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Nuestro modelo de crecimiento

se agotó
Dr. Leiner Vargas Alfaro
www.leinervargas.com
Organización de la presentación
● I parte: ¿Por qué se agotó el modelo?
● II parte: ¿Cuáles son las consecuencias?
● III parte: Posibles soluciones
¿Por qué se agotó el modelo?
● Luego de casi tres décadas de empujar el barco en la dirección de la apertura y la
integración al mudo, vía liberalización de los mercados y la apertura, estamos
llegando a un claro límite en los espacios de expansión del modelo, llamado en su
momento de promoción de exportaciones.

● Los resultados han sido un claroscuro económico y social que ponen el dedo en la
llaga de lo que yo llamaría, el agotamiento del modelo de crecimiento económico.
● Por muchos años hemos confiado en la apertura
y la integración al mundo para crecer y nos
hemos tragado con entusiasmo la medicina
neoliberal del Consenso de Washington, basada
en el desmantelamiento del Estado, el proceso
de apertura comercial y la desregulación
económica, como medidas para propiciar el
crecimiento económico y el bienestar social.
Ciertamente, hemos sorteado casi tres décadas
de la historia, basados en este modelo de
apertura y diversificación de la economía, pero
los datos de nuestra frontera productiva dan
muestras de estar en el límite del final de esta
opción de crecimiento.
● Hoy, a punto de cumplir doscientos años de vida independiente,
estamos con una economía y una sociedad al borde del precipicio.
● Nuestra democracia se agita ante los embates de quienes no
entienden la importancia de la agenda social y amparados a unos
cuantos grillos de momento, apuntalan al poder como único fin,
como si el liderazgo fuese solamente ostentar el poder.
● Nuestra economía sigue atascada en el barro, atada por un Estado inútil y
amarrado por todo tipo de ataduras legales e institucionales, desde las ingenuas
leyes que lo regulan hasta la captura de grupos de poder con intereses
particulares, que corruptamente lo administran.
● Así las cosas, puentes, carreteras, acueductos, escuelas,
puertos, aeropuertos esperan que despierte un Estado que se
ha olvidado como hacer obra pública.

● Conflictos sociales laborales que retoman una versión


sindicalista del siglo XX, más ocupada en el salario que
en el empleo.

● Grupos empresariales cobijados al amparo de sistemas


oligopólicos que explotan al consumidor, desde el mercado
financiero, los mercados de medicamentos y energía, hasta
los más importantes mercados de telecomunicaciones y
seguros, todos jugando a proteger sus ventajas basadas en
precios abusivos y poca competencia efectiva.
● Así las cosas, los actores defienden cada uno sus migajas de un pastel que cada vez
es más pequeño.
● Olvidamos cómo hacer política social inclusiva y pertinente, el desempleo y la
pobreza repuntan al amparo de un mayor clientelismo político y el barco del país,
claramente se encuentra sin timón, sin capitán y a la deriva.
● Todos contra todos, partidos políticos que ven en el corto plazo la jugada corta o la
zancadilla como estrategia de ganar adeptos electorales.
● Pocos medios de comunicación se salvan en esta vorágine de crítica y de xenofobia,
dónde unos y otros se atribuyen la verdad, sin escuchar a los otros y sus propuestas.
● Ahora, hasta las propias universidades, otrora bastiones de la visión de mediano y
largo plazo, buscan esconderse detrás de los muros de cristal, con agendas dobles y
con un despreocupante accionar en la sociedad.
● Resultado de todo ello tenemos una economía
que apenas y crece, altamente endeudada, con
indicadores de rezago en áreas claves como la
infraestructura, la calidad de la educación y sobre
todo, la productividad de las empresas.
● Estamos viendo pasar las oportunidades del gran
cambio tecnológico del siglo XXI, la cuarta
revolución industrial.
● Hemos dejado pasar mucho tiempo con un
desempleo que agota las bases de la integración
social, nuestro empleo informal crece a galope y
la pobreza, la desigualdad y la exclusión social nos
azotan fuertemente. Estamos claramente a la
merced de una gran crisis social, política y
económica.
¿Por qué llegamos a este punto? y ¿qué
consecuencias tenemos?
● Hoy tenemos un escenario internacional con dos restricciones externas muy significativas que no son fáciles
de sortear y que ponen un techo al comercio tradicional. Primero, la guerra comercial entre China y Los
Estados Unidos, los avatares del Brexit en Europa y las medidas unilaterales que se han tomado por algunos
países, que están socavando las opciones de crecimiento para quienes confiaban en una versión de comercio
mundial regulado en forma multilateral y amparado a leyes internacionales, no libres o favorables, pero al
menos, estables y claras.

