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Asociadas a Microorganismos
Por: Lic. Marielba Velandia
Infecciones Oculares
El ojo es el órgano de la visión y, en
ocasiones, presenta trastornos leves
o infecciones. Muchas molestias no
son graves, pero sí frecuentes, por lo
que son motivo constante de
consultas en la oficina de el
optometrista. Por ello es importante
saber reconocerlas para poder
ayudar al paciente.
Las patologías más frecuentes son:
Infecciones de anexos (párpado y
sistema lagrimal) y tejidos blandos
periorbitarios: chalazion, orzuelo,
dacrioadenitis y dacriocistitis,
blefaritis y celulitis.
Conjuntivitis.
Queratitis.
Infecciones profundas (uveitis,
endoftalmitis, retinnitis): No se tratarán
aquí, ya que deben ser evaluadas por
un especialista en oftalmología.
Infecciones de anexos
1. Blefaritis
La blefaritis es la inflamación del tejido que
forma el párpado. A menudo su origen se debe
a un mal funcionamiento de las pequeñas
glándulas que se encuentran en el margen
palpebral. En condiciones normales, estas
glándulas producen una secreción grasa que
ayuda a lubricar la superficie del ojo y la cara
interna de los párpados, previniendo la
evaporación de las lágrimas.
En la blefaritis se produce una cadena que
incluye disfunción de las glándulas del párpado,
irritación y formación de pequeñas costras en el
margen palpebral, además de infección
bacteriana. Si no se detiene el proceso, se
produce un empeoramiento progresivo con
inflamación dolorosa del margen palpebral,
fuertes molestias en la superficie ocular e
incluso disminución de la visión.
Características
Enrojecimiento crónico de los párpados,
engrosamiento y, a menudo, formación de
escamas pegajosas en la base de las pestañas.
Puede complicarse con pérdida de pestañas y
posición invertida de éstas, con lo que se dirigen
hacia la córnea.
Hay dos tipos de blefaritis:
ulcerosa y no ulcerosa.
Blefaritis ulcerosa o
estafilocócica
Se caracteriza por presentar una
supuración crónica de los folículos de las
pestañas; en ocasiones se rompen
formando úlceras superficiales.
Blefaritis no ulcerosa o
seborreica
Se caracteriza por la presencia de
abundantes escamas blancas que
engloban la raíz de las pestañas y que
suele ir acompañada de conjuntivitis. Se
puede acompañar de seborrea del cuero
cabelludo, cejas y oídos.
Tratamiento
Diversos factores pueden causar blefaritis, entre
ellos, bacterias, caspa y rosácea. La mejor
manera de tratar todas las infecciones oculares
es mantener los párpados bien limpios.
Recomendar lavar la zona con agua tibia y jabón para bebés y
evitar uso de maquillaje hasta que desaparezcan los síntomas.
Para evitar la reaparición, se debe descartar todo maquillaje que se haya
utilizado antes de que surjan los síntomas, ya que puede contener bacterias
que podrían volver a generar la infección.
Si los síntomas persisten, recomendar visita al médico, ya que
se requerirá el uso de antibióticos en forma local o incluso via
oral.
2. Chalazion
El chalazión es un quiste que se forma en
el párpado causado por la inflamación de
alguna de las glándulas productoras de
secreción grasa, que se localizan en el
interior de los cuatro párpados.
Se puede confundir con el orzuelo, que se
forma en el borde del párpado.
El chalazión se presenta a cierta distancia
de dicho borde. Además el chalazión
generalmente se desarrolla hacia el
interior del párpado.
Tratamiento
Cuando el chalazión es pequeño y no presenta
síntomas, puede desaparecer por sí solo. Si el chalazión
es grande, puede causar visión borrosa. El chalazión es
tratado por medio de los siguientes métodos, o alguna
combinación de estos:
Ojo normal
Pupila
Iris
Conjuntiva
Conjuntivitis
Conjuntiva
inflamada
Ya que la conjuntiva produce una parte de la lágrima,
cuando se inflama modifica esa lágrima de forma que
pueda defendernos. En vez de ser básicamente agua y
proteínas de pequeño tamaño, la conjuntiva vierte a la
lágrima células defensivas y grandes proteínas
defensivas. Por tanto, ya no tenemos una lágrima “limpia”
que circula como si fuera agua. Se forman residuos más
viscosos, que todos conocemos: las legañas.
Aparte de los signos objetivos de
la conjuntivitis: ojo enrojecido,
legañas, etc, también hay unos
síntomas más o menos
característicos. Hemos hablado
de esa sensación de cuerpo
extraño o de roce, por el propio
engrosamiento de la conjuntiva.
Pero hay más: sensación de
“calor”, porque llega más sangre
y aumenta la temperatura en esa
zona. Puede haber picor,
escozor, pesadez, dependiendo
de la causa e intensidad de la
conjuntivitis.
Las conjuntivitis infecciosas, causadas por
un agente infeccioso (bacterias, virus o
clamidias), se manifiestan generalmente
de forma aguda.
