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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA


FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE MEDICINA

Psic. Vanessa C Romero M, MSc.


CARACTERÍSTICAS DE LA
RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE

 Es una relación de confianza: el paciente,


vulnerable y necesitado de ayuda, entrega su
confianza al médico, esperando interés, respeto,
compasión y ser escuchado.
 Es una relación profesional: el médico debe
responder a la confianza depositada con corrección
técnica y ética, evitando abusar del poder que se le
ha otorgado.

 Es una relación de naturaleza íntima e individual:


en ella hay un intercambio, a veces incómodo, de
emociones y revelaciones privadas entre médico y
paciente.
 Es una relación en la cual hay elementos
psicológicos conscientes e inconscientes, que
exige al médico enfrentarse con sus propias
conductas y emociones.

 Es una relación con roles bien definidos, así como


límites y convenciones claros.
 Es una relación asimétrica: el médico es el experto
que posee un nivel de conocimientos
especializados y una experiencia clínica que
contrasta con la percepción subjetiva de la
enfermedad por parte del paciente.

 Esto no implica desigualdad de la relación, puesto


que ambos miembros tienen derechos y también
obligaciones.
FACTORES QUE CONDICIONAN LA
RELACIÓN MEDICO PACIENTE

Factores individuales:
 Confiabilidad:
La condición de enfermedad provoca dependencia,
siendo la confiabilidad su contraparte. El médico
está obligado a ser humanamente confiable: el
interés y la preocupación sincera por el bienestar
del paciente permite crear la confianza necesaria
para establecer una relación productiva.
Factores individuales:
 Calidez:
El médico debe proporcionar un ambiente de calidez
y aceptación, basando la relación en el respeto,
amabilidad y cortesía, sin criticar o cuestionar las
opciones y decisiones del paciente y no actúa
como un juez ni da lecciones de moral.
Además es importante que esté atento a todo lo que
el paciente tiene para contar, trasmitiéndole la
impresión de que desea comprenderlo y conocerlo
como persona.
Factores individuales:
 Empatía:
Habilidad de comprender al paciente colocándose
en su lugar. Acto consciente de comprender, sin
juzgar, las experiencias positivas y negativas del
paciente y compartir así la emoción percibida.
Es una forma sana y temporal de identificación con
el otro, que puede darse como respuesta a señales
visibles externas (gestos, tono de voz), o por
deducción del estado emocional del otro según la
naturaleza de la situación.
Factores individuales:

Reconocer la emoción en el paciente (expresada


directa o indirectamente) y le comunica ese
reconocimiento con un comentario empático, con lo
que el paciente sabe que el médico comprende lo
que siente y su punto de vista.
Factores individuales:
 Rapport:
Es el conjunto de sentimientos de comprensión
mutua y compromiso recíproco entre médico y
paciente.
Establecer rapport exige al médico sintonizar con
el paciente y posibilitar una interacción genuina,
beneficiosa y agradable para ambos.

El médico puede valerse de comentarios inocuos


que “rompan el hielo”, usar el nombre del
paciente, emplear algo de humor no ofensivo que
permita a ambos sonreír y pasar sin angustias al
punto central de cada encuentro.
OTRAS CARACTERÍSTICAS
PERSONALES DEL MÉDICO

 La personalidad del médico es importante para una


buena RMP.

 Sabe cuáles son sus prejuicios, debilidades,


principios y valores.

 Conociéndose y aceptando la individualidad del


otro, escucha sin enojarse o sentir conflictos frente a
desavenencias y conservar su compromiso ético.
 Conoce los límites de sus competencias y de sus
capacidades
 Está consciente de sus propias necesidades,
situaciones o conflictos no resueltos.
 Saber ser él mismo, es auténtico y congruente con
sus principios y valores.
 Capaz de abstenerse de imponer sus valores al
paciente.
 Tiene flexibilidad y tolerancia.
 Es una persona confiable y responsable.
 Hace uso adecuado de la confidencialidad.
 Es capaz de reconocer y contener las angustias
del paciente .
FACTORES QUE CONDICIONAN LA
RELACIÓN MEDICO PACIENTE
 Factores psicodinámicos:
 Transferencia: Proceso inconsciente donde el
paciente proyecta sobre el médico sentimientos y
actitudes que le provocaron personas
significativas en su pasado infantil y que son re-
experimentadas en el presente en la RMP.
 El paciente puede ver al médico como al padre
amoroso que se tuvo o como a la madre
demandante y difícil de complacer.
 Los sentimientos transferenciales pueden ser
positivos o negativos y el médico debe
reconocerlos. Los primeros (amor, autoridad,
benevolencia) puede utilizarlos en beneficio del
paciente, para el logro de las metas terapéuticas.
Los segundos (odio, miedo, ambivalencia,
desdén, dependencia) pueden deteriorar la RMP
si no se clarifican con el paciente.

