Definición de Cambio Climático Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempos comparables. Por "sistema climático" se entiende la totalidad de la atmósfera, la hidrosfera, la biosfera y la geósfera, y sus interacciones. Por "emisiones" se entiende la liberación de gases de efecto invernadero o sus precursores en la atmósfera en un área y un período de tiempo especificados. Por "gases de efecto invernadero" se entiende aquellos componentes gaseosos de la atmósfera, tanto naturales como antropógenos, que absorben y reemiten radiación infrarroja. Por "organización regional de integración económica" se entiende una organización constituida por los Estados soberanos de una región determinada que tiene competencia respecto de los asuntos que se rigen por la presente Convención o sus protocolos y que ha sido debidamente autorizada, de conformidad con sus procedimientos internos, para firmar, ratificar, aceptar y aprobar los instrumentos correspondientes, o adherirse a ellos. Por "depósito" se entiende uno o más componentes del sistema climático en que está almacenado un gas de efecto invernadero o un precursor de un gas de efecto invernadero. Por "sumidero" se entiende cualquier proceso, actividad o mecanismo que absorbe un gas de efecto invernadero, un aerosol o un precursor de un gas de efecto invernadero de la atmósfera. El convenio de las Naciones Unidas sobre el cambio climático
Tanto históricamente como en la actualidad, la
mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo han tenido su origen en los países desarrollados, que las emisiones per cápita en los países en desarrollo son todavía relativamente reducidas y que la proporción del total de emisiones originada en esos países aumentará para permitirles satisfacer a sus necesidades sociales y de desarrollo. Conscientes de la función y la importancia de los sumideros y los depósitos naturales de gases de efecto invernadero para los ecosistemas terrestres y marinos. Recordando también que los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional, tienen el derecho soberano de explotar sus propios recursos conforme a sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de velar por que las actividades que se realicen dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen daño al medio ambiente de otros Estados. ni de zonas que están fuera de los límites de la jurisdicción nacional. Reafirmando el principio de la soberanía de los Estados en la cooperación internacional para hacer frente al cambio climático, Reconociendo que los Estados deberían promulgar leyes ambientales eficaces, que las normas, los objetivos de gestión y las prioridades ambientales deberían reflejar el contexto El protocolo de kyoto
El protocolo de Kyoto es un acuerdo internacional que
tiene como objetivo la reducción mundial de emisiones de seis gases que contribuyen al efecto invernadero y lograr así atenuar el proceso de calentamiento global que sufre el planeta. Estos gases son: CO2 (dióxido de carbono), CH4 (metano), N2O (óxido nitroso), SF6 (hexafluoruro de azufre), HFC (hidrofluorocarbonos) y PFC (perfluorocarbonos). El protocolo de Kyoto nació el 11 de diciembre de 1997 en la ciudad de Kyoto (Japón), cuando los países desarrollados se comprometieron a reducir sus emisiones de gases contaminantes. Para que el protocolo fuera de obligado cumplimiento debía ser firmado por al menos 55 países y que entre todos ellos sumaran el 55% de las emisiones mundiales. Esto no se consiguió hasta que Rusia firmó el acuerdo en 2004, y el protocolo entró en vigor en el año 2005. Actualmente lo han firmado más de 140 países y lo han ratificado unos 128. El protocolo de Kyoto exige que los países firmantes alcancen en conjunto una reducción de aproximadamente el 5% de las emisiones (con respecto a las de 1990) en el periodo de tiempo que va desde el año 2008 al 2012. Los acuerdos de Bali
Los acuerdos de Bali (Bali Package, en inglés) son un
