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La conformación del

socialismo
Julio César Jobet, Fernando Ortíz
Si bien los primeros antecedentes de lo que en su momento sería la corriente
socialista podrían remontarse a la Sociedad de la Igualdad, no sería sino hasta
el surgimiento del Partido Democrático que no se darían las condiciones para el
comienzo de su estructuración orgánica. En ese sentido, Jobet plantea que el
PD “constituyó el cauce político inicial de la clase trabajadora y de el (saldrían)
las futuras organizaciones populares”, y ello tras la conformación definitiva del
proletariado en la última década del siglo XIX en las explotaciones salitreras. Ya
sea por el origen social o político de sus fundadores, como por sus experiencias
de socialización, desde sus inicios este partido se definió por la lucha electoral
como su principal vía de acción política, planteando en su declaración de
principios la necesidad de lograr la “participación real y efectiva del pueblo en
los comicios electorales” y señalando que la “emancipación social y económica”

era inseparable de la “emancipación política”.


Entre otros, los referentes constituidos por elementos separados del PD fueron:

* El Partido Conversionista (1895).

* El Centro Social Obrero (1896), nacido a partir del nucleamiento de militantes de tendencias
anarquistas, liberales y socialistas igualitarios, entre otros Juan Rafael Allende, Carlos Pezóa Veliz y
Magno Espinoza. En su original programa figuraban reivindicaciones semejantes a las de la Sociedad de
la Igualdad.

* La Unión Socialista (1897). Entre sus integrantes estuvieron Luis Olea, Magno Espinoza y Alejandro
Escobar y Carvallo. Recogieron y fomentaron los postulados que en aquella época atravesaban a los
nacientes núcleos socialistas: demandas políticas - separación de la Iglesia y el Estado, elección del
poder judicial por votación popular, sufragio universal, revocabilidad de los representantes; sociales -
jornada de ocho horas y prohibición del trabajo infantil, creación de instancias reguladoras de patrones y
trabajadores, creación de escuelas; y, económicas - impuesto directo sobre la renta, abolición de los
monopolios y privilegios, protección a las artes e industrias.

* El Partido Obrero Francisco Bilbao, fundado en 1898 por Ricardo Guerrero, siendo acompañado en su
empresa por Alejandro Bustamante, quien recrearía ese partido, con el nombre de Socialista, en el año
1900. Ambas organizaciones se plantearon por la participación política electoral y la representación en

los poderes públicos, de ahí, entre otras razones, su rechazo al anarquismo.


 En este proceso de paulatino desarrollo del socialismo chileno, Jobet
inscribe implícitamente a las Mancomunales, a su entender los primeros
sindicatos de obreros que se formaron en el país. Estas, junto con
promover la organización, apoyo mutuo y defensa del trabajo, a través de
sus periódicos facilitaron la educación y politización de sus integrantes,
constituyéndose a la larga, según Jobet, en el origen y la base de la
agrupación clasista del proletariado nacional. Si bien muchos de los
dirigentes de las Mancomunales eran militantes o cercanos al Partido
Demócrata - Abdón Díaz, de la Mancomunal de Iquique por ejemplo - en
su prensa se fueron haciendo evidentes sus cercanías con el ideario
socialista, de ahí que en las rupturas que sufrió el Partido Demócrata en la
primera década del siglo XX, su posición en general fuera de cercanía con
los “doctrinarios”, el ala izquierda de la organización, sector que de hecho
formaría el Partido Obrero Socialista años después.
La Gran Federación Obrera (FOCH) sería otro hito en el desarrollo del
socialismo. Originalmente de carácter mutualista, con finalidades de asistencia
social, mejoramiento económico y de perfeccionamiento moral y cultural, iría
girando hacia posiciones más combativas, y ello en buena medida por el
reimpulso de la actividad huelguística a partir de 1908. A partir de 1911 se
fueron integrando a ella, que nucleaba centralmente a los trabajadores
ferroviarios en sus primeros años, las Mancomunales y trabajadores de
diversos sectores productivos, cuestión que incidiría en la modificación de su
programa “reformista y de colaboración de clases por otro estrictamente
clasista y revolucionario”, produciéndose ello en la convención de 1919. El gran
líder e impulsor de aquella transformación sería Luis Emilio Recabarren, quien,
además de plantear la necesidad de la lucha sindical reivindicacionista para
mejorar las condiciones de vida y trabajo, formularía la necesidad de articularla
con la acción política, cuestión para la cual sería necesario la constitución de
un partido popular. Bajo esos preceptos de formaría en 1912 el POS.
El POS y su programa:

a. medidas de orden político: perfeccionamiento del sistema político y administrativo,


reformando o creando leyes que garantizaran el derecho electoral, de asociación, de
reunión y prensa; supresión del ejército permanente; nacionalización bienes de la
iglesia; igualdad de sexos; sustitución del cargo de presidente por Comisión Ejecutiva
de elección popular.

b. medidas de orden económico: abolición impuestos en encarecían vida del pueblo;


abolición impuestos que gravaban la industria; impuesto a la renta y a las propiedades;
creación cámara del trabajo; fijación jornada laboral y de salario mínimo; ley de
accidentes del trabajo y de pensiones; fundación barrios obreros.

c. reformas de la enseñanza: instrucción laica, obligatoria y gratuita; fomento escuelas


nocturnas.

Tras su fundación, el POS realizó tres congresos importantes: 1915, repercutiendo en el


revitalizamiento de la acción sindical y en el giro de la FOCH en 1917; 1920,
proclamándose la frustrada candidatura presidencial de Recabarren;y, 1922, cuando
pasó a denominarse, siguiendo las directivas de la III Internacional, Partido Comunista
de Chile.

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