 La conducta seductora de un paciente debería


ser casi siempre confrontada como manifestación
transferencial y no aprovecharse de ella.
 Contratransferencia: Conjunto de sentimientos y
actitudes inconscientes del médico hacia el
paciente como respuesta hacia actitudes reales o
imaginadas en éste.
Los conflictos no resueltos del médico se
introducen en la RMP y estrechan su objetividad.

Positiva: es el amor paternal exagerado, por


identificación excesiva con un paciente que ha vivido
situaciones traumáticas similares a las propias.

Negativa: incluye la impaciencia, la ira, el rechazo y


el fastidio; si el médico no los reconoce interfieren
con la calidad de la atención brindada.
 Resistencia: Actitudes y conductas inconscientes
del paciente que se oponen a los objetivos
terapéuticos de la relación.
Puede variar desde el rechazo de la consulta o el
antagonismo visible, hasta modos más sutiles como
olvidos, desatención y racionalizaciones que
sabotean el tratamiento.

La ambivalencia del paciente (querer ayuda pero


resistirse a la misma) debe confrontarse, pues
refleja el rechazo a renunciar a la ganancia
secundaria de la enfermedad (atención y simpatía),
o el temor al auto-sostenimiento e independencia.
 Factores Socioculturales:

Edad, el género y el status social del paciente y


del médico.
Creencias, valores y costumbres del grupo
social y cultural al cual pertenece cada uno.
Matices en cómo se experimenta la salud y la
enfermedad, los cuales el médico no puede ignorar.
El paciente no llega sólo con el problema de
salud, sino que trae consigo un contexto social –
familia, trabajo, comunidad y un contexto
cultural – actitudes, creencias, valores,
tradiciones.

El médico debe estar consciente de las creencias y


costumbres del paciente, de modo que pueda
asesorarlo en su autocuidado sin entrar en
conflicto con los valores y tradiciones de los
grupos a los cuales pertenece.
 El proceso comunicacional:

Proceso dinámico, involucra la transmisión de


información y afectos.
Comunicación verbal (palabras para transmitir
ideas, describir sentimientos, argumentar, preguntar,
etc.).
Comunicación no verbal (lenguaje corporal y
gestual, conducta, vestimenta, etc). Es el 70% de la
información transmitida, reafirma o contradice la
comunicación verbal.
El paciente es sensible y observador de la
comunicación no verbal del médico y de las
inconsistencias con la comunicación verbal.

Al estar enfermo siente ansiedad e incertidumbre,


busca sutiles señales que le indique lo que el
médico piensa en cuanto a severidad, curso o
pronóstico.

Escucha activa, no interrumpir, atender e


interpretar las señales verbales y no verbales,
comunicar empatía, resumir y clarificar, son
todas prácticas que facilitan la buena comunicación
médico-paciente.
 La ética:
El médico debe poseer conocimientos éticos y
estar preparado y actualizado sobre el abordaje
del paciente.

Con habilidades semiológicas que en ningún


momento pueden ser reemplazadas por la
tecnología.

Debe relacionarse de manera adecuada con la


familia del paciente, durante el acontecer y curso
de la enfermedad, actuando con moderación y
prudencia, y manejando el secreto médico.
LOS LÍMITES EN LA RELACIÓN
MÉDICO-PACIENTE Y SU
IMPORTANCIA

 Los límites encuadran las interacciones físicas,


emocionales y sociales aceptadas y esperadas,
según las normas técnicas y éticas.

 Protegen al médico y al paciente garantizando que


se pueda mantener la relación profesional.
 La violación de límites resulta en la ruptura de la
confianza colocada en el médico.

 Ejemplo de violación de límites por el médico:


conducta sexual inapropiada, abuso de
información confidencial, aceptar regalos
costosos, ver al paciente por problemas
médicos en lugares y horas inusuales. Tales
conductas implican un abuso de poder del
médico, colocando en primer lugar su propio
interés, colocando al paciente en un doble vínculo.
 Evitar establecer relaciones duales con miembros
de la propia familia, alumnos, compañeros de
trabajo muy cercanos o amigos íntimos.

