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NECESIDADES

ENERGETICAS EN
UN ADULTO
MGR. MAGALY VERA HERRERA
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES

 Los requerimientos nutricionales se definen


como la cantidad de energía y nutrientes
esenciales, necesarios para mantener un estado
nutricional óptimo, así como para el desarrollo
normal de las funciones metabólicas y/o
fisiológicas y la prevención de enfermedades.
En este sentido, si dichas cantidades no fuesen
las adecuadas (por defecto o exceso), se
produciría un riesgo de estado carencial o un
efecto adverso.
NUTRICION EN EL ADULTO
 En el caso de la persona adulta, los requerimientos
nutricionales son aquellos que ayudan a mantener el peso
corporal e impiden la pérdida de nutrientes, ya que la
deficiencia de determinados nutrientes, provocará la
aparición de signos clínicos que merman la capacidad
para desarrollar funciones específicas del organismo,
pudiendo a largo plazo, comprometer su calidad de vida.
Por ello, lo deseable es que el aporte nutricional cubra más
allá de las cantidades mínimas para alcanzar un óptimo
estado psíquico, físico y social.
RECOMENDACIONES
NUTRICIONALES
 En 1980, el "Food and Nutrition Board-National
Research Council" (USA) definió las
recomendaciones nutricionales como las
cantidades de energía y nutrientes esenciales
que cubren los requerimientos nutricionales de
casi todos los individuos sanos, o bien, el
promedio de las cantidades diarias de energía y
nutrientes esenciales que ciertas poblaciones
deben consumir durante un período de tiempo
determinado.
Las recomendaciones nutricionales se deben expresar en
cantidades de energía y nutrientes y no por grupos de alimentos,
ya que los hábitos de consumo varían de un colectivo a otro. Para
evitar posibles riesgos asociados a una ingesta deficitaria, la
cantidad de nutrientes recomendados exceden habitualmente
las necesidades nutricionales de la mayoría de las personas. Es
importante resaltar que las recomendaciones nutricionales van
dirigidas exclusivamente a colectivos sanos. Así, personas que
sufran alguna patología o alteración metabólica, infecciones o
enfermos crónicos, deberán seguir dietas específicas adaptadas
a sus necesidades.
 Ingesta dietética de referencia (DRI - Dietary Reference
Intake) La DRI se caracteriza por cuatro parámetros (ver Figura
1), y establece los valores de referencia de nutrientes en
individuos sanos para i) prevenir enfermedades por déficit de
ingesta, ii) reducir las enfermedades crónicas y iii) alcanzar un
estado de salud óptimo.
A continuación, describiremos los parámetros que
definen las ingestas dietéticas de referencia de la
población según la Food and Nutrition Board-National
Research Council.
a) Requerimiento medio estimado (EAR - Estimated Average Requirement)
Representa la ingesta de un nutriente, necesario para cubrir las
necesidades de la mitad de los individuos sanos de un grupo, de edad y
género determinados. Nos da idea de la prevalencia de un aporte
insuficiente de un determinado nutriente por grupos de población.
b) Requerimiento energético estimado (EER - Estimated Energy
Requirement) Hace referencia a la ingesta media necesaria para
mantener el balance energético en adultos sanos -con un nivel de
actividad física saludable-, en función de la edad, género, peso y talla.
c) Recomendaciones dietéticas (RDA - Recommended Dietary
Allowances) Establece la ingesta dietética diaria de un
determinado nutriente, cantidad que ha de ser suficiente para
cubrir las necesidades de casi todos los individuos sanos (97-98%),
de un grupo de edad y género determinado.

d) Ingesta adecuada (AI - Adequate Intake) Valor de ingesta que


se considera adecuado para un nutriente, cuando no existen
datos suficientes para estimar sus recomendaciones en una
población o grupo de edad determinado.
e) Nivel de ingesta máxima tolerable (UL - Tolerable Upper Intake Level)
Representa la cantidad máxima de un nutriente, que puede ser ingerido por
la población en general, sin riesgo evidente para la salud. En base a los
valores de referencia definidos por el Food and Nutrition Board-National
Research Council, el comité científico de alimentación de la UE (SCF,
Scientific Committee on Food), estableció en 1992 los siguientes conceptos:
f) Requerimiento medio (AR - Average Requirement) Establece el
requerimiento medio de un nutriente de un grupo de población, que
coincide con la mediana y equivale al requerimiento medio estimado EAR.
