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ESCLAVITUD INDÍGENA EN EL REINO DE GUATEMALA

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Horacio Cabezas
Universidad Mesoamericana, Guatemala
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ESCLAVITUD
INDÍGENA
EN EL REINO
DE GUATEMALA

Horacio Cabezas Carcache

Guatemala
2022
Portada: Indígenas esclavizados según Códice Boturini.
CONTENIDO

Introducción 3
1- Esclavitud indígena al inicio de la conquista española 11
2- Encomienda-repartimiento o esclavitud indígena 19
Leyes de Burgos y Requerimiento 20
Repartimiento de indios: Eufemismo equivalente a esclavitud 23
Inicio de la Encomienda-Repartimiento en Guatemala 26
3- Esclavos de guerra y naborías en Guatemala 31
Naborías o Esclavos de Rescate 33
Conflictos en la asignación de la Encomienda-Repartimiento 34
Desacato a Juana la Loca 36
Explotación de minas por medio de esclavos indígenas 39
Construcción de Armada para viajar a Perú 40
4- Esclavitud indígena en Nicaragua y Honduras 49
Gil González Dávila: Capitán de la primera expedición de huestes españolas
en Nicaragua 50
Francisco Hernández de Córdoba: Primer exportador de esclavos indígenas a Panamá 50
Asesinato de Cristóbal de Olid, Pedro Moreno como Juez de Comisión e
intento de concertación entre Hernán Cortés y Francisco Hernández de Córdoba 53
Disputas entre Diego López de Salcedo, Pedrarias Dávila y Pedro de los Ríos 57
Pedrarias intenta apoderarse de Nequepio o Cuscatlán 60
Pedrarias Dávila favorece tráfico de esclavos indígenas desde Nicaragua
hacia Panamá y Perú 61
Correrías de Tonatiuh en Honduras 65
Construcción de Armada de Tonatiuh hacia Islas de las Especies 68
5- Las Casas, Leyes Nuevas y abolición de la esclavitud indígena 73
Viaje de Las Casas a la Corte española 74
Junta de Letrados en Valladolid 76
Leyes Nuevas u Ordenanzas de Barcelona 78
Presidente Alonso de Maldonado suspende en forma parcial Leyes Nuevas 80
Liberación de esclavos indígenas en Santiago de Guatemala 84
Abolición de la encomienda-repartimiento o esclavitud indígena y asesinato
del Obispo Antonio de Valdivieso 89
Leyes Nuevas son modificadas 100
Bibliografía 103
2 Esclavitud indígena en el Reino de Guatemala

Índice Analítico 113


INTRODUCCIÓN

Al inicio de su primer viaje hacia tierras desconocidas, Cristóbal Colón marchaba


plenamente convencido que la Tierra era redonda y que, si navegaba hacia el
occidente de las Islas Canarias, llegaría a las Islas de las Especies, en el Lejano
Oriente, región a la que los marineros arribaban, navegando en sentido contrario,
al bordear África. Sin embargo, su derrotero no lo llevó al lugar vaticinado, sino a
una región desconocida (el actual Mar Caribe). Insatisfecho por no haber encon-
trado especias orientales (pimienta, jengibre, clavo de olor, canela, cardamomo,
nuez moscada, azafrán, sésamo, mostaza, incienso, mirra, comino, hinojo, menta,
salvia, macis...), no se desanimó y de inmediato las sustituyó con la trata de los
habitantes del Nuevo Mundo como mano de obra esclava y con el negocio de
sus riquezas naturales (oro, almástiga o resinas aromáticas, lignáloe…), tal como
lo propuso a la Reina Isabel la Católica, en su informe sobre el primer viaje.1
Después de su segundo viaje, sin contar con disposición real explícita, como lo
establecían las Capitulaciones de Santa Fe, llevó a la práctica su proyecto esclavista
en la isla La Española (en la actualidad Santo Domingo), repartiendo indígenas
entre su tripulación, actividad que, después de su muerte, su hijo Diego gener-
alizaría.
El trato cruel y las enfermedades traídas a América por los españoles y para las
que los nativos insulares carecían de anticuerpos, hicieron mella y provocaron
el descenso demográfico en las Antillas Mayores. Ante la disminución y falta
de mano de obra, los conquistadores españoles las buscaron por medio de la
realización de entradas y correrías en otras islas del Mar Caribe, en especial en las
Islas de la Bahía de Honduras, las que habían sido descubiertas por Cristóbal
Colón durante su cuarto viaje. Y así, sus habitantes fueron esclavizados y
trasladados a las Antillas Mayores para reponer a la población diezmada por las
epidemias y el trato cruel.

1 Colón, 1967: 100.


4 Esclavitud indígena en el Reino de Guatemala

Ante tanta iniquidad, en 1511, durante el Cuarto Domingo de Adviento,


en la iglesia de La Española, los frailes dominicos, por medio de Antonio de
Montesinos, condenaron el repartimiento de indios [strictu sensu, un eufemismo
por esclavitud]. Cuando la noticia de la oposición de los dominicos al repartimiento
llegó a la Península Ibérica, Fernando de Aragón, más conocido como Fernando
el Católico, primero montó en cólera, se consideró docto en teología y expresó:
Ví ansí mismo el sermón que descis que fizo un frayle dominico que se llama frey
Antonio Montesino, e aunque él siempre obo de predicar escandalosamente, me a
muncho maravillado en gran manera, de descir lo que dixo, porque para descirlo,
nengund buen fundamento de Theología nin cánones ni leyes thernía… mucho
más me a maravillado de los que non qusyeron absolver a los que se fueron a con-
fesar sin que primero posiesen los yndios en su libertad abiéndoseles dado por mi
mandado, que si algund cargo de concyencia para ello podía aber — lo que non
ay— era para mí e para los que nos aconsejaron.2
Aunque su Consejo recomendó a Fernando ordenar que metieran a Montesinos
en un barco de retorno a España, no lo hizo sino que, en cambio, con astucia y
picardía, prefirió pedir a unos pocos teólogos y juristas que pensaban como él
redactar y aprobar las Leyes de Burgos (27/12/1512) para justificar la supremacía
del derecho divino sobre el natural y el derecho de la Corona española sobre las
Indias, así como la validez del repartimiento de indios y la guerra de conquista
española. Es más, a petición del monarca, Matías de Paz (op) y Juan López de
Palacios RubiosJuan:y Requerimiento” (jurisconsulto) redactaron el Requerimiento,
instrumento pseudo religioso legal para operativizar las Leyes de Burgos. Éste fue
aplicado por primera vez en 1514, en el Puerto de Santa Marta (Panamá), al arribo
de Pedrarias Dávila, cuando fue leído desde lejos a los indígenas.3 Y así, durante
el resto de la primera mitad del siglo XVI, la conquista española, de iure, tuvo
como objetivo principal esclavizar a los indígenas, aunque el nombre dado a tal
institución fue el de encomienda-repartimiento o repartimiento.
Durante la primera mitad de 1524, el inicio de la conquista de los señoríos
guatemaltecos quichés, cakchiqueles y tzutuhiles, así como el señorío pipil de
Cuscatlán, confirma que la encomienda-repartimiento o repartimiento fue, sin duda
alguna, esclavitud en toda su expresión, pues los indígenas repartidos eran
marcados con hierro candente en la cara, en el muslo o en la espalda, para hacer
manifiesta su nueva categoría social. Así sucedió en Utatlán (Guatemala) y en
Cuscatlán (El Salvador). El primer tipo de repartimiento fue el de los indígenas
cautivados durante los enfrentamientos bélicos, a los que se denominó esclavos
de guerra; y la segunda forma fue la de nativos entregados por los jefes de las
comunidades indígenas conforme a tasaciones que los españoles imponían, siendo
la más importante la que en 1536 el Obispo Francisco Marroquín y el Gobernador
Alonso de Maldonado hicieron. Tales repartimientos eran incrementados con
naborías o indios de rescate, vendidos a los españoles por caciques y principales, ya

2 En Mena García, 2018: 35.


3 Fernández de Oviedo, 1851-I: xxiv (II parte, lib. X, cap. 7).
Introducción 5

que en Mesoamérica, el sistema social incluía ese tipo de esclavitud, aunque no


era la forma dominante, como lo explico en el capítulo 1.
Entre 1524 y 1530, en Guatemala, hubo mucha informalidad en el repartimiento
de indios, pues con frecuencia las tasaciones eran anuladas y sustituidas por la
máxima autoridad de la provincia, con el propósito de beneficiar a los allegados
a su mando superior. Así lo hicieron Pedro de Alvarado, Jorge de Alvarado y
Francisco de Orduña.
En agosto de 1530, la reina Juana la Loca —a quien su madre Isabel4 encargó en
su testamento d 1504 continuar en las Indias la cristianización y colonización de los
naturales—5 prohibió que los indígenas fueron esclavizados. Sin embargo, en la
Provincia de Guatemala, tal mandato real no fue acatado por Pedro de Alvarado,
quien, al contrario, suspendió por muchos días el pregón de la real cédula, a fin
de herrar mucha cantidad de indios para sí y para personas de esta ciudad [Santiago
de Guatemala].6 Cuatro años después, en julio de 1532, el Consejo de Indias no
sólo vetó la real cédula que prohibía la esclavitud, sino que también nombró
encargados del hierro para marcar esclavos en la Gobernación de Guatemala a
Pedro de Alvarado y a Francisco Marroquín. La razón de tales decisiones del alto
organismo era la de avalar la expedición que Alvarado organizaba hacia Perú, a
pesar que la capitulación acordada para el efecto era para que se hiciera hacia el
norte del Océano Pacífico, es decir, en dirección contraria.
Entre 1530 y 1534, esclavos indígenas fueron empleados en el lavado de oro
en los ríos y en su extracción en minas, así como en la construcción de la ciudad
de Santiago de Guatemala en Bulbuxyá o Almolonga, pero especialmente en el
acarreo de anclas, hierros y aparejos marítimos desde el puerto de Veracruz en el
Golfo de México hacia el de Iztapa en el Océano Pacífico de Guatemala, así como
en la construcción de barcos para la Armada que habría de llevar a Perú a Pedro
de Alvarado y a gran parte de los conquistadores que estaban en Guatemala.7
Al zarpar, el 31 de enero de 1534, aunque la Capitulación acordada con la
Corona española no lo autorizaba, Pedro de Alvarado incorporó en la tripulación
a 6,000 esclavos indígenas, en su mayoría cakchiqueles, aunque también iban
pipiles, lencas y chorotegas.
Tonatiuh, nombre que los mexicas dieron a Pedro de Alvarado en Tenochtitlan,
fracasó en su intento por desplazar a Francisco Pizarro y Diego de Almagro en el
mando de la conquista de Perú. Al contrario, fue derrotado y obligado a entregar

4 No existe documento en que Isabel la Católica prohíba esclavizar a los indígenas. En 1495,
cuando una real cédula autorizó la venta en Andalucía de 300 indígenas que Cristóbal Colón
había traído de América, se molestó con su protegido, pero lo único que hizo fue suspender la
real cédula, mientras se estudiaba si no había inconveniente moral. El Obispo Juan Rodríguez
de Fonseca ocultó a los esclavos indígenas y no fueron liberados, lo que es expuesto en el
capítulo 29 de la serie Isabel de RTVE.
5 Mena García, 2018: 10.
6 Segundo Juicio, 1541: 881-881v.
7 Memorial, 2002: 106 y 251. Otzoy, 1999: 189. Remesal, 1932-I: 168. Segundo Juicio, 1541: fols.
888-888v.
6 Esclavitud indígena en el Reino de Guatemala

sus soldados españoles, bestias, embarcaciones e indígenas, a cambio de 100,000


pesos. Retornó a Santiago de Guatemala, pero permaneció poco tiempo en la
ciudad pues, enterado que Alonso de Maldonado había sido nombrado Juez de
Residencia, marchó hacia Honduras con el propósito de trasladarse a la Península
Ibérica a buscar la conmiseración real, por medio del oro que había recibido en
Perú.
La conquista de los pueblos indígenas que habitaban lo que en la actualidad
es América Central fue organizada desde Tenochtitlan (México) y Panamá.
Desde la primera, Hernán Cortés envió huestes hacia Las Hibueras (Honduras)
y Guatemala, mientras que desde Panamá el primero en partir hacia Nicaragua,
región de los grandes lagos, fue Gil González Dávila, al que le seguiría Francisco
Hernández de Córdoba, enviado por Pedrarias Dávila.
El Golfo de Honduras era conocido desde agosto de 1502 en que Colón
descubrió a comerciantes indígenas que se desplazaban en una embarcación con
un mayor desarrollo cultural que el de los habitantes de La Española y Cuba,
pues conocían la metalurgia, usaban adornos de oro, herramientas de obsidiana
y pedernal, tejidos a colores... Años después, en febrero de 1517, una fallida
entrada esclavista a esa región, llevó a los españoles a Yucatán y, desde allí, al
Golfo de México, desde donde iniciarían la conquista del imperio azteca.
Honduras no fue olvida y periódicamente españoles procedentes de las Antillas
Mayores arribaban a sus islas y costas para atrapar indígenas y esclavizarlos.
Sin embargo, la región pronto llegaría a ser el foco de operaciones militares de
mayor envergadudra. El primero en hacerlo fue Gil González Dávila, el que fue
obligado por Diriangén a abandonar a marchas forzadas en 1523 la región de
los grandes lagos Cocibolca y Xolotlán. En esta ocasión, pretendía localizar el
Estrecho Dudoso, es decir, un paso que facilitara el tránsito hacia las Islas de las
Especies. Desembarcó en 1524, atravesó el territorio hondureño y llegó hasta el
Golfo de Fonseca, en el Océano Pacífico, el que Andrés Niño, otro miembro de su
expedición, había descubierto el año anterior. Menuda sorpresa, pues, en lugar del
Estrecho Dudoso, encontró a huestes encabezadas por Hernando de Soto, futuro
explorador de La Florida, quien retornaba de entradas militares que lo habían
llevado hasta Nequepio o Cuscatlán, capital de un señorío pipil. Aunque le mató
algunos hombres y le arrebató guanín o tumbaga8 por valor de 130,000 pesos oro,
prefirió soltarlo para que prosiguieran hacia León (Nicaragua), pues, desde la
costa caribe hondureña, Andrés Niño le había enviado noticias sobre la llegada a
Honduras de Cristóbal de Olid. Para la defensa de sus intereses, González Dávila
concentró sus fuerzas en el pueblo indígena de Nito, en la desembocadura del
Río Dulce (Izabal), donde ahorcó a un soldado y a un clérigo insubordinados.
Mientras tanto, Olid había capturado a Francisco de las Casas, enviado por
Hernán Cortés a castigarlo por haberlo traicionado en Cuba, aliándose con el

8 Guanín o tumbaga: Aleación precolombina compuesta de oro y cobre, y en algunos casos algo
de plata. Se empleaba en la elaboración de adornos como narigueras, orejeras, pectorales y
láminas con figuras de animales o alteregos.
Introducción 7

Gobernador Diego de Velásquez. Luego, capturó por sorpresa en Choloma a


González Dávila y a los dos los mantuvo presos en Naco (Honduras), pero de
un modo relajado, al grado que los invitaba a comer en su mesa, lo que facilitó
a González Dávila concertarse con Francisco de las Casas, aprisionar a Olid y
degollarlo en la plaza del pueblo.
Sin saber lo que acontecía en Honduras, pero decidido a castigar la traición
y alevosía de Cristóbal de Olid, Hernán Cortés viajó por las selvas peteneras a
dicha región con las mejores fuerzas de su ejército y un nutrido contingentes
de mexicas y sus principales señores. Fue toda una odisea, en la que asesinó a
Cuauhtémoc y a otros Señores mexicas, y en la que todo el ejército sufrió hambre.
A su arribo a Honduras, ´después de enterarse de la muerte de Olid, intentó que
Francisco Hernández de Córdoba traicionara a Pedrarias Dávila y hasta pensó en
viajar a Nicaragua, pero al recibir noticia de la anarquía que se había implantado
en México, prefirió retornar. Sin embargo, antes de hacerse a la mar, ordenó
realizar una entrada en Papayegua, en la que fueron atrapados alrededor de 100
y marcados con hierro candente como esclavos, para que dejaran de internarse en
las montañas y aceptaran a los españoles como sus nuevos amos.9
Antes del arribo de Cortés a Las Hibueras, los que realizaban entradas
esclavistas en las Islas de la Bahía informaron a las autoridades de la Audiencia de
Santo Domingo sobre posibles enfrentamientos mortales entre Olid, Francisco de
las Casas y Gil González Dávila, los que podrían complicarse si intervenían Pedro
de Alvarado, Francisco Hernández de Córdoba, desde Guatemala y Nicaragua,
respectivamente. Para impedir tales crímenes y garantizar los derechos de
González Dávila, protegido del Obispo Juan Rodríguez de Fonseca, enviaron al
Fiscal de la Audiencia, Pedro Moreno. Sin embargo, lo único que éste hizo fue
negociar las mercancías que había traído y comprar esclavos indígenas, pues se
enteró que Olid había sido asesinado por Francisco de las Casas y Gil González
Dávila y que éstos se habían marchado a México, razón por la que consideró que
su presencia en Honduras ya no era necesaria. Sin embargo, antes de retornar a
Santo Domingo, escribió a Francisco Hernández de Córdoba para que le quitase
la obediencia [a Pedrarias Dávila] y la diese a los Oidores de la Audiencia Real de La
Española [Santo Domingo].10
Al igual que Hernán Cortés, Pedrarias Dávila era terco y reaccionaba
violentamente contra sus insubordinados. Por eso, cuando se enteró que Francisco
Hernández de Córdoba había intentado entrar en pláticas con Pedro Moreno y
Hernán Cortés, marchó desde Panamá a Nicaragua con la mayor parte de sus
tropas, lo apresó en Granada y lo degolló en la Plaza de Armas de León, en 1526. Sin
embargo, poco tiempo gozó de su crueldad, pues debió retornar a Panamá, pues
la Corona lo había destituido como Gobernador de Castilla de Oro y nombrado
en su lugar a Pedro de los Ríos. Una barca repleta de esclavos indígenas de la
tierra de los grandes lagos constituyó el signo precursor de su pronto arribo para

9 En Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 176.


10 Herrera y Tordesillas, 1601-III: 147 (Década III, Libro VI).
8 Esclavitud indígena en el Reino de Guatemala

intentar recuperar sus encomiendas, esclavos, minas y propiedades territoriales ,


en su otrora Gobernación de Tierra Firme.
Pedro de los Ríos, en vez de cumplir fielmente con sus obligaciones de
Gobernador, más se interesó por colocar al mejor precio las mercancías que
había traído de la Península Ibérica. Los nuevos ricos, empero, se encontraban en
Nicaragua. Razón por la que viajó a dicha región, cargado con sus mercancías, pero,
al mismo tiempo de su llegada a Granada, Diego López de Salcedo, Gobernador
de Honduras lo hacía en León. Ambos alegaron que su Gobernación llegaba
hasta Nicaragua, pero las autoridades edilicias de Granada y León prefirieron a
López de Salcedo por más convenir a sus intereses: exportar indígenas esclavos,
dar en herencia naborías recibidos, llevar indias esclavas y naborías a España,
perpetuidad en los cargos de regidores, perpetuidad de los repartimientos
recibidos.
Después de expulsar a Pedro de los Ríos, López de Salcedo se dedicó a
modificar los repartimientos de indios. Por ejemplo, a Diego de Albítez quitó la
encomienda de Mateare de 5,000 indígenas a los que marcó como esclavos para
venderlos.
Retornemos a Panamá, desde donde Pedrarias envió mensajeros a España con
el oro robado a Francisco Hernández de Córdoba para que lo entregaran a su
esposa Isabel de Bobadilla y Peñalosa, sobrina de La Bobadilla y amiga confidente
de Isabel de Portugal, esposa del Emperador Carlos V. Y ésta supo sobornar a
consejeros de Indias, en especial a Francisco de los Cobos, Comendador Mayor
de Castilla, y al mismo Emperador que rehabilitó a Pedrarias, nombrándolo
Gobernador de Nicaragua.
Hernández de Córdoba y los principales capitanes de la conquista de
Nicaragua iniciaron entradas y correrías por todo su territorio para coger indígenas,
esclavizarlos y enviarlos a Panamá, donde tenían gran demanda entre los
colonos para reponer la población nativa que había disminuido sensiblemente.
Sin embargo, Pedrarias los superó con creces, pues en enero de 1529 sostuvo
que dicha actividad era lícita y contribuía a resolver la situación económica de
conquistadores pobres. Sin embargo, al recibir la cédula real de Juana la Loca que
prohibía hacer esclavos indígenas, señaló que en adelante ya no lo permitiría,
lo que nunca cumplió, pues él era quien se beneficiaba en ese negocio. En
efecto, autorizó a Hernán Ponce de León a traficar hacia Panamá en 5 ó 6 barcos
esclavos que pertenecían a Hernando de Soto, Francisco Campañón, Francisco
de Castañeda, Martín de Estete y en especial al mismo Pedrarias. La mayoría de
esos esclavos no habían sido cogidos en combates, sino que eran indios libres,
herrados a la fuerza, como lo confirmó el Protector de Indios Diego Álvarez de
Osorio.11 El negocio pronto fue extendido hacia Perú, a donde fueron llevados
miles de indígenas de la tierra de los grandes lagos, esclavizados y marcados en
la cara con el hierro real.

11 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-II: 211.


Introducción 9

La última gran entrada ordenada por Pedrarias fue en 1529, en Nequepio


o Cuscatlán, comandada por Martín de Estete, en la que a pesar del fracaso
consiguió esclavizar 2,000 indígenas pipiles que llevó a León (Nicaragua), entre
ellos mujeres, como Elvira o Elvirilla.
El último capítulo de este libro es Bartolomé de las Casas, Leyes Nuevas y Abolición
de la Esclavitud Indígena. El 20 de noviembre de 1542, Carlos V rubricó las Leyes
Nuevas u Ordenanzas de Barcelona, un conjunto de leyes que prohibía hacer esclavos
a los naturales, ordenaba la libertad de los que sufrían tal ignominia, suprimía los
tamemes, establecía que los naturales sólo estaban obligados al pago de un tributo,
concentraba en las Audiencias las funciones de gobierno y justicia y creaba una
Audiencia Real en los confines de Guatemala y Nicaragua, cuya jurisdicción debía
extenderse desde Yucatán, Chiapas y Soconusco, por el norte, hasta Tierra Firme
(Panamá), por el sur.
Quien promovió y consiguió tales leyes fue Bartolomé de las Casas, quien
desde Tezulutlán viajó a la Corte española con tal fin para hacer realidad lo que
en 1537 Paulo III había expuesto en la bula Sublimis Deus, cuando declaró que
los indígenas eran seres dotados de razón y que no podían ser esclavizados ni
privados de su libertad. Dos destacadas personalidades ayudaron a su propósito:
En primer lugar, Jacobo de Testera, fraile franciscano, conocido de Carlos V
por haber sido predicador e intérprete en la Casa Real, quien depositó en sus
manos, en Flandes, cartas de Las Casas y le explicó la razón de su estadía en la
Corte;
Francisco de Vitoria (op), quien con sus escritos, en especial De Indis, y sus
alocuciones en la Junta de Letrados demostró que los indígenas eran seres libres
y que no había derecho alguno a esclavizarlos y explotarlos.
Las Casas consiguió que Carlos V nombrara a Alonso de Maldonado Presidente
de la Audiencia de los Confines, pero éste se confabuló con los encomenderos y
con el Obispo Francisco Marroquín para no cumplir con lo ordenado por las Leyes
Nuevas en favor de los indígenas e injurió públicamente a Las Casas y al Obispo
Antonio de Valdivieso. En tales circunstancias, Las Casas movió sus influencias
ante Felipe de Austria (futuro Felipe II), quien destituyó a Maldonado nombró
como nuevo Presidente a Alonso López de Cerrato, quien dejó en libertad a todos
los esclavos indígenas de Chiapas, Guatemala y Nicaragua.
Sin embargo, las Leyes Nuevas no terminaban de ser aceptadas. En Chiapas,
Las Casas estuvo a punto de ser linchado por los encomenderos; en la ciudad de
México, hubo fuerte disturbios; en Nicaragua, el Obispo Antonio de Valdivieso
fue asesinado por Hernando y Pedro de Contreras, cuya madre María de
Peñalosa, hija de Pedrarias Dávila, fue la autora intelectual; y en Perú, como los
amotinados decapitaron a Virrey Blasco Núñez Vela, la Corona española envió
un fuerte contingente militar desde la Península, bajo el mando del Presbítero
Pedro de la Gasca.
Aunque el propósito original de las Leyes Nuevas era suprimir la esclavitud
indígena y la encomienda-repartimiento, expresión solapada que ocultaba otra
10 Esclavitud indígena en el Reino de Guatemala

forma de esclavitud, ante tan graves acontecimientos, la corona permitió la


prolongación de la encomienda, pero con algunas modificaciones, pues no se
tenía derecho a tierra, ni a indios de repartimiento, ni a servicios personales, ni a
residir en los pueblos de indios.
El deseo de restablecer la esclavitud indígena estuvo latente por algún tiempo.
Por ejemplo, en 1555, los frailes dominicos abandonaron su política de conquista
pacífica y aceptaron en un capítulo provincial hacer la guerra a los indígenas de
Puchutla y Lacandón.12 El 16 de marzo de 1558, la Corona española autorizó una
entrada militar al Lacandón y aceptó que entre los que participaran se repartieran
los indígenas y sus tributos y se esclavizaran a los indígenas capturados en
combate.13

Horacio Cabezas Carcache


Guatemala, 2022

12 García Peláez, 1967-I: 151.


13 García Peláez, 1967-I: 150-154; Cabezas, 2016: 39.
1
CONTENIDO
ESCLAVITUD INDÍGENA
AL INICIO DE LA CONQUISTA
ESPAÑOLA

E l Popol Wuj14 señala que, cuando los pueblos dejaban de tributar, sus
centros fortificados eran sometidos, caían en la esclavitud, eran sangrados
y los flechaban contra los árboles. Y en ese contexto, refiere que, por haberse
insubordinado y alzado, los dirigentes ilocab15 (ilokab’) fueron sacrificados y sus
súbditos esclavizados:
Sacrificaron a los Ilokab’ delante de las deidades. Éste fue el pago por sus delitos,
ordenado por el Señor K’otuja. Muchos llegaron a ser esclavos, fueron esclavizados, los
hicieron esclavos […] Y así empezaron a sacrificar a la gente delante de las deidades.
En Guatemala prehispánica, los alabitz y munib’ (esclavos) constituían una
minoría diferente a los al k’ajol (vasallos), que vivían en amak (aldeas), cultivaba
tierras comunales, confeccionaba artesanías y periódicamente tributaba maíz,
frijol, cacao, chompipes o gallinas de la tierra, miel, plumas, mantas, piedras
preciosas (chalchihuitl), cerámica suntuaria, petates, jícaras y guacales decorados…,
productos que los recaudadores trasladaban a los ajawab’ (señores) que habitaban
en tinamit (centro fortificado o ciudad). Igualmente, los al k’ajol entregaban
periódicamente gente de la comunidad: una parte empleada en la construcción
de nim ja (casas grandes o palacios), templos, caminos, fortalezas, juego de pelota,
escalinatas…; otra, en la confección de cerámica suntuaria, esculturas, armas,
redes, petates, sandalias…; y alguna, en el adiestramiento militar.