conjunto de medidas de liberalización del comercio internacional aprobadas en la Novena Conferencia de Ministros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) celebrada en Bali (Indonesia) entre el 3 y el 7 de diciembre de 2013. Es el primer acuerdo global alcanzado por la OMC desde su fundación en 1995 y es también el primer fruto de la Ronda de Doha iniciada en 2001. Las demoras burocráticas y los trámites engorrosos representan una carga para los comerciantes que participan en el comercio transfronterizo de mercancías. La facilitación del comercio -la simplificación, modernización y armonización de los procedimientos de exportación e importación- se ha convertido, por lo tanto, en un tema importante para el sistema mundial de comercio. El más importante consiste en la simplificación de los trámites burocráticos en las aduanas para agilizar el paso de bienes y hacerlo más transparente. Según algunos cálculos esto se traducirá en un aumento del comercio internacional en un billón de dólares (730.000 millones de euros).1 Los acuerdos también contemplan la mejora de condiciones de los países en desarrollo para poder comerciar y les permite, aunque en un plazo máximo de cuatro años, conceder subsidios a las explotaciones agrícolas y ganaderas si el objetivo es proporcionar alimentos baratos a la población más pobre. El principal impulsor de que se hiciera esta salvedad en las normas que rigen la OMC fue India que así logró la aprobación de su programa para almacenar alimentos que luego podrá vender a su población con fuertes subsidios (algo prohibido por la OMC Copenhague
El documento es una referencia para que los gobiernos
negocien un nuevo acuerdo que de continuidad al poco respetado Protocolo de Kyoto. El documento, que se distribuyó a los políticos de 192 países reunidos durante la segunda ronda de negociaciones intermedias que concluyen el 12 de junio, consta de 160 páginas y pretende ser una referencia para los gobiernos que participan en la negociación de un nuevo acuerdo climático. El documento fue redactado por un grupo de organizaciones ambientalistas de todo el mundo, contiene un apartado jurídico que abarca todos los elementos necesarios para darle al mundo un acuerdo ambicioso y justo que mantenga a los efectos del cambio climático por debajo de los niveles de riesgo inaceptables identificados por los científicos. Copenhague "Éste es un paso histórico ya que por primera vez en la historia una coalición internacional de grupos de la sociedad civil ha tomado una medida similar. Juntos hemos producido el documento legal más coherente hasta la fecha, mostrando soluciones equilibradas y creíbles frente a la crisis del clima, basadas en la equidad y la ciencia ", señaló Kim Carstensen, de WWF Internacional. La adaptación es otro componente clave del Tratado, pues en éste se describe un Marco de Acción para la Adaptación que incluye subvenciones, seguros y la compensación por los países más vulnerables. El Tratado aboga por un acuerdo jurídicamente vinculante que consta de tres partes; el Protocolo de Kyoto actualizado para reforzar los compromisos de los países industrializados; un nuevo Protocolo de Copenhague que comprendería obligaciones para Estados Unidos además de opciones para impulsar las economías bajas en carbono en los países en desarrollo, con el apoyo de los países industrializados mundo; y, un conjunto de decisiones que sientan las bases para los próximos tres años. Acuerdo de Cancún Los Acuerdos de Cancún son un conjunto de decisiones importantes tomadas por la comunidad internacional para hacer frente al reto a largo plazo del cambio climático de manera colectiva y completa en el futuro, y para tomar ahora medidas concretas con el fin de acelerar la respuesta mundial. Los acuerdos, alcanzados el 11 de diciembre de 2010 en Cancún, México, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, suponen pasos cruciales hacia planes oficiales de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de ayuda a las naciones en desarrollo para que se protejan de los impactos del cambio climático y construyan sus propios futuros sostenibles. los principales objetivos de los Acuerdos de Cancún son los siguientes: MITIGACIÓN * Establecer objetivos claros para reducir a lo largo las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el ser humando, con el fin de mantener la subida de la temperatura media mundial por debajo de dos grados. * Fomentar la participación de todos los países en la reducción de estas emisiones, de acuerdo con las responsabilidades y capacidades de cada país para hacerlo. TRANSPARENCIA DE LAS MEDIDAS
* Garantizar la transparencia internacional de las medidas
