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LUMEN GENTIUM

CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA SOBRE LA IGLESIA


INTRODUCCIÓN

S, Juan XXII, puso como primer


documento: sacrosasnctum concilio.
La liturgia abarca todos los problemas
clave de la Iglesia, a nivel práctico:
Presencia activa de Cristo
Lugar y rol de los bautizados, sacerdote
y obispo.
Unidad fundamental en la catolicidad
multiforme de la Iglesia.
Sumisión a la palabra de Dios.
UN POCO DE HISTORIA
A. Primeros siglos de la comunidad cristina

La naturaleza de la Iglesia viene propuesta con al


metáfora de mysterium (plan revelado de la
salvación), pueblo de Dios, cada de Dios, esposa
de Cristo, entre otras.
Es significativo que se hable del misterio interior
de la Iglesia, sin considerar los temas del
ministerio y de la jerarquía (elemento humano,
estructural y visible).
Sin embargo, la jerarquía era ya articulada y en
funciones, y comprendida la situación particular
de la iglesia de Roma, pero no pensado cono la
sucesión de papado, tema típico de la medieval.
B. Lo padres y los teólogos

Los Padres y los teólogos hablan de Dios


y de Cristo, pero de la Iglesia no.
Ni siquiera Tomás de Aquino hace un
tratado sobre la Iglesia, pero en el
comento al símbolo, afirma: “Iglesia
significa asamblea (congregatio), así que
la Santa Iglesia consiste en la Asamblea
de los fieles”.
Los primero tratados sobre la Iglesia
aparecen en los inicios de s. XIV.
C. La Iglesia constantiniana

Constantino en s. IV, se adhiere a la fe


cristiana, después viene proclamada
como la religión del estado.
Cambia la imagen de Iglesia: “Imperio”.
Los oficios eclesiásticos se articulan
como los oficios del imperio romano, con
sus leyes, sus instituciones.
C. La Iglesia constantiniana
La vestidura oficial: el color rojo de las
vestiduras episcopales, es como las
vestiduras rojas de los funcionarios
imperiales.
Gregorio VII: aplica la política de las dos
espadas. La espada espiritual está en las
manos del Papa.
Iglesia: “Ecclesia Imperatrix et Domina”=
jerarquía.
Terminará en Iglesia: societas perfecta
C. La Iglesia constantiniana

El culmen es el reino de Inocencio II


(1198-1216): buen sacerdote y buen
papa, es más rey que sacerdote, más
pontífice que santo.
Se considera el representante de Dios en
al tierra, Cristo tiene todo el poder, el
Papa es su vicario, por lo tanto al Papa le
pertence todo poder, también aquél de
poner o deponer a los reyes y
emperadores.
C. La Iglesia constantiniana

Los primeros tratados de la


Iglesia en este contexto
definen a la Iglesia: sociedad
visible, jerárquica,
jurídicamente perfecta,
diversa del Estado, pero se
parangona a él.
D. La iglesia como sociedad: Belarmino
(1542-1621)

Formula la definición que dominará


toda la teología hasta el Vaticano II,
realizada después de la polémica
con el protestantismo y después del
concilio de Trento (1545):
Calvino se contraponía a la Iglesia sociedad-
jurídica-jerárquica:

1. La Iglesia está formada sólo de los


justos y predestinados.
2. Dios sólo conoce la verdadera Iglesia,
invisible, cuyo fundamento es la
elección.
3. Existe, sin embargo, una Iglesia visible
mezclada de buenos y malos.
D. La iglesia como sociedad: Belarmino
(1542-1621)
Respuesta:
La Iglesia es una sociedad visible
sometida:
magisterio – fe
sacramento del orden – sacramentos
Poder de jurisdicción – dependencia
a los pastores
D. La iglesia como sociedad: Belarmino
(1542-1621)

Iglesia:
visible
Jerárquica
piramidal
E. El Concilio Vaticano I

Tiene una larga preparación y


quiere afrontar el problema de la
Iglesia.
21 de enero de 1870: 1er esquema,
con 15 capítulos.
“La Iglesia es el cuerpo místico de
Cristo” (Pensamiento de san Pablo).
E. El Concilio Vaticano I

