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¿CÓMO LA ELABORACIÓN DE UNA RELATORÍA

PERMITE PLASMAR EL ANÁLISIS DE UNA OBRA


LITERARIA?
Título: conociendo la estructura de una relatoría.
Componente: semántico
Competencia: interpretativa
Objetivo: identificar las partes de una relatoría
“Un texto académico que ayuda en la
interpretación de un texto literario es
la relatoría, entendida como “un
recurso para facilitar una sesión de
seminario, en la que se buscará
discutir el texto fuente para
comprenderlo, discutirlo y pensar en
conjunto sus implicaciones” (Bulla, sf.
sp).
Elaborar una relatoría implica:
 
1. Lectura global del texto
Leo el texto de corrido para sacar un
sentido global. No tengo que entender
cada parte pero si hacerme una idea de la
tesis general del texto que podemos
resumir en unas cincuenta palabras.
2. División en partes
A continuación, trato de identificar diversas
partes en el texto: desde este párrafo hasta
este otro se trata esta idea, luego se pasa a
esta otra, etc. La división en partes facilitará
grandemente el trabajo de la relatoría, así
que puede tener muchas divisiones y
subdivisiones (partes de partes).
3. Separar lo claro de lo confuso
En cada una de las partes, tengo claro qué entiendo y
qué no. Por ejemplo, subrayo con cierto color las
partes que no entiendo (u otro recurso, si no nos
gusta subrayar).
4. Intento entender lo confuso
En las partes confusas, miro si de pronto tiene que
ver con que aluden a un libro, nombre o concepto que
quizás puedo averiguar usando Internet. O bien, si se
trata de oraciones complejas que puedo descrifrar
leyendo detenidamente. Otra técnica para entender
un pasaje complejo es tratar de pensar en lo que
serían ejemplos concretos de lo que se está diciendo,
es decir, inventar ejemplos que explicarían lo que el
texto dice (esto último suena paradójico ya que yo
mismo no entiendo lo que trato de ejemplificar, pero
en la práctica funciona). Con esto, lograré que, al
menos en parte, la porción de texto entendido
aumente, y se reduzca la porción de texto que no
comprendo.
5. Revisar la idea general
Con lo avanzado, podemos revisar y corregir nuestra
idea general del punto 1.
6 Construir una idea del texto a partir de lo que tenemos claro y de la idea general
Con lo logrado hasta el momento, podemos comenzar a redactar la relatoría. Respetando
la división que hicimos en el punto 2, exponemos la lectura tal como la entendimos
tratando de que nuestra exposición, aunque no sea completa, sea clara y bien
argumentada. Como insumo, tenemos las partes del texto que identificamos como claras
en el punto 3 y la idea general que revisamos en el 5.
7. Dar cuenta de lo que no entendimos
En nuestra exposición, añadimos en las
partes del texto correspondientes, preguntas
acerca de las partes que no entendimos. No
deben ser preguntas generales (‘no entendí
esto’) si no que debe hacerse un esfuerzo por
identificar qué fue lo que no entendimos (por
ejemplo, ¿cuál es la relación entre esto y esto
otro? ¿por qué el autor pasa de esta premisa
a esta conclusión?)
 
Adaptado: Archivo personal Derian Ricardo Abril Vargas. Seminario Descartes y Spinoza: Universidad de la Salle.

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