● Hoy el comercio ha retrocedido y las reglas del juego dependen de la política y el sentimiento de algunos
líderes globales, son menos transparentes y mucho más cambiantes que hace una década. La bondad del
comercio libre y del crecimiento con derrame, se ven hoy menos claras y la inversión externa, así como, los
indicadores sobre la dinámica del comercio y de la economía global son evidentes. Estamos al borde de una
crisis o recesión en el entorno internacional.
● Segundo, la industrialización devastadora de recursos y basada en un uso irracional
del medio ambiente ha sido la culpable de las consecuencias de cambios en el clima
y ponen hoy, restricciones a los estilos de producción y consumo. Lo anterior, afecta
sustantivamente las zonas costeras y en nuestra región, afectan de manera especial
la vulnerabilidad ante desastres naturales y sus consecuencias, la escasez del
recurso hídrico, las inundaciones y la pérdida de cultivos agrícolas nos golpean con
mayor fuerza.
“Nuestros principales obstáculos están internamente”
● La democracia, entendida de la forma en cómo la hemos interpretado en el siglo XX, hace aguas.
● Existe serias dificultades para avanzar en la reforma de nuestro Estado, lo que también se traduce en una
clara incapacidad para avanzar hacía las oportunidades que nos genera el entorno.
● Nuestro Estado está amarrado a múltiples cadenas que están afectando su capacidad para responder a las
demandas de la ciudadanía.
● Existen dificultades para establecer políticas de Estado y el país, cada día está más ocupado en la agenda de
corto plazo y menos, en los grandes temas de su desarrollo. Las áreas más criticas son la infraestructura, la
política social y la regulación económica, dónde tenemos serias dificultades para operar y cada vez más, la
captura y el control de los grupos de interés, sean estos empresarios parásitos o sindicatos, son más
evidentes.
● Todo lo anterior, ahoga a la sociedad en el entramado de sostener las rentas de dichos grupos y el financiar
un Estado deficitario y caro, incompetente, escaso en resultados y con múltiples sospechas de corrupción.
● A todo lo anterior, estamos pasando a la tercera década del siglo XXI, sin
estar preparados para enfrentar los desafíos de la cuarta revolución
industrial y mucho menos, aventurarnos a propiciar e impulsar las
transformaciones económicas y sociales que ello implica.
● Hemos retrocedido en nuestras mayores ventajas del siglo XX, la educación y las
telecomunicaciones. Estamos atados ante un mercado oligopólico y una institución reguladora
inútil, SUTEL, capturada por su incompetencia regulatoria e incompetente para siquiera licitar
los proyectos sociales del FONATEL.

● Seguimos enfocados en la economía de lo que existe y hemos dejado de tener bancos de


interés público, pasando a tener instituciones ocupadas en su negocio, pero no ocupadas en el
desarrollo nacional. Urge pensar en el emprendimiento, la innovación, las incubadoras y
aceleradoras de negocio, pero seguimos en más de lo mismo y con los mismos.
● Finalmente, en medio de todo ello, nuestra economía social
solidaria y las actividades sindicales se quedaron entre los
arrabales de la guerra fría. Lastimosamente, tenemos poco
liderazgo y de corto alcance, en el mundo sindical y cooperativo.
Lo anterior, expone a la clase trabajadora a seguir siendo
contestataria y no participe del debate serio de la agenda
nacional. Las formas para repartir riqueza deben diversificarse,
la sociedad de propietarios se sigue postergando y los
proletarios son más, ahora con un empleo informal y de baja
calidad.
● Pero claro, el cambio solo es posible si dejamos de ver al empresario y al trabajador
como enemigos y concertamos un gran pacto social por el empleo y el crecimiento
económico. Ninguna versión universal de la seguridad social podría sobrevivir, sino
hacemos un claro fortalecimiento del tema laboral e incorporamos grandes
acuerdos sociales en la agenda país.
● Requerimos repensar el modelo de crecimiento y
el modelo de desarrollo que lo acompaña.
Posibles soluciones
● Si efectivamente concordamos con que el modelo
de crecimiento económico está agotado, eso no
significa que lo que fue el crecimiento anterior o el
crecimiento de los sectores asociados al modelo
exportador deba detenerse. Lo que significa es que
debe complementarse con otras actividades y con
otras dinámicas económicas que permitan que,
efectivamente, la economía crezca dentro de su
potencial porque, lamentablemente hemos estado
creciendo muy por debajo del potencial que
podríamos crecer. Cuando hablamos de potencial
nos referimos al rango entre 5% y 6% por lo menos.
● Entonces, cuando hablamos de soluciones a este tema del crecimiento y por lo tanto
de la dinámica del modelo de desarrollo del país deben de existir al menos tres
grandes políticas nacionales que se articulen para fortalecer, lo que yo diría, un
tercer motor del desarrollo costarricense y que permita el crecimiento económico
en las próximas décadas.
Desarrollar un modelo basado en ciencia, tecnología e innovación

