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„Llevaban conchas coloradas, de que hay en Chaquira, id est sartales, como los de las islas de
Canaria que se venden al rey de Portugal para el rescate de Guinea; e por éstas dan los indios
todo el oro e plata e ropas que traen de rescate.“ (Oviedo 1992, 12).

Aus diesen Muscheln wurde den Überlieferungen nach ein Großteil zu Perlen verarbeitet, die
in Form von Halsketten oder auch als einzelne Perlen allgemein verbreitet und sehr begehrt
waren.

3.6.2.2. Hinweise auf Handel der Spanier mit Spondylus

Insgesamt ergibt sich aus der Summe der spanischen Überlieferungen, dass Spondylusmu-
scheln bzw. daraus hergestellte Produkte nicht allein in Gebieten des inkaischen Imperiums
hoch geschätzt waren, sondern dass dieser Wert auch auf überregionaler Ebene stattfand, in
der die Stachelaustern als Tausch- und Zahlungsmittel eingesetzt wurden.
Dies kommt auch in Textstellen von Cieza de León zum Ausdruck, wo es aus dem kolumbia-
nischen Gebiet der Quimbaya beispielsweise heißt:
„Traen en sus personas algún adornamiento de joyas de oro, y vnas quentas muy menudas a
quien llaman Chaquira colorada: que era rescate estremado y rico. Y en otras prouincias he
visto yo, que se tenía por tan preciada esta chaquira, que se daua harta cantidad de oro por
ella. En la prouincia de Quimbaya (que es donde está situada la ciudad de Cartago) le dieron
ciertos caciques o principales al mariscal robledo más de mill y quinientos pesos por poco
menos de vna libra“ (Cieza de León 1986a, 154).

Demnach erkannten die spanischen Besatzer recht früh die hohe Wertschätzung der offen-
sichtlich aus Spondylus hergestellten Perlen, besorgten sich diese anscheinend selbst und
veräußerten sie an die einheimische Bevölkerung gegen Gold weiter.

Ähnliches wird auch aus dem peruanischen Bereich überliefert, wo beispielsweise bei Polo de
Ondegardo und Arriaga festgehalten wurde:
„Este mollo labrado, que por otro nombre se llama (Chaquira) es en todo dañoso por quanto
sirue quasi á todo género de sacrificios y ritos: y los Españoles lo an tenido por muy buena
grangería en especial en Trugillo y su comarca, y en otras partes destos llanos, y el día de oy
no se dexa de vender en algunos lugares“ (in: Urteaga 1916, 39).

„Mullu es una concha de la mar, gruesa, y todos tienen pedacillos de estas conchas, y un indio
me dio un pedacillo menor que una uña, que había comprado en cuatro reales. Y los indios de
la costa, y aun españoles, tenían grangería de estas conchas con los de la Sierra, sin reparar
para qué efeto las compraban; otras veces hacen unas cuentecillas de este mullu y las ponen a
las Huacas. y de estas cuentecillas usan también, como después dirémos, en las confesiones“
(Arriaga 1968, 211).

Weiter nach Süden hin existiert ebenfalls ein Hinweis, dass sich die spanischen Missionare
den hohen Wert von Perlen zu Nutzen machten und Tauschhandel mit der einheimischen

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