A causa de la guerra del imperio de


Italia sólo el capítulo II fue, sobre el
primado y el poder del Papa, viene
discutido y votado.
Aun cuando “cuerpo místico” es un
planteamiento revolucionario, los
padres no se pueden desvincular de
Belarmino: Iglesia=sociedad.
F. Teología del s. XX

Adam Möhler (1796-1838):


Deja la controversística, habla de la Iglesia
del interior a la exterior:
Dese el alma de la Iglesia hasta sus aspectos
visibles.
Retoma las coordenadas eclesiológicas del
símbolo, realiza un perfil de Iglesia de
impronta pneumatológica:
F. Teología del s. XX

“La unidad de la Iglesia, que es su elemento


constitutivo, depende del Espíritu Santo que
suscita la fe, que dona la gracia, que
confiere la unidad al conjunto eclesial y
autoridad a los pastores.”
F. Teología del s. XX

La Iglesia ya no se considera en la
confrontación con los estados, sino que se
parte el espíritu, como principio de
comunicación de la vida divina al hombre, y
por lo tanto, de la relación del hombre cono
Dios.
F. Teología del s. XX

En virtud de la presencia y acción del


espíritu Santo, que hace una la totalidad de
los creyentes, la Iglesia aparece como una
prolongación de la Iglesia primitiva y se
transforma en el lugar de la fiel y plena
transmisión del Evangelio y de la
comunicación de todos los dones, en
particular de los sacramentos.
F. Teología del s. XX

Möhler ya no llama a la tradición depositum


fidei distinto y complementario a la Sagrada
escritura, sino como dinamismo de
transmisión viva de la fe en la predicación
de los pastores y en la vida de los
creyentes.
F. Teología del s. XX

De esta tradición subjetiva la Sagrada


Escritura es el momento primero y objetivo:
el Espíritu la ha inspirado, es el mismo que
guía a la comunidad a interpretarla
rectamente y actuarla en modo vivo y
fecundo.
F. Teología del s. XX

Así, el Espíritu Santo como principio de


unidad, empuja a cada creyente que lo ha
recibido en el bautismo hacia la unidad con
todos los demás creyentes.
Unidad que es visiblemente significada por
el ministerio ordenado: del Obispo como
criterio de unidad de la Iglesia local, del
papa como criterio de la iglesia universal.
J. H. Newman

Aporta dos prospectivas:


1° la reivindicación del rol de los laicos en
la Iglesia.
2° la distinción entre tradición episcopal y
tradción profértica.
F. Preparación remota al Vaticano II

León XIII (1878-1903), en sus


encíclicas, no deja caer la noción
bíblica de “Cuerpo Místico”.
A partir de 1920 toma auge.
F. Preparación remota al Vaticano II

Pío XII (1939-1958): “para definir y


describir esta veraz Iglesia de Cristo
(Santa, Católica, apostólica y
romana) nada hay de más noble, de
más grande, de más divino, que
aquella expresión con la cual viene
llamada: el ‘cuerpo místico’ de
Jesucristo” (Mystici corporis).
F. Preparación remota al Vaticano II

Sin quererlo prepara al Vaticano II.


Aunque usa la imagen de cuerpo
místico, se queda en un significado
sociológico y corporativo: el cuerpo
místico= cuerpo visible,
históricamente instituido y
jerárquicamente estructurado, de
la Iglesia católica romana.
F. Preparación remota al Vaticano II

En la post-guerra nacen otras imágenes:


“Pueblo de Dios” y Sacramento.
Se renueva la reflexión del rol del Obispo
(Sources Crhétiennes).
Acción católica francesa – rol de los laicos.
Yves Congar: “Jalones para una teología del
laicado” (1953).
La Nouvelle théologie.
F. Preparación remota al Vaticano II

Nombre que el dominico Reginald


Garrigou-Lagrange, precisamente
en la época en que dirigía la tesis
doctoral del joven Karol Wojtyla,
daba a la corriente de renovación
francesa representada sobre todo
por los dominicos M. D. Chenu y L.
Charlier.
F. Preparación remota al Vaticano II

Se añadieron
posteriormente los
colaboradores de las dos
importantes colecciones
teológicas Sources
chrétiennes y Théologie.
F. Preparación remota al Vaticano II