● La primera es el eslabón perdido en la política pública costarricense de los últimos


años, esta es el desarrollo de un modelo basado en ciencia, tecnología e innovación.
● El país está en los sitios más rezagados de América Latina y del mundo en los países
que invierten sus recursos en este campo de la ciencia, la tecnología y la innovación.
● Si bien podemos conformarnos con ser parte de una región muy similar, no
podemos conformarnos con apostar por menos de medio punto porcentual de
nuestro Producto Interno Bruto a esta dinámica que hoy mueve la economía
mundial.
● La economía costarricense requiere un aumento sustancial significativo de la
inversión en ciencia, en tecnología e innovación, y esto solo es posible mediante el
impulso a instrumentos públicos, apoyo a programas y recursos públicos y al mismo
tiempo al desarrollo de incentivos para que el sector privado pueda contribuir en
este ámbito.
● Este crecimiento debe de llegar a no menos del 3% en una década, y es la única
salida que podría provocar el desarrollo de nuevas áreas, nuevas ramas de
economía que podrían permitir el crecimiento de la producción y del empleo.
● No hay nada mágico con lo que se pueda crecer es ,básicamente, planear el
desarrollo de esas nuevas actividades apostando a los sectores de la ciencia y la
tecnología, que podrían montarnos en la ola de crecimiento de la cuarta revolución
industrial y favorecer un masivo estimulo a la atracción de empresas en ese ámbito;
derogando los actuales incentivos de zona franca, derogando los actuales incentivos
a las empresas por inversión y poniendo incentivos que apunten al desarrollo de
esas actividades enfatizadas en ciencia y tecnología, en innovación, en
entrenamiento especializado de sus recursos humanos; de tal manera que podamos
zarandear la economía que hoy tenemos y convertirla en una gama de empresas
que verdaderamente apoyan el desarrollo del conocimiento, de la ciencia y de la
innovación.
● Este modelo debe propiciar lo que yo llamaría las
zonas francas marinas, el desarrollo de un modelo
de ciencia, tecnología e innovación para el mar,
articulado a incentivos para explotar los recursos
que tienen nuestras costas y nuestras áreas
marinas, por su puesto en el marco de la
sostenibilidad ambiental, y esto debe ser un
estimulo especial por haber sido un sector muy
rezagado dentro de las iniciativas publicas de los
últimos años.
Reforma institucional profunda
● El segundo gran tema en el que debemos transformar nuestra economía y nuestra
sociedad es una reforma institucional profunda.
● Necesitamos reacomodar, rediseñar, repensar el estado costarricense y adaptarlo a
las condiciones del siglo XXI y esta reforma significa necesariamente dos principios
esenciales: uno, el empoderamiento, el desarrollo de vinculaciones mucho más
directas con el ciudadano lo que necesariamente implica una descentralización de
las actividades publicas y dos, un empoderamiento y por supuesto un desarrollo de
más recursos para las regiones y para las municipalidades.
● Este modelo centralista de Estado burocrático, lleno de trabas, lleno de conductas
corruptas en algunas de las instituciones debe terminar, y esto solo es posible
acercando al ciudadano a los problemas sobre los cuales se tiene que invertir y
desarrollando relaciones ecosistemitas y relaciones de mucho más empoderamiento
de las comunidades hacia esos temas y esos problemas
● Esta reforma pública tiene que pasar por supuesto por un modelo basado en
resultados y un desarrollo más cercano a la preocupación del impacto que hacen las
instituciones mas que el gasto de su presupuesto y la simple y actual forma de ver la
rendición de cuentas en el Estado.
● Finalmente, creo que es de suma importancia poder desarrollar un nuevo modelo
de reforma política que este acorde a las circunstancias y alas características del
siglo XXI, y eso pasa por desarrollar un modelo de democracia que articule el
empoderamiento local con la solución colectiva de los conflictos sobre los cuales,
cada día, hoy nos vemos inmersos.
● La representación de los partidos políticos no está llegando al ciudadano y es
necesario mecanismo para que el Estado pueda desentramar la discusión política de
una forma mucho más rápida y se puedan tomar decisiones y se puedan llegar a
acuerdos de forma más clara y contundente de cara a la ciudadanía.
● En todo este proceso de reforma, un tema fundamental es que le país afronte estas
discusiones de cambio amparado a su modelo ambientalmente sostenible, y que se
proponga en el marco de estas reformas sustantivas un acercamiento al problema
del cambio climático y una serie de soluciones en este campo
● Este tema es una ventaja comparativa como país que nos puede propiciar el
aumento de la cooperación internacional en un mundo que se desangra entre los
temas climáticos, migratorios y los temas de pobreza y desigualdad social
Reforma al sistema educativo
● La tercera y ultima gran reforma de este proceso es la necesidad de cambiar nuestra
forma de educar y la forma en como hemos pensado el sistema educativo, la cual es
la principal política social que tiene este país, esta reforma debe ser una reforma
que permita que los estudiantes vuelvan a creer en sus maestros y que exista un
compromiso social de largo plazo y un acuerdo laboral de largo plazo entre los
educadores y el estado, entre los educadores y la sociedad.

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