g) Ingesta de referencia para la población (PRI - Population Reference Intake)
Se define como la ingesta que cubre las necesidades de nutrientes de la
mayoría de individuos sanos, aproximadamente el 97,5% de la población y se
corresponde con la ingesta dietética recomendadas RDA.
h) Intervalo aceptable de ingesta (ARI - Acceptable Range of Intake) Cuando no
se dispone de datos suficientes para establecer ingestas de referencia para un
determinado nutriente, se fijan unos intervalos aceptables, siendo por tanto este
parámetro equivalente a la ingesta adecuada (AI).
i) Umbral de ingesta inferior (LTI - Lowest Threshold Intake) Establece un nivel de
ingesta para un determinado nutriente, por debajo del cual la mayoría de los
individuos (97,5%) no podrían mantener su integridad metabólica. Este concepto
no tiene equivalencia con los descritos por el Food and Nutrition Board- National
Research Council.
j) Intervalos aceptables de distribución de macronutrientes (AMDR - Acceptable
Macronutrient Distribution Range) Representa el intervalo de ingesta adecuado de
macronutrientes, que se asocia a un menor riesgo de padecer enfermedades
crónicas. Se expresa como porcentaje de la ingesta total, ya que los
requerimientos dependen de otros macronutrientes o bien de las necesidades del
propio individuo.
Cálculo de los requerimientos
establecidos y de las recomendaciones
nutricionales
El cálculo de los requerimientos nutricionales en los seres humanos
requiere un largo periodo de tiempo, siendo además un proceso muy
complejo y caro. Una dificultad añadida al proceso es la selección de
individuos sanos, ya que los resultados de la población total no son
verdaderamente representativos, aportando por ello una información
insuficiente. Así, para determinar correctamente los requerimientos
nutricionales en los grupos de población, es necesario establecer un
método que incluya las siguientes etapas:
 1. En primer lugar, se calculan los requerimientos nutricionales para una
población sana y representativa de cada uno de los grupos dentro del
colectivo, puesto que los requerimientos podrían cambian con la edad
y el sexo.
 2. A continuación, se estima mediante análisis de la varianza y
desviación estándar, la variabilidad de los requerimientos nutricionales
entre los distintos individuos que pertenecen al mismo grupo de
población.
 3. Con el objetivo de garantizar que se cubran las necesidades de
todas las personas sanas pertenecientes a cada población según sexo
y edad, se determinan las cantidades que se deben sumar al
requerimiento medio.
 4. Además, para aproximarnos al conocimiento de las necesidades
nutricionales de una determinada población, se utilizan diferentes
métodos de investigación epidemiológica, experimental y clínica que
se describen a continuación:
 I. Técnicas de balance. Con este método se determina qué cantidad se
utiliza de un determinado nutriente, con respecto a la cantidad total
ingerida.
 II. Se llevan a cabo estudios en individuos a los que se les impone una
dieta carencial en un nutriente determinado, teniendo en cuenta que ello
suponga un riesgo mínimo para su salud.
 III. Registro de la dieta de personas sanas.
 IV. Estudios epidemiológicos que relacionen hábitos alimentarios con
enfermedades, por carencia o exceso de nutrientes.
 V. Extrapolación de los resultados obtenidos en ensayos con animales, en
los cuales se ha prescindido de algún nutriente esencial en la dieta.
 VI. Los requerimientos nutricionales de una población objeto de estudio
se ajustan a una curva tipo "gaussiana"
Como se observa en la Figura 2, una pequeña parte de la población
presenta requerimientos mínimos de nutrientes, la mayoría estará
representada por la parte central de la gráfica y tendrá un requerimiento
medio (RM), requiriendo cantidades mayores de nutrientes un porcentaje
mínimo de población. A modo de ejemplo, los requerimientos de proteínas
de la población presentan una distribución de curva normal, sumándose dos
desviaciones estándar al valor medio calculado, para cubrir así las
necesidades de un 97,5% de la población.
 Con respecto a la energía, se utiliza como recomendación el
promedio del requerimiento de la población para cada uno
de los grupos por edad y sexo. Dado que los requerimientos
de energía varían entre individuos, un aumento adicional del
doble de la desviación estándar del requerimiento medio,
podría conllevar a la obesidad a largo plazo en los individuos
cuyos requerimientos se encuentren por debajo del mismo.
 Además, en el cálculo de las recomendaciones nutricionales deben
considerarse otros factores adicionales:I. La biodisponibilidad y
absorción de cada uno de los nutrientes, en función de la matriz
alimentaria y la presencia de precursores en la misma. Por ello, dentro
de la ingesta recomendada se incluirá también la parte no absorbida del
nutriente ingerido.