Lo más destacado en esta


corriente era la oposición al
intelectualismo escolástico
y la denuncia de la
distancia existente entre la
teología y la cultura
moderna.
F. Preparación remota al Vaticano II

Una teología que no es actual es una


teología falsa: es el problema que
trata H. donde presenta el teorema,
bastante discutido, sobre la
historicidad de las «nociones»:
"Cuando el espíritu evoluciona, una
verdad inmutable no se mantiene
más que gracias a una evolución
simultánea y correlativa de todas las
nociones»
F. Preparación remota al Vaticano II

En el plano propiamente teológico,


la Nouvelle Théologie critica, en
nombre de las exigencias de la
«actualidad», la noción tradicional
de «revelación» identificada con la
comunicación de un sistema de
ideas, siendo así que es, sobre todo,
la manifestación de una persona:
Cristo.
F. Preparación remota al Vaticano II

También es característica de
la Nouvelle Théologie en su
polémica antiescolástica el
vivo interés que siente por la
patrística, que no debe
entenderse como expresión de
un programa de restauración
arcaizante.
F. Preparación remota al Vaticano II

La Nouvelle Théologie recibió


una fuerte censura por parte
de la Humani generis, de Pío
XII ( 1950), que supuso un
grave retraso en los intentos
de puesta al día de la teología
y la condenación práctica del
pluralismo teológico.
F. Preparación remota al Vaticano II

En la post-guerra nacen otras imágenes:


“Pueblo de Dios” y Sacramento.
Se renueva la reflexión del rol del Obispo
(Sources Crhétienes).
Acción católica francesa – rol de los laicos.
Yves Congar: “Jalones para una teología del
laicado” (1953).
La Nouvelle théologie.
G. Vaticano II
Lumen Gentium

Representa una parteaguas en


la eclesiología precedente.
Muestra una nueva imagen de
Iglesia.
Se pasa de una impostación
apologética del tractatus
ecclesiaa una lectura
teológica del evento Iglesia.
Lumen Gentium

De una fundación histórica


de su existencia a una
comprensión mistérica, que
la encuadra en la historia de
la salvación y en le designio
eterno de Dios.
Lumen Gentium

De una fundación histórica


de su existencia a una
comprensión mistérica, que
la encuadra en la historia de
la salvación y en le designio
eterno de Dios.
Lumen Gentium

Dice G. Dejaifve: “En la historia de la


Iglesia el día que ha marcado la
promulgación de la Lumen Gentium
aparecerá como el inicio de una nueva
era”.
Esquema: De Ecclesia (Card. Ottaviani)
1. Naturaleza de la Iglesia militante
2. Los miembros de la iglesia militante y su necesidad para la salvación
3. Episcopado como supremo grado del sacramento del orden
4. Los Obispos residenciales
5. Los estados de perfección evangélica
6. Los laicos
7. El magisterio de la Iglesia
8. Autoridad y obediencia en la Iglesia
9. Las relaciones entre Iglesia y estado
10. La necesidad de la Iglesia de anunciar el Evangelio
11. El Ecumenismo
Esquema: De Ecclesia (Card. Ottaviani)
Existe una notable referencia a Mystici Corporis
Se detiene en la Iglesia militante, es decir en aquella que combate aún sobre la
tierra.
Insiste sobre el aspecto jurídico, se desentiende de la dimensión mística.
Privilegia los elementos triunfalísticos, deja a parte los elementos de servicio y
humildad.
Retoma a Belarmino, dejando fuera a los cristianos separados, aunque
justificados por el bautismo, y en buena fe.
Retoma a Pío XII, identificando el cuerpo de Cristo con la Iglesia romana.
Esquema: De Ecclesia (Card. Ottaviani)

El cardenal Maty, arzobispo de Reims, la síntesis más clara


de la Iglesia misterio: “Los vínculos que constituyen la
unidad de la Iglesia son, ante todo, de orden espiritual. La
institución, la jerarquía, los aspectos sociológicos no
pueden definirse, a fin de cuentas, sino en la relación a
este misterio: el misterio del “Cuerpo Místico” de Cristo
que se extiende al mundo entero para la salvación de la
humanidad. La Iglesia es la intervención directa de Dios en
el mundo para la salvación de los hombres. Su función es
la de llevar a todos la buena noticia. No la degrademos a
lo jurídico y administrativo.
Esquema: De Ecclesia (Card. Ottaviani)

