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EL GASTO ENERGÉTICO EN EL EMBARAZO

El coste energético durante todo el periodo de la


gestación está calculado entre 75.000 y 80.000
kcal, lo que aumenta las necesidades en unas 150
kcal diarias en el primer trimestre del embarazo
y en 350 kcal en los trimestres restantes.

¿Cómo calcular el requerimiento energético de


una embarazada?
Según los comités de expertos en México1 y en
E.U.A. 2, el requerimiento extra estimado de
energía (REE) para las mujeres que inician el
embarazo con un peso adecuado es de 360 y 340
kcal/día respectivamente durante el segundo trimestre y de 475 y 450 kcal/día durante el
tercero. La correcta alimentación también contribuye a evitar un trabajo de parto
prematuro, al equilibrio emocional y a la recuperación corporal después de dar a luz.

¿Cuáles son las necesidades nutricionales de las mujeres embarazadas?

¿Tengo alguna necesidad especial de nutrición ahora que estoy embarazada? Necesita
más ácido fólico, hierro, calcio y vitamina D que lo que necesitaba antes del embarazo:
El ácido fólico es una vitamina B que puede ayudar a prevenir ciertos defectos
congénitos. Antes del embarazo, necesita 400 microgramos por día.

¿Qué importancia tiene la nutrición adecuada en la gestación?

Una alimentación equilibrada proporciona los nutrientes adecuados para favorecer el


crecimiento y desarrollo del bebé, la calidad de la placenta mantiene el nivel de energía
a lo largo del embarazo, parto y postparto, previene anemias y activa la producción de la
leche.

QUE DICEN LOS CIENTÍFICOS


según un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución
Humana (CENIEH) y el Hospital Universitario de Burgos (HUBU). Se trata de una
investigación desarrollada por los
grupos de Paleofisiología y
Ecología y Paleoecología de
Mamíferos del CENIEH, liderados
por Ana Mateos y Jesús
Rodríguez, con la colaboración del
HUBU, que ha publicado la
revista American Journal of
Human Biology.
Entre sus conclusiones, establece
la existencia de una gran
variabilidad individual entre las
mujeres gestantes en cuanto a los
mecanismos fisiológicos que hacen frente a las costosas demandas energéticas de la
reproducción. Un estudio reciente demuestra que, pese a las claras diferencias de peso y
tejidos corporales entre mujeres embarazadas y no embarazadas, su gasto energético es
similar. En esta nueva investigación se diseñó para comparar el gasto energético, la
composición corporal y el peso de mujeres en el último trimestre de gestación y los de
mujeres no embarazadas.
En las pruebas, desarrolladas en el Laboratorio de BioEnergía y Análisis de Movimiento
del CENIEH, han participado setenta y siete voluntarias. El principal resultado de este
trabajo muestra que los cambios en la composición corporal durante el último trimestre
de gestación podrían ayudar a que una embarazada gaste menos energía que otras
mujeres, no embarazadas, con el mismo peso corporal. La coautora del estudio, Olalla
Prado, explica que las mujeres gestantes tienen mayores porcentajes de masa grasa, que
se considera metabólicamente pasiva, y por tanto, consume menos energía.
Además, tienen menores porcentajes de otros tejidos mucho más activos, como el
muscular, por lo que es probable que el embarazo no sea tan costoso como se había
propuesto hasta ahora. De ahí deducen que los humanos han logrado reproducirse con
éxito y sobrevivir en las más variadas condiciones ambientales y circunstancias sociales
y económicas al contar con una proporción mayor de tejido adiposo, en comparación
con otros primates. Eso ha permitido hacer frente a demandas energéticas de procesos
fisiológicos costosos: ciclo menstrual, gestación y lactancia, en el caso de las mujeres,
durante los momentos de escasez de recursos, y poder asegurar el éxito reproductivo de
la especie durante nuestra evolución, según Ana Mateos Mateos.

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS EN EL EMBARAZO

Es bien conocido por todos que la afirmación «la mujer embarazada

ha de comer por dos» no es casi nunca cierta. Pero lo que sí es cierto es

que la mujer embarazada y la lactante deben seguir unas


recomendaciones dietéticas que se refieren tanto a la cantidad como
a la calidad de los alimentos que debe ingerir. El mantenimiento de
una alimentación correcta durante el embarazo y la lactancia son
esenciales para conseguir una salud óptima del futuro hijo y la
propia madre, así como para aliviar algunos de los trastornos
frecuentes durante el embarazo.

El embarazo y la lactancia son estados fisiológicos en los que se


producen importantes cambios biológicos y metabólicos que
suponen un gran desgaste físico para la mujer, y que pueden incluso
influir de forma definitiva en su salud. Es evidente que la formación del nuevo ser va a
requerir un aporte extra de nutrientes, que proceden tanto de los alimentos que ingiere la
madre como de sus propias reservas corporales. Se puede afirmar con total certeza que
la dieta de la madre tiene una gran influencia sobre la salud del bebé a corto plazo y
muy probablemente también a largo plazo. En el período previo y por supuesto a lo
largo de todo el embarazo es necesario mantener una dieta sana y variada que garantice
un suministro regular y suficiente de nutrientes al feto. El cuidado de la alimentación
durante el embarazo es también crucial para mantener un buen estado de salud en la
madre y evitar un desgaste nutricional que puede tener consecuencias y causar entre
otros trastornos anemia y descalcificación ósea.
Aunque la necesidad de una alimentación sana durante el embarazo y la lactancia
parezca una afirmación obvia, la malnutrición es una situación que se presenta con
frecuencia en muchas mujeres. En nuestro país por ejemplo son relativamente
frecuentes los excesos y la sobrealimentación, que generan un desequilibrio a causa de
la ingesta excesiva de azúcares y grasas, mientras que la de vitaminas, minerales y fibra
alimentaria suele ser insuficiente. En cambio, las carencias nutricionales que pueden
repercutir gravemente en el desarrollo del feto se dan raramente en los países
desarrollados pero muy frecuentemente en los países en vías de desarrollo.

Necesidades nutricionales

Durante el embarazo, las necesidades nutricionales aumentan, ya que la dieta debe


proporcionar suficiente energía y nutrientes para:

Satisfacer los requerimientos nutricionales de la madre.

Permitir el crecimiento de estructuras como el útero, la placenta y los pechos.

Satisfacer las necesidades para el crecimiento del feto.

Permitir a la madre acumular las reservas necesarias para el crecimiento del feto y para
la lactancia después del parto.

Al igual que el oxígeno, los nutrientes pasan desde la placenta al feto gracias al cordón
umbilical

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