14 Popol, 2018: fol. 52v: 1-6 y fol. 50: 2-4 y 8-21.


15 Ilocab o Ilokab’: Uno de los tres grupos que formaban la confederación quiché. Los otros dos
eran los nimá quichés y los tamubs. En Chi Ismachí, intentaron sin éxito que el Ajpop Kamjá
Stayul apoyara una sublevación y les ayudara a asesinar al Ajpop Kotujá, para tener mayor
poder sobre los pueblos conquistados. Según el Popol Wuj, su plan fracasó, un buen número
de Señores ilokabs fue capturado y sacrificado, y otros esclavizados. Por ello, su líder Chib’ul
Kwi decidió abandonar Chi Ismachí y asentarse en una meseta cercana a la que dieron el
nombre de Muqwitz Chilokab o Pilocab, que en la actualidad es identificado como Chisalín
(Quiché).
12 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

Además del control de territorios,


las guerras entre los señoríos quichés
servían para hacer prisioneros,
esclavizarlos y repartirlos entre los
ajawab, quienes los concentraban en
barrios cercanos a sus palacios, para
que les sirvieran en tareas domésticas,
como tamemes o tlamemes16 (cargadores)
y encargados del cultivo de sus
tierras (hortalizas en las cercanías, y
cacaotales en la Costa Sur), mientras
que los más corpulentos y que habían
sido señores servían como nima’q achi
(una especie de guardia pretorial).
Ocasionalmente, éstos eran liberados
cuando sus comunidades pagaban
fuertes rescates.17 Una de esas guerras
fue en K’oja, donde Quicab (K’iq’ab’),
con ayuda de cakchiqueles, vengó 1- Placa Leyden (320 DC). Bajo relieve en jade, encontrado en
la muerte de su padre Q’ukumatz, Puerto Barrios (Izabal) a finales del siglo XIX, pero su origen
es Tikal (Petén). Se exhibe en el Museo Rijksmuseum voor
dando muerte a Tekum Ziqom Puvak, Volkenkunde (Leyden, Holanda). A. Anverso; B. Reverso. Largo:
apoderándose del jade y metal y 21.6 cm.

llevándose a un buen número de


prisioneros, a quienes sacrificaron en Gumarcaaj (Q’uma’rka’aj), destrozándoles,
inclusive, sus cráneos, para escarmiento de los habitantes del pueblo vencido.18
El Título de Totonicapán19 añade que, en las celebraciones rituales celebradas en
Gumarcaaj, también se practicó el rito del desollamiento y que señores quichés
se revistieron con las pieles de los sacrificados y bailaron:
Llegaron [a Q’uma’r Ka’aj] para ponerse las pieles […] [humanas] sacadas de los 13
Señores [de K’oja y Uxaja], quienes habían matado a K’otuja [Q’ukumatz]. Trece
de los grandes Señores se cubrieron con las pieles cuando se separaron y circularon.
Bailaron con cada uno de los Dioses [íconos] […] El hijo del Ajpop fue el primero en
colocar todas las joyas y los metales preciosos sobre la mano de Tojil.
Después, Quicab prosiguió con la conquista de los pueblos de Cumatz y Tujal,
en Sacapulas (Quiché), y de varios asentamientos mames de los alrededores de
Zaculeu (Huehuetenango). Los prisioneros más distinguidos fueron convertidos

16 Tamemes o Tlamemes: Indio que transportaba, a pie y en largas distancias, cualquier clase de
carga, avisos o mensajes. Por lo general, era un tipo de trabajo forzoso. Empleaban en su
trabajo el mecapal, una banda frontal ancha y gruesa de cuero que lleva un mecate en cada
extremo que sostenía la carga a la espalda del tameme; en algunos mecapales, se utilizaban
estructuras de textiles y madera.
17 Gozawa, 2017: 52.
18 Recinos, 1957: 139-145.
19 Título, 2007: 143-144.
Esclavitud indígena al inicio de la conqujista española 13

2- Frente y laterales de la Estela 24 de Naranjo (Petén). Representa a Wak Chan Ajaw, Señora de Naranjo, originaria de Dos Pilas
y también conocida como Señora Seis Cielo, de pie sobre un cautivo, posiblemente de Ucanal (Petén). Los glifos a1-a9 se
refieren a la Señora de Naranjo (669); b1-c10, la llegada de la señora a Naranjo (682); c14, el nacimiento de su hijo K’ahk’ Tiliw
Chan Chaak o Ardilla Humeante (688); b15-c17, se le proclama décimo octavo sucesor del fundador de la dinastía de Naranjo.
Los bloques b8-d13 explican lo representado; e3-d7, el nombre de la Señora de Dos Pilas; e7-d10, su ascendencia materna; y
e10-d13, la paterna. Finalmente, en los glifos e13-e18 se conmemora el fin de período 9.13.0.0.0 (702 DC), cuyas ceremonias
fueran presididas por la Señora de Naranjo.

en nima’q achi y asentados cerca de Gumarcaaj. Otros eran empleados como


esclavos en salinas y cacaoteras.
14 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

El Memorial de
Sololá20 explica que la
sublevación de Tata Yak
y Aj Itza contra su padre
Quicab se debió a la
codicia, para apoderarse
de sus joyas, esclavos y
nima’q achi:
Se encolerizaron con
su padre los llamados
Tata Yak y Aj Itza.
Ambicionaban el Señorío
de K’iq’ab’, deseaban
el jade, los metales
3- Templo de Huitzilopochtli en el Templo Mayor de Tenochtitlan. A la par, Tzompantli. preciosos, los esclavos,
Códice Tovar, 1587. la gente de su propio
padre. Entonces, dictó
sentencia el consejo de la gente k’eche’ sobre los Nima’q Achi que servían al Señor.
Todos los primeros sirvientes del Señor K’iq’ab’ fueron ejecutados.
Estos eran los nombres de los Señores de los Nima’q Achi: Jerech, Taq’unun,
Xjutz’uy (Tortillita Tostada ), Ewentek, Asakot y Kamachal. En verdad eran muchos
los hijos e hijas de cada grupo de ajpops. No le consultaron al Señor cuando murieron.
Los guerreros penetraron las casas de los ajpop y los mataron a todos. No había existido
orden del Señor [K’iq’ab’] que estaba en la ciudadela de Pan Petaq. Los guerreros habían
convenido con los hijos de K’iq’ab’ que éste muriera al mismo tiempo que los demás
Señores. Penetraron la casa del Señor en Pan Petaq y se rindió ante los guerreros.
Los guerreros que iban con el ajpop Xajil regresaron, (pero los que acompañaban a
K’iq’ab’) fueron exterminados. Cuando se rindió el Señor ante los guerreros, les habló
de su jade, de sus metales preciosos, les dio su Señorío, les dio el cargo de ajpop achij,
les cedió la gloria y la majestad a los guerreros. Despreciaba el corazón del Señor
K’iq’ab’ a sus hijos. Fue una maldad lo que hicieron los llamados Tata Yak y Aj Itza.
Así fue arrebatado el Señorío y la gloria por los guerreros de algunos amaq’. Entonces
les dieron a los 13 ajpop residencias a orillas de los amaq’. Los Nima’q Achi fueron la
causa del conflicto, cuando se apagó la gloria de los k’iche’s.
En ciertas ocasiones, las guerras tenían como objetivo hacer prisioneros entre
pueblos que intentaban liberarse del tributo, ya sea para sacrificarlos o para
convertirlos en alimento ritual de sacerdotes y fieles asistentes. También las
había con ocasión de calamidades públicas, como eran las sequías, inundaciones,
hambrunas, pestes…, o cuando se tenía que inaugurar una obra arquitectónica
monumental, como templos, palacios o juegos de pelota. Este tipo de guerras fue
propio de toda Mesoamérica.

20 Memorial, 2022: folios 23 y 24.


Esclavitud indígena al inicio de la conqujista española 15

Un buen número de piezas de cerámica, estelas y murales muestran que los


mayas convertían en esclavos a los prisioneros de guerras y sacrificaban a algunos
de ellos (ilustraciones 1 y 2).
El responsable del Auto de Fe de Maní (Yucatán), el fraile franciscano Diego de
Landa,21 en su Relación de las Cosas de Yucatán, describió los sacrificios humanos
en la forma siguiente:
Que sin las fiestas en las cuales para la solemnidad de ellas se sacrificaban personas,
también por alguna tribulación o necesidad les mandaba el sacerdote o chilanes
sacrificar personas, y para esto contribuían todos para que se comprasen esclavos,
o algunos de devoción daban sus hijitos, los cuales eran muy regalados hasta el día
y fiesta de sus personas, y muy guardados que no se huyesen o ensuciasen de algún
carnal pecado, y mientras á ellos llevaban de pueblo en pueblo con bailes, ayunaban
los sacerdotes y chilanes y otros oficiales, y llegado el día juntábanse en el patio del
templo, y si había de ser sacrificado a saetadas, desnudábanle en cueros y untábanle el
cuerpo de azul con una corola en la cabeza, y después de alanzado el demonio hacía la
gente un solemne baile con él, todos con arcos y flechas al rededor del palo, y bailando
subíanle en él y atábanle, y siempre bailando y mirándole todos […] Algunas veces
hacían este sacrificio en la piedra y grada alta del templo, y entonces echaban el cuerpo
ya muerto en las gradas abajo á rodar y tomábanle abajo los oficiales y desollábanle
todo el cuero entero, salvo los pies y las manos, y desnudo el sacerdote en cueros vivos
se aforraba de aquella piel, y bailaban con él los demás, y era cosa de mucha solemnidad
para ellos esto. A estos sacrificados comúnmente solían enterrar en el patio del templo,
o si no comíansele repartiendo por los que alcanzaban, y los señores; y las manos pies
y cabeza eran del sacerdote y oficiales, y á estos sacrificados se tenían por santos. Si
eran esclavos cautivados en guerra el señor de ellos tomaba los huesos para sacar por
divisa en los bailes en señal de victoria.
Bernal Díaz del Castillo, Motolinía (Toribio de Benavente) y Bernardino de
Sahagún22 ofrecen en sus crónicas abundante y variada información sobre el
sacrificio humano entre los aztecas. Sin embargo, la mayor evidencia de tal ritual
está plasmada en los tzompantli, plataformas en las que se exhibían las cabezas-
trofeo y cráneos humanos recogidos como producto de guerras o de sacrificios,
los que fueron comunes en el altiplano central de México, en Teotihuacan, Tula y
Tenochtitlan. Los Códices Durán, Ramírez y Borgia contienen representaciones de
tzompantli (ilustración 3). Algunos ejemplos se encuentran también en las Tierras
Bajas Mayas, en Chichén Itzá y Chalchitán, así como en el área maya-quiché, en
Iximché. Según el Popol Wuj,23 los Señores de Xibalbá, después de sacrificar a Jun
Junajpú, colgaron su cabeza en el árbol de jícaro que se encontraba en la cercanía
al juego de pelota.
La esclavitud, las guerras y los sacrificios humanos eran una práctica común entre
pipiles, chorotegas y nicaraos, señoríos indígenas mesoamericanos. Durante la

21 Landa, 1900: 338-340.


22 Díaz del Castillo, 1975; Motolinía, 1914; Sahagún, 1830 y 1938.
23 Popol, 2018: 83. Carmack, 1918: 287-288.
16 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

conquista española de Imabite (Nicaragua), sucedió


el Caso de los Desollados, erróneamente calificado
por Gonzalo Fernández de Oviedo24 como una
estrategia de combate indígena:25
Un caso cruel y notable, nunca oído antes, diré aquí,
aunque aqueste no acaeció en el tiempo que yo
estuve en Nicaragua, sino año y medio o poco antes,
durante la conquista del capitán Francisco Fernández,
teniente que fue de Pedrarias. Y fue de esta manera:
que como los indios vieron la osadía y esfuerzo de los
españoles y temían mucho de los caballos, y nunca
habían visto tales animales, y que los alanceaban
y mataban, pensaron en un nuevo ardid de guerra,
con que creyeron que espantarían los caballos y los
pondrían en huida y vencerían a los españoles. Y para
esto, 5 leguas de la ciudad de León, en la provincia
que se dice de los Maribios, mataron muchos indios
e indias viejas de sus mismos parientes y vecinos, y
desolláronlos, después que los mataron, y comiéronse
la carne y vistiéronse los pellejos, la carne afuera, que
otra cosa del indio vivo no se parecía sino sólo los
ojos, pensando, como digo, con aquella su invención,
4- Xipe-Tótec. Escultura encontrada en
que los cristianos huirían de tal vista y sus caballos se
Carranza (Aguilares, El Salvador). espantarían. Como los cristianos salieron al campo,
los indios no rehusaron la batalla: antes pusieron en la
delantera esos indios que traían los otros revestidos, y con sus arcos y flechas dieron
principio a la batalla animosamente y con mucha grita y atambores. Los cristianos
quedaron muy maravillados de su atrevimiento, y aun espantados del caso, y

24 Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557). Cronista de Indias. Nació en Madrid (España).


Trabajó como mozo de cámara del Príncipe Juan y del rey Fadrique. Contrajo matrimonio en
1506 con Margarita de Vergara, quien murió ese mismo año. El siguiente lo hizo con Catalina
Rivafecha. En 1500 Fernando el Católico le encargó recopilar información sobre los reyes de
España. Desempeñó los cargos de Secretario del Consejo de la Santa Inquisición y Secretario
de Francisco Hernández de Córdoba. En 1513, acompañó a Pedrarias Dávila a Castilla de
Oro, con los cargos de Escribano de Minas y del Crimen, Encargado del hierro de los esclavos
y Veedor de las fundiciones. Desde finales de 1527 hasta mediados de mayo de 1529 estuvo
en Nicaragua, dejando la descripción más completa sobre su riqueza natural, organización
social, costumbres y religión de los indígenas al momento de la conquista, pues entrevistó a
varios caciques y principales. El jueves santo de 1528, el Maestro Rojas le dio asilo eclesiástico,
porque era perseguido por Pedrarias Dávila. En la Corte, mantuvo una postura opuesta a la
de Bartolomé de las Casas, sobre la forma en que se debería realizar la conquista. Las Casas
lo acusó de ser partícipe de las crueles tiranías que en Castilla de Oro se han hecho. Realizó
cinco viajes a América, donde desempeñó los cargos de Gobernador de Cartagena, cronista,
alcalde del fuerte de Santo Domingo y regidor perpetuo de esa ciudad. Como cronista, su
obra más notable es Historia General y Natural de las Indias (1557).
25 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 100-101 (Libro XLII, cap. XI).
Esclavitud indígena al inicio de la conqujista española 17

cayeron luego en lo que era y comenzaron a dar en los contrarios y a herir y matar
de aquellos que estaban forrados en otros muertos. Y desde que los indios vieron el
poco fruto de su astucia y ardid, se pusieron en huida, y los cristianos consiguieron la
victoria. Y de allí adelante decían los indios que no eran hombres los cristianos, sino
teotes, que quiere decir dioses, y aquellos dioses suyos son diablos y sin ninguna
deidad. Y de allí adelante se llamó aquella tierra, donde acaeció lo que es dicho, la
Provincia de los Desollados.
Independientemente que la calificación hecha por Fernández de Oviedo del
tlacaxipehualiztli (desollamiento de hombres) es errónea, la realidad es que, antes del
inicio de la temporada de lluvias (primeros días de mayo), pipiles, chorotegas
y nicaraos cumplían con tal costumbre religiosa, un acto cruel y cruento sin
lugar a dudas, el que era parte de la cosmovisión ancestral religiosa guardada en
honor de Xipe Tótec por teotihuacanos y toltecas, así como por los señoríos que
organizaron en el litoral del Pacífico de lo que en la actualidad es América Central.
Xipe Tótec era un Dios mesoamericano relacionado con la renovación anual de
la vegetación y la fertilidad, y también era considerado patrón de los orfebres26
(ilustración 4). Consistía en un simulacro de lucha, en que prisioneros de guerra
de alta jerarquía eran amarrados a una piedra circular para que, con armas falsas,
se defendieran de cinco guerreros con macahuitls (espadas con incrustaciones de
navajas de obsidiana). Al ser heridos y vencidos, el sacerdote principal les sacrificaba
y arrancaba el corazón. Luego, otros sacerdotes los desollaban, pintaban sus pieles
de amarillo (teocuitlaquemitl) y con ellas recubrían la escultura de Xipe Tótec y la de
los asistentes al evento religioso, así como sus propios cuerpos. Durante el resto del
mes (de 20 días), revestidos con la piel de los sacrificados, realizaban procesiones
y danzas. Migrantes teotihuacanos y toltecas lo continuaron practicando en
Cotzumalguapa y Escuintepeques# (Guatemala), Cuscatlán (El Salvador) y entre
chorotegas y nicaraos de Nicaragua, convencidos que de ese modo sus milpas
florecerían y las cosechas serían abundantes.
Durante ese mismo período, el fraile mercedario Francisco de Bobadilla llegó
a Teoca, plaza principal de Nicaragua (en la actualidad, Rivas), en compañía de
Bartolomé Pérez, Escribano Público de la Alcaldía de Granada; de los naguatlatos
(intérpretes) Luis Dávila, Francisco Ortiz y Francisco de Arcos; así como del clérigo
Diego de Escobar, el Capitán Johan Gil de Montenegro, el Capitán Andrés de
Garabito y Alonso de Herrera Dávila. Allí interrogó a los caciques Chicoyatonal
(Alonso de Herrera), Misesboy, Avagoaltegoan (Don Francisco) y Quiavit,
Señor de Xoxoyta (Francisco de Bobadilla); así como a los güegües (ancianos)
Zipat, Tazoteyda (sacerdote chorotega), Coyevet y Astochimal,27 quienes en sus
respuestas dijeron que
• tenían 21 días festivos durante su año ritual de 260 días;28

26 Vié-Wohrer, 1999.
27 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 39-58.
28 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 47 y 52.
18 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

• durante las fiestas, con una cuchilla de pedernal sacrificaban esclavos de


guerra en el tescuit (altar), colocado delante del tamagast (templo); y con su
sangre untaban los ídolos de piedra.29
• los cuerpos de los sacrificados, con excepción de la cabeza, eran guisados,
y los caciques y principales los comían, acompañados de elotes (cebollos de
maíz) como bastimento y bebidas de mazamorra y cacao; mientras que las
tripas eran para la comida de los músicos;30
• las cabezas de los sacrificados eran colocadas en el tzompantli (lugar de las
calaveras), ubicado junto a los templos.31

29 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 53.


30 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 51-53.
31 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 52.
CONTENIDO
2
ENCOMIENDA-REPARTIMIENTO
O ESCLAVITUD INDÍGENA

E n carta en que informaba a los Reyes Católicos el resultado de su primer viaje,


el Almirante Cristóbal Colón32 propuso esclavizar los habitantes de las islas a
las que había llegado:
En conclusión, a hablar de esto solamente que se ha hecho este viaje, que fue así de
corrida, pueden ver Sus Altezas que yo les daré oro cuanto hubieren menester, con
muy poquita ayuda que Sus Altezas me darán; ahora, especiería y algodón cuanto
Sus Altezas mandaran, y almástiga cuanta mandaran cargar, y de la cual hasta hoy
no se ha hallado salvo en Grecia en la isla de Xío, y el Señorío la vende como quiere,
y lignáloe cuanto mandarán cargar, y esclavos cuantos mandarán cargar, y serán
de los idólatras.
Después del segundo viaje, Colón amplió su propuesta esclavista para que
también fuera realizada en las islas del Mar Caribe:
Que visto cuánto son acá menester los ganados y bestias de trabajo para el
sostenimiento de la gente que acá ha de estar, y bien de todas estas islas, Sus Altezas
podrán dar licencia y permiso a un número de carabelas suficiente que vengan acá
cada año, y traigan de los dichos ganados y otros mantenimientos y cosas para
poblar el campo y aprovechar la tierra, y esto en precios razonables a sus costas de los
que les trajeren, las cuales cosas se les podrían pagar en esclavos de estos caníbales,
gente tan fiera y dispuesta, y bien proporcionada y de muy buen entendimiento,
los cuales quitados de aquella inhumanidad creemos que serán mejores que otros
ningunos esclavos, la cual luego perderán que sean fuera de su tierra; y de estos
podrán haber muchos con las fustas de remos que acá se entienden de hacer.33
Como Almirante y Virrey, Cristóbal Colón fue el primero en repartir indígenas
en La Española (isla de Santo Domingo); y su hijo Diego lo secundó prolongando

32 Colón, 1967: 100.


33 Colón, 1982; http://www.cervantesvirtual.com/historia/colon/doc14.shtml
20 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

tan inhumana y denigrante actividad.34 En 1511, duran-


te el Cuarto Domingo de Adviento, en La Española, en
nombre de la comunidad de frailes dominicos, Antonio
de Montesinos35 (ilustración 5) condenó con severidad y
acritud a los conquistadores españoles por la mortandad
y despoblación indígena que estaban causando:
Todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por
la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes.
Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan
cruel y horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con qué
autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas
5- Antón de Montesinos, fraile dominico. Escultura de
gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde
Antonio Castellanos Basich, donada por México a infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis
República Dominicana, en 1982.
consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin
darles de comer ni curados en sus enfermedades, que de
los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y, por mejor decir,
los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los
doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las
fiestas y domingos? ¿Estos no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No
sois obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no
sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos? Tened
por cierto, que en el estado que estáis no os podéis más salvar que los moros o turcos
que carecen y no quieren la fe de Jesucristo.

Leyes de Burgos y Requerimiento

C on base en el informe de Diego Colón, quien había estado presente durante el


sermón de Montesinos, la Corona española convocó a los teólogos dominicos
Matías de Paz, Pedro de Covarrubias y Tomás Durán, así como a varios letrados,
entre ellos a Juan López de Palacios Rubios,Juan:y Requerimiento” quienes,
presididos por Juan Rodríguez de Fonseca, Obispo de Burgos y Superintendente
de la Casa de Contratación, redactaron las Leyes de Burgos u Ordenanzas para el
tratamiento de los Indios, las que el Rey Fernando de Aragón, más conocido como
Fernando el Católico, rubricó el 27 de diciembre de 1512. En ellas se establecía:
Supremacía del derecho divino sobre el derecho natural;
Rey de España tenía justos títulos de dominio sobre las Indias;
Mantenimiento del repartimiento indígena en forma vitalicia; y
Justificación de la guerra de conquista, si los indios se negaban a ser cristian-
izados.36
Sin embargo, insatisfecho con la declaración de principios, Fernando el Católi-

34 Fernández de Oviedo, 1851-I: 104-105.


35 En Las Casas, 1957-II: 176.
36 Birr, 2018: 266.
Encomienda Repartimiento o Esclavitud Indígena 21

co solicitó a Fray Matías de Paz y a Juan López de Palacios Rubios la redacción


de un mecanismo legal para que tales postulados fueran institucionalizados y
fáciles de llevar a la práctica. Fue así como surgió el Requerimiento, procedimiento
a seguir para justificar la guerra a los indígenas, cuyo contenido es:
De partes del rey don Fernando, y de la reina doña Juana,37 su hija, reina de
Castilla y León, etc., domadores de las gentes bárbaras, nos, sus criados, os
notificamos y hacemos saber, como mejor podemos, que Dios, Nuestro Señor,
uno y eterno, creó el cielo y la tierra y un hombre y una mujer, de quien nosotros y
vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes y procreados,
y todos los que después de nosotros vinieren. Mas por la muchedumbre de la
generación que de estos ha salido, desde 5,000 años a esta parte que el mundo fue
creado, fue necesario que los unos hombres fuesen por una parte y otros por otra o
se dividiesen por muchos reinos y provincias, que en una sola no se podían sostener
ni conservar.
De todas estas gentes, Dios Nuestro Señor dio cargo a uno, que fue llamado San
Pedro, para que de todos los hombres del mundo fuese señor y superior a quien
todos obedeciesen y fuese cabeza de todo el linaje humano, doquier que los hombres
viviesen y estuviesen, en cualquiera ley, secta y creencia, y diole el mundo por su
reino y jurisdicción.
Y como quiera que le mandó poner su silla en Roma, como en lugar más aparejado
para regir el mundo, mas también le permitió que pudiese estar y poner su silla en
cualquiera otra parte del mundo y juzgar e gobernar a todas las gentes, cristianas,
moros, judíos, gentiles y de cualquier otra secta o creencia que fuesen.
Este llamaron Papa, porque quiere decir admirable, mayor padre y gobernador
de todos los hombres.
A este San Pedro obedecieron y tomaron por señor, rey y superior del universo los
que en aquel tiempo vivían, y asimismo han tenido a todos los otros que después de
él fueron al Pontificado elegidos y así se ha continuado hasta ahora y se continuará
hasta que el mundo se acabe.
Uno de los pontífices pasados, que en lugar de éste sucedió en aquella dignidad e
silla que he dicho, como señor del mundo, hizo donación de estas islas e tierra firme
del mar Océano a los dichos Rey y Reina e a sus sucesores en estos reinos, nuestros
señores, con todo lo que en ellas hay, según se contiene en ciertas escrituras que
sobre ello pasaron, según dicho es, que podéis ver si quisiéredes.
Así que sus Altezas son reyes y señores de estas islas y tierra firme, por virtud
de la dicha donación, y como a tales reyes y señores algunas islas más y casi todas,
a quien esto ha sido notificado, han recibido a sus Altezas y les han recibido y
servido y sirven como súbditos lo deben hacer, y con buena voluntad, y sin
ninguna resistencia, luego sin dilación, como fueron informados de lo susodicho,
obedecieron y recibieron los varones religiosos que Sus Altezas les enviaban para
que les predicasen y enseñasen nuestra santa fe, y todos ellos, de su libre y agradable
voluntad, sin premia ni condición alguna, se tornaron cristianos y lo son y Sus