El cardenal Montini: “La Iglesia,


por sí misma, no es nada. No se
trata tanto de una sociedad
fundada por un Cristo, cuanto
de Cristo mismo que se sirve de
nosotros como instrumentos
para llevar la salvación a la
humanidad entera”.
Del esquema de Ecclesia al esquema de
Philips

1. El misterio de la Iglesia
2. La constitución jerárquica de la
Iglesia, en particular el
episcopado
3. Un pueblo de Dios, en particular
los laicos
4. La vocación a la santidad en la
Iglesia
Del esquema de Ecclesia al esquema de
Philips

Estamos en la recesión del Concilio a


causa de la muerte de Juan XXII.
Se había aprobado la Sacrosanctum
Concilium.
Muchos empezaron a escribir, pues el
siguiente esquema era sobre la Iglesia.
Se quería retomar el esquema de
Ottaviani, pero el card. Kónig propone
el esquema de Philips. Y se aprueba.
SOLEMNE APERTURA DE LA SEGUNDA SESIÓNDEL
CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II.PABLO VI
Domingo 29 de septiembre de 1963
“Está fuera de duda que es
deseo, necesidad y deber de
la Iglesia, que se dé
finalmente una más
meditada definición de sí
misma”.
Del esquema de Ecclesia al esquema de
Philips
Entre los varios problemas que
presentará esta meditación a la que el
Concilio se dispone será el primero el
que se refiere a todos vosotros,
venerables hermanos, como obispos de
la Iglesia de Dios […] deberá ahora
profundizar la doctrina sobre el
Episcopado, sobre sus funciones y sobre
sus relaciones con Pedro.
Del esquema de Ecclesia al esquema de
Philips
A tal declaración doctrinal deberá
luego seguir la que se refiere a la
variada composición del cuerpo visible
y místico que es la Iglesia, militante y
peregrina en el mundo, es decir, los
sacerdotes, los religiosos y los fieles sin
olvidar a los hermanos separados de
nosotros llamados también ellos a la
unión de manera plena y completa.
Paulo VI:
Si nosotros, venerables hermanos, colocamos delante
de nuestro espíritu esta soberana concepción que
Cristo es nuestro Fundador, nuestra Cabeza, invisible
pero real, y que nosotros lo recibimos todo de Él; que
formamos con Él el “Cristo total” del que habla San
Agustín y del que está penetrada toda la teología de
la Iglesia, podremos comprender mejor los fines
principales de este Concilio, que, por razones de
brevedad y de mejor inteligencia, reduciremos a
cuatro puntos: el conocimiento, o si se prefiere de
otro modo, la conciencia de la Iglesia, su reforma, la
reconstrucción de la unidad de todos los cristianos y
el coloquio de la Iglesia con el mundo
contemporáneo.
Esquema: Lumen Gentium
1. El misterio de la Iglesia
2. El pueblo de Dios
3. La constitución jerárquica de la Iglesia y, en particular, el
episcopado
4. Los laicos
5. La universal vocación a la santidad
6. Los religiosos
7. La índole escatológica de la Iglesia
8. La Beata Virgen María, Madre de Dios, en la vida de Cristo y de la
Iglesia
Esquema: Lumen Gentium
Doble quiasmo
A) El misterio de la Iglesia
B) El pueblo de Dios
C1)La constitución jerárquica de la Iglesia y,
en particular, el episcopado
C2)Los laicos
Bx) La universal vocación a la santidad
C3) Los religiosos
B1) La índole escatológica de la Iglesia
A1) La Beata Virgen María, Madre de Dios,
en la vida de Cristo y de la Iglesia
El misterio de la Iglesia
La categoría utilizada para hablar de la
Iglesia es: Sacramento (LG 1) Vs la imagen
de societas.
Esta imagen se concluye con la analogía de
misterio encarnado (LG 8ª)
En este primer capítulo se realiza el primer
objetivo que había propuesto Paulo VI para
la Iglesia: dar “una más meditada definición
de sí misma”: “Y porque la Iglesia es en
Cristo como un sacramento, o sea signo e
instrumento de la unión íntima con Dios y de
la unidad de todo el género humano” (LG 1).
El misterio de la Iglesia

