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CURSO
DERECHO CIVIL IV - OBLIGACIONES
Éstas consisten en la abstención del deudor de cualquier acto que otro modo podría
realizar. La prestación de esta obligación es negativa. «La obligación de no hacer
tiene como prestación un hecho negativo, consistente en una abstención: por
ejemplo, no talar un bosque, no construir un muro a mayor altura que la determinada,
etc. Está regulada en general, y siempre que sean compatibles, por las reglas que
gobiernan a las obligaciones de hacer».
Estas obligaciones pueden asumir varias modalidades:
a) abstención pura y simple; por ejemplo, no abrir un establecimiento comercial en
concurrencia con otro;
b) deber de abstención combinado con una obligación positiva objeto de un
contrato; por ejemplo, no tocar piano en el cuarto alquilado, no tener en él
animales domésticos;
c) deber secundario de abstención consistente en la omisión de actos que puedan
perjudicar la obligación contraída;
A las obligaciones de no hacer le son aplicables los mismos principios que
sobre su cumplimiento hemos visto establecidos en las de hacer y sobre el
derecho del acreedor para valerse de los medios destinados a la
satisfacción de su interés.
1. Exigir la ejecución forzada, salvo que para ello tuviese que emplear violencia contra el
deudor. Por «ejecución forzada», como ya lo señalamos, debe entenderse «cumplimiento».
Pero, si la abstención no es de carácter permanente, continuativa o periódica, como podría
ser el caso de que el deudor haya revelado un secreto industrial pese a haberse
comprometido a no hacerlo, como ya se hizo lo que no debió hacerse, sería ya imposible el
cumplimiento, restándole solamente al acreedor el derecho a recurrir a la indemnización de
daños y perjuicios. Si en cambio, se trata de una conducta negativa permanente,
continuativa o periódica, encontraran aplicación las «medidas coercitivas» de las que hemos
hablado al tratar de.las obligaciones de hacer, tendientes a presionar (pecuniariamente) al
deudor para que deje de hacer lo que sigue haciendo pese la existencia del deber de
abstención.
2. En segundo lugar, el acreedor puede exigir que se destruya lo que se hubiese
ejecutado o, en su defecto, que se le autorice para destruirlo por cuenta del deudor.
La obligación de no hacer es siempre no fungible. El interés del acreedor sólo
puede ser satisfecho con la omisión de una determinada conducta del deudor. Si el
resultado de la conducta positiva es susceptible de ser eliminado pues el acreedor
podrá acudir a la «destrucción» de lo hecho, a costa del deudor. El cauce procesal
para este supuesto está previsto en los artículos 710 a 712 del Código Procesal
Civil.
En los tres casos previstos en el acápite anterior, el acreedor también tendrá el derecho a
exigir el pago de la correspondiente indemnización de daños y perjuicios. Como hemos
señalado líneas arriba, puede ocurrir que ya no sea posible ni el cumplimiento ni la
destrucción de lo ejecutado en contravención de la obligación de no hacer, en razón de la
propia naturaleza de dicha obligación; tal como sucedería si se hubiese revelado el secreto
de una fórmula industrial. En este caso, queda resuelta la obligación de no hacer y el
acreedor pasaría a tener el derecho de exigir el pago de los daños y perjuicios que se
hubiesen irrogado.
Igualmente, podría ocurrir que quien se obligó a no construir una zanja si lo hizo y con ello
ocasionó una inundación en la casa del vecino con quien se obligó a no hacerla, por lo que
deberá responder también por los daños y perjuicios
RESPONSABILIDAD POR EL INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN DE
NO HACER