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2. INFILTRACIÓN
3. ESCORRENTÁ SUPERFICIAL
Infiltración
Infiltración
El proceso de infiltración es un mecanismo
importante para el movimiento del agua hacia el suelo
bajo la acción de la gravedad y fuerzas capilares.
Cuando la rata de precipitación i excede la rata de
infiltración f, el agua se infiltra en las capas
superficiales del suelo en una proporción que
generalmente disminuye con el tiempo (Horton).
Para cualquier suelo, existe una curva limítrofe que
define la rata de infiltración máxima posible en
función del tiempo.
La rata de infiltración depende de la intensidad de
precipitación, tipo de suelo, condición de la superficie
y cobertura de la vegetación.
Cuando existe una precipitación excedente, es
decir, la rata de precipitación es mayor que la rata
de infiltración, la infiltración seguirá la curva
limítrofe mostrada en la figura siguiente,
denominada curva de capacidad de infiltración
del suelo.
En esta gráfica se puede observar que la capacidad
disminuye con el tiempo hasta que alcanza un valor
constante. Esto ocurre por el llenado de los poros
del suelo con agua, reduciendo la succión capilar.
En pruebas controladas, se ha demostrado que
esta disminución es más rápida y el valor constante
es menos para suelos arcillosos que para suelos
arenosos.
Modelo conceptual de infiltración de
Horton
Rata de Infiltración
El concepto hidrológico de capacidad de
infiltración es empírico y está basado en
observaciones efectuadas en la superficie del
suelo.
f (plg/hr)
t (hr) f (plg/hr)
1/6 1.43
to
½ 1.29
K = 0.35 hr-1
1 1.12
tc 2 0.85
6 0.36
t (hr)
b) Volumen de infiltración F (integración de la
ec. de Horton en el intervalo 0 ≤ t ≤ 6 hr):
Ecuación de Philip:
f = ½ A t -½ + B
F=At½ +Bt
donde: f = capacidad de infiltración (plg/hr)
F = volumen acumulado de infiltración (plg)
A, B = constantes relacionadas con el tipo
de suelo y movimiento del agua
Cuando no existen mediciones detalladas de las
pérdidas de agua y en el caso de cuencas
urbanas, que son totalmente impermeables, el
uso de procedimiento empíricos producen
resultado satisfactorios generalmente.
R
= 1 plg/hr
F
c) Precipitación total P:
P = 1.4(2 – 0) + 2.3 (5 – 2) + 1.1(7 – 5) + 0.7(10 – 7) + 0.3(12 – 10)
P = 2.80 + 6.90 + 2.20 + 2.10 + 0.60 = 14.60 plg
d) Infiltración F:
F = P – R = 14.6 – 4.90 = 9.7 plg
Método alterno para el cálculo de la infiltración:
F = (7 – 0) + 0.7(10 – 7) + 0.3(12 – 10)
F = 7 + 2.1 + 0.6 = 9.7 plg
Escorrentía Superficial
Escorrentía Superficial
Cuando la precipitación cae sobre la superficie de
la tierra, se distribuye de diferentes maneras;
inicialmente la precipitación comienza a rellenar
las depresiones del suelo, infiltrarse para recargar
la humedad del suelo y agua subterránea, o viajar
como flujo sub-superficial hasta alcanzar una
corriente de agua.
El almacenamiento en las depresiones se
satisface en los períodos iníciales de la tormenta,
seguido a continuación por la capacidad de
humedad del suelo.
Eventualmente comienza el flujo superficial o
escorrentía, el cual ocurre solamente después que
la intensidad de la precipitación i sobrepase la
capacidad de infiltración f (i > f).
El concepto clásico de generación de corrientes
debido al flujo superficial sobre la tierra fue propuesto
por Horton (1933), quien indicó que el flujo
superficial estaba distribuido de manera generalizada
sobre el terreno.
Posteriormente otros investigadores analizaron la
gran heterogeneidad que existe en cuencas naturales
e introdujeron el concepto de contribución parcial del
área superficial (Betson, 1964). Este concepto
reconoce que solamente algunas porciones de la
cuenca contribuyen regularmente al flujo superficial
hacia las corrientes y que no más del 10% aprox. del
área de la cuenca en estado natural contribuye al
flujo superficial. En ambientes urbanos con grandes
zonas impermeables, el porcentaje de contribución al
flujo superficial puede ser mucho mayor.