La dimensión mistérico-sacramental de la
Iglesia emerge de la historia trinitaria de a
salvación: “El Padre Eterno, por una
disposición libérrima y arcana de su
sabiduría y bondad” (LG 2), que encuentra
su plena revelación y su cumplimiento en
Cristo, primogénito de una multitud de
hermanos, hace de la Iglesia la comunidad
de los convocados por Dios mismo para que
participen por Cristo, en la comunión con el
Padre.
El misterio de la Iglesia

La eclesiología de la LG, es una eclesiología


de la Iglesia universal. Pero que en la LG 23,
mostrará que Iglesia universal y particular se
compenetran: “in quibus et ex quibus existit
una et única Ecclesia catholica”.
El misterio de la Iglesia

Se trata de una concepción que abarca las


dos dimensiones a partir del proyecto eterno
de Dios que se desvela e se cumple en las
etapas de la historia de la salvación, desde
la creación hasta el cumplimiento
escatológico del Reino, cuando “Dios será
todo en todos”.
El modelo de referencia es la Carta a los
Efesios, especialmente la idea de Mysterio.
El misterio de la Iglesia

Se entiende el afianzamiento de la Iglesia


como misterio trinitario, propuesto por LG 2-
4, en cada número respectivamente se
ilustra el aspecto teológico (n.2),
cristológico (3), pneumatológico (4).
En el marco de la misión mesiánica de Cristo
que inaugura el Reino, LG 3 encuadra y
resuelve la existencia de la Iglesia, cuyo
nacimiento no es indicada en un momento
preciso de la vida de Jesús, si no en una
referencia simbólica a la cruz. Y declina en
clave sacramental con la referencia a la
celebración eucarística.
El misterio de la Iglesia

A la obra de Cristo continúa la


acción de Espíritu Santo,
“enviado continuamente para
santificar a la Iglesia” (LG 4).
Todas las afirmaciones son
fundamentales para recuperar
una visión más dinámica de la
Iglesia.
El misterio de la Iglesia

La Iglesia considerada ab aeterno del Padre,


prefigurada desde el inicio (ab Abel),
preparada en la historia de Israel,
constituida por Cristo con la predicación del
Reino y su instauración en le misterio
pascual, manifestada en Pentecostés,
destinada a consumarse en la plenitud del
reino escatológico, es un pueblo reunido en
la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.
Así se concluye esta síntesis de la historia de
la salvación, que injerta el misterio de la
Iglesia en la misterio del mismo Dios.
El misterio de la Iglesia

LG 5. Recupera la dimensión mistérica de la


Iglesia. Y destempla la discusión de
fundación de la Iglesia que en la teología de
la escuela se precisaba en un acto puntual:
Mt 16,17-19.
Sin embargo, es tu toda su acción mesiánica
de instaurar el Reino. Reino que se
manifiesta en su predicación y acción, pero
sobre todo en su persona, y que en fuerza
del don del Espíritu Santo, continúa por
medio de la Iglesia.
El misterio de la Iglesia

“Por esto la Iglesia, enriquecida con los


dones de su Fundador y observando
fielmente sus preceptos de caridad,
humildad y abnegación, recibe la misión de
anunciar el reino de Cristo y de Dios e
instaurarlo en todos los pueblos, y
constituye en la tierra el germen y el
principio de ese reino” (LG 5 b).
En consecuencia, la Iglesia no se identifica
con el Reino, como sostenía la teología de
escuela repitiendo el Adagio: “Extra
ecclesia nulla salus”.
El misterio de la Iglesia

El texto muestra con claridad la


distinción entre Iglesia y Reino. Donde
la Iglesia está ordenada a este reino.
A partir de la imagen simbólico-
sacramental, es signo e instrumento:
signo que prefigura y anticipa el
Reino, sin agotar la plenitud. Porque
las promesas son poseídas en la
esperanza y no en toda su plenitud.
El misterio de la Iglesia

¿Cómo y dónde se ve la Iglesia?