 II. La eficacia metabólica de cada individuo y sus circunstancias
fisiológicas.
 III. El procesado tecnológico y tratamientos culinarios aplicados a los
alimentos.
 IV. Los hábitos alimentarios, el clima y la procedencia de los alimentos.
•III. El procesado tecnológico y tratamientos culinarios aplicados a los alimentos.IV. Los hábitos alimentarios, el clima y la procedencia de los alimentos.
Requerimientos y recomendaciones de
energía y nutrientes
Las empresas del sector alimentario pueden de forma voluntaria y a
través de las etiquetas, informar al consumidor sobre la cantidad diaria
recomendada (CDR o RDA) -aporte de energía, macronutrientes y
micronutrientes- del producto que ponen a la venta, ya que como se ha
comentado previamente, las recomendaciones nutricionales van a estar
condicionadas por diferentes factores como la edad, sexo, talla y
composición corporal, genotipo, calorías ingeridas, situación fisiológica,
temperatura del medio ambiente y el estado (sano o enfermo) del
individuo.
REQUERIMIENTOS ENERGETICOS
Se definen como "la ingesta procedente de los alimentos que equilibra el
consumo de energía cuando el individuo tiene una talla, composición
corporal y un grado de actividad física compatibles con una salud óptima
a largo plazo, y que le permite mantener la actividad física y social
necesaria". Conviene recordar que el balance de energía es la cantidad
de energía que se ingiere menos la cantidad de energía que se consume,
en consecuencia, para alcanzar un peso corporal adecuado, el balance
energético debe ser igual a cero. Para determinar las necesidades
energéticas se utilizan tres fracciones distintas: i) la tasa metabólica basal,
ii) la termogénesis -efecto dinámico específico de los alimentos- y, iii) el
consumo energético derivado de la actividad física. Así, la EFSA
recomienda una ingesta energética de 2.000 kcal/día en mujeres y 2.500
kcal/día en hombres, recomendaciones que coinciden con los valores de
referencia empleados en el etiquetado de alimentos.
REQUERIMIENTOS PROTEICOS
Dado que para la síntesis de proteínas se reutilizan los aminoácidos ya
existentes en el organismo, la cantidad de proteínas en el cuerpo humano
será mucho mayor que las obtenidas por la ingesta de alimentos y puede
verse mermada si no se sigue una ingesta adecuada de energía. Así, si la
ingesta energética está por debajo de la necesaria, las proteínas se
utilizarían para la producción de energía, reduciéndose su número en el
organismo. En los últimos 50 años, las recomendaciones de proteínas han
variado de forma importante. En la actualidad, para determinar dichas
recomendaciones se valora a corto y largo plazo i) el requerimiento medio
del balance de nitrógeno, cuyo valor es de 0,66 g/ kg por día, y ii) la
variabilidad (umbral del 12,5%) de dichos requerimientos. Si se considera el
doble de la desviación estándar de este valor, fijaríamos un 25% por encima
de la media, abarcando así al 97,5% de la población.
REQUERIMENTOS DE HIDRATOS DE
CARBONO
 Los hidratos de carbono o glúcidos, deben ser los
nutrientes mayoritarios de la dieta, ya que de ellos se
obtiene la glucosa, molécula indispensable para el
correcto funcionamiento de determinados órganos y
células como el sistema nervioso, hematíes y músculo,
con actividad física continuada. Es importante resaltar
que la glucosa puede sintetizarse también a partir de
otras hexosas ingeridas como la fructosa, aminoácidos,
de algunos ácidos grasos y del glicerol que contienen.
REQUERIMIENTOS LIPIDICOS
 Hasta los años 70 los lípidos o grasas no se incluían dentro de la dieta, ya
que no se consideraban nutrientes esenciales; cambiando la concepción
que se tenía sobre estos nutrientes a raíz de un estudio realizado en
enfermos hospitalizados. En dicho estudio, se observó que al excluir a los
pacientes de dietas parentales, éstos manifestaban una serie de trastornos
en la piel como descamación, caída del pelo, retraso en la cicatrización y
pérdida de la integridad en las membranas celulares, alteración del
metabolismo del colesterol y de los precursores de las prostaglandinas.
 Así, debemos suministrar al organismo un aporte lipídico adecuado a través
de la dieta, recomendándose la ingesta de pequeñas cantidades de
ácidos grasos esenciales como linoléico (LA) y alfa-linolénico (ALA), dado
que el organismo no dispone de enzimas desaturasas para sintetizarlos.
