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De: Emmanuel Ansaldi

Enviado: jueves, 7 de julio de 2022 16:11


Para: Emmanuel Ansaldi
Asunto: Calices asas

II . DER HENKELKELCH Die schriftlichen Quellen reden noch im 4. und den nächstfolgenden Jahr
hunderten kaum je vom zweihenkeligen Meßkelch . Wird doch bis zur Karo lingerzeit nur
einmal ausdrücklich von Kelchen dieser Art in ihnen gesprochen , im Testament des heiligen
Aredius , des Abtes von Attane ( jetzt St - Irieux ) bei Limoges ( † 573 ) nämlich , der jeder in
demselben angegebenen Kirche außer sonstigem Meßgerät auch vier silberne Kelche
vermachte , zwei henkellose und zwei ansati , mit Henkeln versehene . Indessen haben wir
auch wohl den crater , den der heilige Petrus Chrysologus ( † um 450 ) der Basilika des heiligen
Kas sian zu Imola schenkte , sowie die kostbaren crateres , die Kaiser Philippus dem Erzbischof
Felix von Ravenna ( † 723 ) verehrte , ihrer Bezeichnung wegen als zweihenkelige Kelche
aufzufassen . ( 8 ) Auffallend ist , daß das römische Papst buch bis zum 9. Jahrhundert nie
Kelche dieser Art erwähnt , wahrscheinlich , weil sie so häufig waren und so wenig als etwas
Besonderes erschienen , daß man es nicht für nötig hielt , ja nicht einmal daran dachte , bei
den Kelchen , die Henkel hatten , das ausdrücklich anzumerken . Insbesondere kann es keinem
Zweifel unterliegen , daß die 8 , 10 , ja 12 römische Pfund schweren , scyphi ge nannten
Konsekrationskelche , die in den Gabenverzeichnissen der Vitae der Päpste des 4. , 5. und 6.
Jahrhunderts in großer Zahl aufgeführt werden , mit Henkeln versehen waren , da sie ja
andernfalls unhandlich ganz gewesen wären . Das um so weniger , als der Konsekrationskelch ,
dessen sich der Papst bei der Stationsmesse bediente , zufolge den römischen Ordines des 8.
und 9. Jahrhunderts selbst noch zu dieser Zeit ein Henkelkelch war . ( 9 ) Es können freilich
keineswegs alle Kelche im Papstbuch bis dahin von dieser Art gewesen sein . Ins besondere
wird das von den nur zwei oder drei römische Pfund ( = 654 bzw. 981 Gramm ) schweren , als
Spendekelche dienenden calices minores und calices ministeriales zu gelten haben , bei denen
Henkel weniger erforderlich , ja selbst minder zweckdienlich waren und deshalb füglich
fortgelassen werden konnten . Die Papstvitae des 9. Jahrhunderts kennen nur einen
Henkelkelch . Er war einer der drei Kelche , welche Karl der Große nach seiner Krönung am
Weihnachts fest des Jahres 800 nebst andern Gaben der Basilika des hl . Petrus weihte . ( 10 )
Einen goldenen , mit zwei Henkeln ausgestatteten Kelch von hervorragender Arbeit stiftete Abt
Ansegisus ( † 833 ) nebst einem andern , anscheinend henkel losen aus Silber dem Kloster
Fontanelle . ( 11 ) In nachkarolingischer Zeit vernehmen wir mehrfach von zweihenkeligen Kel
chen . Kelche dieser Art müssen damals noch recht häufig gewesen sein , wie aus einer bei Du
CANGE angeführten Notiz einer Handschrift des 10. Jahrhun derts ( 12 ) erhellt , in der es heißt
: Scutra est per omnem modum sicut olla facta , similiter de luto facta , sed tantum differt a
nostra olla , quod scutra ansas habet sicut nostri calices solent habere , in quibus missam
cantamus . Es kann darum auch nicht auffallen , wenn noch THEOPHILUS in seiner Schedula
diversarum artium auch der Anfertigung der Henkel des Kelches ein eigenes Kapitel wid met , (
13 ) in dem er eingehend beschreibt , wie dieselben herzustellen und am Kelche anzubringen
seien .

II . EL CÁLCULO Las fuentes escritas apenas hablan del cáliz de dos asas en el siglo IV y
siguientes. Hasta la época carolingia sólo hay una mención explícita de cálices de este tipo en
ellos , a saber, en el testamento de San Aredius , el abad de Attane ( ahora St - Irieux ) cerca de
Limoges ( † 573 ) , que legó a cada iglesia mencionada en él , además de otros instrumentos de
medición , cuatro cálices de plata , dos sin asas y dos ansati , con asas . Sin embargo, la crátera
regalada por San Pedro Crisólogo ( † c. 450 ) a la basílica de San Cas sian en Imola , así como las
preciosas cráteras veneradas por el emperador Felipe al arzobispo Félix de Rávena ( † 723 )
deben considerarse cálices de dos asas por su denominación. (8) Llama la atención que el Libro
Pontificio Romano no mencione nunca cálices de este tipo hasta el siglo IX, probablemente
porque eran tan comunes y parecían tan poco especiales que no se consideró necesario, ni
siquiera se pensó en hacer una mención explícita de ellos en el caso de los cálices con asas. En
particular, no cabe duda de que los cálices de consagración de 8, 10 e incluso 12 libras
romanas, llamados scyphi, que aparecen en gran número en las listas de regalos de las Vitae
de los papas de los siglos IV, V y VI, estaban provistos de asas, ya que de otro modo habrían
sido poco manejables. Tanto menos cuanto que el cáliz de consagración utilizado por el Papa
en la misa de estación era, según las ordenanzas romanas de los siglos VIII y IX, de asa.

Según las ordenanzas romanas de los siglos VIII y IX, ya entonces era una copa con asa. ( 9 ) Por
supuesto, de ninguna manera todos los cálices del libro papal hasta entonces pudieron ser de
este tipo. Especialmente los cálices minores y ministeriales, que sólo pesaban dos o tres libras
romanas ( = 654 resp. 981 gramos ) y servían como cálices de donación, deben ser de este tipo,
para los que las asas eran menos necesarias, incluso menos útiles, y por lo tanto podían
omitirse. Las vitae papales del siglo IX sólo conocen una copa con asa . Fue uno de los tres
cálices que Carlomagno consagró a la basílica de San Pedro tras su coronación el día de
Navidad del año 800 junto con otros regalos. Peter . (10) Un cáliz de oro de excelente factura
con dos asas fue donado al monasterio de Fontanelle por el abad Ansegisus († 833) junto con
otro cáliz de plata aparentemente sin asas. ( 11 ) En el periodo postcarolingio se habla varias
veces de copas de dos asas. Las copas de este tipo debían ser bastante comunes en aquella
época, como se desprende de una nota de un manuscrito del siglo X citado por Du CANGE ( 12
) , que dice: Scutra est per omnem modum sicut olla facta , similiter de luto facta , sed tantum
differt a nostra olla , quod scutra ansas habet sicut nostri calices solent habere , in quibus
missam cantamus . Por eso no puede llamar la atención que Teófilo, en su Schedula
diversarum artium, dedique también un capítulo aparte a la confección de las asas del cáliz (
13 ) en el que describe detalladamente cómo deben hacerse y fijarse al cáliz.

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