37 Más conocida como Juana la Loca.


22 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

Altezas los recibieron alegre y benignamente, y así los mandaron tratar como a los
sus súbditos e vasallos, y vosotros sois temidos y obligados a hacer lo mismo.
Por ende, como mejor podemos, vos rogamos y requerimos que entendáis bien
esto que os decimos, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que
fuere justo, y reconozcáis a la Iglesia por señora y superiora del Universo mundo,
y al Sumo Pontífice, llamado Papa, y en su nombre al Rey y a la Reina doña Juana,
nuestros señores, en su lugar, como a superiores y señores y reyes de estas islas y
tierra firme, por virtud de la dicha donación, y consintáis y deis lugar que estos
padres religiosos os declaren y prediquen lo susodicho.
Si así lo hiciéredes, haréis bien y aquello que sois obligados a Sus Altezas, y nos
en su nombre vos recibiremos con todo amor e caridad, e vos dejaremos vuestras
mujeres e hijos y haciendas, libres, sin servidumbre, para que de ellas y de vosotros
hagáis libremente lo que quisiéredes y por bien tuviéredes, e no vos compelerán a
que vos tornéis cristianos, salvo si vosotros, informados de la verdad, os quisiéredes
convertir a nuestra santa fe católica, como lo han hecho casi todos los vecinos de las
otras islas; y allende de esto Sus Altezas vos darán muchos privilegios y exenciones
y vos harán muchas mercedes.
Y si no lo hiciéredes, y en ello dilación maliciosamente pusiéredes, certifícoos que
con la ayuda de Dios, nosotros entraremos poderosamente contra vosotros y vos
haremos guerra por todas las partes y maneras que pudiéremos, y vos sujetaremos
al yugo y obediencia de la Iglesia y de Sus Altezas, y tomaremos vuestras personas
y de vuestras mujeres e hijos y los haremos esclavos, y como a tales los venderemos
y dispondremos de ellos como Sus Altezas mandaren, e vos tomaremos vuestros
bienes y vos haremos todos los daños y males que pudiéremos, como a vasallos que
no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen; y protestamos
que las muertes y daños que de ello se recreciesen, sea a vuestra culpa y no de Sus
Altezas, ni nuestra ni de estos caballeros que con nosotros vienen. Y de como lo
decimos y requerimos, pedimos al presente escribano que nos dé por testimonio
signado, y a los presentes rogamos que de ello nos sean testigos, etc.38
La primera vez que se intentó hacer uso del Requerimiento fue el 12 de junio
de 1514, en el Puerto de Santa Marta, en Panamá, por Gonzalo Fernández de
Oviedo, en cumplimiento de órdenes de Pedrarias Dávila. En esa ocasión, no lo
consiguió, pues los indígenas no lo dejaron bajar de la embarcación. Dos días
después, inició su lectura, pero la interrumpió para protegerse de una lluvia de
flechas enharboladas (envenenadas), una de las cuales alcanzó a su sirviente Her-
nando de Arroyo, quien moriría dos días después.39
El Requerimiento fue calificado por Fernández de Oviedo como intrincado y es-
téril formulario, razón por la que sugirió a Pedrarias:
Señor, parésceme que estos indios no quieren escuchar la teología de este
requerimiento, ni vos tenéis quien se lo dé a entender: Mande Vuestra Merced

38 En Las Casas, 1957-II: 308-309.


39 Medina, 1914-I: 135-138.
Encomienda Repartimiento o Esclavitud Indígena 23

guardarlo hasta que tengamos algún indio en una jaula, para que despacio lo
aprenda y el señor obispo se lo dé a entender.40
En 1516, en España, Fernández de Oviedo ofreció detalles sobre la forma en
que el Requerimiento se había venido realizando en Panamá:
Pareció que habían sido salteados, y que primero fueron atados que les dijesen ni
supiesen que había Papa, ni Iglesia, ni cosa de cuantas el Requerimiento decía: y
después de estar metidos en cadena, uno les leía aquel requerimiento, sin lenguas
o intérprete, y sin entender el lector ni los indios; y ya que se lo dijeran con quien
entendiera su lengua, estaban sin libertad para responder a lo que se les leía, y
al momento tiraban con ellos aprisionados adelante, y no dejando de dar palos a
quien poco andaba, y haciéndoles muchos otros ultrajes, y fuerzas y adulterios, con
mujeres extrañas y apartadas de la fe. Y tampoco hubo castigo ni reprensión en
esto, sino tan larga disimulación, que fue principio para tantos males, que nunca se
acabarían de escribir.41
Y al referirse a las risas del Doctor Juan López de Palacios RubiosJuan:y re-
querimiento” , uno de sus autores, cuando conversaban sobre dicho instrumento
jurídico, anotó:
Y mucho más me pudiera yo reír de él y de sus letras (que estaba reputado por gran
varón, y por tal tenía lugar en el Consejo Real de Castilla), si pensaba que lo que
dice aquel Requerimiento lo habían de entender los indios sin discurso de años e
tiempo.42

Repartimiento de indios: Eufemismo equivalente a esclavitud

R etornemos a La Española (Santo Domingo), donde los frailes dominicos


habían denunciado el trato inicuo que los españoles daban a los naturales.
Meses después de la aprobación de las Leyes de Burgos, Fernando el Católico
amonestó a dichos frailes por haber utilizado el púlpito, les ordenó proceder con
moderación e intentó convencerlos que el repartimiento de indios era lícito:
Cuando se mandaron repartir los indios se juntaron con los del Consejo muchos
letrados, teólogos y juristas, y que vistos los fundamentos, habían acordado se debían
dar los indios en repartimiento, y que era conforme a derecho divino y humano, y
que si cargo de conciencia había en ello, era del rey, y de quien se lo había aconsejado,
y no de quien tenía los indios.43
Y durante tres décadas no hubo marcha atrás, se dio rienda suelta a la es-
clavización de los indígenas, errándolos con hierro candente, al igual que a las
bestias, y entregándolos en propiedad a las autoridades y soldados para que se
sirvieran de ellos en la construcción de casas, en los servicios domésticos, en el
laboreo en minas, en el cultivo de milpas, en el transporte de mercancías, en el
talado y aserrado de árboles… Los cronistas emplearon el eufemismo encomien-

40 Fernández de Oviedo, 1851-I: xxiv (II parte, lib. X, cap. 7).


41 Fernández de Oviedo, 1853-II: 39-40 (libro XXIX, cap. IX).
42 Fernández de Oviedo, 1853-II: 31-32 (libro XXIX, cap. VI).
43 García Peláez, 1968-I: 109.
24 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

da-repartimiento o más comúnmente


repartimiento para referirse a la es-
clavitud que impusieron a los indí-
genas en beneficio de los españoles,
la que perduraría hasta mediados
del siglo XVI. Dicha expresión no
debe ser confundida con la Enco-
mienda de mediados del siglo XVI,
instaurada por medio de las Leyes
Nuevas, por la que se dio la abolición
de la esclavitud indígena y, en su
lugar, los indígenas fueron declara-
dos tributarios libres del rey. Algunos, 6- Epidemia de viruela en La Española. Grabado de Theodor de Bry.
los que pagaban tal impuesto al Rey,
pertenecían a pueblos realengos o pueblos de la real corona, mientras que los que lo
hacían a conquistadores españoles, sus descendientes o a funcionarios, lo eran a
pueblos de encomienda.
Muy pronto la población nativa de las Antillas Mayores disminuyó sensible-
mente. Al respecto, en su Historia de las Indias, Bartolomé de las Casas44 anotó:
son muertos de los indios della, de siete partes, las seis; todos por mal tractamiento
e inhumanidad que se había usado con ellos; unos a cuchillo, otros muertos a palos
y mal tractamiento, otros de hambre y mala vida que les era dada, la mayor parte
muertos en las sierras y arroyos, adonde iban huidos por no poder sufrir los trabajos;
de la cual falta de los dichos indios, se perdía grandísima renta.
En realidad, habían sido diezmados por los malos tratos y en especial por una
epidemia de viruela (ilustración 6) para la que carecían de inmunidad:
Acaeció más en esta isla [La Española o Santo Domingo] por este tiempo del año
dieciocho y diecinueve, y fue que por la voluntad o permisión de Dios, para sacar
de tanto tormento y angustiosa vida que los pocos de indios que restaban padecían
en toda especie de trabajos, mayormente en las minas, y juntamente para castigo
de los que los oprimían, porque sintiesen la falta que les hacían los indios, vino una
plaga terrible que cuasi todos del todo perecieron, sin quedar sino muy poquitos
con vida. Esta fue las viruelas, que dieron en los tristes indios, que alguna persona
trujo de Castilla; las cuales, como les nacían, con el calor de la tierra y ellas que son
como fuego, y a cada paso ellos tenían de costumbre, si podían, lavarse en los ríos,
lanzábanse a lavar con el angustia que sentían, por lo cual se les encerraban dentro
en el cuerpo, y así como pestilencia vastativa, en breve todos morían.45
Y para que el laboreo en las minas no cesase, el Gobernador de Cuba, Di-
ego de Velásquez, concedía licencias que autorizaban entradas o correrías en
las islas Guanaxas (Roatán, Guaymoreta, Guayama, Utila, Helen y otras),
es decir, incursiones armadas para capturar y esclavizar indígenas los que, al

44 Las Casas, 1957-II: 96.


45 Las Casas, 1957-II: 484.
Encomienda Repartimiento o Esclavitud Indígena 25

retornar, vendían a encomenderos de Cuba y


Santo Domingo. Bernal Díaz del Castillo,46 en su
crónica Historia verdadera de la conquista de Nueva
España, pormenorizó una de esas entradas que,
desde Cuba, Francisco Hernández de Córdoba47
(homónimo del fundador de las ciudades de León
y Granada, en Nicaragua, ilustración 7) había de
realizar en 1517 hacia la Bahía de Honduras, pero
con un propósito diferente a la que el Gobernador
Velásquez exigía, si es que hay que creerle a Ber-
nal:
Y como se habían ya pasado tres años, ansí en lo
que estuvimos en Tierra Firme [en Panamá con
Pedrarias Dávila] e isla de Cuba, y no habíamos
hecho cosa ninguna que de contar sea, acordamos
de nos juntar ciento y diez compañeros de los que
habíamos venido a Tierra Firme y de los que en
la isla de Cuba no tenían indios, y concertamos
con un hidalgo que se decía Francisco Hernández
de Córdoba, que ya le he nombrado otra vez y era
hombre rico y tenía pueblo de indios en aquella
isla, para que fuese nuestro capitán, porque era 7- Francisco Hernández de Córdoba, descubridor de poblaciones
mayas en Yucatán.
suficiente p ara ello, para ir a nuestra ventura a
buscar y descobrir tierras nuevas para en ellas emplear nuestras personas. Y para
aquel efecto compramos tres navíos, los dos de buen porte, y el otro era un barco que
hobimos del mesmo gobernador Diego Velásquez, fiado, con condición que primero

46 Díaz del Castillo, 1933-I: 8.


47 Francisco Hernández de Córdoba (1475?-1518): Descubridor de Yucatán. Llegó a Cuba hacia
1511 con una expedición de Diego Colón. El 8 de febrero de 1517 zarpó de Ajaruco (Cuba)
con una tripulación de 110 hombres y 3 embarcaciones (dos eran propias y la otra del
Gobernador Diego de Velázquez), para cazar esclavos en las islas de la Bahía de Honduras,
pero los vientos lo apartaron de la ruta y lo mantuvieron a la deriva por 19 días. En la
tripulación iban el piloto Antón de Alaminos y Bernal Díaz del Castillo. El 8 de febrero
de 1517 arribó a un cabo de Isla de las Mujeres, donde los naturales les gritaban cooten in
huotoch (vengan a nuestras casas) que transformaron en el vocablo Catoche. Poco después
que hubieran bajado, fueron atacados, pero lograron hacer huir a los nativos y aprisionar a
dos, que bautizaron como Julián y Melchor, que serían utilizados como intérpretes cuando
aprendieron el castellano. Como los edificios eran de piedra, creyeron haber llegado al
Gran Cairo. Encontraron ídolos de piedra y barro, así como algunos objetos de oro de baja
ley. Al continuar la travesía, bajó en Kin Pech (Campeche) a proveerse de agua; también
lo hizo en Champotón, pero ahí tuvo que enfrentar a los indígenas que lo derrotaron y
habían dado muerte a 50 españoles; por no tener suficiente tripulación, quemó una de las
naves. Continuó hasta La Florida, donde fue atacado por sus moradores; además uno de
sus barcos encalló. Retornó a Cuba con sólo 53 hombres. Diez días después, falleció por las
heridas que había recibido, en Sancti Spíritus (Cuba).
26 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

que nos lo diese nos habíamos de obligar que habíamos de ir con aquellos tres navíos·
a unas isletas que estaban entre la isla de Cuba y Honduras, que agora se llaman las
islas de los Guanaxes, y que habíamos de ir de guerra y cargar los navíos de indios
de aquellas islas, para pagar con indios el barco, para servirse de ellos por esclavos.
Y desque vimos los soldados que aquello que nos pedía el Diego Velázques no era
justo, le respondimos que lo que decía no lo manda Dios ni el rey, que hiciésemos
a los ·libres esclavos. Y desque supo nuestro intento, dijo que era mejor que no el
suyo, en ir a descubrir tierras nuevas, que no lo que él decía, y entonces nos ayudó
con cosas para el armada.
Una tempestad los alejó de la ruta, los mantuvo a la deriva y los arrojó a
Cozumel, a la que dieron el nombre de Isla de las Mujeres, donde, a pesar del
recibimiento pacífico, atacaron a sus moradores, robaron las figurillas de oro
rebajado que encontraron en los templos, destruyeron el centro ceremonial y se-
cuestraron dos indígenas, a los que dieron los nombres de Melchor y Julián. Esas
acciones, propias de bandoleros, marcan el inicio de la conquista del imperio
azteca.

Inicio de la Encomienda-Repartimiento en Guatemala

E n carta a Hernán Cortés del 11 de abril de 1524, Pedro de Alvarado48 informó


que el 7 de marzo de 1524 ó 4 qat del calendario cakchiquel había quemado
a Oxib’ Kej y B’elejeb’ Tz’i’ , que ocupaban los cargos de Ajpop y Ajpop K’amja
quichés, así como a Q’umar Ka’aj (Utatlán), principal centro urbano de los quichés:
y viendo que con correrles la tierra y quemársela yo los podría traer al servicio de
su majestad determiné de quemar a los señores, los que les dijeron al tiempo que los
quería quemar como parescerá por sus confesiones que ellos eran los que me habían
mandado dar la guerra y los que la hacían y de la manera que habían de tener para
me quemar en la ciudad y con ese pensamiento me habían traído a ella: y que ellos
habían mandado a sus vasallos que no viniesen a dar la obediencia al emperador
nuestro señor ni sirviesen ni hiciesen otra buena obra. Y como conocí de ellos tener
tan mala voluntad al servicio de su majestad y para el bien y sosiego de esta tierra
yo los quemé y mandé quemar la ciudad y poner por los cimientos porque es tan
peligrosa y tan fuerte que más parece casa de ladrones que no de pobladores.49
Diferente es la versión contenida en el Cargo XXVIII del Juicio de Residencia50
que en 1529 se hizo a Pedro de Alvarado:
Item se le da por cargo al dicho Pedro de Alvarado que estando en un pueblo que
se dice Utlatlanca que es en la dicha provincia de Guatymala tomó cinco señores
principales e les hizo atar a sendos palos e les pidió que le trajesen todo el oro que
tenían, los cuales le trajeron cierta cantidad, lo cual tomó y recibió en sí y no dio
cuenta de ello al tesorero de su majestad que llebava e porque después los dichos
señores no le dieron más oro los hizo quemar vivos atados en los dichos palos.

48 Alvarado, 1934: 274.


49 Alvarado, 1934: 274.
50 Proceso, 1930: 366.
8- Mapa que ilustra los centros de Q’uma’r Ka’aj-Utatlán, Panpetaq-La Atalaya y Pakamán. Acuarela de Víctor Manuel Aragón.
Infografía y rotulación de Jorge Mario Garoz y Luis Antonio Rodríguez Torselli.

Días después, con ayuda de mexicas y tlaxcaltecas, así como de 2,000 guer-
reros cakchiqueles,51 consolidó el triunfo sobre el principal señorío indígena del
Altiplano guatemalteco, cazando a los moradores de las aldeas circunvecinas a
Utatlán (ilustración 8). Y conforme lo hacían, los capturados eran marcados en
la cara con hierro candente y repartidos entre los principales capitanes como es-
clavos de guerra. En esa ocasión, Sancho de Barahona (el Viejo), uno de los capi-
tanes, recibió 120. Mutatis mutandi, se repetía lo que la Reina Isabel la Católica
había hecho, cuando ordenó que los judíos portaran una marca en su vestimenta.
La diferencia en este caso fue que tal “distinción” fue elevada a la enésima poten-
cia, pues tenía que ser portada en la propia cara, como se hacía con los esclavos
de guerra.
Después de haber aterrorizado a los pobladores quichés, Pedro de Alvarado
marchó hacia Iximché, capital de los cakchiqueles, a la que los indígenas alia-
dos mexicanos llamaban Quauhtemallan, a la que arribó el 1 hunahpu (12 de abril
de 1524). El ajpoxajil y el ajposotz’il, cargos ocupados por B’eleje’ K’at (9 K’at) y
Kaji’ Imox (4 Imox), presidieron el recibimiento, lo que Tonatiuh, nombre que los
mexicas dieron a Pedro de Alvarado, confirmaría en carta del 27 de julio de 1524
que dirigió a Cortés:
fui muy bien recibido de los señores de ella que no pudiera ser más en casa de
nuestros padres y fuimos tan proveídos de todo lo necesario que en ninguna cosa
hubo falta).52
La otra cara de la moneda, es decir, la versión indígena sobre tal llegada, apa-
rece en el Memorial de Sololá, contada por uno de los cronistas de dicha crónica
indígena:53

51 Memorial, 2002: 100.


52 Alvarado, 1934: 275.
53 Memorial, 2002: 101.
28 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

En verdad infundían miedo cuando llegaron. Sus


caras eran extrañas. Los Señores los tomaron por
dioses. Nosotros mismos, vuestro padre, fuimos a
verlos cuando entraron a Iximché.
Bastó una noche para que Tonatiuh mostrara
sus sentimientos y resquemores, según parece por
haber tenido pesadillas en sus sueños. En efecto,
al amanecer, en vez de saludos, gritó a los señores
cakchiqueles: ¿Por qué me hacéis la guerra a mí
cuando yo os la puedo hacer a vosotros?, lo que
causó terror a los guerreros [cakchiqueles]. Luego,
a su pregunta de quiénes eran sus enemigos, le
9- Conquista de Panatacat o Ytzcuintepec (Escuintla). Lienzo de respondieron: Dos son nuestros enemigos ¡oh, Dios!
Tlaxcala.
los zutujiles y [los de] Panatacat.54
El 7 camey (18 de abril de 1524), las huestes
españolas, apoyadas por 2,000 guerreros cakchiqueles, llegaron a Tziquinahá
(Chuitinamit o Chiyá), centro de poder de los tzutujiles,.55 Como la ciudad estaba
desolada, en los alrededores, apresaron a dos principales y a un buen número de
tzutujiles. Alvarado soltó a los dos principales para que manifestaran a sus caci-
ques que debían presentarse ante los conquistadores españoles, pues en caso con-
trario les dará guerra como a los de Quetzaltenango e Utatlán, e les cortará sus árboles de
cacaguatales y hará todo el daño que pudiere.56 Tres días después, representantes de
las 16 parcialidades tzutujiles llegaron a Iximché con presentes de oro y mantas.57
Como el principal encargo que Cortés había dado a Alvarado era la búsqueda
de un paso hacia las Islas de las Especies, marchó hacia Panatacat o Escuinte-
peque (ilustración 9), pueblo pipil al que incendió el 2 queh (9 de mayo de 1524),
por la noche, mientras sus moradores dormían, lo que Bernal Díaz del Castillo,58
en su Historia verdadera de la conquista de Nueva España, criticó con severidad:
Alvarado fue a ellos por robarles muy hermosas indias, y que no los llamó de paz.59
Y Pedro de Alvarado acordó de ir a ellos con todos los más soldados que tenía, y
de a caballo y escopeteros y ballesteros y muchos amigos de Guatemala, y sin ser
sentidos, dio una mañana en ellos, en que se hizo mucho daño y presa, y valiera más
que así no lo hiciera sino conforme a justicia, que fue muy mal hecho y no conforme
a lo que mandó Su Majestad.
El Lienzo de Tlaxcala contiene dibujos de las batallas habidas contra pueblos
xincas y pipiles que Tonatiuh había asolado antes del 17 de junio de 1524, cuando
llegó a Cuscatlán, ciudad de la que señaló en una de sus cartas: halló todo el pueblo
alzado, y mientras nos aposentábamos, no quedó hombre de ellos en el pueblo, que todos

54 Memorial, 2002: 101.


55 Díaz del Castillo, 1975: capítulo CLCIV.
56 Díaz del Castillo, 1975: capítulo CLCIV.
57 Alvarado, 1934: 276.
58 Díaz del Castillo, 1975: capítulo CLCIV.
59 Es decir, no cumplió con hacerles leer el Requerimiento.
Encomienda Repartimiento o Esclavitud Indígena 29

se fueron a las sierras.60 Durante más de 15 días, los buscó y provocó con amenazas,
pero sólo derrotó a los de Ilopango, donde herró como esclavos a los pocos que
cogió:
Y luego, como vi esto, yo hice proceso contra ellos y contra los otros que me habían
dado la guerra y los llamé por pregones y tampoco quisieron venir. Y como vi su
rebeldía y el proceso cerrado, los sentencié y di por traidores y a pena de muerte a
los señores de esta provincia, y a todos los demás que se hubiesen tomado durante
la guerra y se tomasen después hasta tanto que diesen la obediencia a Su Majestad,
fueron esclavos y se herrasen y de ellos o de su valor se pagasen 11 caballos que en
la conquista de ellos fueron muertos y los que de aquí en adelante matasen y más las
otras cosas de armas y otras cosas necesarias para la dicha conquista.61
El 10 hunahpu (21 de julio de 1524), al regresar a Iximché, Tonatiuh exigió que
le entregaran una de las hijas de los Señores Cakchiqueles, y éstos cumplieron
con lo pedido.62 Es más, encaró a los Señores cakchiqueles y les dijo: ¿Por qué no
me habéis traído el metal? Si no traéis con vosotros todo el dinero de las tribus, os
quemaré y os ahorcaré. Luego, los sentenció a pagar 1,200 pesos de oro; y como
respuesta a la rebaja solicitada por los Señores cakchiqueles, les señaló: Conse-
guid el metal y traedlo dentro de cinco días. ¡Ay de vosotros si no lo traéis! ¡Yo conozco
mi corazón!63 Ante la codicia de los teules64 y para que no ejecutara sus criminales
amenazas, el 7 ahmak (26 de agosto de 1524), B’eleje’ K’at y Kaji’ Imox , acompa-
ñados de sus guerreros, abandonaron Iximché y se internaron en las montañas.
Lo expresado por el Memorial de Sololá es confirmado por el Cargo XXVII del
Juicio de Residencia65 de 1529:
Item se le da por cargo al dicho Alvarado que llegado que llegó a Guatemala a la
vuelta que volvió de los pueblos contenidos en las preguntas antes de ésta dijo a los
señores y naturales de la dicha provincia que querían poblar allí66 y ellos lo tuvieron
por bien y el dicho Pedro de Alvarado les mandó que dentro de cierto término le
diesen 1,000 hojas de oro de a 15 pesos cada hoja, e los dichos señores comenzaron
a recoger oro para cumplir con el dicho Alvarado y le dieron hasta en cantidad de 8
ó 9,000 pesos de oro e desde que vieron que se acortaba el plazo y que no tenían oro
para cumplir porque el dicho Alvarado no tomaba sino oro fino y lo recibía por el
toque y por temor que de él hubieron por las crueldades que le vieron hacer y porque
había tomado la señora mujer del Cacique para la traer por su manceba se alzaron de

60 Alvarado, 1934: 280. Se refiere a los volcanes de El Boquerón y El Picacho.


61 Alvarado, 1934: 280.
62 Memorial, 2002: 102.
63 Memorial, 2002: 102-103.
64 Teules: Nombre con el que los mexicas se referían a los conquistadores españoles.
65 Ramírez, 1847: 59. Proceso, 1930: 366.
66 Se trata de la fundación de Santiago de Guatemala, el 27 de julio de 1524, en Iximché,
cuando Pedro de Alvarado escogió como Alcaldes Ordinarios a Diego de Rojas y Baltazar
de Mendoza; y como regidores, a Pedro de Portocarrero, Hernán Carrillo, Juan Pérez
Dardón y Domingo Zubiarreta. Además, nombró Alguacil Mayor a Gonzalo de Alvarado; y
escribano, a Alonso Reguera.
30 La Esclavitud en el Reino de Guatemala

guerra y así han estado mucho tiempo y lo mismo hicieron en todas las comarcas y
decían y publicaban los señores y naturales que mientras el dicho Pedro de Alvarado
fuese capitán no estarían de paz con los cristianos, aunque muriesen en la guerra a
cuya causa su majestad y los españoles han perdido mucha cantidad de pesos de oro.
3
CONTENIDO
ESCLAVOS DE GUERRA
Y NABORÍAS EN EL REINO DE
GUATEMALA

L a expedición militar a Cuscatlán, ciudad a la que las huestes españolas


llegaron el 17 de junio de 1524, resultó en un rotundo fracaso, a pesar que en
ella participaron 250 soldados españoles y alrededor de 6,000 indios auxiliares,
entre mexicas, tlaxcaltecas y cakchiqueles. Ante el fracaso y estando en pleno
invierno, el 10 junajpu (21/7/1524), Pedro de Alvarado y sus huestes retornaron
a Iximché,67 confundidos y avergonzados porque después de haber estado
durante 15 días buscando y provocando a los pipiles de Cuscatlán, sólo habían
derrotado al ejército del pueblo de Ilopango y herrado como esclavos a los pocos
que los recibieron en Cuscatlán, también denominada Nequepio en documentos
coloniales. Al respecto, Pedro de Alvarado informó a Hernán Cortés en una de
sus cartas:
Y luego, como vi esto, yo hice proceso contra ellos y contra los otros que me habían
dado la guerra y los llamé por pregones y tampoco quisieron venir. Y como vi su
rebeldía y el proceso cerrado, los sentencié y di por traidores y a pena de muerte a
los señores de esta provincia, y a todos los demás que se hubiesen tomado durante
la guerra y se tomasen después hasta tanto que diesen la obediencia a Su Majestad,
fueron esclavos y se herrasen y de ellos o de su valor se pagasen 11 caballos que en
la conquista de ellos fueron muertos y los que de aquí en adelante matasen y más
las otras cosas de armas y otras cosas necesarias para la dicha conquista.68
El Memorial de Sololá69 anota que, a su retorno a Iximché, Tunatiw exigió la en-
trega de una de las hijas de los Señores, hecho que el Cargo XXVII del Juicio de
Residencia70 de 1529 lo confirma, pero especifica que era la esposa de unos de los
señores cakchiqueles:

67 Memorial, 2022: folio 137.


68 Alvarado, 1934: 280.
69 Memorial, 2022: folio 137.
70 Ramírez, 1847: 59. Proceso, 1930: 366.
32 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Item se le da por cargo al dicho Alvarado


que llegado que llegó a Guatemala
a la vuelta que volvió de los pueblos
contenidos en las preguntas antes de
esta dijo a los señores y naturales de
la dicha provincia que querían poblar
allí71 y ellos lo tuvieron por bien y el
dicho Pedro de Alvarado les mandó
que dentro de cierto término le diesen
1,000 hojas de oro de a 15 pesos cada
hoja, e los dichos señores comenzaron
a recoger oro para cumplir con el dicho
10- Figura con que los cakchiqueles se referían a Kají’ Imox o
Alvarado y le dieron hasta en cantidad
Zinacán, señor cakchiquel de Iximché. Francisco Antonio de de 8 ó 9,000 pesos de oro e desde que
Fuentes y Guzmán, Recordación Florida.
vieron que se acortaba el plazo y que
no tenían oro para cumplir porque el
dicho Alvarado no tomaba sino oro fino y lo recibía por el toque, y por temor que
de él hubieron por las crueldades que le vieron hacer y porque había tomado la
señora mujer del Cacique para la traer por su manceba se alzaron de guerra y así
han estado mucho tiempo y lo mismo hicieron en todas las comarcas y decían y
publicaban los señores y naturales que mientras el dicho Pedro de Alvarado fuese
capitán no estarían de paz con los cristianos, aunque muriesen en la guerra a cuya
causa su majestad y los españoles han perdido mucha cantidad de pesos de oro.
El cargo XIX del Juicio de Residencia de 152972 brinda más detalles sobre ese
arrebato libidinoso de Tunatiw:
sabido por el dicho Alvarado que el señor de la dicha provincia tenía una mujer
muy hermosa le prendió y tuvo preso hasta que se la dio a la dicha su mujer, el cual
le trajo joyas de oro y plata y esclavos y esclavas, y le rogó que le diese a la dicha
su mujer y tomase todo lo que le traía, y el dicho Pedro de Alvarado tomó todas las
dichas joyas y esclavos y se quedó con la dicha mujer.
Todo apunta a que los ofendidos por Tunatiw fueron el ajposotz’il Kaji’ Imox
(Zinacán de los cronistas españoles) (ilustración 10) y su esposa Suchil.73
El 27 de julio de 1524, mientras los señores cakchiqueles se empeñaban en
recaudar y entregar el oro exigido, Pedro de Alvarado, en su calidad de Teniente
de Gobernador de Hernán Cortés, fundó la Villa de Santiago de Guatemala y
nombró sus primeras autoridades edilicias:
Alcalde Ordinario Primero Diego de Rojas
Alcalde Ordinario Segundo Baltazar de Mendoza

71 Referencia a la fundación de Santiago de Guatemala.


72 Ramírez, 1847: 165. Proceso, 1930: 364.
73 Ramírez, 1847: 59. Proceso, 1930: 366. Lovell, Lutz y Kramer, 2016: 69-71.
Esclavos de Guerra y Naborías 33

Pedro de Portocarrero
Hernán Carrillo
Regidores
Juan Pérez Dardón
Domingo Zubiarreta
Alguacil Mayor Gonzalo de Alvarado
Escribano de Cabildo Alonso Reguera
Sin embargo, mucho tiempo después, el 27 de noviembre de 1527, Jorge de
Alvarado realizaría, en Bulbuxyá o Almolonga, el primer trazado de la villa de
Santiago de Guatemala, ya que el 7 Ahmak (26/8/1524), apenas un mes después
que su hermano Pedro había nombrado a los integrantes del primer cabildo, los
señores cakchiqueles y su ejército abandonaron Iximché y se internaron en las
montañas aledañas, iniciando una prolongada lucha de resistencia armada, como
respuesta obligada a las atrocidades y sed de oro de los españoles.

Naborías o Esclavos de Rescate

A ntes de la conquista española, al igual que en toda Mesoamérica, los ajawab


(señores y principales) de los señoríos indígenas de lo que actualmente es
Guatemala poseían gente capturada durante enfrentamientos armados, a los que
habían sometido a una especie de esclavitud o servidumbre.
Algunas décadas antes, en Las Antillas, los conquistadores españoles habían
denominado naborías a los que indígenas sujetos a ese tipo de condición humana.
Es más, los que habían sido favorecidos con repartimientos de indios, aprovechán-
dose de tal tipo de relación social, exigieron a los caciques la entrega de naborías
como parte de su obligación tributaria y los incrementaron mediante el trueque,
al dar por ellos baratijas, actividad comercial que incidió en el nombre de esclavos
de rescate.
Entre 1524 y 1543, los españoles esclavizaron a la población de las principales
ciudades y aldeas de los señoríos indígenas guatemaltecos, por medio de tres
mecanismos:
Marcar con hierro candente a los capturados en batalla, hecho del que se de-
riva el nombre de esclavos de guerra.
Obligar a cada población a entregar un número de indígenas, para repartirlos
entre los principales conquistadores.
Incrementar los indios repartidos por medio de la compra o rescate de
naborías, por los que daban baratijas.
Pedro de Alvarado consiguió por alguno de esos mecanismos alrededor de
3,000 indígenas, y su hermano Jorge, 270; mientras que Sancho de Barahona y
Francisco de Castellanos, 120 y 100, respectivamente.74 Por lo general, gran parte
de los indígenas repartidos entre conquistadores y funcionarios eran los habitan-
tes de los pueblos sometidos. Se conoce un aproximado del número de esclavos

74 Rodríguez Becerra, 1977: 66.


34 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

de guerra de Q’umar Ka’aj (Utatlán), no así de los de Tziquinajá, Mixco, Sacate-


péquez, Zakuleu… Sin embargo, los beneficiados con indígenas de repartimiento
y con naborías (indios de rescate) los esclavizaron o los trataron como tales, lo que
justificaron en un supuesto derecho de conquista o en que los caciques se los
habían vendido.
Lo que distinguía a naborías de esclavos de guerra era que los primeros esta-
ban marcados con hierro candente en el muslo, y los segundos, en la cara. Sin
embargo, en la actividad laboral no había diferencia alguna. Sobre el particu-
lar, a mediados del siglo XVI, el Licenciado Alonso López de Cerrato,75 segundo
Presidente de la Audiencia de los Confines, informó al Consejo de Indias que los
indios dados en repartimiento eran llevados a las minas y eran más esclavos que
otros. Sin embargo, Wendy Kramer, George Lovell y Christopher Lutz76 opinan
que éstos, a los que denominan indios de servicio, sólo tributaban y trabajaban
para el español al que habían sido asignados, pero que no eran esclavos.
Entre finales de 1547 y principios de 1548, cuando las Leyes Nuevas de 1542
—en las que se ordenaba la supresión de la esclavitud indígena— todavía no
habían sido aplicadas en Guatemala, en algunos protocolos notariales hay es-
crituras sobre la venta de esclavos indígenas marcados con hierro candente. En
una de ellas, de diciembre de 1547, Alonso de Aguilar vendió a Diego López por
55 pesos de oro fino al esclavo indígena Perico que llevaba el fierro de Su Majestad y
además tenía marcada la cara con unas letras que decían: García de Aguilar. En otra, de
enero de 1548, el mismo Alonso de Aguilar vendió a Pedro Ternero por 85 pesos a
las esclavas indígenas Isabel y Juana, que estaban herradas y tenían en la barba marca-
das las letras o iniciales de García de Aguilar.77 Lo anterior evidencia que no sólo los
capturados en combate eran los que llevaban esa marca en la cara.

Conflictos en la asignación de la Encomienda-Repartimiento

L os favorecidos con la Encomienda-Repartimiento no la gozaron en forma


permanente como exigían, pues quien estaba en el poder decidía cuándo
quitar y volver a otorgar indígenas. Pedro de Alvarado hizo el primer reparto
entre 1524 y 1526, cuando adjudicó 30 pueblos.78 Wendy Kramer79 opina que se
otorgaron indios no sólo a los capitanes y familiares del Adelantado Alvarado,
sino también a muchos soldados. En tal ocasión, después del propio Tunatiw, los
más favorecidos fueron sus principales capitanes y lugartenientes. Por ejemplo,
Sancho de Barahona, Bartolomé Becerra y Pedro de Portocarrero obtuvieron
1,000 indios cada uno.80

75 Martínez Peláez, 1979: 62; Rodríguez Becerra, 1977: 74, 90, 100; García Peláez, 1968-I: 89, 92;
Zavala, 1967: 12, 21.
76 Kramer, Lovell y Lutz, 1994-II: 54.
77 AGCA, A120, leg. 1129, fols. 65 y 105. Protocolo de Juan Martínez de Soria.
78 Kramer, Lovell y Lutz, 1994-II: 48.
79 Kramer, Lovell y Lutz, 1988: 28 y 55.
80 Rodríguez Becerra, 1977: 42; Wortman, 1982: 5
Esclavos de Guerra y Naborías 35

A principios de 1527, Pedro de Alvarado viajó a España y dejó en su lugar


a su hermano Jorge de Alvarado, quien tomó posesión el 20 de marzo de 1527.
Entre 5,000 y 6,000 indios aliados (quauhquecholtecos, tlaxcaltecas, cholultecos y
mexicas) llegaron en su compañía.81 Por la información que aparece en el Lienzo
de Quauhquechollan, Jorge fue quien consolidó la conquista española, ya que en-
tre 1527 y 1530 pacificó Utatlán, Comalapa, Chimaltenango, Pochutla, Petapa,
Tzonteconapan (Jalpatagua?), Jilotepeque Viejo (Chuwapek Q’eqak’ajl Nima Ab’aj) y
Escuintla.
Como era de esperar, Jorge de Alvarado alteró el reparto de indígenas realiza-
do por su hermano Pedro, tal como Gonzalo Dovalle lo denunció el 23 de agosto
de 1529:
que los ha dado é depositado en personas, que agora nuevamente han venido de
Castilla. E que puesto caso que por sus personas merezcan toda cosa que se les
dé, que no lo han servido en esta tierra para que se los diese, estando como están
muchas personas, que han muy bien servido á Su Magestad en esta dicha tierra,
sin ellos.82
En efecto, en 1528, Jorge de Alvarado hizo un repartimiento general y dis-
tribuyó 94 pueblos indígenas entre 72 conquistadores. El 14 de agosto de 1529,
Francisco de Orduña sustituyó a Jorge de Alvarado e inició el juicio de residencia
a las principales autoridades. Entre sus actuaciones, el 15 de noviembre de ese
año anuló todas las decisiones de su antecesor y modificó la asignación de varios
pueblos indígenas.83
Aunque Pedro de Alvarado retornó en 1528 de su primer viaje a España, al
desembarcar en el Puerto de Veracruz, las autoridades de la Audiencia de Nueva
España lo detuvieron y encarcelaron en las atarazanas de México para que en-
frentara el primer juicio de residencia. Va a ser hasta el 11 de abril de 1530 que, a
su retorno a Santiago de Guatemala, tomó posesión como Gobernador, Capitán
General y Adelantado de Guatemala:
E luego el dicho Señor Adelantado Don Pedro de Alvarado puso su mano derecha
en la cruz del hábito de Señor Santiago, que en sus pechos traía é dijo que juraba
é juró por Dios, é por Santa María, é por el dicho hábito, de usar y ejercer bien é
fielmente el dicho cargo de Gobernador é Capitán General destas partes.84
Conforme le daban noticias del estado de la Gobernación, se enteró que en
Santiago de Guatemala había mucha discordia entre los vecinos, la que había
sido causada por los despojos y nuevos otorgamientos de repartimientos de in-
dios, es decir, por la Encomienda-Repartimiento. Para acabar con tales rencillas
y desasosiegos, el 30 de abril de 1530, Tunatiw mostró el poder que la Corona le
había otorgado con los nombramientos que le había hecho:

81 Asselbergs, 2009: 172. Díaz del Castillo, 1975: Capítulo CXCIII.


82 Libro Viejo, 1934: 82.
83 Libro Viejo, 1934: 105.
84 Libro Viejo, 1934: 119-121.
36 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

mandaba é mandó […] que ninguna persona, de cualquier estado y condición que
sean, de los que han traído pendencias é pasiones, unos con otros, no sean osados
de hablar en ellas por escrito ni por palabra, ni en juicio ni fuera de él, so pena de
muerte é de perdimiento de todos sus bienes.85
Como muestra de su poder tiránico, ese mismo año de 1530, Tunatiw volvió a
repartir 90 pueblos indígenas, sólo que disminuyó el número de los vecinos ben-
eficiados a 50. La inestabilidad en la posesión de la Encomienda-Repartimiento
se puede comprobar en lo que sucedió con el pueblo quiché de Chichicastenango:
En 1526, fue asignado a Gonzalo de Alvarado; en 1527, a Jorge de Alvarado; en
1529, a Francisco de Orduña; ese mismo año, a Ortega Gómez; y en 1530, a Pedro
de Alvarado.86

Desacato a Juana la Loca

E l 2 de agosto de 1530, la Reina Juana la Loca (ilustración 11), madre de Carlos


V, rubricó una Provisión dirigida a las Audiencias de Santo Domingo y México,
por la que ordenaba no cautivar ni esclavizar indígenas:
mandamos que ahora ni de aquí adelante […] ningún nuestro gobernador ni
capitán ni alcaide, ni otra persona de cualquier estado dignidad y oficio y condición
que sea en tiempo de guerra, aunque sea justa y mandada hacer por nos o por quien
nuestro poder hubiere sean osados de cautivar a los dichos Indios de las dichas
Indias, islas y tierra firme del mar océano descubiertas ni por descubrir, ni tenerlos
por esclavos […] por cuanto todas las dichas licencias y declaraciones hasta hoy
hechas y las que de aquí adelante se hicieren las revocamos y suspendemos […]
so pena que el que lo contrario hiciere por la primera vez que fuere hallado que
cautivó o tiene por esclavo incurra en perdimiento de todos sus bienes aplicados
para la nuestra cámara y fisco y que los tales indios sean luego a costa de los que
así los cautivaron o tuvieron por esclavos, tornados y restituidos a sus propias
tierras.87
Conforme al protocolo, la Audiencia de México acató lo ordenado por Juana
la Loca y lo hizo extensivo a la Gobernación de Guatemala, que estaba bajo su
jurisdicción, como lo informó al Consejo de Indias el 30 de marzo de 1531:
En Guatemala se practicaba mucho el herrar de los esclavos y se cargaban por
aquella vía que navegan para Panamá; enviamos allá provisión que cerca de ello
Vuestra Majestad nos mandó dar y dirigimos al dicho fray Domingo de Betanzos y
en su ausencia a otra buena persona que nos enviase el testimonio de la publicación
de ella; tendremos especial cuidado de saber cómo se guarda.88
Es más, instruyó a las autoridades políticas y edilicias de Guatemala sobre
cómo proceder:89

85 Libro Viejo, 1934: 124.


86 Kramer, Lovell y Lutz, 1994-II: 49.
87 Provisión, 1897: 38-43.
88 En Zavala, 1967: 14.
89 Remesal, 1932-I: 74-77.
Esclavos de Guerra y Naborías 37

que en la Nueva España los Indios por


todo derecho y razón deben ser libres
enteramente y que no son obligados
a otro servicio personal, más que las
otras personas libres de estos Reynos
[…]
que los indios no se encomienden desde
aquí adelante a ningunas personas o
que todas las encomiendas hechas se
quiten luego, y que los dichos indios
no sean dados a los españoles […]
se debe proveer que de aquí adelante 11- Juana la Loca. Pintura en Museo de Bellas Artes de Bruselas
(Bélgica).
no se yerre ningún indio por esclavo
y que los que hasta aquí están herrados se visiten y se sepa si ha habido engaño
en su servidumbre, ni puedan vender sus hijos, deudos ni criados, ni inducirles
servidumbre. Ítem, que ningún español pueda cargar indio para lejos ni para
cerca, so gran pena […]
que a los caciques, por quien los indios se solían gobernar, no se les debe totalmente
quitar la superioridad que sobre ellos han tenido.
El Adelantado Pedro de Alvarado encubrió la disposición de Juana la Loca y
ordenó que no se pregonase por algunos días, los que aprovechó para herrar mucha
cantidad de indios para sí y para personas de esta ciudad. Ante el desacato, el Presbítero
Francisco Marroquín guardó silencio, lo que el Segundo Juicio de Residencia sacó
a luz al hacerle cargo de haber sido sobornado por Pedro de Alvarado para que no
informase a Castilla sobre su desacato.90
El Procurador del Ayuntamiento de Santiago de Guatemala ante el Consejo de
Indias, Gabriel de Cabrera, criticó en forma falaz tal disposición real y alegó que,
sólo estando en poder de los españoles, los indígenas podían ser cristianizados:
si dicha provisión se hubiese de ejecutar, demás del notorio agravio y perjuicio que
de ella redundaría a la población de la tierra y a los pobladores de ella, por quitarles
y prohibir que no puedan rescatar ni contratar los esclavos que los caciques e
indios tienen por esclavos, a los mismos indios se les seguiría mucho daño, por
quitarles el beneficio que recibían en salir de poder de los caciques e indios que los
tenían por esclavos, por el peligro en que estaban de ser sacrificados, demás que en
venir a poder de los cristianos podrían ser instruidos y doctrinados en las cosas
de la fe.91
Otro de los críticos de la disposición de Juana la Loca fue el fraile domini-
co Domingo de Betanzos (ilustración 12), gran amigo de Pedro de Alvarado.92
En efecto, en 1532 recomendó al Consejo de Indias que el repartimiento de in-

90 Segundo Juicio, 1541: 881-881v.


91 AGCA, A1234, leg. 15752, fol. 4.
92 Remesal, 1932-I: 34.
38 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

dios, es decir, la Encomienda-Repartimiento, fuera


perpetuo:93
Lo que parece se debía proveer en la Nueva Espa-
ña es lo siguiente: Primeramente que los indios se
den perpetuos pero ha de ser de esta manera que
no se haga remoción de indios a los que los tienen
para hacer el repartimiento porque se destruiría la
tierra. Pero hace de hacer de esta manera: proveer
a los conquistadores que no tienen indios de los
que están vacos y a los demás justarlos en compa-
ñía de aquellos que tienen indios demasiados […]
Hace de proveer que hecho el repartimiento per-
12- Domingo de Betanzos, dominico que petuo ninguno pueda vender ni enajenar ni trocar
denigró a los indígenas. sus indios, sino que sean bienes como de mayoraz-
go los cuales pasen a sus herederos por testamento
o ab intestato, y cuando por ninguno se hallare heredero tórnense al rey. Y hace
de proveer que ninguno pueda tener indios sino el que fuere vecino en la tierra
[…]
Hecho el repartimiento perpetuo no hay necesidad de poner leyes a los indios
ni poner visitadores ni protectores ni tasa de tributos porque cada uno trabajará
de guardar v conservar sus indios.
Es necesario que se revoque una provisión de Su Majestad en que manda que
ningún indio se cargue pagándole y no lo pagando, porque la tierra se destruye
y se hace un robo sano […]
Conviene mucho se revoque otra cédula que manda que de los indios hagan
alcaldes, etc., porque allende de ser ellos unas bestias se hace una cosa muy
escandalosa que los indios prendan a los cristianos y es gran menoscabo de la
honra y autoridad imperial porque los cristianos se tienen por deshonrados de
tener vara del rey viendo que la dan a un indio.
Se debe revocar otras leyes ravinas que hay en que mandan que el que diere
bofetón o palo o ripelón al indio o le llamare perro, etc. pague por cada cosa de
éstas tantos castellanos. Todas son tiranías y achaques para robar porque ésta es
cosa muy cierta que los indios son de tan vil condición que ninguna cosa hacen
por virtud sino por puro miedo, y en la hora que saben que el cristiano no les
puede castigar ningún servicio le hará […]
El Memorial de Domingo de Betanzos (op) hizo eco en los miembros del
Consejo de Indias y en el propio rey, quien, el 20 de julio de 1532, mediante
cédula real, vetó la disposición de Juana la Loca y autorizó que, en la gobernación
de Guatemala, Pedro de Alvarado y el Presbítero Francisco Marroquín fueran los
encargados del hierro para marcar como esclavos a los indígenas que presentaran
resistencia armada:

93 Betanzos, 1998: 522-526.


Esclavos de Guerra y Naborías 39

ambos a dos sin lo cometer a otra persona, hubiesen información y supiesen


qué esclavos eran los que así los dichos caciques e indios tenían en su poder por
esclavos, y los que constare que verdaderamente lo eran, los hiciesen herrar, y así
herrados, de ahí en adelante pudiesen los vecinos y pobladores de la provincia, sin
embargo de la provisión de 1530, comprarlos y rescatarlos.94
Tal nombramiento fue en realidad letra muerta pues, durante el período 1532-
1533, en las provincias de Guatemala, San Salvador y Nicaragua, fue cuando
hubo mayor tráfico esclavista.

Explotación de minas por medio de esclavos indígenas

E l retorno de Tunatiw a Santiago de Guatemala en 1530 repercutió de inmediato


en nuevas entradas militares sobre los pueblos indígenas para el incremento
del número de esclavos y su empleo en el lavado de oro en los ríos y su explotación
en yacimientos de oro y plata. Las circunstancias fueron propicias, ya que los
cakchiqueles, hasta entonces sublevados, al constatar el incremento del ejército
español con nuevos soldados y auxiliares indígenas traídos por Alvarado desde
Nueva España, se fragmentaron. Los primeros en hacerlo fueron los Señores
de Chij Xot (Comalapa) y los de Tecpán Atitlán (Sololá) que se sometieron y
aceptaron tributar y servir a los españoles.95 Al perder ese apoyo político, militar
y económico, el 8 Noh (8/5/1530), Kaji’ Imox y B’eleje’ K’at, Ajpop Sotz’il y Ajpop
Xajil, respectivamente, se rindieron y se entregaron en Panchoy, es decir, en
Santiago de Guatemala.96
La rendición no trajo la paz , ya que Tunatiw obligó a los pueblos cakchiqueles
a extraer oro en diversos lugares del Altiplano y a construir las viviendas de
los vecinos de Santiago de Guatemala.97 El Memorial de Sololá98 describe la nueva
situación:
Este año [1530] se recaudó una cantidad pavorosa de tributo. Se tributaron
metales preciosos a Tunatiw, se tributó también 400 hombres y 400 mujeres

94 AGCA, A123, leg. 4575, fol. 1v; y A1, leg. 1511, fol. 4.
95 Memorial, 2002: 105-106.
96 El cronista dominico Francisco Ximénez (1929-I: 130) señaló en su crónica que la tierra en
que se fundó la nueva ciudad de Santiago de Guatemala y en la que se repartieron solares
a los vecinos españoles pertenecía a los indígenas de Pancam: y sólo se sabe que los indios que
había en aqueste Valle eran los de Pancam, cuyo territorio se extendía hacia la parte de la ciudad que es
ahora, como desde la Plaza Mayor que es ahora, hasta el Convento de Nuestra Señora de las Mercedes,
subiendo para arriba hacia nuestro Convento [Santo Domingo], según se colige de un Cabildo que
está en el Libro Tercero que dice: Que por cuanto a los indios de Pacán se les ha tomado parte de sus
tierras para la fundación de la nueva ciudad se busque donde poderles recompensar sus tierras [Esto
nunca se cumplió]. Estos de Pancam se incorporaron en el pueblo de Jocotenango y así hasta el día de
hoy en muchos pueblos distantes nombran a Guatemala Pacam del nombre del paraje en que se fundó;
y otros Panchoy que quiere decir en la laguna, no como interpreta Fuentes, diciendo la Laguna grande,
que no era sino pequeña la que se hacía en la parte que hoy llaman Barrio del Tortuguero.
97 Memorial, 2002: 106. Otzoy, 1999: 189.
98 Memorial, 2022: folio 251.
40 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

para lavar metales. Todas las personas escarbaron metales en Pan Q’än (Lugar
Amarillo). Fueron 400 hombres y 400 mujeres los que fueron tributados, los que
fueron impuestos por Tunatiw en Pan Q’än, llevándose también a los Señores del
pueblo. Todo esto vimos ¡hijos míos!
Durante el trabajo de lavado de oro en los ríos, el Ajpop Xajil el día wuqu’ kej
B’eleje’ K’at falleció, hecho que Tunatiw aprovechó para imponer como nuevo
gobernante a Don Jorge, alterando con ello la costumbre ancestral:
2 veintenas después de que se cumplieran 2 años desde que se presentaron los
Señores [ante Tunatiw], murió el Señor B’eleje’ K’at. Murió el día Wuqu’ Kej
(6 Kej) [24/9/1532] cuando se encontraba lavando metales. Tunatiw salió de aquí
para imponer al sustituto del Señor. Entonces entró Don Jorge al Señorío. Fue solo
por orden de Tunatiw. No era la decisión del consejo la que gobernaba. Entonces
Tunatiw escogía a los Señores. Su palabra fue aceptada por los Señores. En verdad
daba miedo Tunatiw.99
La explotación minera se realizó en distintas regiones. Por ejemplo, Pedro de
Alvarado tuvo las siguientes minas:
Cuadrilla de 100 esclavos indios e indias en minas de plata, en Quetzaltenango.
Mina de plata que tenía en compañía de Pedro Gómez.
Dos cuadrillas de esclavos indígenas (una de 90 y otra de 85), con sus herra-
mientas y bateas, en minas de oro en Totonicapán.
Cuadrilla de 90 esclavos indios en minas de oro en Tecpanatitlán.
Cuadrilla de 65 esclavos indios en mina de oro en Atitlán.
Tierras en el Valle de Santiago de Guatemala (Almolonga) con 90 esclavos in-
dios con sus mujeres.100
Entre 1524 y 1530, Sancho de Barahona, Juan Rodríguez Cabrillo y Diego Sán-
chez de Ortega explotaron una mina con alrededor de 80 esclavos indígenas,
ubicada entre Rabinal y Uspantán, y la alimentación y vestimenta de los esclavos
eran proporcionadas por los indígenas encomendados de Cobán. En mayo de
1531, Diego de Rojas declaró que en esa región hubo mucho descontento y sub-
levaciones indígenas.101 Aproximadamente una década después, los frailes domi-
nicos se apoderaron de ella.

