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ASPECTOS GENERALES
Ayudante: María Francisca Hauyon
UNAB 2019
• Operación de origen financiero y de colaboración en la empresa
moderna.
• expresión anglosajona, cuya traducción al español resulta difícil
por no existir un término equivalente descriptivo de la misma.
• En el terreno de la terminología empleada en esta operación,
conviene advertir de inmediato que el término factor, con el que
se acostumbra denominar a la empresa de factoring, no equivale a
la “expresión factor de comercio”, con la cual se designa al que se
encarga de la administración de todo o parte de un establecimiento
comercial o fabril, según su prudencia, por cuenta de su mandante.
• La función del factor en la operación de factoring es la de un intermediario
financiero que efectúa para los comerciantes las tareas de gestión y cobro de
sus créditos mercantiles, prestándole además un conjunto de servicios
especializados complementarios de contabilidad, estudios de mercado,
investigación de clientela, etc.
• Aparte de la empresa de factoring, intervienen en la operación “el adherente o
cliente”, que es la persona natural o jurídica que transfiere la totalidad de las
facturas que tenga para cobrar a plazo. Además se alude en ella al comprador o
los compradores, que son los adquirentes de los bienes o beneficiarios de los
servicios prestados por el cliente.
El origen del Factoring
• El origen de la operación en estudio se encuentra en el derecho
anglosajón, de donde surge gracias al empleo de novedosos
mecanismos de financiamiento y de colaboración empresarial,
de manera que la noción de institor, propia del Derecho
Romano y la idea de factor de comercio, desarrollada en la era
industrial, no constituyen antecedentes históricos del factoring
moderno.
• A fines del siglo XIV en Londres, la empresa Blackvell Hall se
dedicaba a “aceptar tejido de lana en consignación para venderlo
a terceras personas, con la particularidad que ocasionalmente
daba al fabricante una cantidad como adelanto sobre las
mercaderías cuya venta le había sido confiada.”
Durante los siglos XVI al XIX, la actividad de los factores
ingleses logra un gran auge debido a la colonización
inglesa del nuevo mundo.
“El factor se encargaba de la venta de las mercaderías
británicas dirigidas hacia las colonias y una vez allí,
mediante su contacto con otros factores, se preocupaba de
la distribución y venta de las mismas, llegando a constituir
cadenas de factores.”
• En la segunda mitad del siglo XIX, los factores se ven
obligados a diversificar sus funciones debido al desarrollo de la
industria norteamericana y a la creación por ella de sus propios
sistemas de distribución y venta.
• Se trata ahora de satisfacer la necesidad de liquidez de la
industria y del comercio, porque la operación de descuento era
prácticamente desconocida en la tradición bancaria
norteamericana. El factor asume esta nueva función sin dejar
de cumplir las otras que primitivamente prestaba a sus
clientes.
• El desarrollo del factoring en los Estados Unidos
de Norteamérica se debe esencialmente a su
función crediticia, sea bajo la forma de bancos o la
de holding o trust y de allí se implanta de nuevo en
Europa, de donde era originaria la operación.
Descripción de la operación de Factoring
Derecho comparado:
• En la legislación española sobre Régimen de entidades de
Financiación (art. 1° de la orden del 17 de febrero de
1978), se define la operación de factoring como:
“La gestión de cobro de crédito en comisión de cobranza o en su
propio nombre como cesionario de tales créditos, así como el anticipo
de fondos sobre los créditos de que resulte cesionario, cualquiera que
sea el documento en que se instrumenten”.
• El inciso 5º de la misma disposición, complementando el
concepto, agrega: “se entenderán como actividades
directamente derivadas de la principal las de investigación
de mercados, llevanza de contabilidad y gestión de
cuentas, información comercial estadística y cualquier
otra similar”.
• Dicha definición de la operación de factoring fue
modificada en la posterior Orden de 13 de mayo de
1981, destinada a especificar la regulación de las
Entidades de Financiación, correspondientes al
subsector de actividades de factoring.
• Así, después de caracterizar en el art. 1º dichas
actividades, como las que tienen por objeto principal –
ya no exclusivo– la realización “de las operaciones de
gestión de cobro de créditos y de anticipo de fondos
sobre los mismos”
• En el párrafo II del propio precepto precisa que “la
gestión de cobro de créditos se podrá realizar en
comisión de cobranza o en su propio nombre como
cesionario de tal crédito como asunción de los riesgos de
insolvencia de los mismos”.
• En doctrina se ha señalado que: “La operación de factoring, que
previamente ha sido materializada por la firma de un contrato,
pone en escena a tres personas:
i. Cliente o proveedor.
ii. Factor o empresa de factoring
iii. Deudor o comprador
“Consiste en la compra del crédito comercial a corto plazo del cliente
por el factor, quien a su vez se encarga de efectuar el cobro y cuyo
buen fin garantiza, tanto en el caso de morosidad como de fallido.”
• El factoring consiste, pues, en la compra de los créditos
originados por la venta de mercancías a corto plazo”
• Asimismo se ha indicado que la operación consiste en:
“Un convenio de efectos permanentes, establecido entre el
contratante y el factor, por el cual el primero se obliga a transferir al
factor todas o la parte de las facturas que posee de terceros
deudores y a notificarles esta transmisión; en contrapartida, el
factor se encarga de efectuar el cobro de estas deudas, de
garantizar el resultado final, incluso en caso de morosidad del
deudor, y de pagar su importe, sea por anticipado o a fecha fija o
por deducción de los gastos de su intervención”
Tipos de empresas de Factoring