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Texto: Dr.

Ernesto
Todas las cosas ha hecho Dios para sí mismo. Mejor es
adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia
vale más que la plata. El entendido en la Palabra, hallará el
bien; y el que confía en Dios, es bienaventurado. El sabio de
corazón será llamado prudente; y manantial de vida es el
entendimiento al que lo posee (Proverbios 16:1-23).
El concepto de que los humanos no somos más que animales
modificados a partir de los simios, implica que no hay justificación para
que haya valores morales, ni leyes que valga la pena obedecer; ni
futuro, ni esperanza. Darse cuenta de esta terrible verdad, penetró en
ocasiones, aún la oscurecida mente de *Darwin.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


“Dentro de mí, siempre
surge la horrorosa duda de
si son de valor alguno, o
dignas de confianza, las
convicciones de que la
mente evolucionó a partir
de las mentes de animales
inferiores. ¿Confiaría
alguien en las convicciones
de la mente de un chango,
si es que hubiera
convicción alguna en tal
mente?” Vida y Cartas de
*Charles Darwin, 1971 vol.
1, p. 285.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


Los evolucionistas enseñan
que el humano dejó de
evolucionar hace 100,000
años; y hay dos variantes
sobre la teoría del ancestro
directo de los humanos: (1)
Que tanto el humano como
los simios, descienden de un
ancestro común que existió
hace unos 5 a 20 millones
de años. (2) Que el humano
desciende directamente de un
simio (como el chimpancé).
“La búsqueda del proverbial ‘eslabón perdido’ en la evolución humana
por parte de una perseverante secta de anatomistas y biólogos, es lo
que sigue propiciando que el mito y la especulación sigan floreciendo
tanto ahora, como hace cincuenta años.” *Sir Solly Zukerman, Journal of
the Royal College of Surgeons of Edimburg (1966) vol. 11(2), pp. 87-114.
Nota: (*) significa que no es creacionista.
Pero el hecho es que no
solo nuestro ADN es
diferente al de los
changos, sino aún la
articulación, forma, y
capacidad del cráneo; y el
número, forma y
estructura de nuestras
vértebras y dientes. “Si se
encuentra una mandíbula
con diastemas
(separación) en los
caninos, se considera
más relacionada con
simios, que con
humanos.” *R.
Miller, Enciclopedia De La
Evolución (1990), p. 69.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


Las formas de vivir al estilo “Edad de Piedra” no son evidencia de que
los antropoides fueron menos que humanos. “Muchas de las ‘gentes
primitivas’ del mundo actual, en África, India, América, y el Pacífico
occidental, son residuos de sociedades altamente desarrolladas,
forzadas a regresar a una manera más simple de vivir.” *Science Year,
1966, p. 256.
Nota: (*) significa que no es creacionista.
*Diodorus Siculus (60 a.C.),
menciona tribus bárbaras y
bastante primitivas, así como
personas que vivían en
cavernas a lo largo de la ribera
del Mar Rojo. Así, “El
Hombre de las Cavernas”
(Neandertal y Cromañón)
existió simultáneamente con
civilizaciones muy avanzadas
de la antigüedad, y ni fueron
hombre-mono ni ancestros
menos evolucionados.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


Hasta el fervoroso evolucionista y defensor de Darwin, *Thomas H.
Huxley, dijo que los Neandertales (Hombres de las Cavernas),
pertenecían a personas normales, y que no eran prueba de la
evolución. *Rudolph Virchow, un respetado anatomista alemán, dijo que
sus restos solo correspondían a seres humanos que padecían
raquitismo (piernas arqueadas).

Nota: (*) significa que no es creacionista.


“El hombre Neandertal, debió
verse así no porque estaba
cercanamente emparentado
con los grandes simios, sino
porque, de acuerdo con un
artículo publicado en la
revista británica Nature,
padecía raquitismo. Es
obvio que le faltaba más
exposición al sol, y que su
dieta era pobre en vitamina
D.” *Science Digest,
Febrero 1971, p.35.