Construcción de Armada para viajar a Perú

D espués de su primer viaje a España, la principal obsesión de Tunatiw fue


entrometerse en la conquista de Perú, razón por la que convirtió a Santiago de
Guatemala en un centro de preparación de tal expedición, como indígenas aliados
tlaxcaltecas y mexicas lo habrían de confirmar en una queja que presentaron al
Consejo de Indias:
Después de algunos años pasados fue el dicho don Pedro de Alvarado a Castilla y
a la vuelta vino hecho Adelantado por Vuestra Majestad, y comenzó luego a hacer

99 Memorial, 2022: folio 252.


100 Segundo Juicio, 1541: fols. 888-888v.
101 Kramer, 2018: 89-90. Kramer, 2019: 52.
Esclavos de Guerra y Naborías 41

una armada muy grande para descubrir tierras nuevas, donde tornaron a renovar
y a crecer los trabajos que solíamos tener porque tornamos a tributar de nuevo y
a trabajar en cortar y aserrar madera y hacer pez y maromas y carbón para hacer
navíos y fustas y servicios excesivos y a toda su casa mantenida y sobrada y todos
mayores trabajos que pasaron los hijos de Israel, y donde casi de los que habíamos
quedado y escapado perecimos de los grandes y malos tratamientos y dolencias que
por nosotros pasó.102
Un parecer semejante expondría años después el Obispo Francisco Marroquín
al señalar que la vida de los vecinos de Santiago de Guatemala (Almolonga) giró
en torno a la preparación y abastecimiento de armadas:
siempre esta ciudad ha servido, y los que en ella han residido y residen, más
que otro pueblo ninguno que haya en estas partes, así en la guerra, conquista
y pacificación de esta provincia, como de otras comarcanas a ella, como en las
armadas del Adelantado Alvarado, que en servicio de vuestra majestad hacía; y
asimismo en la pacificación del Perú, con todas las personas que a aquellas partes
han pasado, que han sido muchas; siempre esta ciudad ha sido venta y mesón y
hospital para todos.103
Tunatiw no se interesó en residir en su Gobernación, ni promovió su desar-
rollo, sino que se sirvió de ella para organizar expediciones militares muy lejos
de ella para enriquecerse. Antonio de Remesal,104 cronista dominico, ofreció por-
menores de la preparación de la Armada a Perú, en la que violentó la concesión
real, pues sólo había conseguido permiso para explorar el Mar del Sur, pero con
rumbo al Norte:
y en llegando a su Ciudad de Santiago y Provincia de Guatemala, el año de mil y
quinientos y treinta, comenzó a tratar de esto con muchas veras. Envió a reconocer
los puertos de la Costa de su gobernación y en el que antes tenía descubierto a
quince leguas de la Ciudad de Santiago: se halló buen recado de madera para
labrar navíos en lo cual se entendió luego, diciendo siempre el Adelantado que
había de cumplir lo prometido· y enriquecer la gente que se hallase en esta jornada.
La referencia anterior es sobre el Puerto de Iztapa (ilustración 13), donde fuer-
on construidos el Galeón San Cristóbal, de 300 toneladas; el Santa Clara, de 170;
y el Buena Ventura, de 150,105 labor en la que el Presbítero Francisco Marroquín
lo apoyó. En efecto, el 20 de julio de 1532, los consejeros reales Francisco de los
Cobos y Beltrán de la Cueva y Toledo, para favorecer sus intereses esclavistas,
consiguieron la rúbrica de una real cédula para que, en la Gobernación de Guate-
mala, el hierro para esclavos dependiera de Pedro de Alvarado y Francisco Mar-
roquín.106 Y Tunatiw aprovechó el nombramiento despoblando la villa de San
Miguel de la Frontera y, en especial, la de los pueblos y aldeas indígenas de los

102 AGI, Guatemala 52.


103 Segundo Juicio, 1541.
104 Remesal, 1932-I: 168.
105 Libro Viejo, 1934: 282-283.
106 AGCA, A1, leg. 1511, fol. 4; y A123, leg. 4575, fol. 1v.
13- Planta del Puerto de Iztapa y Santiago de Guatemala. Ilustración que aparece en carta del Ingeniero Capitán Pedro Ochoa de
Leguizamo, de noviembre de 1598 (AGI 27.13, MP Guatemala 2),

alrededores, a los que herró como esclavos, entre ellos a muchas mujeres y niños
menores de 14 años, sin requerir la presencia del Presbítero Marroquín, como la
real cédula ordenaba. Sin embargo, los defensores de Tunatiw alegaron que
fue porque convenía así al servicio de Su Majestad, por estar muy lejos de esta
ciudad de Santiago y porque si se hubieran de traer a herrar a esta ciudad, donde
Esclavos de Guerra y Naborías 43

estaba el dicho obispo, se huyeran todos, como lo tienen por costumbre, o se


murieran por la gran distancia y cansancio del camino, como es notorio; lo otro
porque la dicha Villa de San Miguel, en el tiempo que dicen el dicho adelantado
haber herrado los dichos esclavos, era recién poblada de españoles y para sostener
la tierra convino que así se hiciese, cuanto más que al tiempo que diz que herrara
el dicho adelantado los dichos esclavos estuvo presente al dicho hierro un religioso
de la orden de Señor San Francisco, persona de muy buena vida y conciencia.107
Pero esclavizar indígenas en forma anómala no sólo fue en la villa de San
Miguel, sino también en los Chontales y en Naco, este último un asentamiento
indígena situado a tres leguas de Choloma (Honduras).108
Desde el Puerto de Veracruz (en México) al de Istapa (en el Pacífico), entre
los que mediaban 130 leguas, por orden de Tunatiw, tamemes trasladaron an-
clas de 3 y 4 quintales, artillería, escopetas, ballestas, municiones, lebreles, pipas
para almacenar agua, cadenas, jarcia, maromas, cables…; y desde la villa de San
Cristóbal de los Llanos (en la actualidad, Ciudad Real de Chiapa) acarrearon
dos piezas de artillería, las que sus autoridades españolas entregaron por temor
a nuevas vejaciones como lo solía hacer a quien con mucha puntualidad no acudía a su
gusto […] Porque el Adelantado don Pedro de Alvarado más quiso ser temido que
amado de todos cuanto le estuvieron sujetos, así indios como españoles.109
Los consejeros reales, interesados en la consolidación de sus intereses person-
ales, consideraron insuficiente la real cédula de 1532 que disponía que el control
del hierro para marcar esclavos dependiera de Pedro de Alvarado y el Presbítero
Marroquín. Por ello, diz que motivados por los informes del Procurador del
Ayuntamiento de Santiago de Guatemala, Gabriel de Cabrera, redactaron una
nueva real cédula para hacer la guerra, esclavizar, repartir y vender a los que no
querían estar debajo de la obediencia y señorío del Rey, ni admitir la predicación cristiana,
la que fue rubricada el 19 de marzo de 1533.110 Como en la anterior disposición,
también en ésta encargaron su cumplimiento a Francisco Marroquín y a Pedro de
Alvarado, quienes podían delegarlo en otras personas:
a vos el Reverendo Padre Licenciado Marroquín selecto Obispo de la Provincia de
Guatemala y don Pedro de Alvarado nuestro Gobernador de la dicha Provincia o
su Alcalde Mayor salud y gracia sépades que Gabriel de Cabrera en nombre de los
Concejos, justicias, regidores, caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos
de las ciudades, villas y lugares de esa dicha Provincia nos hizo relación que en
esa tierra diz que hay algunos caciques de guerra y aunque han sido requeridos
no quieren estar debajo de nuestra obediencia y señorío y admitir la predicación
cristiana antes han hecho y hacen daño a los cristianos todas las veces que lo
pueden hacer y se espera que no se remediando lo harán de aquí adelante y nos
suplicó y pidió por merced los diésemos licencia para que no queriendo estar

107 Segundo Juicio, 1541.


108 Segundo Juicio, 1541: 884.
109 Remesal, 1932-I: 168.
110 AGCA, A124, leg. 15752, fols. 6v y siguientes.
44 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

en nuestro servicio y admitir la predicación cristiana pudiesen hacer guerra y


tomarlos por esclavos y como a tales repartirlos entre las personas que los ganasen
y prendiesen sin embargo de cualquier provisión por nos hecha o que sobre ello
proveyésemos como la nuestra merced fuese lo cual visto y platicado en el nuestro
Consejo de las Indias confirmado de vos que sois tales personas que guardaréis
nuestro servicio y que bien y fielmente haréis lo que por nos vos fuere mandado
cometido y encomendado fue y es nuestra merced de vos lo encomendar como por
la presente vos lo encomendamos y cometemos porque vos mando que vosotros
en persona juntos o el uno de vosotros estando el otro ausente o impedido vayáis
adonde estuvieren los dichos indios alzados y les hagáis el requerimiento que
está acordado que con esta vos enviamos señalado de los del nuestro Consejo de
las Indias y si por caso todos estuviéredes ocupados o impedidos que no podáis
cómodamente ir nombraréis en vuestro lugar dos personas religiosas o clérigos
sacerdotes de buena conciencia y confianza en cuya presencia el Capitán que fuere
haga los dichos requerimientos por lenguas intérpretes fieles y de confianza que se
lo den bien y verdaderamente a entender los cuales pasen ante Escribano y testigos
y así hechos los dichos requerimientos en la forma susodicha se hayan de ver y
examinar por vosotros y así vistos si os pareciere que con justicia se les pueden
hacer guerra lo declaréis así y así declarado por vosotros por la presente damos
licencia a cualesquier personas de esa tierra que puedan hacer la dicha guerra y a
los que en ella prendieren tomarlos por sus esclavos y como a tales venderlos sin
embargo de cualesquier nuestras cédulas y provisiones en que por ellas hayamos
prohibido la dicha guerra y cautiverio que en cuanto a esto las derogamos y
anulamos y damos por ninguna con tanto que no se puedan sacar ni saquen de
esa dicha Provincia de Guatemala y los unos ni los otros no hagáis ni hagan
endeal por alguna manera so pena de la nuestra merced y de 10,000 maravedíes
para la nuestra cámara dada en Belpuche a 19 días del mes de marzo de 1533
años yo la Reina yo Juan de Samano Secretario de su cesárea y católica Majestad
la hice escribir por mandado de Su Majestad el Concejo don Gra. Manrique, el
Doctor Beltrán, Joanes Carbajal, Mercado de Peñalosa, Juan de Samano. Samano
canciller, Antón de Morales Escribano Público y del Concejo.111
Los pueblos indígenas más hostigados en la construcción de las naves de la
Armada hacia Perú fueron Istapa, Iscuintepeque, Guazacapán y Taxisco, primero
en el corte de árboles, su acarreo, aserrado y confección de tablas, así como en la
elaboración de pez para calafatear las embarcaciones; y antes de partir hacia Perú
en el traslado de los bastimentos hasta el Puerto de la Posesión, en Nicaragua.112
Ante tantas iniquidades, desde Guatemala el Tesorero Francisco de Castel-
lanos, el Contador Francisco de Zorrilla y el Veedor Gonzalo Ronquillo infor-
maron a la Corte y a la Audiencia de México las arbitrariedades del Adelantado
Alvarado; y solicitaron poner límites a tanto libertinaje:

111 Segundo Juicio, 1541: 601v-602.


112 Segundo Juicio, 1541: 879-880.
Esclavos de Guerra y Naborías 45

Decían que disponía de todo a su arbitrio y sin respeto alguno a los intereses de la
real hacienda; que daba y quitaba indios sin atender a la justicia, aplicándose a sí
mismo la mayor parte de ellos; y que tenía gran número de esclavos trabajando en
sus minas, contra las reales órdenes que prohibían aquel abuso, y que para nada
atendía ni acataba las disposiciones del soberano.113
Igualmente, en la ciudad de México, diversos sectores expresaron su contrarie-
dad porque la Corona hubiera permitido lo que estaba sucediendo en Guate-
mala. Por ejemplo, el 8 de agosto de 1533, el Obispo y Presidente de la Audiencia,
Sebastián Ramírez de Fuenleal, en carta a Juana la Loca, le señaló que el hierro de
los esclavos sería fuego que devastaría la tierra. Le informó también que el año
anterior, en México, un esclavo valía 40 pesos, y que en la actualidad en Guate-
mala costaba 2 pesos.114
El 31 de enero de 1534, al momento que la Armada zarpó hacia Perú, contra
lo dispuesto por la Capitulación que no autorizaba a Tunatiw a llevar esclavos
indígenas, la mayor parte de la tripulación la constituían 6,000 esclavos indíge-
nas (en su mayoría cakchiqueles, pero también pipiles, lencas y chorotegas) y
alrededor de 200 esclavos negros artesanos (carpinteros, herreros y calafateros).
Viajaron en 8 naves construidas en astilleros de Iztapa, Acajutla (El Salvador), El
Realejo (Nicaragua) (ilustración 14) y en el Golfo de Chira. Una pertenecía a Juan
Rodríguez,115 otra a Antonio Diosdado, y una tercera a Santos de Figueroa, Cisne-
ros y Álvaro de Paz. El resto de la tripulación estaba integrada por 450 españoles
(270 de a caballo y 100 ballesteros y escopeteros; e infantes de espada y rodela).
Además, Marcos de Niza y otros frailes franciscanos, dos frailes mercedarios,
Presbítero Pero Bravo y otros cinco sacerdotes seculares,116 su hermano Gómez,
su hijo Diego,117 sus primos Diego y Alonso de Alvarado, su sobrino Luis de Mos-
coso Alvarado, García Holguín y el Capitán Garci Lasso de la Vega (futuro padre
del autor de Comentarios Reales). También formaron parte de la comitiva Doña
Luisa Xicoténcatl y su hija Doña Leonor de Alvarado, como lo demuestran las re-
spuestas a la pregunta 9 de la Probanza del Adelantado D. Pedro de Alvarado y Doña
Leonor de Alvarado, su hija:118
Item si saben que el dicho Adelantado Don Pedro de Alvarado en la jornada que
hizo a los reinos del Perú llevó consigo a la Doña Leonor de Alvarado como tal

113 Milla, 1879-I: 239-240.


114 En Zavala, 1967: 20.
115 Posiblemente sea Juan Rodríguez Cabrillo, descubridor de California, quien construyó 11
naves para la segunda armada de Pedro de Alvarado.
116 Libro Viejo, 1934: 287. Pero Bravo es el mismo Presbítero al que poco antes le había robado
un barco de su propiedad en el Puerto de La Posesión, y que, para recompensarlo, le ofreció
recomendarlo ante el rey para que le provea de la dignidad Obispal en las partes de mi Gobernación.
117 Diego de Alvarado: Encomendero de Soloma. Hijo de Pedro de Alvarado y una indígena.
Acompañó a su padre a Perú. Garcilaso de la Vega, en Comentarios Reales, señaló que murió
en la Batalla de Chelque Inca. En 1569, se presentó a la Corona Información de los méritos y
servicios hechos a S. M. por don Pedro de Alvarado en Nueva España, Guatemala, Chiapa, Higuera,
Honduras y Jalisco, y de los de sus hijos don Pedro y Don Diego de Alvarado (AGI, Patronato 69).
118 Probanza, 1936: 477-478 y 481.
46 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

14- Plano de El Realejo (Nicaragua), elaborado por Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán. Infografía de Wílfido Enríquez.

hija suya, juntamente con la dicha Doña Luisa su madre y la dicha Doña Leonor
llevaba en su compañía una dueña española muy honrada la cual era mujer del
capitán fulano de Astete, para que industriase a la dicha Doña Leonor de Alvarado
Esclavos de Guerra y Naborías 47

en las cosas que


conviniesen conforme
a quien haciéndoles el
Adelantado muchos
bienes a marido y
mujer porque tuviesen
cargo de industriar
a la dicha Doña
Leonor de Alvarado
su hija como a hija de
personas señaladas
y notables […] Que
era verdad como lo
decía la pregunta,
y que al tiempo que
el Adelantado pasó
al Perú llevó en su
compañía a la Doña
Luisa y Doña Leonor y
que llevaba una dueña
honrada con su marido
que criaba y enseñaba
a la Doña Leonor y
que los vio salir de
Guatemala y cuando
volvió traía también en 15- Retrato y firma de Pedro de Alvarado.
su compañía a Doña
Luisa y Doña Leonor y el testigo los vio porque salió a recibirlos a más de 12
leguas de la ciudad.
La armada que Tunatiw llevó a Perú no sólo incluyó los galeones construidos
en Iztapa, sino también los barcos Concepción y Victoria, así como 200 hombres,
que robó en el Puerto de La Posesión (en la actualidad El Realejo, Nicaragua),
naves que pertenecían a Hernán Ponce, Cristóbal de Burgos y al Provisor Pedro
Bravo. Además, sólo se pudo llevar las anclas, velas, jarcia y cables de otras tres
embarcaciones, porque estaban varadas en seco, en un estero, los que no pudi-
eron ser recuperados porque el Gobernador de Nicaragua, Francisco de Casta-
ñeda, negoció con Luis de Moscoso Alvarado y aceptó que Tunatiw se quedara
con ellos. Además, se comprometió a no enviar ayuda bélica a Francisco Pizar-
ro.119 Pero no sólo en Nicaragua Tunatiw robó barcos, sino también en el Golfo de
Chira (Castilla de Oro), donde se apropió de un galeón de 150 toneladas, el cual
Pedrarias Dávila había dejado comenzado, así como una carabela de 60 tonela-

119 Colección Somoza, 1954- III: 283-304.


48 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

das, un patache de 50 y otras dos carabelas medianas.120


Fuera de los 100,000 pesos oro que Francisco Pizarro y Diego de Almagro di-
eron al Adelantado Alvarado (ilustración 15) por los esclavos, barcos y soldados
españoles de la Armada, éste debió retornar solo, y pronto tuvo que dejar la ciu-
dad de Santiago de Guatemala (Almolonga) para evitar ser apresado por el Juez
de Residencia Alonso de Maldonado. Viajó hacia Honduras, Provincia que paci-
ficaría a sangre y fuego, y luego se marchó a España.

120 Libro Viejo, 1934: 283.


CONTENIDO
4
ESCLAVITUD INDÍGENA
en nicaragua y honduras

L a esclavitud indígena en Nicaragua y Honduras, promovida y realizada en


Nicaragua por Francisco Hernández de Córdoba, Pedrarias Dávila y Diego
López de Salcedo, tuvo un carácter muy especial durante la primera mitad del
siglo XVI. Los dos primeros llevaron a cabo numerosas correrías no sólo entre la
Península de Nicoya y el Río Coco, sino que también en el interior de Honduras
y en Cuscatlán, cuyo nombre era Nequepio en chorotega. El tráfico de esclavos
indígenas de la tierra de los grandes lagos primero ayudó a repoblar Panamá, y
después fue utilizado en la conquista del Imperio Inca.
Cristóbal Colón descubrió en las Islas de la Bahía, en el Golfo de Honduras,
a comerciantes indígenas que surcaban esos mares, con un desarrollo muy
superior al de la población de las Antillas Mayores, pues dominaban el arte de
la fundición de metales y la elaboración de objetos suntuosos y utilitarios. Dicha
región continuó siendo visitada para cazar indígenas, esclavizarlos y venderlos
en Cuba y La Española.
En una de esas correrías, al ser arrastrados por vientos huracanados, fueron
descubiertas imponentes ciudades mayas, en Yucatán, y se tuvo conocimiento
del Imperio Azteca.
Poco después de la conquista de Tenochtitlan, capital de los aztecas, Hernán
Cortés envió dos nutridas expediciones militares a Guatemala y Honduras, para
evitar que Pedrarias Dávila controlara esas regiones y buscara en ellas un estrecho
dudoso por el que pasar y llegar a las Islas de las Especies, razón primordial de los
viajes de Colón hacia el Mar Ignoto.
En Honduras, los conquistadores españoles (Cristóbal de Olid, Gil González
Dávila, Francisco de las Casas, Hernán Cortés y Pedro de Alvarado) mostraron
sus peores instintos criminales no sólo contra las poblaciones indígenas, sino
entre ellos mismos. Indígenas de esta región fueron los que repoblaron Cuba y
50 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

La Española, donde habían sido diezmados por las epidemias y la violencia de


los españoles.

Gil González Dávila: Capitán de la primera expedición de huestes


españolas en Nicaragua

L a primera presencia de desalmadas huestes españolas en Nicaragua se dio


en 1522, cuando el Caballero de la Orden de Santiago, Gil González Dávila,
Protegido del Arzobispo y Secretario de Indias, Juan Rodríguez de Fonseca,
después de haber zarpado de Panamá y llegado a la Península de Nicoya,
incursionó tierra adentro y recorrió parte de la costa poniente del lago Cocibolca
o Ayagualo (en la actualidad, Nicaragua), al que denominó Mar Dulce. No realizó
entrada121 o correría alguna, pues el cacique Diriangén le atacó, mató alrededor
de 40 cristianos y obligó a los castellanos a huir a marchas forzadas hacia la
Península de Nicoya, aunque protegiendo celosamente el guanín122 (oro rebajado)
que había recibido en Nicaragua, Nochari, Ochomogo, Mombacho y Nandaime,
por un monto de 113,000 pesos oro.

Francisco Hernández de Córdoba: Primer exportador de esclavos


indígenas de Nicaragua a Panamá

L a segunda incursión a la tierra de los grandes lagos fue encabezada por el


andaluz Francisco Hernández de Córdoba, enviado sin autorización real
por el Gobernador de Tierra Firme, Pedrarias Dávila, a finales de 1523, para que
disputara a González Dávila el control de las riquezas territoriales y en especial
la de los indígenas de dicha región. Dicha expedición estuvo integrada por 229
soldados, un bergantín desarmado con el que se pensaba explorar el Mar Dulce,
los sacerdotes Diego de Agüero, Rodrigo Pérez y Diego de Escobar y alrededor de
26 bestias de montar, de las que 10 pertenecían a Pedrarias. Durante varios meses
de 1524, Hernández de Córdoba realizó algunas cabalgadas o correrías armadas
contra nicaraos, nocharis (nequecheris>) y dirianes, para rescatar oro y esclavizar
indígenas. Tales cabalgadas las extendió al territorio de Imabite o Nagarando y a la
Sierra de los Maribios, llegando hasta Tezoatega (en la actualidad, El Viejo, cerca
del Golfo de Fonseca).
En 1543, el antiguo güegüe (cacique) Don Gonzalo brindó detalles sobre tales
acciones bélicas al cronista Girólamo Benzoni,123 autor de Novae Novi Orbis
Historiae:

121 Entradas: Incursiones militares que las huestes españoles realizaban en regiones no conquistadas,
para capturar indígenas. Antes de la promulgación de las Leyes Nuevas, los convertían en sus
esclavos. Posteriormente, los obligaron a ser tributarios y a trabajar en favor de los españoles.
122 Guanín: Palabra taína empleada para referirse a una aleación de cobre, oro y plata, empleada
en la elaboración de bezotes, orejeras, figurillas y medallones.
123 Benzoni, 1975: 131-133.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 51

Tú debes saber, señor, que cuando nosotros oímos como los cristianos venían a
nuestros países y nos dimos cuenta de las crueldades que cometían en todo lugar,
matando, incendiando, robando, convocamos a nuestros amigos y confederados, y
reunidos en consejo decidimos luchar y morir todos combatiendo valerosamente,
antes de ser sojuzgados por ellos. Con tal determinación preparamos lanzas, piedras,
flechas y otras armas, y tan pronto como los cristianos llegaron a nuestros pueblos,
los atacamos y los combatimos en buena parte del día. Pero al final, la mayoría de los
nuestros, asustados por el ímpetu de los caballos, se pusieron en fuga. Mandamos
luego dos embajadores al capitán de los cristianos a pedir la paz, pero con la intención
de renovar nuestras fuerzas. Nos aceptó como amigos y buena parte de nosotros,
fingiendo, fuimos cantando y bailando a visitarlo, y les llevamos muchas joyas de
oro y otras cosas. Regresamos a nuestras casas y en tres días nos reorganizamos y
atacamos a los cristianos. Más pronto, como la otra vez, los nuestros huyeron, y así
de nuevo, y con la misma intención que antes; volvimos a pedir paz. Habiéndola
obtenido, reunimos nuestra gente y después de discutir llegamos a una firme y
deliberada determinación: antes morir todos que quedar siervos de los cristianos.
Decidimos que, si alguno de nosotros diese la espalda para huir, seria muerto por
nosotros mismos sin ninguna contemplación, y con esta resolución nos preparamos
para ir al asalto de los cristianos. Pero nuestras mujeres, que habían oído tal decisión,
se nos acercaron y entre lágrimas nos rogaron y suplicaron que antes de morir de
aquella manera sirviésemos más bien a los cristianos; más si nuestra voluntad era
realmente poner en acto lo que nos habíamos propuesto, que antes las matásemos,
y con ellas también a sus pequeños hijos, para no quedar solas en manos de los
crueles y fieros barbudos. Debido a tales súplicas de nuestras esposas, depusimos las
armas y nos sometimos a las rapacísimas manos de la nación cristiana. Sin embargo,
en breve, a causa de tantos malos tratos que sufríamos cada día, algunos pueblos
se sublevaron; pero fueron castigados por los españoles de manera tal que hasta
a los niños los hacían morir a punta de espada. No contentos con eso apresaban
a otros bajo pretexto de que querían rebelarse contra ellos, los atormentaban y los
vendían como esclavos. Nosotros ya no éramos dueños de nuestras esposas, ni de
nuestros hijos, ni de ninguna de las cosas que antes poseíamos; a tal punto llegaron
las cosas que muchos de nosotros mataban a sus hijos, otros iban a colgarse, otros se
dejaban morir de hambre. Finalmente, después de tantos innumerables e intolerables
trabajos, fatigas y miserias, llegó la provisión del Rey de Castilla124 por la cual nos
restituían la libertad.
Las cabalgadas alcanzaron su objetivo. Así lo confirmó el Escribano Luis de los
Ríos, al anotar en el acta notarial del 1 de mayo de 1524 que, al fundir y pesar
el guanín conseguido durante las diferentes correrías, su valor fue de 206,908
pesos oro: 185,000 para la real hacienda, y 21,908 para financistas, monasterios,
obras pías y conquistadores. El 10 de mayo de ese mismo año, el Maestre naviero

