El carisma de la infalibilidad se refiere a la explicación y
a la conservación del contenido de la Revelación Cristiana.
La infalibilidad se refiere a la verdad de cada
proposición definida en cuanto tal, a la unión de conjunto y constante de la Iglesia con su señor. Se tiene la impresión de que un privilegio cognoscitivo sea también un privilegio social; pero la iglesia es un sistema religioso y des pues una realidad sociológica
Adherirnos a una verdad dogmática, no significa que
esta quede inmunizada contra la investigación critica; es por esta razón que creemos que el Espíritu asiste a la Iglesia renovándola en el magisterio. LA HISTORIA DEL DOGMA
La infalibilidad de la Iglesia no se refería a la
exactitud infalible de una nueva definición tocante a una cuestión todavía discutida, sino al patrimonio adquirido ya y constante de la realidad salvífica creída desde tiempo en el Iglesia y, por eso antigua En la infalibilidad de la Iglesia en materia de fe y de doctrina se puede reconocer una relación necesaria, en cuanto a la verdad salvífica tiene necesidad de ser asimilada de manera siempre nueva, ya que no se puede absolutizar la verdad, sino para garantizar la permanencia de la verdad antigua.
Las dos concepciones son diversas, fe y doctrina al
desprenderse la segunda de la primera se evidencia la historicidad del dogma de la infalibilidad. ¿Son posibles en el futuro nuevos dogmas?
Debido al pluralismo de los diversos ambientes
culturales de pensamiento, que están, tan metidos en la conciencia de la I, es difícil afirmar que pueda ser definido un dogma nuevo, en que se pueda tener como la expresión de fe de la I. universal. Este dogma puede hacer infalible los otros dogmas. El magisterio tiene una comprensión reguladora del lenguaje, porque hay conceptos complejos que solo por analogía pueden ser comprendidos mejor. El conocimiento de las analogías, el estudio de los conceptos y el reconocimiento de la teología moderna, son momentos de la historia por los cuales ha pasado el dogma. Critica a Hans Küng
“distingue entre una permanencia en la verdad y la
verdad de las proposiciones ” Ha hecho una acomodación, involuntaria para conquistarse a priori la aprobación del lector.
Niega que al magisterio de la I, al Papa a los
concilios, competa una infalibilidad o indefectibilidad.