 La relación dual entra en conflicto con la RMP, la


cual está dirigida exclusivamente a la resolución de
un problema médico y el médico no debe ser para
el paciente otra cosa que médico.
 Los pacientes pueden querer cruzar los límites. La
solicitud de citas especiales, vestir ropas muy
seductoras, dar regalos costosos, acosar
sexualmente al médico o exhibir conductas
amenazantes o demandantes son ejemplos de
violación de límites.

 Los familiares del paciente también violan límites


cuando solicitan acceder a información confidencial.
 El uso de un lenguaje y conducta más formal que
en un encuentro social, hablar menos que en una
conversación típica, evitar el contacto físico
innecesario, usar vestimentas e instrumentos
propios de la profesión, realizar la consulta en
ambiente adecuado ayudan a establecer el
contexto de consulta.

 Si el paciente y el médico se encuentran en una


fiesta o en un supermercado, la interacción es
social, no es una consulta médica.
 Que muestre motivación, interés por el paciente,
calidad humana, que conozca y tome en cuenta el
contexto personal y familiar, que realice seguimiento
del tratamiento, que sea empático, que inspire
confianza, que establezca una relación y un trato
personal, que pida la opinión, que mire a los ojos,
que escuche, que sea eficiente, que refiera a otro
especialista cuando sea necesario, que explore, que
informe, que sea accesible.
 Valoran de forma negativa que no mire, que no
informe suficientemente, que muestre prisa,
fastidio o recete con rapidez.

 Un mal médico se define por la frialdad,


condescendencia, brusquedad, arrogancia, falta
de tacto o frivolidad, incluso cuando van
acompañados de gran prestigio profesional y
científico.
OBSTÁCULOS ACTUALES
PARA LA RMP
 Ausencia de calor en la relación humana:
Dificultad de equilibrar la distancia afectiva
profesional y la implicación emocional propia del
médico como persona.

 En establecimientos de salud pública el trabajo


médico se realiza en condiciones inadecuadas,
con poca calidez humana entre los múltiples
especialistas y servicios asistenciales y
administrativos, resultando en una atención
fragmentada e impersonal.
 La tendencia creciente a utilizar tecnologías
sofisticadas para conseguir certeza diagnóstica y
terapéutica ha contribuido a la distorsión de la
relación médico-paciente al interponer el
aparataje entre el médico y el paciente,
privilegiando un modo de interacción
despersonalizado.

 La interconsulta con médicos especializados en


ramas clínicas, provoca sentimientos difusos
respecto a la relación múltiple que le impide
reconocer a un médico como referente.
 Cosificación: conversión del paciente en objeto,
prescindiendo de sus rasgos personales e
individuales, sentimientos y valores. El no
reconocimiento de la dignidad y valor individual
de todo enfermo, que no hay unos que tengan
más valor que otros, niños o adultos, ricos o
pobres, blancos o negros.

 Empresas de salud, aseguradoras, empresas


farmacéuticas y biotecnológicas, la medicina pre-
pagada y el estado transforman al médico en el
médico administrador o el médico detector-de-
riesgos o médico-funcionario, desvirtuando la
RMP al considerar criterios administrativos
sobre criterios clínicos.
LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
CON EL PACIENTE DIFÍCIL O
PROBLEMÁTICO
 Se denomina así a un grupo heterogéneo de
pacientes, que por lo general padecen
enfermedades relevantes, cuyo único rasgo
común es la capacidad de producir estrés en el
médico y el equipo que los atienden.

 Las sensaciones displacenteras del médico


incluyen angustia, pérdida de control, autoridad o
autoestima, aversión, inseguridad, resentimiento,
temor, enojo, frustración, desesperanza,
aburrimiento, rechazo y agresividad.
 El desgaste emocional del médico por la relación
problemática con esos pacientes compromete
tanto su satisfacción como su competencia
profesional. El paciente difícil corre el riesgo de no
recibir la atención óptima, de ser sometido a
exploraciones innecesarias, tratamientos
inadecuados y de no ser diagnosticado o tratado
adecuadamente.
FACTORES QUE DIFICULTAN LA
RELACIÓN CON LOS PACIENTES