124 Referencia a las Leyes Nuevas u Ordenanzas de Barcelona, conseguidas por Bartolomé de las
Casas y aprobadas en 1542. Mediante ellas se prohibió la esclavitud de los indígenas y la
liberación de los que habían sido hechos.
52 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Cristóbal Quintero zarpó, probablemente desde el puerto de La Posesión,125 hacia


Panamá, con dicho oro y con un número no especificado de esclavos indígenas.
Aunque los 21,908 pesos debían repartirse entre todos los que habían invertido
en la expedición, así como entre los que habían participado en ella, los principales
financistas se quedaron con todo, a excepción del quinto real.126 Entre noviembre
y diciembre de 1524, Hernández de Córdoba hizo otros dos envíos de guanín
y esclavos indígenas a Panamá, convirtiéndose así en el primer traficante y
negociante de esclavos indígenas desde Nicaragua hacia Panamá, para reponer a
la población nativa de Tierra Firme que había menguado sensiblemente debido
a las muertes provocadas por la violencia española y las pestes llegadas con
los conquistadores. De igual modo, las epidemias y la exportación de esclavos
indígenas incidirían en la despoblación del litoral del Océano Pacífico de
Nicaragua,127 denominado entonces Mar del Sur.
Durante la segunda mitad de 1524, en la ribera del lago Xolotlán, frente al
volcán Momotombo, Hernández de Córdoba fundó la ciudad de León y nombró
primer Alcalde Ordinario a Sebastián de Benalcázar, futuro conquistador de
Ecuador. Posiblemente ese mismo año o a principios del siguiente, asentó la
ciudad de Granada en la región que se encuentra entre el lago Cocibolca, las
faldas del volcán Mombacho y el pueblo indígena de Xalteva (ilustración 16).
Motivado por la insaciable sed de guanín y de indígenas para esclavizar y
vender, Hernández de Córdoba y su estado mayor llevaron sus cabalgadas más
allá del Río Coco y Golfo de Fonseca, sobre señoríos indígenas que eran diferentes
a los de la región de los grandes lagos. La primera, encabezada por el segoviano
Gabriel de Rojas,128 fue en la región de Olancho (Honduras); y la segunda, por
el segundón de Jerez de los Caballeros y futuro descubridor de La Florida y Río
Misisipi, Hernando de Soto,129 llegó hasta Nequepio o Cuscatlán, sede del señorío
pipil, que se encontraba frente a los volcanes de Quezaltepeque o Boquerón (en
la actualidad, San Salvador) y El Picacho:
De esta Ciudad de León se fue descubriendo y pacificando hasta la grande Ciudad
de Nequepio que decían que era Melaca a donde había llegado [Pedro de] Alvarado

125 La Posesión: En la actualidad, El Realejo.


126 Góngora, 1962: 46-47. Meléndez Chaverri, 1976: 87.
127 Newson, 1987: 238-240.
128 Gabriel de Rojas: Pariente del Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba (que alcanzó la fama
durante la expulsión de los moros), de quien su madre era sobrina; y por su padre de Beltrán
de la Cueva quien, en una relación sentimental ilícita con Juana de Portugal, esposa de
Enrique IV, se convirtió en padre de La Beltraneja.
129 Hernando de Soto (1500-1542). Conquistador. Nació en Extremadura, posiblemente en Jerez
de los Caballeros. En 1514, formó parte de la tripulación que Pedrarias Dávila llevó a Castilla
de Oro; y en 1520 participó en las correrías y cabalgadas de Gaspar de Espinosa contra los
caciques París y Urraca. Después de su estadía en Nicaragua y Honduras, se incorporó a las
huestes que someterían el imperio inca; y por último, siendo Gobernador de Cuba y casado
con Isabel, hija de Pedrarias Dávila, quien se la concedió por haber denunciado las pláticas de
Hernández de Córdoba con Hernán Cortés. Exploró las riberas del Misisipi, donde falleció el
21 de mayo de 1542.
16- Granada. A la izquierda, Lago de Cocibolca; y al fondo, volcanes de Zapatera y Mombacho. Grabado en Ephraim George Squier.

con su gente de [Hernán] Cortés, y allí se vio donde tuvo el real que tuvo y se
vieron algunas cosas de las que allí dejó, en especial una lombarda [pequeño cañón
pequeño] y algún calzado.130

Asesinato de Cristóbal de Olid, Pedro Moreno como Juez de Comisión


e intento de concertación entre Hernán Cortés y Francisco Hernández
de Córdoba

E n 1524, el territorio hondureño se convirtió en una especie de Campo de


Agramante en el que Gil González Dávila, Cristóbal de Olid, Francisco de las
Casas, Hernán Cortés y Francisco Hernández de Córdoba disputaron la región,
empleando toda suerte de violencia, mezquindad, traiciones y crímenes.
En Toreba (Honduras), cerca del Golfo de Fonseca, Gil González Dávila
sorprendió al Capitán Hernando de Soto que retornaba de las entradas que le habían
llevado hasta Nequepio, le mató algunos hombres, le arrebató guanín por valor de
130,000 pesos oro y lo mantuvo preso. Sin embargo, al enterarse que Cristóbal de
Olid había arribado a Puerto Caballos, liberó a los prisioneros y retornó al Golfo
de Honduras,131 donde en alianza con Francisco de las Casas, enviado por Hernán
Cortés para castigar la traición de Cristóbal de Olid (ilustración 17), subalterno
al que le había encomendado la conquista de Las Hibueras, le apuñalaron
y decapitaron. Sin embargo, meses antes que el crimen fuera realizado, las
autoridades de la Audiencia de Santo Domingo fueron informadas por traficantes
que cazaban indígenas en las islas de la Bahía de Honduras y los vendían como
esclavos en Cuba y La Española sobre las reyertas que se daban en Honduras.
Para que la contienda no llegara al paroxismo, enviaron al Fiscal Pedro Moreno

130 En Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 130.


131 Herrera y Tordesillas, 1601: 217 (Década III, Libro V).
54 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

al Golfo de las Hibueras, con poderes especiales y órdenes tajantes


para que los que encabezaban los distintos bandos acudiesen a la
Audiencia de Santo Domingo a exponer sus pretensiones y el
derecho que creían tener. No pudo hacerlo con Olid, pues a
su arribó ya había sido asesinado, ni con Gil González Dávila
y Francisco de las Casas, que se habían marchado hacia
México. Tampoco encontró a Cortés, del que sólo averiguó
que transitaba por las selvas vírgenes de Petén con rumbo
a Las Hibueras. Según el cronista Antonio de Herrera y
Tordesillas,132 ante tan fatídicas circunstancias, Moreno sólo
se comunicó por escrito con Hernández de Córdoba:
despachó mensajeros al Capitán Francisco Hernández de Córdoba,
que andaba en Nicaragua, requiriéndole que no estuviese por
Pedrarias, sino que le quitase la obediencia y la diese a los Oidores de
la Audiencia Real de La Española [Santo Domingo], con que le levantó
el ánimo, para que viéndose lejos de Pedrarias, con mucha Tierra
17- Cristóbal de Olid pacífica, y Gente Castellana, pensase en apartarse de él, no
queriendo depender sino solo del Rey.
Poco después que Moreno retornara a Santo Domingo, Hernán Cortés llegó a
Las Hibueras. Había atravesado las selvas peteneras, en las que había ahorcado
a Cuauhtémoc (Tlatoani o Gobernante máximo de Tenochtitlan), al Señor de
Tacuba y a otros señores mexicas; y asolado y saqueado a las aldeas indígenas
encontradas a su paso. Como el motivo por el que había abandonado la capital de
los aztecas y por el que se había dirigido por tierra a Las Hibueras ya no existía,
es decir, castigar la traición de Olid, pues éste había sido degollado, retomó el
objetivo por el que había enviado expediciones conquistadoras a Guatemala
y Honduras, que había sido el de impedir que Pedrarias Dávila se apoderara
de esas regiones y se adelantara en el control de un posible estrecho dudoso que
pudiera conducir a las Islas de las Especies. Por ello, intentó atraer a su bando a
Francisco Hernández de Córdoba, pero éste prefirió mantener exclusividad en
la exploración y explotación de lo que se creía era el Estrecho Dudoso, es decir, la
región de los grandes lagos, el Cocibolca y el Xolotlán.
Poco meses antes, sin saber que Hernán Cortés había arribado a Las Hibueras,
Hernández de Córdoba, con el parecer favorable de los cabildos de León y
Granada, intentó sin éxito comunicarse con el Bachiller Pedro Moreno, y de paso
capturar y esclavizar a moradores de aldeas indígenas que se encontraban al
otro lado del Río Coco o Segovia. Los capitanes Pedro Garro y Gabriel de Rojas
estuvieron a cargo de esas embajadas y correrías. El primero tomó haciendas y
encadenó a hijas y mujeres de los pueblos de Quequespan y Talchinalchapa,133
mientras que el segundo, al mando de 20 de a caballo y 40 infantes, penetró
por Olancho haciendo muchos agravios y daños, tomándoles sus mujeres e hijos y

132 Herrera y Tordesillas, 1601-III: 147 (Década III, Libro VI).


133 Díaz del Castillo, 1934-II: 190-191.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 55

haciendas.134 Sólo Garro llegó a Trujillo, pero como


prisionero del Capitán Gonzalo de Sandoval. Allí
explicó a Hernán Cortés el motivo por el que andaba
por esas tierras:
que venía a aquel puerto de la bahía de San Andrés
[Puerto Caballos] a buscar al Bachiller Pedro
Moreno, que los jueces que residen en la isla Española
habían enviado a aquellas partes […], el cual según
pareció había escrito al dicho Francisco Fernández
para que se rebelase de la obediencia de su gobernador
como había hecho a la gente que dejaron Gil González
y Francisco de las Casas. Y venía aquel capitán a le
hablar de parte del dicho Francisco Fernández para
se concertar con él para se quitar de la obediencia
de su Gobernador [Pedrarias Dávila] y darla a los
dichos jueces que en la dicha Isla Española [Santo 18- Hernando de Soto. Grabado en Librería
del Congreso.
Domingo] residen, según pareció por ciertas cartas
que traía.135
Fue entonces que Cortés136 escribió a Hernández de Córdoba y a algunos de los
capitanes de su compañía que él conocía. Les recriminó haberse dejado engañar
por el Bachiller Moreno, les informó que dejaría mandado en aquellos puertos [de
Honduras] que se les diesen todas las cosas que hubiesen menester porque allí enviasen
y se tuviese con ellos toda contratación y buena amistad. Además les envió 2 acémilas
cargadas de herraje y herramientas, y ropas ricas para su vestir, y 4 tazas y jarros
de plata de su vajilla, y otras joyas de oro, lo cual entregó todo a un hidalgo que se decía
Fulano de Cabrera;137 y escribió a su lugarteniente, el Capitán Gonzalo de Sandoval,
para que le mandara otra dos más con igual material.
Las cartas y obsequios de Cortés a Hernández de Córdoba no fueron bien
vistos ni aceptados por los capitanes Francisco Compañón y Hernando de Soto
(ilustración 18). Para evitar tal sedición, Soto fue encarcelado en la fortaleza
de Granada, pero Compañón, con ayuda de 12 de a caballo, lo liberó, y juntos
huyeron hacia Panamá para dar cuenta a Pedrarias Dávila,138 quien, antes del
15 de febrero de 1526, estaba enterado de lo que ocurría en Nicaragua, como lo
confirma carta que envió al primo de su esposa, el fraile mercedario Francisco de
Bobadilla:

134 Cortés, 1844-IV: 139-140.


135 Cortés, 1844-IV: 137.
136 Cortés, 1844-IV: 137-138.
137 Bernal Díaz del Castillo (1934-II: 191) escribió al respecto: este Cabrera fue después capitán de
Benalcázar, fue muy esforzado capitán y estremado hombre por su persona, natural de Castilla la Vieja,
el cual fue Maestre de Campo de Vasco Núñez de Vela y murió en la misma batalla que murió el virrey.
138 Herrera y Tordesillas, 1601-III: 303 (Década III, Libro VIII).
56 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

El pie en el estribo, vinieron a mí los capitanes


Francisco Compañón y Hernando de Soto y Juan
Alonso Palomino y otros ciertos caballeros e
hidalgos que con ellos venían, los cuales
me dijeron y certificaron lo que antes me
habían dicho y tenía por dudoso del dicho
Francisco Hernández estar revelado
contra el servicio de Su Magestad,
ataviándose de liviandades que no
son para decir sino para gravemente
castigar, y especialmente intitulándose
señor de la tierra, convocando personas
que aprueben y loen lo que dice, con otras
vanidades que se publican.139
Decidido a castigar lo que consideraba
traición, el 16 de marzo de 1526,
Pedrarias desembarcó en la isla de 19- Gabriel de Rojas
Chira (Costa Rica), al mando de
112 hombres de a caballo y 188 de a
pie.140 Desde allí, envió a Nicaragua al
Veedor141 Martín de Estete para que,
en forma artera, empleando astucia,
alevosía y sagacidad, apresara a
Hernández de Córdoba, lo que
consiguió sin alboroto, en su propia
fortaleza de Granada.142 Tal hecho es fácil
de entender, pues los capitanes Pedro
Garro, Gabriel de Rojas (ilustración
19) y Andrés Garavito habían quitado
apoyo militar al fundador de las
ciudades de León y Granada.
Pedrarias mandó decapitar a
Francisco Hernández de Córdoba
(ilustración 20) el 6 de julio de 1526,
bajo el cargo de traición:

20- Francisco Hernández de Córdoba. Escultura en bronce de


Rafael Pastor Santisteban. Cabra (Córdoba, España).

139 En Aram, 2008: 185.


140 Meléndez Chaverri, 1976: 111. Aram, 2008: 185.
141 Veedor: Oficial de la Real Hacienda que velaba por los intereses reales en lo referente a las
fundiciones de metales preciosos.
142 Fernández Guardia, 1905: 68.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 57

Por las culpas y delitos que de este proceso resultan contra el dicho capitán,
Francisco Hernández, así por los testigos y escrituras y cartas mensajeras contra
él en este proceso presentadas, como por sus confesiones, por ende habiéndome con
él benignamente, teniendo a Dios delante de mis ojos, fallo que debo condenar y
condeno al dicho capitán, Francisco Hernández, a que caballero en una bestia y una
soga a la garganta, atadas las manos, lo traigan por las calles acostumbradas de
esta ciudad, y en la plaza pública de ella lo degüellen de manera que naturalmente
muera. Y mando que del lugar donde le degollaren nadie no lo quite sin mi licencia
y mandado. Y condeno más al dicho capitán Francisco Hernández en perdimiento
de todos sus bienes para la cámara y fisco de Sus Majestades.143
En realidad, la verdadera razón del asesinato de Hernández de Córdoba
fue, por un lado, el temor de Pedrarias, más conocido en Nicaragua como Furor
Domini, a perder la inversión que había hecho en la conquista de Nicaragua; y,
por otro, evitar que la Gobernación de Tierra Firme disminuyera su tamaño y
poder, pues había la posibilidad que Nicaragua se convirtiera en Gobernación.
La cabeza de Hernández de Córdoba estuvo expuesta varios días sobre una
estaca de madera. Su cuerpo fue sepultado en el presbiterio de la Iglesia del
Convento de la Merced.

Disputas entre Diego López de Salcedo, Pedrarias Dávila y Pedro de


los Ríos

E nterada la Corona española que Cristóbal de Olid había sido degollado, el


20 de noviembre de 1525, nombró Gobernador de Las Hibueras y Cabo de
Honduras a Diego López de Salcedo144; lo que ratificó el 30 de agosto de 1526, al
especificar su jurisdicción y ordenar que fuera reconocido por Hernán Cortés,
Gobernador de Nueva España; Pedro de los Ríos, Gobernador de Castilla de
Oro; y los Capitanes Pedro de Alvarado y Francisco Hernández de Córdoba
(desconocía la Corona en ese momento que Pedrarias lo había decapitado).145
Mientras tanto, en León, Pedrarias organizaba expediciones para descubrir
minas y apoderarse de Honduras y, en especial, de Puerto Caballos, la salida de
la región hacia el Mar Caribe para dirigirse a Cuba, La Española y España. En
una de ellas, el 21 de enero de 1527, los indígenas de Villa Hermosa, hastiados de
las vejaciones, se alzaron y mataron al Capitán Benito Hurtado y a 19 cristianos,
así como a 25 caballos, mientras que por esos mismos días los caciques del
Valle de Olancho quitaron la vida a otros 16 cristianos, entre ellos al Capitán

143 En Aram, 2008: 365-366.


144 Diego López de Salcedo (?-1530): Originario de Alcántara (Cáceres). Sobrino de Nicolás de
Ovando (?-1511), Comendador de la Orden de Alcántara y Gobernador de Santo Domingo.
Llegó a Santo Domingo en 1502, donde fue regidor y alcaide de la fortaleza. En 1525 participó
en la conquista de México.
145 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 158.
58 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Juan de Grijalva,146 el que años atrás había descubierto la Península de Yucatán


y Nueva España.147 A pesar de tales fracasos y sin saber que Honduras tenía un
nuevo Gobernador, Pedrarias se obstinaba en creer que dicha región era parte
de Castilla de Oro (lo que la Corona desmentiría mediante real cédula del 1 de
marzo de 1527 en la que señaló que Nicaragua no lo era)148 y que si no se la
entregaban la conseguiría por medio de las armas, lo que intentó comunicar
mediante una embajada integrada por el Capitán Diego de Albítez, el Regidor
Sebastián Benalcázar, el Escribano Juan de Espinosa y otros 5 ó 6 hombres,
quienes, al llegar a Trujillo, después de enterarse que el Gobernador era López
de Salcedo, fueron enviados presos a La Española.149 Luego, éste decidió viajar a
Nicaragua, mostrando gran boato durante la marcha, pues se hizo acompañar de
más de 100 hombres de a caballo, un buen número de soldados a pie, 22 caciques
de Honduras encadenados, más de 300 indígenas encadenados y que cargaban
su cama, cajas ensayaladas, sillas de caderas y muchas mercaderías.150
La muerte cruenta de Vasco Núñez de Balboa y Francisco Hernández de
Córdoba obligaron a la Corona española a destituir a Pedrarias como Gobernador
de Castilla de Oro. El 30 de julio de 1526, su sucesor Pedro de los Ríos tomó
posesión y ordenó el inicio del juicio de residencia de su antecesor. Razón por la
que Pedrarias abandonó Nicaragua, dejó en su lugar a Martín de Estete y retornó a
Panamá para afrontar el juicio de residencia e intentar recuperar las encomiendas
y tierras que le habían quitado, de lo que Pascual de Andagoya, por carta del 27
de julio de 1527, informó a Isabel de Bobadilla y Peñalosa:
Hanle tomado todos cuantos indios tenía que sólo uno no le dejaron. Y los esclavos
del Darién le tomaron y pusieron mineros por ellos y le tomaron el marisqueo y
estancias que tenía de las minas de Acla y sacaron oro por ellos hasta que Pedrarias,
mi señor, vino. Y después, de pura vergüenza se lo volvieron y, según yo soy por
cautela, que hasta que se fuese se los volvía. Vuestra merced debe agraviar mucho
esto a Su Majestad. Y las tierras de las estancias le han tomado sin mandar que se
apreciase sino solamente el maíz y la yuca y buhíos. Las tierras de la mejor estancia
le tomaron y los puñales y varas y ollas y calderos que en ella hallaron sin darle un
real por ello.151
Ya en Panamá, en forma taimada y pícara, Pedrarias convenció al Gobernador
De los Ríos a darse un respiro y marchar a Nicaragua a hacer una buena venta
de las mercancías que había traído de España, consejo que éste puso en práctica.

146 Juan de Grijalva: Sobrino del Gobernador de Cuba, Diego de Velázquez. En Tabasco (México),
uno de los ríos lleva su nombre. Según Bernal Díaz del Castillo (1933-I: 30), siempre mostró ánimo
de muy valeroso y esforzado capitán. Cayó en desgracia de Velázquez por las murmuraciones de
Francisco de Montejo y Pedro de Alvarado.
147 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 105-106 (Libro XLII, cap. XII).
148 En Fernández, 1886-IV: 5-6.
149 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 191-192.
150 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 294.
151 En Aram, 2008: 372.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 59

En 1527, casi el mismo


día, Pedro de los Ríos y
Diego López de Salcedo
llegaron a Granada y
León, respectivamente, y
exigieron a sus cabildos
su reconocimiento como
nuevo Gobernador, y
éstos así lo hicieron. Sin
embargo, a los pocos días,
reunidos en León, donde
después de examinar
los documentos que
21- Curato de San Vicente de Austria (El Salvador). Descripción Geográfico-Moral de la
ambos presentaron,
Diócesis de Guatemala, de Pedro Cortés y Larraz (c 1770). López de Salcedo fue
nombrado Gobernador.
Días después, Granada y León nombraron Procuradores ante la Corte para que
viajaran a España y solicitaran
• autorización para vender en Panamá y Honduras los indios esclavos que tenían
• perpetuidad de las encomiendas recibidas
• dar en herencia los naborías recibidos
• traer de España 12 esclavos negros
• llevar a España las indias esclavas y naborías con sus hijos, así como otras dos
piezas más
• supresión de las deudas contraídas con la Corona debido a la conquista y
pacificación152
Después de liberarse de Pedro de los Ríos, el Gobernador López de Salcedo
modificó los repartimientos de indios o encomiendas-repartimientos en beneficio
propio, de sus aduladores y de gente a su servicio; quitó a Diego de Albítez la
encomienda de Mateare que era de 5,000 indígenas y los marcó como esclavos
para venderlos en Panamá; ordenó dar 100 azotes en la plaza a Alonso Dorado,
por haber dicho que había de destruir la tierra de Nicaragua como había hecho a
Honduras; y se asoció con clérigos inescrupulosos para perseguir a sus enemigos
y violar la correspondencia.153
Mientras tanto, Pedrarias Dávila no se había quedado de brazos cruzado,
sino que, por medio de su esposa, la matrona varonil —título que Bartolomé de
las Casas—154 Isabel de Bobadilla y Peñalosa, sobrina de Beatriz de Cabrera (La
Bobadilla, dama principal de Isabel la Católica) y amiga confidente de Isabel de
Portugal —esposa de Carlos V—, invirtió parte del oro acumulado en sus correrías,
robos y asesinatos en la compra de voluntades entre los consejeros reales, en

152 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 248-253.


153 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 294-297.
154 Las Casas, 1957-II: 313.
60 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

especial en la de Francisco de los Cobos, Comendador Mayor de Castilla, Privado


(Secretario de Estado) de Carlos V, Caballero de Santiago y uno de los principales
impulsores del tráfico negrero entre Castilla y América Indiana, así como de la
esclavización de indígenas y su comercialización.155 María del Carmen Mena
García,156 gran conocedora de la historia de Pedrarias Dávila, lo confirma:
Se compraron testigos y se movieron todas las influencias, pero como ya Pedrarias
había sido desbancado, los testigos llamados a declarar se sintieron más libres que en
la pasada residencia a la hora de denunciar los hechos. Una vez más, las gestiones
de doña Isabel en España dieron por fruto nuevos privilegios para su marido, como
el quedar exento de responsabilidades de todo lo ocurrido con anterioridad a la
primera residencia, de manera que sólo podía ser juzgado desde 1522 en adelante.
El gobernador no pudo evitar, en cambio, ser denunciado por todos los delitos
imaginables: extorsión, malversación de fondos públicos, intimidación, tráfico ilícito
de tierras y encomiendas, tráfico de indios tomados como esclavos y un largo etcétera.
Era astuto, ¡qué duda cabe! Y tuvo en los peores momentos a la suerte de su lado,
aunque hay que reconocer que seguramente la historia se hubiera escrito de otro
modo de no tener por esposa a doña Isabel, la incansable y eterna protectora, ahora
favorecida por su amistad con la emperatriz doña Isabel de Portugal. Finalmente,
Pedrarias no sólo no salió perjudicado de este proceso, sino que fue recompensado
con un nuevo cargo, el de gobernador de Nicaragua.
El 16 de marzo de 1527, antes que el Segundo Juicio de Residencia concluyera,
la Corona española había nombrado Gobernador de Nicaragua a Pedrarias, lo que
constituyó una carta blanca a sus actuaciones criminales e ilegales, ya que estaba
sumamente interesada en que le enviara todo el oro posible, convirtiéndose así
en cómplice descarada de los crímenes y despoblación que el Furor Domini había
cometido y continuaría realizando en Nicaragua:
y porque acá se nos ofrecen grandes y excesivos gastos y tenemos mucha necesidad,
vos mando que así derechamente desde esa tierra a estos nuestros reinos o alguna
de las islas por la vía de Tierra Firme llamada Castilla del Oro o por donde a vos
os pareciere que traerá más seguridad, nos enviéis todo el oro que tuviéramos y nos
perteneciere en esa tierra.157

Pedrarias intenta apoderarse de Nequepio o Cuscatlán

E l 2 de septiembre de 1529, Pedrarias Dávila envió al Capitán Martín de Estete a


poblar la región comprendida entre Chorotega Malalaca (Golfo de Fonseca) y
Nequepio (Cuscatlán) para capturar indios, ya que muchos españoles que vivían
en Nicaragua carecían de ellos, y en especial creyendo que en esas partes había
buenas minas, porque [años atrás, durante las entradas de Gil González Dávila
y Hernando de Soto] vieron algún oro en poder de indios y vieron muchos pueblos
muy poblados de indios y tierra fértil. Su decisión fue apoyada por la mayoría de

155 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 199-201. Cabezas Carcache, 2019: 24.
156 Mena García, 2002: 165.
157 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 196.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 61

oficiales reales y, cosa inaudita, por el mismo Protector de Indios, el Presbítero


Diego Álvarez de Osorio, no así por el Alcalde Mayor Francisco de Castañeda,
quien buscó sin éxito el apoyo de las autoridades edilicias de León para que tal
decisión fuera revertida.158 En las faldas del Popocatépetl (volcán de San Vicente)
(ilustración 21), capturó al Teniente de Gobernador de San Salvador, Diego de
Rojas, y a los soldados que lo acompañaban. Luego, junto con los prisioneros
marchó a la villa de San Salvador, donde pretendió en vano que las autoridades
edilicias lo reconocieran como Teniente de Gobernador de Pedrarias. Fue hasta
los primeros días de marzo de 1530 que, en Santiago de Guatemala, el Visitador
Francisco de Orduña envió a Francisco López a San Salvador, al mando de 30
soldados de a caballo y otros tantos de a pie.159 Enterado Estete del avance de
fuerzas armadas de Guatemala, optó por retirarse, llevándose como botín más
de 2,000 indios que había esclavizado durante las entradas, siendo uno de ellos la
indígena Elvira o Elvirilla.160 Sin embargo, estando a punto de ser alcanzado por
tropas guatemaltecas, colocó a sus soldados en formación de combate, mientras
él se escapaba en compañía del Capitán Diego de Salcedo, un buen número de
soldados y los indígenas esclavos. Alrededor de 90 soldados de Estete hicieron
las paces y se domiciliaron en Santiago de Guatemala.161
A su retorno a Nicaragua, el Capitán Estete, profundamente humillado por
su fracaso en Nequepio (Cuscatlán), encontró a Pedrarias sumamente enfermo
y a Francisco de Castañeda ejerciendo de facto el poder. Éste lo encarceló por
haber ahorcado al Procurador de Ciudad de los Caballeros,162 pero sólo fue
para amedrentarlo, quedarse con parte de lo que había robado en Nequepio y
averiguar las órdenes secretas que Pedrarias le había dado. Pronto quedó en
libertad y continuó gozando del favor de Pedrarias, y después de su muerte se
convirtió en amigo de Castañeda y copartícipe en el tráfico de esclavos indígenas
a Panamá.