Nota: (*) significa que no


es creacionista.
El Hombre de Java (*Eugene Dubois, 1891), o Pitecántropos Erectus,
resultó ser, no un ejemplo de hombre mono de hace 500,000 años, sino
la tapa de un cráneo de Gibón sepultado menos de 100 años antes, por
lava volcánica. Del Hombre de Rodesia (1921), un anatomista determinó
que el cráneo (con un orificio), era de un hombre actual y normal.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


“Un análisis cuidadoso (1953), reveló la asombrosa información de que
el Hombre de Piltdown (Eoanthropus dawsoni, 1912), había sido un
fraude fabricado y teñido por *Charles Dawson. De los fragmentos del
cráneo, la parte superior era humana, la mandíbula era de simio, y los
dientes habían sido limados.” Harold G. Coffin, Creation,1961, p. 221.
Nota: (*) significa que no es creacionista.
Del Hombre de Taug (R.
Dart, 1924), resultaron
ser los huesos de la cara
y mandíbula de un simio
inmaduro. Duane Gish,
Evolution, 1985, p. 178.
El diente del Hombre de
Nebraska (1922), resultó
ser el de un raro cerdo
americano; y el diente y
cráneo del Hombre de
Pekin (*Davidson Black
1920), se determinó que
era el de un humano
reciente.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


Con relación a los
Australopitecinos,
supuestos
descendientes del
Ramapitecus (Homo
Habilis de hace 4 a 12
millones de años), ya
se concluyó que todos
(inclusive la famosa
‘Lucy,’ 1975) fueron
simios. *Oxnard,
*Zuckerman y *Simons,
concluyeron que el
volumen craneano del
Australopiteco es el de
un simio, y que ni era
humano, ni hombre-
mono.
Nota: (*) significa que
no es creacionista.
“Los índices de encefalización, muestran que los Australopitecinos sólo
estaban por encima de los grandes simios en cuanto a su capacidad
cerebral relativa (500 cm3), y aún los cráneos más grandes (como el
cráneo 1470), están tan cerca del de los simios, como lo están del de los
humanos.” *Henry M. McHenry, Science 190 (4213):425-431.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


Con relación al Cráneo 1470
(*R. Leakey, 1972),
supuestamente
correspondiente a un
ancestro del humano de 1.8
millones de
años de antigüedad, se
concluyó que era el de un
humano actual con
microcefalia (775 cm3
vs 1,400 cm3). Si la
humanidad realmente
hubiera descendido de otra
criatura, debería haber
abundante evidencia fósil.
Pero no la hay.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


Así, la evidencia de que Lucy no
era otra cosa que una variedad
de chimpancé pigmeo es
convincente; pero “la supuesta
transformación del simio en
humano, es extremadamente
poco convincente.” A.W. Mehlert,
Creation Research Society
Quarterly, Diciembre 1985, p.
145.
Todos los huesos
milagrosamente
preservados y no
pulverizados,
encontrados como
evidencia de 1 millón de
años de existencia y
evolución de los
supuestos antropoides u
homínidos, son en
su mayoría pequeños
fragmentos de
mandíbulas, cráneos,
dientes, y otros huesos;
pero nunca un esqueleto
completo, y todos caben
distribuidos sobre una
sola mesa.
"Los fósiles que decoran nuestro árbol genealógico son tan escasos que
siguen siendo aún más los científicos disponibles, que las muestras
existentes. Es un hecho notable que todas las pruebas físicas que
tenemos sobre la evolución humana, todavía caben, con espacio de
sobra, dentro de un solo ataúd." * Science Digest, 9 de mayo de 1982,
p. 44.
Nota: (*) significa que no es creacionista.
“El problema principal ha sido la ridículamente pequeña cantidad de
fósiles de homínidos, sobre los cuales los especialistas en Prehistoria,
ejercitan su imaginación y talentos.” “Es tan incompleta, que más se
puede decir sobre lo que falta, que sobre lo que está presente.” *Roger
Lewin y *John Reader, New Scientist, Septiembre 1977 y marzo 1981.

Nota: (*) significa que no es creacionista.


"Son tantos los deseos de los antropólogos por encontrar un homínido,
que cualquier pedazo de hueso, lo convierten en hueso de homínido."
*Timothy White, New Scientist 98, abril 1983, p. 199. "El hombre
moderno (Homo sapiens), es el único homínido de la Tierra, y todos los
seres humanos pertenecen a esta única especie." *R. Milner,
Encyclopedia of Evolution (1990), p. 215.
Nota: (*) significa que no es creacionista.
Bienaventurado el hombre que pone en Dios su confianza,
y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían a la
mentira. Has aumentado, oh Dios mío, tus maravillas; y tus
pensamientos para con nosotros, no te los podremos
contar; si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser
enumerados (Salmo 40:4-5).

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