Del paciente:
 La enfermedad que padecen: cáncer, SIDA,
cuadros inespecíficos que no han podido
diagnosticarse adecuadamente o problemas
mentales.
 Características del paciente: personalidad
conflictivas, rasgos desagradables .
 Opiniones, valores y creencias contrapuestas a las
del médico.
Del médico:
 Personalidad conflictiva.
 Insatisfacción laboral, prisa por múltiples
ocupaciones, Burnout o estrés laboral.
 Problemas personales y familiares; problemas de
salud.
 Dificultad para abordar problemas psicosociales del
paciente.
Del entorno:
 Interrupciones constantes y maltrato del personal
 Ambiente no acogedor: calor excesivo, sillas
insuficientes, ruidos, etc.
 Tiempo de espera excesivo
 Burocracia
TIPOLOGÍA DEL PACIENTE
DIFÍCIL
 Suelen ser hiperfrecuentadores y somatizadores.
 Se sienten insatisfechos con todo: la atención, el
trato del personal, el ambiente.
 Presentan más problemas de salud crónicos que
otros pacientes del mismo sexo y edad.
 Sus síntomas y problemas médicos, agudos y
crónicos, son presentados de manera más
inespecífica, compleja y variada, lo que dificulta el
diagnóstico y el tratamiento.
 Sus síntomas y problemas médicos, agudos y
crónicos, son presentados de manera más
inespecífica, compleja y variada, lo que dificulta el
diagnóstico y el tratamiento.
 Generan un número mayor de referencias a
especialistas e instituciones, así como
exploraciones complementarias y gastos en
asistencia.
 Su presencia se siente negativamente en el
conjunto del equipo de salud.
 Sus redes de apoyo y contención social (familia,
amigos, trabajo) son pobres y muchas veces
conflictivas.
 Los “dependientes pesados” pueden ser
seductores, halagadores o parsimoniosos; se
presentan a cada rato en la consulta, a veces por
banalidades, hablan y monopolizan el tiempo del
médico, incapaces de ir al grano, hacen preguntas
reiterativas; son agradecidos pese a que no se
avanza en su caso, siempre están necesitados del
médico a quien perciben como un ser inagotable y
superior. El médico llega a sentirse agotado,
aburrido, frustrado y enojado con el paciente.
 Los “exigentes con título” son grandes
demandantes de atención, cuestionadores, hostiles,
desconfiados, discuten en plan de superioridad,
utilizan la intimidación y la descalificación,
culpabilizan al médico y al equipo para lograr lo que
quieren, invocan un título que les da derechos
(trabajar en la institución, ser “alguien”, ser familiar
de médico, trabajar en salud, etc). El médico puede
sentirse devaluado, con temor, rabia, rechazo,
vergüenza o impotencia.
 Los “manipuladores masoquistas”, también
demandan atención constantemente, consultan
mucho por el mismo motivo; creen que nada los
ayudará, no cumplen las prescripciones; sus
síntomas son variados e inespecíficos, ocultan
datos, mienten y justifican su incumplimiento;
parecen buscar ganancias secundarias a su
situación. Pueden ser autodestructivos y rechazar
la ayuda. El médico siente ante ellos ansiedad y
dudas respecto a su competencia profesional,
culpa, frustración, resentimiento y deseos de
abandonar al paciente.
MANEJO DE LA RELACIÓN CON
EL PACIENTE DIFÍCIL
 Evaluar la situación y reconocer los sentimientos
que el paciente genera, sin justificarse.
 Establecer límites claros y razonables en la relación
sin rechazar al paciente.
 Mantener la calma ante los conflictos que puedan
surgir, controlando las reacciones negativas que
deterioran más la relación.
 Cuidar la autoestima del médico: no asumir culpas,
problemas o responsabilidades que no
correspondan. No hay que personalizar los
problemas ajenos.
 Centrar la atención en el paciente como persona y
no solo en sus quejas, valorar sus opiniones,
temores, expectativas y necesidades.
 Establecer objetivos concretos, progresivos y
asumibles tanto en el control clínico.
 Acciones terapéuticas:
 Modificación del entorno, evitar interrupciones,
disminuir fallos burocráticos.
 Dar prescripciones muy claras, informar y negociar
las discrepancias
 Dar citas regulares (anticiparse), con un encuadre
de tiempo constante
 Empatizar, escuchar, citar a la familia, usar el
humor

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