Además, se deberán incluir otros lípidos como el eicosapentanoico (EPA),
docosahexanoico (DHA) y araquidónico (AA), ya que también pueden ser
considerados esenciales si sus precursores no están presentes en la dieta.
Los cambios de estilos de vida -entre otros factores-,
experimentados en los países desarrollados, han
originado un alejamiento de las ingestas
recomendadas de grasas, que se aproximan en la
actualidad al 40% de la energía total consumida,
contribuyendo sobremanera a la elevación del
colesterol en el organismo y, en consecuencia, al
incremento de ciertas patologías. A consecuencia de
ello, diferentes organizaciones internacionales
relacionadas con la nutrición y salud, conscientes de
que una alta ingesta de grasas saturadas se relaciona
directamente con el aumento de las lipoproteínas VLDL
y LDL y ciertas enfermedades como diabetes,
obesidad o cáncer entre otras, han elaborado una
serie de recomendaciones sobre el colesterol.
El agua no es un nutriente esencial, pero es un fluido imprescindible para
prácticamente la totalidad de las funciones corporales, participando
activamente en la regulación térmica (termorregulación) de nuestro
organismo. Así, una hidratación adecuada es esencial para el
mantenimiento de una salud óptima. La podemos obtener a través de la
dieta, como constituyente de los alimentos, mediante la ingesta de agua y
bebidas que la incluyan en su composición, o bien como producto de los
procesos oxidativos que ocurren en nuestro organismo. El contenido de
agua corporal y su distribución en los diferentes compartimentos celulares
(internos y externos), varía con la edad, modificándose en consecuencia las
necesidades de ingesta para alcanzar un control homeostático adecuado.
CONSUMO DE ALCOHOL
Numerosos estudios epidemiológicos demuestran que el consumo
moderado de alcohol se asocia a una menor incidencia de muerte en
nuestra sociedad, a consecuencia del descenso de enfermedades
cardiovasculares. Sin embargo, también se ha demostrado que existe una
relación directa entre el consumo de alcohol y la mortalidad total. Por
tanto, conviene establecer un criterio que permita clasificar el consumo de
alcohol como moderado o excesivo. Así, el consumo moderado hace
referencia a la ingesta de no más de una bebida alcohólica/día para
mujeres (aunque algunos autores establecen hasta dos) y no más de dos
bebidas/día para los varones (algunos establecen hasta tres). En mujeres,
se determina una dosis menor debido a que i) metabolizan más
lentamente el alcohol y la mayoría, ii) presenta un volumen corporal menor
en comparación con los varones.
REQUERIMIENTOS DE VITAMINAS Y
MINNERALES
Las vitaminas y minerales se denominan también micronutrientes, debido a que en
relación a los macronutrientes -glúcidos, proteínas y grasas-, las cantidades
requeridas por el organismo son muy pequeñas, aunque no por ello de menor
importancia para el desarrollo de las funciones vitales. De hecho, diferentes estudios
realizados en personas de 50 a 60 años evidencian que i) una ingesta suficiente de
calcio y vitamina D reduce el riesgo de osteoporosis, ii) y un consumo adecuado de
potasio ayuda a mantener los niveles de presión arterial más bajos, reduciendo a su
vez los efectos adversos derivados de una alta ingesta de sodio sobre la presión
arterial, factor de riesgo reconocido para la enfermedad isquémica del corazón,
derrame cerebral y enfermedad renal. Al respecto, conviene incidir sobre los
efectos adversos sobre el desarrollo fetal e infantil de la deficiencia de yodo -de
gravedad leve a moderada -, lo que ha condicionado la implantación de
programas de yodación de la sal en numerosos países de la UE. Las
recomendaciones de ingesta de vitaminas y minerales se recogen en la Tabla 1.
