aumento de tamaño simétrico. • Los rasgos histológicos más específi cos son la infi ltración • linfocítica con centros germinales hiperplásicos dentro del • parénquima tiroideo y alteración y colapso irregular de los • folículos tiroideos. A diferencia de la tiroiditis de Hashimoto • establecida, la fi brosis y la metaplasia con células de Hürthle • no son signos prominentes. Enf de Graves • La glándula tiroides suele presentar un aumento • de tamaño simétrico por hipertrofi a e hiperplasia difusa de • las células epiteliales foliculares ( fi g. 24-13A ). Es relativamente • frecuente un peso superior a los 80 g. Al corte, el parénquima • tiene un aspecto carnoso blando similar al músculo • sano. A nivel histológico las células foliculares epiteliales en • los pacientes sin tratamiento son altas y están más concentradas • de lo habitual. Esto provoca la formación de papilas • pequeñas que se proyectan en la luz folicular e invaden el • coloide, ocupando los folículos en ocasiones ( fi g. 24-13B ). • El coloide en el interior de la luz folicular es pálido, con bordes • festoneados. Hay infi ltrados linfoides, con predominio • de los linfocitos T, y células plasmáticas • maduras en todo el intersticio. Los centros germinales son • numerosos. BOCIO NO TÓXICO DIFUSO (SIMPLE) • En la evolución del bocio no tóxico difuso hay dos fases: fase hiperplásica y fase de involución coloide. • En la fase hiperplásica existe un aumento de tamaño difuso y simétrico de la glándula, aunque ligero ya que no suele sobrepasar un peso de 100 a 150 g. Los folículos están tapizados con células cilíndricas apiñadas que pueden apilarse y formar proyecciones similares a las de la enfermedad de Graves. • La acumulación no es uniforme en toda la glándula y algunos folículos están muy distendidos, mientras que otros son pequeños. Si después aumenta el yodo en la dieta o disminuye la demanda de hormona tiroidea, el epitelio folicular estimulado involuciona y origina una glándula aumentada de tamaño con abundante coloide (bocio coloide). • BOCIO MULTINODULAR • En el bocio multinodular la glándula está aumentada de tamaño, multilobulada y asimétrica, con un peso superior incluso a los 2.000 g. El tipo de aumento de tamaño es imprevisible y puede afectar más a un lóbulo que al otro con compresión lateral de las estructuras de la línea media, como la tráquea y el esófago. En otros pacientes, el bocio crece por detrás del esternón y de las clavículas, lo que se denomina bocio intratorácico o bocio bajo. • En algunas ocasiones la mayor parte del bocio se localiza por detrás de la tráquea y del esófago, mientras que en otras predomina un nódulo y simula un nódulo solitario. Al corte se aprecian nódulos irregulares con un volumen variable de coloide gelatinoso marrón ( fi g. 24-15A ). • Las lesiones antiguas tienen zonas de hemorragia, fi brosis, calcifi - cación y cambios quísticos. Al microscopio se observan folículos con abundante coloide tapizados por epitelio aplanado inactivo y zonas de hiperplasia folicular acompañadas de cambios degenerativos. En contraste con las neoplasias foliculares existe una cápsula prominente entre los nódulos hiperplásicos y no hay parénquima tiroideo residual comprimido Adenomas • El adenoma tiroideo típico es una lesión encapsulada, • esférica y sólida bien delimitada del resto del parénquima • tiroideo ( fi g. 24-16A ). El tamaño medio de los adenomas • foliculares es 3 cm, aunque algunos son mucho más • grandes ( ≥ 10 cm de diámetro). En las piezas recién extirpadas • el adenoma sobresale de la superfi cie de corte y comprime • el tiroides adyacente. • El color oscila entre gris-blanco • y rojo-marrón según la celularidad y su contenido en coloide. • Las células neoplásicas están separadas del parénquima • adyacente por una cápsula intacta bien delimitada. Estos • signos son importantes para distinguirlo del bocio multinodular • en el que hay múltiples nódulos sobre la superfi cie de • corte, incluso si el paciente presenta un nódulo solitario • dominante. • En los adenomas foliculares, sobre todo en los más grandes, son frecuentes las zonas de hemorragia, fi brosis, • calcifi cación y cambios quísticos similares a las observadas • en el bocio multinodular. • En el plano microscópico a menudo las células forman folículos con aspecto uniforme que contienen coloide • El patrón de crecimiento folicular dentro del adenoma suele ser bastante distinto del tiroides sano adyacente. • Las células epiteliales que forman el adenoma folicular tienen poca variación en la morfología celular y nuclear, y las formas mitóticas son infrecuentes. • La actividad mitótica extensa, la necrosis o la celularidad abundante justifican una evaluación minuciosa de la cápsula para descartar un carcinoma folicular y de las características nucleares para descartar una variante folicular de un carcinoma papilar (v. más adelante). • En ocasiones las células neoplásicas tienen un citoplasma granular eosinófi lo (cambio oxífilo o célula de Hürthle) • La manifestación • clínica y la conducta de un adenoma folicular con oxifi lia • (adenoma con células de Hürthle) son similares a las de un • adenoma convencional. La característica de todos los adenomas • foliculares es la presencia de una cápsula bien formada • e intacta alrededor del tumor. Por esta razón es esencial • una cuidadosa evaluación de la integridad de la cápsula • para distinguir el adenoma folicular del carcinoma folicular • que presenta invasión capsular y/o vascular (v. más adelante). Los carcinomas papilares • Son lesiones solitarias • o múltiples. Algunos pueden estar bien circunscritos e incluso • encapsulados y otros pueden infi ltrar el parénquima adyacente • con bordes poco delimitados. Las lesiones pueden • contener zonas de fi brosis y calcifi cación y a menudo son • quísticas. La superfi cie de corte muestra a veces focos papilares • que pueden facilitar el diagnóstico. Las características • histológicas de las neoplasias papilares son • Los carcinomas papilares pueden tener papilas ramifincadas con un tallo fi brovascular cubierto por una o varias capas de células epiteliales cúbicas. • Los núcleos de las células del carcinoma papilar tienen cromatina dispersa que produce un aspecto óptico claro o vacío responsable de la denominación de vidrio esmerilado o núcleos con ojo de la huérfana Annie. • El diagnóstico de carcinoma papilar está basado en estas características nucleares, incluso en ausencia de una arquitectura papilar. • En el interior de la lesión hay a menudo estructuras con calcifi cación concéntrica denominadas cuerpos de psamoma, por lo general en el eje de las papilas. • Los carcinomas foliculares son nódulos únicos que pueden estar bien circunscritos o ser ampliamente infi ltrantes • Las lesiones bien delimitadas pueden ser muy difíciles de distinguir de los adenomas foliculares por el aspecto macroscópico. • Las lesiones grandes pueden atravesar la cápsula e infi ltrar las estructuras cervicales adyacentes bastante más allá de la cápsula tiroidea. • Al corte son grises, amarillo o sonrosados y, en ocasiones, son translúcidas debido a la presencia de folículos grandes llenos de coloide. Pueden presentar cambios degenerativos, como fi brosis central y focos de calcifi cación