Un segundo concepto importante en la
generación de escorrentía superficial es el
movimiento de agua debajo de la superficie del
terreno en las capas superiores del suelo sin
alcanzar la zona de saturación, el cual se
denomina flujo sub-superficial.
Freeze (1972) concluyó que el flujo sub-
superficial era una componente significativa
solamente en terrenos con pendientes convexas
que abastecen canales profundos y solamente
en el caso de suelos muy permeables. En
pendientes cóncavas, los valles saturados
creados por el ascenso del nivel freático
contribuyen con el flujo superficial, el cual
generalmente excede el flujo sub-superficial.
El flujo superficial producido por la precipitación
excedente se mueve hacia abajo en dirección de
la pendiente de la superficie del terreno hasta
alcanzar los pequeños canales de drenaje o
quebradas, los cuales fluyen hacia corrientes más
grandes, transformándose generalmente en ríos.
Cuando el flujo alcanza la corriente principal, las
velocidades y las profundidades del flujo se
pueden medir en una sección transversal
particular a través del tiempo, lo cual nos permite
obtener el hidrograma, es decir, una gráfica de
la descarga o caudal en función del tiempo.
La forma y los tiempos del hidrograma
están determinados en gran parte por el
tamaño, forma, pendiente y
almacenamiento de la cuenca; y por la
intensidad y duración de la precipitación.
Después que termina la precipitación, el
volumen almacenado en la cuenca se
libera hacia las corrientes, completando
el ciclo de la tormenta.
Los canales pueden contener cierta cantidad
de flujo base, proveniente del flujo
subterráneo y las contribuciones del suelo,
aún en la ausencia de precipitación.
La descarga producida por la precipitación
excedente (precipitación total menos todas
las pérdidas) constituye el hidrograma de
escorrentía directa.
El hidrograma total está formado por la
escorrentía directa mas el flujo base.
La duración de la precipitación determina la
porción del área de la cuenca que contribuye al
flujo máximo, mientras que la intensidad de la
precipitación determina la magnitud del caudal
máximo resultante.
Si la precipitación mantiene una intensidad
constante por un período muy largo de tiempo,
se produce un almacenamiento máximo y se
alcanza una condición de equilibrio para la
descarga. Esta condición de equilibrio se logra
en muy raras ocasiones en la naturaleza debido
a la variación de la intensidad y distribución en
el tiempo y espacio de la precipitación sobre la
cuenca.
Medición del Caudal: Aforos
Aforo: técnica utilizada para determinar el caudal
de un río; consiste en dividir el ancho total de la
corriente en un número conveniente de secciones y
la velocidad media en cada sección se mide
utilizando un molinete. Estas mediciones se pueden
efectuar por vadeo cuando los ríos son poco
profundos, desde un bote, puente o cablevía.
Se ha observado que la velocidad media V en una
sección ocurre aprox. a 0.60 D, medida desde la
superficie del agua, por lo tanto la velocidad se mide
a ese nivel con el molinete.
Sin embargo, cuando la profundidad D en la sección
es mayor de cierto valor, se recomienda utilizar el
promedio de las velocidades medidas a 0.2 D y 0.8
D.
También se puede estimar el caudal en una
corriente de manera rudimentaria utilizando un
flotador; en cuyo caso el caudal Q en cada
sección será igual a la velocidad V del flotador
corregida utilizando un coeficiente C, el cual
tiene un valor aprox. de 0.85, multiplicada por
el área A de la sección transversal del río sobre
la cual se midió la velocidad con el flotador, es
decir:
Qi = C V i A i
El caudal total es:
QT = Qi
Cuando se escoge un sitio para el
establecimiento de una estación de medición,
se puede obtener información sobre el caudal
para diferentes niveles del agua en la sección
de aforo, lo cual permitirá desarrollar una
curva de calibración, es decir, una relación
entre el nivel y la descarga.
Ejemplo 12: Determinación del
caudal
Obtener el caudal total y la velocidad promedio
en la sección transversal de un río, utilizando la
información que se muestra en la siguiente
tabla, obtenida por medio de un aforo por
vadeo o aforo especial.