que tomen los países y garantizar que el progresos mundial hacia el objetivo a largo plazo se examine dde manera oportuna. TECNOLOGÍA * Movilizar el desarrollo y la transferencia de tecnología limpia para potenciar los esfuerzos de lucha contra el cambio climático, llevándola al lugar adecuado en el momento adecuado y de manera que se obtengan los mejores resultados. FINANCIACIÓN * Movilizar y proporcionar mayores fondos a corto y largo plazo para que los países en desarrollo pueden tomar más medidas y que estas sean más eficaces. ADAPTACIÓN * Ayudar a las personas especialmente vulnerables del mundo a adaptarse a los impactos inevitables del cambio climático. BOSQUES * Proteger los bosques del mundo, que son un gran depósito de carbono. FOMENTO DE LA CAPACIDAD * Fomentar la capacidad mundial, especialmente en países en desarrollo, para superar el reto en su conjunto. * Establecer instituciones y sistemas eficaces que garanticen el cumplimiento de estos objetivos. Acuerdo de Durban
La XVII Conferencia de la ONU sobre cambio climático
de Durban (Sudáfrica) finalizó el 11 de diciembre con el compromiso de 190 países para crear una hoja de ruta hacia la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero. El acuerdo global para reducir los gases de efecto invernadero, que debe ser adoptado en 2015 y entrar en vigor en 2020, era la condición impuesta por la Unión Europea (UE) para sumarse a un segundo periodo del Protocolo, de Kioto, que expira en 2012. Rusia, Japón y Canadá decidieron no formar parte de este segundo periodo de compromiso del único tratado vigente sobre reducción de emisiones, que obliga sólo a las naciones industrializadas, excepto EEUU. Aunque los acuerdos alcanzados hoy han sido criticados por muchos países en desarrollo por su falta de ambición a la hora de aprobar nuevas reducciones de emisiones, su objetivo es mantener la subida de temperaturas a menos de 2 grados con respecto a la era preindustrial para finales de este siglo. La cumbre de Durban también aprobó el mecanismo de funcionamiento del Fondo Verde para el Clima, que prevé unas ayudas de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 a los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático. Los acuerdos fueron adoptados por los delegados tras dos noches prácticamente en blanco, en las que las diferencias entre la UE, EEUU, la India y China estuvieron a punto de hacer descarrilar la negociación. Posición peruana respecto a los instrumentos para el control del Cambio Climático Las emisiones de GEI del Perú fueron 84 567,62 Gg de CO2 eq en 2012 (sin considerar Uso del Suelo, Cambio de Uso del Suelo y Silvicultura - USCUSS), significando solo 0,19 % de las emisiones mundiales de ese mismo año (WRI, 2014). Sin embargo, se evidencia un incremento de 29,4 % con respecto al 2000 (que fue de 59 649 Gg de CO2 eq, sin considerar USCUSS), dado que existe una fuerte relación entre el crecimiento económico y el aumento de las emisiones de GEI en el Perú. Las consecuencias de posponer una rigurosa reducción de emisiones implicarían mayores costos y riesgos, como lo señala el PNUMA (2014): Niveles globales requeridos de reducción de emisiones mucho más altos para el mediano plazo. Mayor financiamiento de infraestructura intensiva en carbono. Mayor necesidad de tener que usar todas las tecnologías disponibles para la gestión de emisiones en el mediano plazo. Mayor financiamiento de infraestructura intensiva en carbono. Mayor necesidad de tener que usar todas las tecnologías disponibles para la gestión de emisiones en el mediano plazo. Mayores costos para la gestión de emisiones en el mediano y largo plazo, y mayores riesgos de disrupción en la economía. Mayor dependencia en emisiones negativas. Mayor riesgo de no cumplir el objetivo de los 2 °C, lo cual conducirá a desafíos sustancialmente mayores en relación a los costos y las necesidades de adaptación. El desarrollo bajo en carbono es un verdadero reto para el Perú, ya que aún es un país en vías de desarrollo y que además depende en gran medida de actividades primarias como la minería, pesca, agricultura y tala. En ese sentido, las acciones para la gestión de emisiones deben alinearse a las políticas de desarrollo sectoriales para incentivar una apropiación transversal de la gestión de emisiones y aprovechar sus co beneficios, como el mejoramiento de la calidad del aire, la reducción de la pobreza, el aumento de la seguridad energética, la preservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos, entre otros.
Manual de arquitectura ecológica: arquitectura y salud: Metodología de diseño para realizar una arquitectura saludable y ecológica que garantice la salud y la longevidad de sus ocupantes