• FORMATOS AAF Y OMF Niveles de salida Formátos AAF y OMF u Una vez importada la imagen de la copia cerrada a la DAW (Pro Tools – Cubase, etc), necesitaremos un “algo” que nos permita reconstruir las decisiones de audio que se tomaron al momento del montaje. La idea aquí es poder visualizar la misma línea de tiempo que utilizó el editor, con los audios dispuestos exactamente de la misma manera y situados perfectamente en el mismo lugar de origen. u Para lograr este propósito, el editor nos proporcinará un tipo de archivo especial que se conoce como OMF (Open Media Framework Interchange, OMFI) en un caso o AAF (Advanced Authoring Format) en otro. (Estas formas de exportación de los proyectos dependen de la aplicación que se utilice. Existen otras como AES31, XML, MXF. ) u El OMF fue diseñado por AVID como un formato abierto para que otras estaciones de trabajo puedan “leer” los proyectos de este equipo. Este tipo de archivo permite exportar el audio de un proyecto (solo el audio y su correspondiente metadata), de manera tal que este continúe siendo editable. u Existen dos formas de crear un archivo OMF: u - Embebido - No Embebido u En el caso embebido, todos los archivos que forman parte de la edición de audio se incorporarán al archivo en cuestión. Es decir, logramos que dentro de un solo paquete de información estén contenidos todos los audios que utilizamos en la línea de tiempo en el montaje. Recordamos que, como lo expresamos más arriba, si el equipo de video realizó algún tipo de manipulación de la información de audio original (Frecuencia de muestreo, resolución, etc) al exportar el OMF obtendremos una exportación de lo transformado, por lo tanto, deberemos reconectar a los clips de audio con los hermanos originales utilizando un EDL. Se recomienda el uso de este método cuando con seguridad nos trasladaremos a otro estudio o DAW y queremos tener la certeza de que llevamos todo lo que está incluído en el proyecto. u Un OMF no embebido implicaría exportar solo las decisiones de edición (prácticamente es un EDL, metadata pura) para que luego estas puedan trasladarse a un equipo que ya contenga la media, los audios en si. Este tipo puede utilizarse cuando estamos trabajando en un solo ordenador tanto el video como el sonido, en donde la media de audio y video esta alojada en la misma estación o cuando la media es compartida en una red en donde varios ordenadores pueden acceder a ella. En el siguiente gráfico vemos como una serie de estaciones tiene acceso a una mismo servidor para que todas puedan utilizar la media u La importancia de los OMF (como así también la de sus hermanos mayores los AAF) es que el usuario puede definir los márgenes de edición o HANDLES, un margen de estiramiento de cada uno de los clips de audio para que podamos corregir ediciones y realizar transiciones con comodidad. La posibilidad de tener toda la metadata de la edición nos permite corregir cualquier defecto en la edición de audio por parte de quien resolvió la imagen de nuestra película. u Un AAF es en esencia muy similar al OMF, solo que además de transportar la metadata y la media de audio, es posible solicitarle que transporte video, gráficos, etc. Se espera que en los próximos años se convierta en el estandar de intercambio entre todas las aplicaciones de video y las DAW. u Los estudios de postproducción casi siempre entregan “cartas de exportación” que permiten a los editores de video seguir una serie de instrucciones para que al momento de la exportación de los OMF o los AAF no encuentren inconvenientes y sean totalmente compatibles con quienes reciben estos archivos. u Una vez importada la imagen, luego el OMF o el AAF tiene lugar la edición en si misma. Uno de los procesos fundamentales que consume muchas horas de trabajo es la edición de diálogos de la película. Obviamente no todos los proyectos audiovisuales requieren edición de diálogos, pero de ser necesaria se transforma casi en la columna vertebral que sostiene a todo el sonido de la película.