La Iglesia por ser mistérica, LG habla de ella
con las imágenes del NT: rebaño, campo,
edificio o templo, casa de Dios, en la cual
habita su familia, Jerusalén celestial,
esposa, cuerpo de Cristo (LG 6-7).
El misterio de la Iglesia

LG 8.
Insiste en la recuperación de la dimensión
espiritual de la Iglesia, vista en términos
complementarios y no alternativos a la
dimensión visible, institucional.
Esta “unidad visible” constituida por Cristo
es, al mismo tiempo, comunidad de fe,
esperanza y caridad, que Cristo, único
mediador, sostiene incesantemente y usa
como instrumento para difundir a todos la
verdad y la gracia.
El misterio de la Iglesia
Se enriquece y se recupera la naturaleza
compleja de la Iglesia, ilustrándola en su
dimensión exterior e interior, visible y
espiritual.
Aquí se percibe la estructura sacramental,
donde el elemento visible remite a algo más
profundo o interior, que sólo puede
manifestarse a través del elemento visible.
No son dos realidades distintas, sino una
realidad compleja, resultado de un
elemento humano y uno divino.
El misterio de la Iglesia

La naturaleza teándrica de la Iglesia se


aclara con la analogía del verbo encarnado:
La Iglesia: Pueblo de Dios

Existe una oposición entre la eclesiología del


Pueblo de Dios e Iglesia-Comunión, que se
logra ver al confrontar el capítulo I y II.
El capítulo sobre el pueblo de Dios se inserta
en el contexto amplio del misterio, criterio
guía del LG y DV.
El misterio es el trinitario: “Pueblo de Dios
congregado en la unidad del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo” (LG 4).
La Iglesia: Pueblo de Dios

Sólo así se comprende que la Iglesia es


misterio:
“La Iglesia es misterio, es decir, realidad
penetrada por la divina presencia”. (Paulo
VI), pero también es sujeto histórico,
realidad social, pueblo en camino dentro de
la historia hasta el definitivo cumplimiento
del Reino.
Parece que entre el capítulo I y II hay una
continuidad orgánica.
La Iglesia: Pueblo de Dios

Novedades del segundo capítulo:


La igualdad de todos los
miembros de la Iglesia en virtud
del bautismo, con la
recuperación de la teología
católica del sacerdocio común de
los fieles, y, por lo tanto, de su
capacidad activa en la Iglesia (9-
12).
La Iglesia: Pueblo de Dios

En la segunda parte del capítulo,


la destinación a la salvación de
todos los hombres, los cuales de
diverso modo y en diverso grado,
son llamados a formar el pueblo
de Dios. (13-17).
La Iglesia: Pueblo de Dios

La fuerza de este argumento,


más que las afirmaciones en sí
mismas - que no obstante tienen
mucha importancia -, es el lugar
que ocupa: significa la
superación de la eclesiología
piramidal.
La Iglesia: Pueblo de Dios

En efecto, el solo hecho de tratar


aquello eso que es común a todos
los miembros de la Iglesia antes
de eso que los distingue – las
funciones, los ministerios, los
estados de vida – ha producido,
en virtud de este hecho, un
terremoto en la eclesiología.
La Iglesia: Pueblo de Dios

Es la condición de ser hijos de


Dios el que hace construir el más
alto título de la dignidad en la
Iglesia, y esta es para todos
iguales, “desde los obispos hasta
los últimos fieles laicos” (Sn
Agustín).
La Iglesia: Pueblo de Dios

Por lo tanto, el ministerio de la


Iglesia es una forma de servicio al
Pueblo de Dios, para que
precisamente este pueblo puede
ofrecer a Dios “Sacrificios
espirituales gratos a Dios”. (LG
10)
La Iglesia: Pueblo de Dios

Para apreciar debidamente esta


nueva prospectiva, basta retomar
el n. 9 sobre el pueblo de Dios.
La Iglesia: Pueblo de Dios

Después de describir la llamada


de Israel como pueblo de Dios y
la constitución del nuevo pueblo
de Dios, el texto fija el perfil de
este pueblo: LG 9b
La Iglesia: Pueblo de Dios

Tornan las prospectivas del


proemio sobre la “Iglesia que es
en Cristo como un sacramento”,
término recuperado para para
describir al nuevo pueblo de Dios
= Iglesia de Cristo. (cf. LG 9c)
La Iglesia: Pueblo de Dios