REQUERIMIENTO DE FIBRA
ALIMENTARIA
 Las dietas ricas en frutas y verduras, es decir en fibra,
reducen la aparición de ciertas patologías como el
cáncer de colon, diabetes tipo 2, obesidad y
enfermedades cardiovasculares. A pesar de ello, es
difícil determinar si el efecto beneficioso se debe a la
acción de la propia fibra presente en los vegetales o
bien a otros constituyentes de la dieta. En la actualidad,
se considera que la dieta debe incluir diferentes tipos de
fibras como son la soluble e insoluble
REQUERIMIENTO DE ACTIVIDAD
FISICA
 El estilo de vida sedentario y los hábitos alimentarios inadecuados se han convertido en
dos grandes problemas de las sociedades industrializadas. Sobrepeso y obesidad son las
grandes consecuencias de esta coyuntura, constituyendo un factor de riesgo para la
salud de la población y un elevado coste sanitario. Según estimaciones de la OMS, para el
año 2020 las enfermedades no transmisibles causaran en 70% de los fallecimientos y el 60%
de la carga de morbilidad. Diferentes estudios indican que hasta un 80% de los casos de
cardiopatía coronaria y hasta el 90% de los casos de diabetes tipo II podrían prevenirse
modificando estilos de vida, comiendo de manera saludable, manteniendo un peso
normal y haciendo ejercicio. De hecho, el ejercicio físico acoplado a la restricción
calórica en la dieta representan múltiples beneficios tales como disminución del
componente graso con aumento de la masa muscular esquelética, mejora la sensibilidad
a la insulina, modifica beneficiosamente el perfil lipídico, estabiliza la presión arterial,
ejerce un efecto protector y reduce el riesgo de aparición de otras enfermedades como
osteoporosis, depresión, cáncer de mama y colon y provoca un cambio psicosocial en el
individuo. Por este motivo se hace especial hincapié en la actividad física, ya que de
todos los factores de riesgo, el sedentarismo es el más fácilmente modificable.
Así, la OMS bajo el lema "Por tu salud, muévete" recomienda el aumento de la
actividad física moderada de práctica regular. En este sentido, caminar al
menos 30 minutos todos los días de la semana o realizar 20 minutos de
actividad intensa tres o más días a la semana, favorece la reducción de peso
y la distribución de la grasa corporal, mejora la presión arterial basal, aumenta
los valores sanguíneos de HDL, aumenta la sensibilidad a la insulina y disminuye
la trigliceridemia, reduciendo así los factores de riesgo y enfermedad
cardiovascular, generando de esta forma un cambio permanente en el estilo
de vida y el principio de un programa de entrenamiento prolongado
GUIAS ALIMENTARIAS
 El aumento de enfermedades cardiovasculares, degenerativas, tumorales
y metabólicas, como la diabetes mellitus, se asocia –
epidemiológicamente- al tipo de dieta actual. En consecuencia, se hace
absolutamente necesario la adopción de un modelo dietético que
permita mantener una buena salud y reducir el riesgo de desarrollo de
dichas enfermedades. Así, los gobiernos de los distintos países han incluido
-dentro de sus políticas de salud-, diferentes objetivos nutricionales y guías
dietéticas para reducir los factores de riesgo conocidos. La ingesta
recomendada y los objetivos nutricionales no son conceptos fácilmente
comprensibles para el consumidor medio y, por tanto, de escasa utilidad.
Por ello, es necesario el desarrollo de programas de promoción de la salud
que contemplen diferentes estrategias de intervención en la comunidad a
distintos niveles, posicionando de este modo a la educación nutricional
como una herramienta imprescindible para adecuar los hábitos
alimentarios de la población.
 Las principales recomendaciones incluidas en estas guías, hacen
referencia a la importancia de i) mantener el peso deseable, ajustando
para ello el consumo de alimentos al gasto energético, ii) la necesidad de
aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales, iii) moderar
el consumo de grasa saturada, iv) reducir la ingesta de alcohol y, v)
practicar ejercicio físico regularmente.
 La experiencia adquirida en diferentes estudios realizados en España, ha
demostrado que la mejor forma de facilitar la información de las guías
alimentarias es mediante representaciones gráficas como la "Pirámide
alimentaria (Figura 3)", la "Rueda de los alimentos" y el "Rombo de la
alimentación", equiparables desde el punto de vista educativo a las
actividades realizadas en otros países de la UE.
 Llegados a este punto, debemos ser conscientes de que a lo largo de la vida
los hábitos alimentarios pueden modelar la calidad e incluso condicionar la
duración de la misma, ya que la alimentación óptima es un factor
determinante en la prevención y curación de ciertas enfermedades. A
consecuencia de ello, se ha detectado un interés creciente en los
consumidores por el binomio alimentación-salud, aportando al consumo
alimentario un carácter de autocontrol. Es decir, los consumidores son
conscientes de los alimentos que hay que tomar y en qué cantidad, para
conseguir una alimentación que favorezca la salud, sin dejarse influenciar
por la publicidad consumista, la propaganda pseudocientífica o los viejos y
erróneos conceptos al abrigo de la tradición.
 Este avance conceptual, llevará asociado a corto y medio plazo una serie
de beneficios sociales, mejorando la productividad, el desarrollo económico
y el bienestar de la población. Además, no debemos olvidar que comer es
un placer "de todos los tiempos y todas las edades, el último que nos queda
cuando todos los demás nos han abandonado" y favorece las relaciones
sociales.

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