Pedrarias Dávila favorece tráfico de esclavos indígenas desde


Nicaragua hacia Panamá y Perú

E l 11 de abril de 1528, durante su segundo arribo a León, Pedrarias Dávila tomó


posesión como Gobernador de Nicaragua, hecho que incidiría en el incremento
del malestar y resentimiento de los indígenas, pues sus primeras órdenes fueron
la realización de entradas y correrías sobre las comunidades indígenas, la concesión
de permisos para enviar a Panamá a los indígenas capturados y el arrebato del

158 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 482-483; 1954-II: 95-100 y 285
159 Vallejo, 2008-I: 207.
160 Elvira o Elvirilla: En sucesivas ventas perteneció a Diego Galiano, Hernando de Hurtado, Luis
de Guevara, Francisco de Herrera, Francisco de Castañeda y Diego de Ayala Fue de los pocos
esclavos de Nequepio que se salvó de ser marcada con hierro candente. Por ella se pagó como
quinto real 2 pesos de oro. [Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-IV: 274; 1955-V: 459, 466].
161 Juarros, 2000: 386-387. Ayón, 1977: 220-223.
162 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1955-IV: 190
62 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

maíz y frijol a las familias indígenas. El Capitán Martín de Estete, durante su


entrada al Desaguadero, actual Río San Juan, cortó la cabeza de un indígena que
marchaba cargado y encadenado, so pretexto que languidecía y cojeaba, y no
tenía tiempo para detenerse a sacar la cadena de la argolla. Pero no sólo lo hacía,
sino que también consentía esa y otras crueldades, de las que se vanagloriaba.163
Fue en ese ambiente de hostilidad que en Olocotón (cerca del actual Malpaisillo,
al occidente de la ciudad de León), en el camino hacia las minas de Olancho, al
constatar la incursión de algunos españoles, los indígenas les hicieron frente, los
aprisionaron, sacrificaron a los españoles y a sus caballos y se los comieron en
un acto ritual. Al conocer Pedrarias lo acontecido, ordenó una correría, durante la
que se atrapó 18 indígenas, entre caciques y principales. Sin mediar juicio alguno,
mandó que, en la Plaza de Armas de León, los prisioneros fueran aperreados164
uno por uno, y que dejasen que los animales los devoraran. El cronista de Indias,
Gonzalo Fernández de Oviedo,165 presente en tan horripilante y dantesco acto,
describió lo acontecido:
Siguióse que el año de 1528 salieron de la ciudad de León el Tesorero Alonso de
Peralta y un hidalgo llamado Zúñiga y otros dos mancebos, hermanos, llamados los
Baezas; y éstos y otros, hasta 6 ó 7, cada uno fue por su parte a visitar sus plazas e
indios que los servían; pero ninguno de ellos dejaron que no se los comiesen, y aun
a sus caballos. Después Pedrarias Dávila envió un capitán con gente a buscar
los malhechores, y prendieron de ellos 17 ó 18 indios caciques e indios
principales, y mandóles Pedrarias aperrear y que los comiesen a ellos los perros.
Y un martes, a 16 días de junio de aquel año, en la plaza de León, los justiciaron
de esta manera: que le daban al indio un palo que tuviese en la mano, y decíanle
con la lengua o intérprete que se defendiese de los perros y los matase él a palos: y
a cada indio se echaban 5 ó 6 perros cachorros (por emponerlos sus dueños en esa
montería), y como eran canes nuevos, andaban en torno del indio, ladrándole, y él
daba algún coscorrón a alguno. Y cuando a él le parecía que los tenía vencidos con
su palo, soltaban un perro o dos de los lebreles y alanos diestros, que presto daban
con el indio en tierra, y cargaban los demás y lo desollaban y destripaban y comían
de él lo que querían. Y de esta manera los mataron a todos 18 malhechores, los cuales
eran del valle de Olocotón y de su comarca.
Hartados los perros, quedáronse los indios en la plaza, a causa de que se pregonó
que a quien de allí los quitase le darían la misma muerte; porque de otra manera esa
misma noche los indios se los llevaran para comérselos en sus casas. Y cómo la tie-
rra es caliente, luego otro día hedían, y al tercero o cuarto día que allí estaban, por
atemorizar o dar ejemplo a los indios, como yo había de pasar por allí de necesidad
para ir a la casa del gobernador, pedile por merced que diese licencia que se llevasen

163 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 211-212.


164 Aperreamiento. Diversión macabra utilizada por los españoles en América durante la conquista
y las primeras décadas de vida colonial. Consistía en poner a combatir a un indígena, armado
de un palo, con mastines hambrientos, hasta que éstos daban muerte al indígena. Ejemplo de
un aperreamiento en Guatemala aparece ilustrado en el Lienzo de Quauhquechollan.
165 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 100.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 63

de allí al campo o donde quisiesen, porque ya aquel hedor era insoportable. Y el


gobernador, así porque yo y otros se lo rogamos, como porque le iba su parte en ello
y estaba su casa en la misma plaza, mandó pregonar que llevasen de allí aquellos
indios; y en acabando de darse el pregón, los hicieron muchos pedazos los indios de
la comarca, que cada día vienen al tiánguez o mercado a la misma plaza, sin dejar
cosa alguna de ellos por recoger, y se los llevaron a sus casas, y no poco gozosos,
so color que lo llevaban a echar en el campo, porque sabían que a los cristianos les
parecía mal aquel manjar, y les habían amonestado que no lo comiesen. Mas a ellos
les pareció que les había dado Dios muy buena cena con aquel pregón.
El aperreamiento expuesto en los párrafos anteriores y un Auto de Fe en que se
quemaron infinito número de ídolos y cabezas de venado y pellas de sangre de ellos, que
tienen por dios de los venados, todo junto en una gran hoguera de la plaza ya dicha166
precedieron al crecido tráfico de esclavos indígenas implantado por Pedrarias.
El Auto de Fe fue realizado el 2 de octubre de 1528 por el Comendador de la
Orden de la Merced, Francisco de Bobadilla, en la Plaza de Totoaca de Nicaragua
[denominada poco antes Teoca por Fernández de Oviedo].167
El 2 de enero de 1529, Pedrarias reconoció que, en Nicaragua, se consideraba
legal el tráfico de esclavos indígenas debidamente marcados, y que en adelante
ya no lo permitiría:
Con acuerdo de la justicia y regimiento de esta ciudad [León] y de los oficiales
de Vuestra Majestad de dar licencia a los dichos pobladores a cada uno según la
necesidad que tenía para que enviasen a la ciudad de Panamá en los navíos que
al presente parten de esta tierra para Castilla del Oro algunos indios examinados
por esclavos y justamente herrados en la cara con el hierro real, examinados por la
justicia y personas que están diputados para ello, porque los pobladores de estas
partes se remedien y la dicha Panamá asimismo. Y así está acordado, que no se
saquen más esclavos.168
Como guatusero, judío renegado y pseudocristiano hipócrita que era, no
cumplió, pues en adelante el tráfico de esclavos indígenas se convirtió en la
principal actividad económica de Nicaragua, lo que Bartolomé de las Casas169
denunciaría en su Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias:
La pestilencia más horrible que principalmente ha asolado aquella provincia ha sido
la licencia que aquel gobernador [Pedrarias] dio a los españoles para pedir esclavos
a los caciques y señores de los pueblos. Pedía cada 4 ó 5 meses (o cada
vez que cada uno alcanzaba la gracia o licencia del dicho gobernador) al
cacique 50 esclavos, con amenazas que si no los daban lo habían de quemar vivo o
echar a los perros bravos. Como los indios comúnmente no tienen esclavos, cuando
mucho un cacique tiene 2 ó 3 ó 4, iban los señores por su pueblo y tomaban lo
primero todos los huérfanos, y después pedía a quien tenía 2 hijos 1, y quien 3, 2;

166 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 56.


167 Fernández de Oviedo, 1855-IV: 39.
168 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-I: 452-453.
169 Las Casas, 2011: 52-53.
64 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

y de esta manera cumplía el cacique el número que el tirano le pedía, con grandes
alaridos y llantos del pueblo, porque son las gentes que más parece que aman a
sus hijos. Como esto se hacía tantas veces, asolaron desde el año de 23 hasta el año
de 33 todo aquel reino, porque anduvieron 6 u 7 años 5 ó 6 navíos al trato [en el
negocio], llevando todas aquellas muchedumbres de indios a vender por esclavos a
Panamá y al Perú, donde todos son muertos, porque es averiguado y experimentado
millares de veces que sacando los indios de sus tierras naturales, luego mueren más
fácilmente, porque siempre no les dan de comer, y no les quitan nada de los trabajos,
como no los vendan ni los otros los compren sino para trabajar.
En carta a la Corona, Francisco de Castañeda señaló que, entre 1528 y el 4 de
octubre de 1529, en el rubro de registro y marca de esclavos indígenas, se habían
obtenido 860 pesos y 411 gramos de oro (387.275 maravedíes), lo que supondría algo
menos de un millar de esclavos indígenas, si aceptamos la estimación del gobernador
[Pedrarias] de que un esclavo nativo valía 5 pesos a lo sumo.170 Es más, el mismo
funcionario indicó a la Corona:
Suplico a Vuestra Majestad no la burla que acá pasa. El Protector [Diego Álvarez
de Osorio] siempre ha dicho que se herraban aquí indios por esclavos que eran
libres y no esclavos, y de ello ha informado a Vuestra Majestad. Y a esta causa, para
que no se herrasen fuera de aquí esclavos, sino aquí en esta ciudad para que él los
viese herrar, porque no se herrase ninguno libre, que en esta tierra no hay otro
provecho sino es el de los esclavos, se tomó un hierro que tenían en la ciudad de
Granada para herrar y se trajo al Arca de
las Tres Llaves,171 y aunque ha pedido el
dicho hierro el concejo de Granada para
herrar allá los esclavos porque dicen que
en traerlos acá pasan trabajo, no se lo
quisimos dar el dicho hierro para que allá
herrasen.172
Es un hecho histórico bien
comprobado, el que ningún historiador
serio puede negar, que Pedrarias Dávila
incrementó dicho tráfico esclavista, pues
autorizó que 5 ó 6 barcos se dedicaran a
22- Dibujo rememorativo del encuentro de Cristóbal Colón con
tan macabro medio de enriquecimiento, comerciantes mayas, en julio de 1502, al sur de las Islas de la Bahía
negocio dirigido por Hernán Ponce (Honduras). Acuarela de Víctor Manuel Aragón.

170 En Aram, 2008: 222.


171 Arca de las tres llaves: Baúl con tres cerraduras en el que gobernaciones, concejos y cabildos
eclesiásticos guardaban la documentación, fondos monetarios, sellos y bienes importantes.
En el caso de los cabildos, un alcalde, un regidor y el Escribano de Cabildo guardaba una de
las llaves, respectivamente, lo que obligaba a que su apertura sólo podía ser realizada cuando
los tres estaban presentes.
172 Vega Bolaños (Colección Somoza), 1954-II: 211.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 65

de León,173 Hernando de Soto y Francisco Campañón, pero en el que también


participaron el mismo Pedrarias, Francisco de Castañeda y Martín de Estete. No
por algo, el brillante historiador Murdo McLeod174 escribió de Pedrarias:
Aún más —de acuerdo a lo que conocemos de este hombre, su habilidad organizativa
y su temperamento exclusivista— muy probablemente se apropió de las partes más
lucrativas del negocio. Toda pretensión de enviar sólo esclavos marcados y hechos en
forma legítima había sido abandonada para cuando Pedrarias comenzó a participar.
En 1529, representantes de Francisco Pizarro y Diego de Almagro llegaron a
León y solicitaron a Pedrarias autorización para que los vecinos de Nicaragua
participaran en la conquista de Perú y llevaran consigo esclavos indígenas, pero
no lo consiguieron debido a un desaire que Almagro le había hecho en Panamá,
en tiempos en que le realizaban el segundo juicio de residencia, y que le había
obligado a salir de la sociedad de la Armada al Perú que se había formado.175
Además de su respuesta negativa, Pedrarias aprovechó tan singular circunstancia
para proponer a Hernán Ponce de León, Hernando de Soto y Francisco Campañón,
principales negociantes de esclavos indígenas en Nicaragua, a formar una
sociedad para disputar a Francisco Pizarro y Diego de Almagro la conquista
de Perú.176 Sin embargo, cuando los personeros estaban por zarpar, intentó sin
éxito inspeccionar sus dos barcos, pues habían cargado los dichos navíos de piezas
esclavas y no esclavas e indios libres y sin tener licencia para ello, y además habían
permitido subir a bordo a delincuentes cristianos. Debido a las airadas protestas
de vecinos en León, porque no se les había permitido marchar a Perú, Pedrarias,
apoyado por el Presbítero Diego Álvarez de Osorio, Diego de la Tobilla, Francisco
de Castañeda y Alonso Pérez de Valer, aceptó que Hernán Ponce de León y
Hernando de Soto, en barco propio, salieran tras los comisionados de Almagro
y llevaran consigo indios esclavos.177 Posiblemente, Pedrarias desconocía que
éstos ya estaban apalabrados con los delegados de Almagro y con el mismo
Alcalde Mayor Francisco de Castañeda, y que la mayoría de esclavos que habían
sacado eran de su propiedad, como algún tiempo después Francisco Pizarro
lo reconocería.178 A partir de este momento, el tráfico de esclavos indígenas de
Nicaragua, marcados y no marcados, se hizo para venderlos a los conquistadores
de Perú.

173 Hernán Ponce de León: En 1519, junto con el piloto Juan de Castañeda exploró desde Punta
Burica hasta el Golfo de Nicoya, descubriendo el Golfo de Osa y el Golfo de San Lúcar,
también conocido como de Chira; y uno de los principales traficantes de esclavos indígenas
hacia Panamá y Perú. Llegó en 1516 al Darién en la Armada de Pedrarias Dávila. En unión de
Andrés Garabito se entrevistó con Pedro de Alvarado, en las cercanías del Golfo de Fonseca.
Participó en la detención de Francisco Hernández de Córdoba, en Granada. En 1536, junto
con Hernando de Soto se trasladó al Perú. En 1548 consiguió Carta Ejecutoria de Hidalguía.
174 MacLeod, 1980: 43.
175 Fernández de Oviedo, 1853-III: 119-120.
176 Ayón, 1977: 217-218.
177 Aram, 2008: 223.
178 Bancroft, 1883-VI: 608.
66 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Correrías de Tonatiuh en Honduras

E n 1502, durante su cuarto viaje, Cristóbal Colón descubrió en la Bahía de


Honduras a comerciantes indígenas que viajaban en una canoa. Pormenores
de ese encuentro aparecen en varias crónicas. En una de ellas, en la Historia
General de las Indias, Bartolomé de las Casas señaló:179
Llegó una canoa llena de indios, tan luenga como una galera, y de ocho pies de
ancho; traían en medio de la canoa un toldo de esteras, hechas de palma, que en la
Nueva España llaman petates, dentro y debajo del cual venían sus mujeres e hijos,
y hacendejas y mercaderías, sin que agua del cielo ni de la mar les pudiese mojar
cosa. Las mercaderías y cosas que traían eran muchas mantas de algodón, muy
pintadas de diversos colores y labores, y camisetas sin mangas, también pintadas
y labradas, y de los almaizares con que cubren los hombres sus vergüenzas, de las
mismas pinturas y labores. Item, espadas de palo, con unas canales en los filos, y allí
pegadas, con pez e hilo, ciertas navajas de pedernal, hachuelas de cobre para cortar
leña, y cascabeles, y unas patenas, y crisoles para fundir el cobre; muchas almendras
de cacao. Su bastimento era pan de maíz y algunas raíces comestibles, y su vino era
del mismo maíz, que parecía cerveza. Venían en la canoa hasta 25 hombres, y no se
osaron defender ni huir, viendo la barca de los cristianos.
Aunque Colón permitió que los comerciantes indígenas prosiguieran su
travesía, se quedó con un anciano para que lo guiara a la región en que conseguían
oro. Años después, cuando Hernán Cortés hizo el viaje a Las Hibueras, los mexicas
le dieron razón de casi todos los pueblos de la costa hasta llegar donde está Pedrarias de
Ávila, gobernador de Vuestra Majestad. También le informaron que, por causa de
mercaderes españoles tratantes de indígenas, los pobladores indígenas de la costa
se habían internado en los montes.180 Sobre ese mismo particular, Bernal Díaz
del Castillo181 relata que en Güeyacalá los indígenas brindaron información
a Cortés sobre la región de Honduras, donde se encontraban otros hombres
blancos con barbas y caballos, y todo se lo trajeron figurado en unas mantas y
aun los ríos y ciénagas y atolladeros.
El descubrimiento de oro hecho por Colón en costas centroamericanas y la
búsqueda de un canal o mar abierto hacia las Indias Orientales motivaron su
exploración y dieron como resultado el descubrimiento de islas densamente
pobladas en la Bahía de Honduras (Guanaja, Roatán, Guaymoreta, Guayama y
Utila), lo que aprovecharon para reponer con esos indígenas, esclavizados en
operaciones denominadas salteamientos, a la población de las Antillas Mayores, que
había fallecido por causa de las epidemias y el trato brutal que los conquistadores
españoles le daba.182

179 Las Casas, 1957-II: 55.


180 Cortés, 1844-IV: 11.
181 Díaz del Castillo, 1934-II: 169.
182 García Peláez, 1968-I: 61-63.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 67

Tales salteamientos facilitaron el descubrimiento de Yucatán, el inicio de la


conquista del imperio azteca y continuaron realizándose durante las décadas de
1520 y 1530.
Pedro de Alvarado fracasó en forma rotunda en su expedición a Perú, pues fue
obligado a entregar toda la armada, a cambio de 120,000 pesos oro y uno de los
barcos en que le obligaron a retornar directamente a León (Nicaragua), sin hacer
escala en Panamá:
y de concierto se me dio un navío de los que yo le vendí, para que viniese en él, y no
permitieron que yo viniese a tomar puerto a Panamá, porque sabían que yo iba con
intención de ir luego a besar las Reales Manos de Vuestra Magestad, y a pedir se
me hiciese justicia y fuesen castigados los que tantos deservicios hicieron a Vuestra
Magestad, y a mí tantos agravios y descomedimientos; antes dijeron que no me
darían pasaje sino para algún puerto de esta Gobernación, y de secreto mandaron
que me dejasen en la Provincia de León de Nicaragua; sin consentir que viniese
conmigo ningún español de los que yo llevé y se querían venir conmigo, a fin de que
yo no pudiese en parte donde hubiese justicia, hacer probanza de lo que conmigo
hicieron.183
El 20 de abril de 1535, al referir su ingreso a Santiago de Guatemala (Almolonga),
Tonatiuh escribió: hallé los indios naturales de ella algo alterados.184 Antes que
finalizara ese año, se enteró que Carlos V había nombrado al Licenciado Alonso
de Maldonado para que le realizara un Segundo Juicio de Residencia. Optó por no
esperarlo y, so pretexto que Andrés de Cereceda le había solicitado ayuda militar
partió hacia Honduras a principios de 1536, para marchar desde allí a la Corte
española a comprar el perdón con parte del oro recibido en Perú. Lo acompañaban
los capitanes Juan de Chávez y Gonzalo de Alvarado, un buen número soldados
españoles y una gran cantidad de indígenas, de los que alrededor de 3,000 eran
achíes, con sus mujeres e hijos, así como de algunos cakchiqueles.185
Tres años después, en 1539, el Presbítero Cristóbal de Pedraza, en su Relación
de Varios Sucesos Ocurridos en Honduras, al referirse a tales correrías de Tonatiuh,
señaló que, durante la apertura del camino hacia San Pedro de Puerto Caballos,
los naturales de la región se sometían fácilmente por temor al canibalismo de los
achíes, a los que calificó como la más cruel gente de cuantos indios hay en todas las
Indias:186
y con la gran ayuda que trajo [Pedro de Alvarado] de los españoles e indios amigos,
fue a esta parte para que los indios naturales de esa gobernación viniesen más aína
de paz, porque como pasó abriendo el camino por donde pasó para ir al dicho puerto
de Caballos, fue dándoles guerra, y como los dichos indios que trajo consigo es la
más cruel gente de cuantos indios hay en todas las Indias, mayores carniceros y
comedores de carne humana de todas ellas, y que a la hora que tomaban el indio, en

183 Libro Viejo, 1934: 302.


184 Libro Viejo, 1934: 304.
185 Pedraza, 1916: 147. Chamberlain, 1947: 56. García Peláez, 1968-I: 88. Memorial, 2002: 107-108.
186 Pedraza, 1916: 161.
68 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

la misma hora lo sacrificaban y hacían pedazos y se lo comían, corriendo sangre a


medio asar; y en tomando al niño, aunque estuviese a los pechos de su madre, vivo
lo ponían en un asadero y se lo comían, que por cierto me dijo un español de los que
con el dicho Adelantado vinieron, que llegó una noche a un pueblo él y otros tres
cristianos que habían ido a ranchear buscando maíz y comida, y que estaban en el
dicho pueblo una cuadrilla de no sé qué tantos aches, de los dichos indios que traía
consigo, que así se llamaban por nombre los aches, como los de México los mexicanos,
y que contó 30 y tantos asaderos, y en cada uno un niño asando, que me quebró el
corazón, sin otras más de 20 ó 30 personas sacrificadas, haciéndolas pedazos para
repartir pieza por pieza entre ellos para llevar de camino para comer; de la cual
entrada, según soy informado, así de comidos de los dichos aches, como de muertos y
sacrificados, como de esclavos que se hicieron, y otros muchos libres que se sacaron y
llevaron de la tierra, fueron muertos y llevados más de 6,000 personas entre hombres
y mujeres, chicos y grandes, entre los cuales fueron los 3,000 hechos esclavos, y que
del pueblo que había 400 ó 500 casas al tiempo que el dicho Adelantado don Pedro
de Alvarado vino a la dicha gobernación, había cuando vino el dicho Adelantado don
Francisco de Montejo solas 300, y que de solo un pueblo que se dice Taloa, que está
a dos leguas de esta dicha ciudad, me dijeron todos los principales del dicho pueblo
que de solas mujeres y niños, comidos y llevados, pasaron de 200 ánimas, y como los
naturales de esta tierra no comen carne humana, ni jamás oyeron decir que tales los
hombres comían, quedaron tan espantados y castigados que así cómo el Adelantado
don Francisco de Montejo y sus capitanes fueron sobre ellos y les comenzaban a dar
guerra, luego le venían de paz, y asimismo viendo el buen tratamiento que el dicho
Adelantado don Francisco de Montejo les hacía, y los dichos sus capitanes, para
traerlos, porque así convenía, según el espanto que todos tenían de lo que de antes
había pasado; y este espanto y temor causó la venida del dicho Adelantado don Pedro
de Alvarado.187
El 21 de mayo de 1536, al llegar al pueblo de Buena Esperanza, Cereceda
entregó a Tonatiuh el cargo de Gobernador de Honduras. De inmediato, atacó a
los de Choloma y el 27 de junio de 1536, una vez que los había sometido, fundó
la villa de San Pedro de Puertos Caballos (en la actualidad, San Pedro de Sula).
Luego, pasó al Río Ulúa, donde enfrentó y venció al Cacique Zozumba, al que
el Memorial de Sololá, denomina Tzutzumpan.188 Durante uno de estos últimos
enfrentamientos, murió en combate Gonzalo Guerrero, náufrago español y
cacique de Chetumal que había acudido en ayuda de Zozumba, con guerreros
mayas transportados en 50 canoas.189
El 27 de julio de 1536, Alvarado informó al Ayuntamiento de Santiago de
Guatemala (Almolonga) que zarparía hacia España. Luego, mandó que le
llevaran a Puerto Caballos una carabela que estaba en Trujillo, y a mediados de

187 Pedraza, 1916: 161-163.


188 Memorial, 2002: 107-108.
189 AGCA, A1.23, leg. 4575, exp 39528, fol. 35. Sheptak, 2014.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 69

agosto partió hacia La


Habana (Cuba), para
de allí proseguir hacia
la Península Ibérica.190
Antonio de Herrera y
Tordesillas,191 en una
de sus Décadas, juzga
que el principal motivo
del viaje fue para no ser
hecho prisionero por
Alonso de Maldonado y
buscar cómo arreglar su
situación directamente
en la Corte:
Con que excusó que el
Juez no ejecutase en él
la orden que llevaba en
23- Réplica de Galeón San Salvador, construido por Juan Rodríguez Cabrillo en el puerto enviarle preso, confiando,
de Iztapa (Guatemala). Museo Naval de San Diego (California).
que, hallándose en la
Corte, no faltarían
medios para templar la ira, que contra él podría haber.