Pueden ser asimétricas, afectando
Se presenta disminución en la
visión
Hay dolor ocular excesivo o
sensibilidad ante la luz
La secreción es espesa,
verdosa o similar al pus
2. Conjuntivitis por la bacteria
Clamydia trachomatis
Es una enfermedad de transmisión sexual
asociada a uretritis o cervicitis en el
paciente o en contactos sexuales.
Lesiones producidas por Clamydia
También se le llama Tracoma, conjuntivitis
granular o Oftalmia egipcia.
Esta enfermedad está asociada a la pobreza y
falta de medidas higiénicas.
Afecta aproximadamente 400 millones de
personas en los países subdesarrollados.
Puede producir ceguera irreversible.
Síntomas
Suele presentarse con
exudado acuoso importante,
en ocasiones mucopurulento,
con folículos en la conjuntiva
tarsal.
Se inflama el párpado
Se produce sensibilidad a la
luz.
Si no es tratada se daña la
conjuntiva o la córnea.
En el tracoma hay una gran hipertrofia
papilar, con pérdida de transparencia de la
córnea.
Es posible la aparición del pannus
tracomatoso, que consiste en la aparición
de vasos conjuntivales neoformados sobre
la córnea, con la consiguiente pérdida de
transparencia.
Conjuntivitis por Clamidia
Transmisión
Por clamidias provenientes del cervix o uretra
en forma directa a través del canal del parto o
por contacto sexual, e indirecta por
contaminación de piscinas.
P. aeruginosa
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la tinción de
Gram y el cultivo del raspado corneal.
El tratamiento puede hacerse con
antibióticos tópicos como en el caso de la
conjuntivitis.
Si se sospecha queratitis debe referirse la
persona a un médico.
2. Queratitis Herpética
Se trata de una queratitis recurrente
unilateral que produce una úlcera corneal
“dendrítica” con fotofobia y disminución de
la visión.
Queratitis herpética
El agente causante es el virus
Herpes simplex.
El virus del herpes simple es un
agente infeccioso común de piel,
genitales y la mucosa oral y
faringea en humanos, pero
también puede causar úlceras
corneales y queratitis.
Lesiones causadas por Herpes
El dolor depende de la profundidad de la
úlcera, siendo mayor cuanto más profunda
es la úlcera.
Tratamiento
Aplicación tópica de
trifluridina al 10%
Viradabina o
Aciclovir 3%
Suele recomendarse el
tratamiento tópico con
esteroides.
3. Queratitis por Acanthamoeba
La Acanthamoeba es un
protozoo ubicuo que se
encuentra en el agua y el
suelo.
El 70% de las queratitis que
produce están relacionadas
con el uso de lentes de
contacto en personas, en
general con mala higiene o se
bañan en aguas
contaminadas.
Síntomas
La clínica que produce es indistinguible de
las anteriores y en la mayoría de los casos
suelen ser pacientes a los que se ha
prescrito tratamiento para una queratitis
bacteriana o herpética y no han mejorado.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la visualización
del parásito en el raspado corneal, en la
lente de contacto o en el líquido en que
está sumergida ésta.
Aspergillus
Fusarium
Queratitis por
Fusarium
Queratitis por
Candida
Síntomas
La clínica es similar a las previas. El
diagnóstico se basa en la realización de
un raspado corneal para realizar tinciones
específicas para visualizar elementos
fúngicos (calcofluor) y cultivo en medios
selectivos.
Tratamiento
El tratamiento se realiza tópicamente con un
colirio de natamicina al 5 por ciento o
anfotericina al 0,05-0,15 por ciento. En los
casos graves se debe realizar tratamiento
sistémico por vía oral con fluconazol (200-400
mg al día) o Itraconazol. Deben evitarse los
esteroides tópicos.
Sin embargo, los pacientes que no responden a
los medicamentos antimicóticos pueden verse
obligados a someterse a una cirugía, incluida la
posibilidad de trasplantes de córnea para salvar
la vista.
Conclusiones
La causa principal de
infecciones oculares pueden
ser difíciles de diagnosticar,
ya que bien podría provenir
de una amplia variedad de
microorganismos, las
infecciones bacterianas y
virales. Con frecuencia sus
síntomas se superponen. En
algún momento u otro, la
mayoría de la gente
experimenta algún tipo de
infección ocular.
Por lo general, cuando se plantea
la conjuntivitis a causa de una
infección viral grave no se
requiere tratamiento en adultos
que no sean gotas para los ojos
para aliviar los síntomas. Sin
embargo, si es debido a una
infección bacteriana, los
antibióticos es el curso normal de
tratamiento.
La prevención es el mejor camino
para evitar la conjuntivitis. Esto
implica el lavado frecuente de
manos y evitar compartir toallas y
otros artículos personales. Si la
conjuntivitis ya ha sido contratado
por alguien en la casa, mayor
cuidado debe ejercerse para
evitar la infección por la
desinfección de todas las
superficies de contacto, tales
como mesas y puertas, por
ejemplo. Los microbios pueden
permanecer allí y propagar la
infección.
Rol del Optometrista
Es muy importante el papel que juega el
optometrista en la detección temprana de
patologías oculares y referir
oportunamente el paciente al médico
oftalmólogo cuando sea necesario.