No una contraposición alternativa


entre, Iglesia-pueblo de Dios e
iglesia-comunión, sino una unidad
de un discurso eclesiológico, que
recuperando la dimensión
mistérico-sacramental de la
Iglesia, encuentra también su
carácter dinámico, expresado por
la figura del Pueblo de Dios en
camino hacia el Reino. (LG 9c)
La Iglesia: Pueblo de Dios

En esta perspectiva adquieren


relieve las recuperación de los
temas como el sacerdocio
común, el sensus fidei, los
carismas en la Iglesia, y un
tentativo de reformulación de la
pertenencia a la Iglesia (nn 13-
17).
La Iglesia: Pueblo de Dios

La importancia del LG 10 es
inestimable, pues después de
muchos siglos de controversia con
la teología protestante, el
concilio pone como fundamento
de la vida cristiana el sacerdocio
común, en todas sus
dimensiones: profética,
sacerdotal y real.
La Iglesia: Pueblo de Dios

Este esquema de la triple


participación tiene un alto
contenido ecuménico, pues era
utilizado por Calvino.
Servirá para explicar el tria
munera de los obispos y de los
presbíteros por participación.
La Iglesia: Pueblo de Dios

El párrafo aclara la necesaria


correlación con el sacerdocio
común y ministerial, pues los dos
participa del único sacerdocio de
Cristo, que la diferencia no es de
grado, sino de esencia.
La Iglesia: Pueblo de Dios

El sacerdocio común es una


condición que habilita a la
capacidad radical de ofrecer
sacrificios espirituales a Dios. (LG
10 b).
La Iglesia: Pueblo de Dios

Para que la oferta del Pueblo de


Dios sea posible, es necesaria la
función que compete al
sacerdocio ministerial (LG 10b).
La Iglesia: Pueblo de Dios

Se trata de una función personal,


propio de cada ministro
constituido en el sacerdotium,
que expresa un dinamismo
descendente, como forma de
representación de Cristo- cabeza
y de su mediación perene, que él
es capaz de manifestar en el
sacramento del Orden.
La Iglesia: Pueblo de Dios

El ministerio ordenado, por


tanto, no es una condición de
superioridad respecto a los
fieles, in rol de poder o de
dignidad, sino una función de
servicio, esencialmente relativa
al sacerdocio común: existe
porque existe el pueblo de Dios y
no existiría en ausencia de este.
La Iglesia: Pueblo de Dios

El ministerio ordenado, por


tanto, no es una condición de
superioridad respecto a los
fieles, in rol de poder o de
dignidad, sino una función de
servicio, esencialmente relativa
al sacerdocio común: existe
porque existe el pueblo de Dios y
no existiría en ausencia de este.
La Iglesia: Pueblo de Dios

Otra gran recuperación es el tema


de los carismas (LG 12).
Los califica como “dones que el
Espíritu Santo distribuye para la
santificación del pueblo de Dios”.
Pues junto a las acciones de guiar y
santificar a la Iglesia, el texto
recuera que el Espíritu tiene la
función de dispensar los carismas
entre los fieles. (LG 12)
La Iglesia: Pueblo de Dios

Después de haber tratado la


radical igualdad de todos los
miembros en el pueblo de Dios,
el texto amplia el discurso a la
humanidad entera (cf. LG 13a).
La Iglesia: Pueblo de Dios

A partir de la universal voluntad


salvífica de Dios, vienen
comprendidos dos movimientos
complementarios:
El primero considera a todos los
hombres destinados a la comunión
con Dios, y por eso ordenados al
único pueblo, que será cuando
“Dios será todo en todos” (1 Cor
15,28).
La Iglesia: Pueblo de Dios

Este movimiento se registra como


posibilidad, pues se trata de una
elección, absolutamente libre,
que se configura como respuesta
al don gratuito de Dios.
La Iglesia: Pueblo de Dios

El segundo movimiento para, en


cambio, de la Iglesia y se dirige a
todos y cada hombre: es el
movimiento que coincide con el
dinamismo del Evangelio,
destinado, propiamente por su
carácter de Buena Noticia, a
todos los hombres. LG 17

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