Construcción de Armada de Tonatiuh hacia Islas de las Especies

U rgentes intereses económicos de la Corona española y, en especial los


particulares de Francisco de los Cobos y Beltrán de la Cueva y Toledo,
socios de Tonatiuh en el tráfico de esclavos, permitieron que Pedro de Alvarado
recuperara el favor de Carlos V y que el Consejo de Indias no le importunara
con nuevas demandas. Y así el 17 de abril de 1538 se firmó la Capitulación para la
Expedición a las Islas de las Especiería y del Maluco.
Antes del 17 de octubre de 1538, el Adelantado Alvarado contrajo matrimonio
con Beatriz de la Cueva, hermana de Francisca, su anterior esposa. Tanto este
enlace, como el anterior eran ilícitos, pues Tonatiuh había recibido a la princesa
Luisa Xicoténcatl in facie Ecclesiae. Necesitó por lo tanto una nueva dispensa
papal. Fue por esto que el mismo Carlos V solicitó la licencia a Paulo III, muy
conocido en los ambientes cortesanos por su vida licenciosa, nepotismo y porque
su hermana Julia Farnesio había sido amante del Sumo Pontífice Alejandro VI. Al
respecto, Antonio de Remesal192 comentó:

190 Recinos, 1986: 157.


191 Herrera y Tordesillas, 1991: Década VI, Libro I, Capítulo VIII.
192 Remesal, 1932-I: 37.
70 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Dentro de pocos días murió doña Francisca de la Cueva y favorecía tanto el


Comendador mayor193 al Adelantado, que por intercesión del César194 alcanzó
dispensación del Papa, para que se casase con una hermana de la muerta, que se
decía doña Beatriz de la Cueva: ¡licencia que se da raras veces en la Iglesia de Dios,
en aquellos siglos poco usada y en éste menos. y entonces pareció mayor liberalidad
del Sumo Pontífice, por haber sido el primer matrimonio consumado!
El Viernes Santo, 4 de abril de 1539, fue el retorno de Tonatiuh cuando
desembarcó en Puerto Caballos y de lo que informó al Ayuntamiento de Santiago
de Guatemala::
gracias a Nuestro Señor yo soy llegado a salvamento a este Puerto de Caballos, con
tres naos gruesas y 300 arcabuceros y otra mucha gente, donde pienso detenerme
algunos días, hasta que de esa Ciudad me venga despacho y ayuda para mi pasage.
Pídoos, Señores, por merced, que en todo se favorezca a esos españoles que envío,
para que más cumplidamente, yo sea proveído de lo necesario para mi partida.
Porque yo envío a mandar a [Alonso de] Paz, que
luego se junten todos los más indios que fuere posible
de los míos; y así recibiré merced con los demás, que
fuera de éstos se me enviaren; porque demás de recibir
yo merced en ello, Su Majestad lo manda. Y porque
más particularmente vuestras mercedes sabréis del
portador de ésta todo lo de mi jornada, por no ser largo
lo dejo de decir, y porque placiendo a Nuestro Señor
nos veremos presto. Solamente me queda de decir como
vengo casado, y Doña Beatriz está muy buena; trae 20
doncellas muy gentiles mujeres, hijas de caballeros, y
de muy buenos linajes; bien creo que es mercadería, que
no se me quedará en la tienda nada, pagándomela bien,
que de otra manera excusado es hablar en ello.195
Según la carta que el 4 de agosto de 1539 el
24- Francisco Marroquín
Adelantado Alvarado envió a Carlos V, el 5 de
abril dispuso que 200 hombres, equipados con azadones y machetes, iniciaran la
apertura de un camino para recua entre Puerto Caballos y la villa de San Pedro,
el que fue terminado en 10 días. Luego regresó al puerto y, durante 25 días,
supervisó el desembarco de lo que traía, en especial las municiones y armamentos.
Al concluir, se trasladó a la villa de San Pedro y empleó 43 días en el acarreo,
en el que se utilizó 34 mulas que había traído de la Isla de Santo Domingo.196
Sin embargo, se cuidó de indicar los centenares de indígenas que empleó como
tamemes, como lo señaló fray Bartolomé de las Casas en su Brevísima Relación de

193 Francisco de los Cobos.


194 Carlos V.
195 Libro Viejo, 1934: 328-329.
196 Libro Viejo, 1934: 339.
Esclavitud Indígena en Nicarfagua y Honduras 71

la Destrucción de las Indias.197 Igualmente, Antonio de Remesal, fraile dominico,


denunció el desplazamiento forzado de indígenas:
Con esta venida del Adelantado se inquietó y alteró toda la tierra y los miserables
naturales pedían a los montes que cayesen sobre ellos y los cubriesen; y a la tierra
que los recogiese en sus entrañas para escaparse de la furia del Adelantado que los
amenazaba […] Y escarmentados los indios, se inquietaron y alteraron, huyendo
a los montes: pero no les aprovechaba para escaparse de su perdición. Que no sólo
alcanzó a los de Guatemala, sino también a los de la Provincia de Chiapa, de donde
sacó gran número para pasar la jarcia y anclas que dice el Obispo desde Puerto de
Caballos y Trujillo que están en el mar del Norte, a Iztapa y Sonsonate, puertos del
mar del Sur, según parece por los libros de Cabildo de Ciudad Real y los asientos que
en este año de 1539 se hallan acerca desto.198
Álvaro de Paz, Mayordomo de Tunatiuh, fue quien se encargó de trasladar
a Honduras a indígenas de los repartimientos que éste tenía en Guazacapán,
Tecocistlán, Tecpán Atitlán, Totonicapán, Quetzaltenango y Atitlán. El Memorial
de Sololá199 dio fe de tal movilización:
Antes de que terminara el segundo año del tercer ciclo [antes del año 42 después
de la revolución], fueron a recibir al Señor Tunatiuh a Porto Cavayo, cuando
desembarcó Tunatiuh después de haber ido a Castilla. Uno de los Señores fue a
recibirlo. Nosotros200 también fuimos allá ¡oh hijos míos!
Durante los últimos meses de 1539 y los de la mayor parte de 1540, la principal
preocupación de Tonatiuh fue la Armada con la que pensaba emprender la
expedición a las Islas de las Especies y Molucas, cuya construcción en el Puerto de
Iztapa encargó a Juan Rodríguez Cabrillo, originario de Palma del Río (Córdoba),
invistiéndolo con vara de justicia para tener en paz a la gente que estaba en el puerto,
como lo confirmó Álvaro de Paz, Mayordomo del Adelantado que tenía a su cargo
sus haciendas.201 Mientras Rodríguez Cabrillo construía 12 galeones, una galeota
de 20 bancos y un bergantín de tres (ilustración 23), desde los puertos de Veracruz
(México) y Puerto Caballos (Honduras), miles de indígenas transportaban
anclas, hierros, clavazón, aparejos, cañones y pipas de agua. Si el traslado de
Puerto Caballos a la ciudad de Gracias a Dios exigió 43 días, cuántos serían de
este último a Iztapa, o peor desde Veracruz. Miles de indígenas no resistieron la
carga y murieron, pero de inmediato eran reemplazados por nuevos relevos. El
Obispo Francisco Marroquín (ilustración 24) se expresó con mucha dureza sobre
el particular:
lo que sentimos los que acá estamos que, por su grandeza, se han de despoblar estas
tierras y recibir mucho daño, y por esta provincia digo que ya otras veces, en especial
en la otra armada, la lloré mucho, y ahora de nuevo comienzo a llorar, porque con

197 Las Casas, 2011: 77-80.


198 Remesal, 1932-I: 222-223.
199 Memorial, 2002: 108-109.
200 Se trata de Francisco Hernández Arana, uno de los que redactaron el Memorial de Sololá.
201 Méritos, 1934: 495.
72 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

esta armada veo los naturales y los españoles tan desasosegados, y al gobernador tan
poco cuidado de mirar por ella, ni hacerle bien, ni aprovecharla que no se en qué ha
de parar; sus pensamientos están puestos en la armada y todo ha de ser a costa de
esta pobre gobernación, y el daño yo no lo puedo remediar, porque soy solo; vuestra
Majestad.202
Por si fuera poco, Alvarado consiguió que el Obispo le prestara 1,350 pesos
pertenecientes a la fundación de la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios
para emplearlos en la construcción de la armada, los cuales nunca pudieron
ser recuperados.203 Puede que sean parte de los 1,500 pesos oro de minas que
Alvarado debía al Obispo, deuda que aparece en el protocolo del Escribano de
Cámara y de la Real Audiencia Diego de Robledo con fecha 13 de febrero de
1545.204
Para comprender mejor el efecto que la construcción de la Armada provocó
sobre los indígenas, existe el escrito Carta de los yndios Tlaxcalteca y mexicanos al
Rey sobre ser maltratados que Francisco de Oñate, residente en Almolonga envió a
Carlos V el 15 de marzo de 1547, en que se refiere a los agravios sufridos durante
la construcción de la Armada:
Después de algunos años pasados fue el dicho don Pedro de Alvarado a Castilla y a
la vuelta vino hecho Adelantado por vuestra real Majestad y comenzó luego a hacer
una armada muy grande para descubrir tierras nuevas, donde tornaron a renovar
y a crecer los trabajos que solíamos tener porque tornamos a tributar de nuevo y
a trabajar en cortar y aserrar madera y hacer pez y maromas y carbón para hacer
navíos y fustas y servicios excesivos y a toda su casa mantenida y sobrada y todos
mayores trabajos que pasaron los hijos de Israel, y donde casi de los que habíamos
quedado y escapado perecimos de los grandes y malos tratamientos y dolencias que
por nosotros pasó.205

202 Sáenz de Santamaría, 1964: 157.


203 Sáenz de Santamaría, 1964: 47.
204 AGCA, A124, leg. 2196, fol. 170.
205 AGI, Guatemala 52.
CONTENIDO
LAS CASAS, LEYES NUEVAS Y
ABOLICIÓN DE ESCLAVITUD INDÍGENA

T ezulutlán, la Tierra de Guerra de las huestes españolas, fue la región en que frailes
dominicos, encabezados por Bartolomé de las Casas, pusieron en práctica lo
que éste había escrito en su De unico vocationis
modo gentium ad veram religionem, es decir,
proponer a los indígenas las enseñanzas del
Evangelio, por medios pacíficos, para que sin
coacción alguna decidieran si las aceptaban.
Tal escrito constituía el remedio a los
crímenes que los soldados españoles habían
venido cometiendo, so pretexto que el Papa
Alejandro VI (Rodrigo Borgia, célebre por
su vida incestuosa y los actos de nepotismo)
había encargado al Reino de Castilla la
conversión de los infieles de las nuevas tierras
descubiertas. Con dicho ensayo misionero,
Las Casas intentaba hacer una propuesta
práctica de lo que se establecía en la Sublimis
Deus, Bula Papal emitida por el Papa Paulo
III (ilustración 25) el 2 de junio de 1537, a
solicitud de Fray Bernardino de Minaya
(op) y Fray Julián Garcés (op), Obispo de
Tlaxcala, en la que declaró urbi et orbi que
los indígenas eran seres dotados de razón y
que no podían ser esclavizados ni privados
25- Paulo III. Oleo de Tiziano. Museo de Capodimonte de su libertad o del dominio de sus bienes,
(Nápoles).
pues eran humanos; y que tenían derecho
74 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

a abrazar la fe cristiana, la cual debía serles predicada con métodos pacíficos,


evitando todo tipo de crueldad.
Los dominicos iniciaron en secreto la entrada misionera a la Tierra de Guerra.
Sin embargo, cuando tal proyecto fue conocido en Santiago de Guatemala
(Almolonga), los conquistadores y colonizadores españoles reaccionaron en
forma airada, como el Obispo Francisco Marroquín lo explicó en carta del 27
de marzo de 1539, al igual que Fray Pedro de Angulo (19/2/1542) cuando se
refirió a la furia de los españoles que [decían] nos desbaratarían cuanto hiciésemos.206
Ante el malestar de los españoles, los dominicos abandonaron temporalmente
su proyecto misionero en Tezulutlán y decidieron que Bartolomé de las Casas
y Rodrigo de Ladrada viajaran a Madrid a buscar directamente en la Corte una
solución que no impidieran la predicación del Evangelio por medios pacíficos.
Esta fue la razón por la que la conquista pacífica de Tezulutlán se convirtió en
el evento misionero precursor de la gestación e institucionalización de las Leyes
Nuevas.

Viaje de Las Casas a la Corte española

P or recomendación de los frailes de su comunidad dominica en Tezulutlán, en


1540, Bartolomé de las Casas, acompañado de Fray Rodrigo de Ladrada, viajó
desde Santiago Guatemala a México, y desde ahí a la Corte española. Llevaba
consigo cartas de recomendación que le habían dado el Obispo de Guatemala
Francisco Marroquín (22/11/1539), el Obispo de México Juan de Zumárraga
(17/4/1540), el Oidor de la Audiencia de Nueva España Alonso de Maldonado
(16/10/1539) [futuro primer Presidente de la Audiencia de los Confines] y hasta el
mismo Gobernador de Guatemala, Pedro de Alvarado (18/11/1539), en la que se
expresó bien de Las Casas, sin sospechar en los arcanos propósitos que llevaba:
Después de escrita ésta, se ha ofrecido hacer saber a Vuestra Majestad, como un
Fray Bartolomé de las Casas de la orden de Santo Domingo que en esta Ciudad
teníamos, muy honrado religioso y persona que hace mucho fruto en la tierra con
su buena doctrina, así en los indios como en los cristianos, va a besar las Manos de
Vuestra Majestad, y traer algún religioso de su compañía para que esta tierra sea
más doctrinada, y Dios y Vuestra Majestad servidos. Suplico a Vuestra Majestad
mande sea favorecido en todo lo que se le ofreciere, pues todo su trabajo e ida a esa
Corte es para más servicio de Dios y de Vuestra Majestad.207
Dado que Carlos V se encontraba en Flandes, el 15 de diciembre de 1540, Las
Casas pidió a Jacobo de Testera, miembro de la Orden de Frailes Menores de San
Francisco, portar una carta suya al Emperador, así como las recomendaciones
recibidas en Guatemala y México. Sabía que serían entregadas en las propias
manos del monarca pues, antes de ser enviado a México, Testera había sido
Predicador e intérprete en la Casa Real. En su carta al Rey, Las Casas explicaba la

206 En Sáenz de Santa María, 1964: 42 y 45.


207 Libro Viejo, 1934: 350-351.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 75

razón por la que había abandonado la pacificación de Tezulutlán, en la Verapaz


(Guatemala), y estaba en España:
besar las manos de Vuestra Majestad y a darle relación muy necesaria a la persona
real de Vuestra Majestad como de cosas en que verdaderamente consiste el mayor
servicio e interés […] y así fue necesario suspender la dicha negociación y mandado
de Vuestra Majestad [la pacificación de Tezulutlán], pues no padecería mucho
riesgo poner en ella alguna dilación […] por la cual ausencia no chico inconveniente
siento que se seguirá a todas las Indias, porque se habrá de diferir la relación que
digo que a Vuestra Majestad vengo a hacer y por consiguiente el remedio.208
Como en la Corte española se sabía que el Emperador tardaría por retornar,
durante su espera (15/12/1540-1/12/1541), Las Casas se dedicó a la redacción de
crónicas sobre la conquista y colonización de las Indias Occidentales, así como
sobre los remedios a seguir para el cese de tanta inhumanidad. Además, durante
ese período, divulgó esos escritos entre la burocracia real y universidades, en
especial, el conocido como relación,209 los que impresionaron al emperador y a un
buen número de personalidades,210 al grado que los integrantes de las Cortes de
Valladolid expresaron:
Suplicamos a Vuestra Majestad mande remediar las crueldades que se hacen en
las Indias contra los indios, porque de ello será Dios muy servido y las Indias se
conservarán y no se despoblarán como se van despoblando.211
Años antes de esta visita a Flandes (Países Bajos), Jacobo de Testera había
enviado a Carlos V dos cartas en las que enumeraba las tropelías que los
conquistadores españoles cometían en Nueva España y Guatemala. Igualmente,
en 1533, como parte de los franciscanos de México, firmó una carta en la que,
como los profetas bíblicos, los seguidores de Francisco de Asís condenaban los
nombramientos que la Corona había hecho del Presbítero Francisco Marroquín
y del Adelantado Pedro de Alvarado como encargados de la marca con hierro
candente de los indígenas esclavizados, tanto de guerra como de rescate:
Nuestra querella es enderezada contra Vuestra Majestad […] Esto decimos por
el hierro de rescate que se envió para la desdichada provincia de Guatimala.
¡Desdichada!, decimos, porque en su conquista fue sin misericordia destruida,
y ahora que estaba pacífica, donde había de ser favorecida para que se restaurase,
vínole el hierro con que del todo se acabe de consumir […] No podemos alcanzar
con qué fin fue movido el que tal relación fue a dar212 a vuestro Consejo para que

208 Las Casas, 1958-CX: 69.


209 Relación: Larga recopilación que serviría para la redacción de Brevíssima relación de la
destruyción de las Indias.
210 Las Casas, 1957-I: CXLI, nota 372.
211 Las Casas, 1957-I: CXLI, nota 385.
212 Se trata de Domingo de Betanzos (op), quien en 1532 sostuvo ante el Consejo de Indias que los
indios eran incapaces de la fe y que en cinco años se habían de acabar y que, aunque el Emperador y
Papa con todos sus poderes, ni la Virgen con toda la corte celestial entendiesen en su remedio no eran
bastantes porque eran docti in reprobum sensum in consilio sanctissimae trinitatae perpetuo in acta
peccata sua.
76 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

tan gran crueldad concediese, ni podemos imaginar cuán perentorias fueron las
razones de aquel que así pudiese convencer la sabiduría de tan claros varones
como hay en vuestro alto Consejo, para que tal cosa otorgasen; y así creemos que
debió ser muy sutil y engañosa la paliada ocasión que dio de algún gran provecho
para la tierra el que esto pidió, pues que asistencia tan católica conmovió; porque
la concesión del hierro es contra la ley divina, la que no consiente que los libres
se hagan esclavos, aunque en la tal servidumbre intervenga Autoridad Real. Pero
podrían decir los de vuestro Real Consejo que ellos no dan autoridad para herrar,
sino los que son justamente esclavos. A esto decimos que acá no hierran sino
libres, y la razón es porque los españoles tienen sobra de codicia e importunan a
sus caciques que les rescaten esclavos a trueco del tributo que les han de dar, y los
tristes por verse libres danles de sus macehuales libres por esclavos, los cuales por
miedo no osan alegar libertad, y como el hierro se encomendó a quien le procuró, no
cura de hacer larga examinación […] La tal concesión es contra vuestro Imperial
oficio, el cual es amparar la Iglesia e libertar a los injustamente cautivos. Y cómo,
Señor, el sacro óleo con que fuisteis ungido por coadjutor de Dios fue para afilar
vuestro Real cuchillo contra los inocentes y pupilos; para contra los tiranos os
concedió el estoque el Vicario de Cristo el día de vuestra Imperial coronación os
dio: que no para contra los tristes vasallos vuestros.213

Junta de Letrados en Valladolid

A su regreso a la Corte y motivado por las conversaciones que había tenido


en Flandes con Fray Jacobo de Testera, Carlos V recibió a Bartolomé de las
Casas, ocasión en la que fue informado sobre lo que en las Indias acontecía y
los cohechos que sus ministros perpetraban en su propia Corte, para que no se
enterara de lo que en sus colonias sucedía. Ante los datos y pruebas que Las Casas
le presentó, el Emperador ordenó al Doctor en Cánones, Consejero de Estado y
Guerra y Presidente del Consejo de Castilla, Doctor Juan de Figueroa, celebrar
en Valladolid una Junta de Letrados, presidirla y escuchar lo que Bartolomé
de las Casas y Francisco de Vitoria (op) tenían que decir sobre la conquista y
colonización de las Indias; y que, con base en tales exposiciones y discusiones,
se formulara un dictamen resolutivo. Además, le instruyó que, con todo el sigilo
necesario, investigara las acusaciones que había contra los Consejeros de Indias.
El Doctor Figueroa integró la Junta con las siguientes personalidades:
• Cardenal Arzobispo de Sevilla Fray García de Loaysa, Presidente del Consejo
de Indias;
• Obispo de Cuenca y Presidente de Valladolid, Sebastián Ramírez de Fuenleal;
• Don Juan de Zúñiga, ayo del Príncipe de Asturias, Felipe II, y Comendador
Mayor de Castilla;
• Don García Manrique, Conde de Osorno y Presidente del Consejo de Ordenes;

213 Testera, 1914: 13-16.


Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 77

• Secretario Francisco de los Cobos, Comendador Mayor de León y Secretario


del Consejo de Indias;
• Doctor Hernando de Guevara, miembro del Tribunal del Rey;
• Licenciado Pedro Mercado de Peñalosa, del Consejo Real;
• Doctor Diego Beltrán, Registrador del Consejo de Indias. Aprobadas las Leyes
Nuevas, fue excluido del Consejo de Indias;
• Doctor Gregorio López, Fiscal del Consejo de Castilla;
• Licenciado Gutierre Velázquez, del Consejo de Indias;
• Licenciado Juan de Salmerón que había sido Oidor en la Audiencia de Nueva
España;
• Doctor Jacobo González de Arteaga, del Consejo de Órdenes.
Bartolomé de las Casas inició su exposición ante la Junta de Letrados sobre
los aspectos sustanciales de su Brevíssima relación de la destruyción de las Indias,
la que estaba redactando y que concluiría el 8 de diciembre de 1542. Luego, dio
a conocer a los letrados el Memorial de Remedios, que desde 1512 había venido
difundiendo entre altas autoridades, en especial al Cardenal Cisneros.214 El más
importante de éstos es el octavo —la supresión de la encomienda—, del que en
La Encomienda Indiana Silvio Zavala215 señaló:
la fe y el gobierno justo eran incompatibles con las encomiendas; éstas, por
demostración de la experiencia, eran nocivas; los indios, como seres libres, merecían
gobierno libre, no tutelado; su gobernación no había de darse a hombres injustos;
el vasallo no debe soportar muchos amos; es preferible la administración regalista
a la señorial; hay antecedentes legales en favor de la libertad de los indios y contra
el régimen de las encomiendas.
Después de escuchar a Las Casas y a Vitoria, en un quid pro quo, la Junta
de Letrados apoyó por mayoría la moción de abolición de la Encomienda-
Repartimiento, presentada por el Obispo Sebastián Ramírez de Fuenleal. Sin
embargo, aprobaron a la vez la propuesta de Don García Manrique, Conde
de Osorno, y Francisco de los Cobos, para que la Corona compensara a los
conquistadores con alguna pensión. Diametralmente opuesta fue la actitud del
Presidente del Consejo de Indias, Cardenal García de Loaysa, así como la del
Obispo de Lugo, Don Juan Suárez de Carvajal, que defendieron la Encomienda-
Repartimiento.
Por esos días, el Emperador Carlos V conoció los resultados de la pesquisa
secreta contra los consejeros de Indias:
• al Cardenal Fray García de Loaysa le hallaron muy culpado de haber recibido
grandes presentes de oro, pero no fue removido de su cargo;
• al Obispo Juan Suárez de Carvajal, Obispo de Lugo, le quitaron el oficio y le
ordenaron restituir 12,000 ducados que le había enviado don Diego de Almagro
cuando trataba casamiento de su hijo con una hija de este obispo que había sido primero

214 Cunill, 2012.


215 Zavala, 1935: 94.
78 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

casado, y no se efectuó el casamiento


con la muerte del dicho don Diego y el
obispo callaba los 12,000 ducados;
• al Doctor Beltrán,216 natural de
Medina del Campo, privaron del
oficio de Oidor y más le condenaron
en 17,000 ducados que pagase luego;
y si se descubriesen más cohechos
que conociesen de ellos los alcaldes
de la urbe; desterráronlo de la Corte.
Este vino a Medina y se metió en una
iglesia. La mujer pidió su dote. Era
grandísimo jugador.217
Carlos V abandonó Valladolid
el 22 de mayo de 1542, pero antes
suspendió temporalmente la actividad
y funciones del Consejo de Indias y
encargó al Doctor Gregorio López su
reorganización.218

Leyes Nuevas u Ordenanzas de


Barcelona

E l 20 de noviembre de 1542, Carlos


V promulgó las Reales Ordenanzas
para la buena gobernación de las
Indias, buen tratamiento de los
naturales de ellas y administración
de justicia, más conocidas como Leyes
Nuevas u Ordenanzas de Barcelona
(ilustración 26), en las que 26- Portada de la primera edición de las Leyes Nuevas (1542).
• prohibía hacer esclavos a los
indígenas, bajo ningún pretexto, o de servirse de él vía de naboría contra su
voluntad: por ninguna causa de guerra ni otra alguna, aunque sea so título
de rebelión, ni por rescate, ni de otra manera, no se pueda hacer esclavo indio
alguno: y queremos que sean tratados como vasallos nuestros de la Corona
de Castilla, pues lo son;
• ordenaba la libertad de todos los esclavos indígenas;

216 Referencia a Beltrán de la Cueva, socio de Francisco de los Cobos y Pedro de Alvarado en el
negocio de esclavos, y quien con De los Cobos promovieron a Francisco Marroquín, primero,
como Encargado del Hierro de los Esclavos, y después como Obispo de Guatemala.
217 En Pérez de Tudela Bueso, 1957-CXV: cxlv-cxlvi.
218 Pérez de Tudela Bueso, 1957-CXV: cxlvi.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 79

• suprimía la condición de los tamemes, o sea, los indios obligados a conducir


cargamentos sobre sus espaldas, sino en fuerza de mucha necesidad y cuando no
pudiera excusarse; previniendo que en tal caso la carga fuese moderada, de modo que
no peligrara su vida y salud. Que no se les obligara en manera alguna a llevar carga
contra su voluntad y sin la correspondiente remuneración; castigando severamente a
cualquiera que hiciese lo contrario;
• colocaba bajo la administración real a los indios repartidos a virreyes,
gobernadores y oficiales reales, así como a prelados, monasterios y hospitales.
• establecía que los naturales sólo estaban obligados al pago de un tributo;
• recomendaba a las Audiencias moderar los repartimientos excesivos que
favorecían a ciertos afortunados, y que se socorriera con una parte del
tributo indígena a los primeros conquistadores que no habían alcanzado
remuneración;
• mandaba que, conforme las encomiendas existentes fueran vacando, se
incorporaran a la Corona, y que ni en las Indias ni en el Consejo de Indias se
admitiera pleito o demanda alguna relativa a encomiendas;
• concentraba en las Audiencias las funciones de gobierno y justicia, tanto en lo
civil como en lo criminal;
• determinaba el establecimiento de una Audiencia Real en los confines de
Guatemala y Nicaragua, cuya jurisdicción debía extenderse desde Yucatán,
Chiapas y Soconusco, por el norte, hasta Tierra Firme (Panamá), por el
sur. Debería estar integrada por cuatro Oidores letrados, y uno de ellos, el
Licenciado Alonso de Maldonado, sería su primer Presidente;
• ordenaba la creación del Virreinato de Perú; y
• mandaba imprimir las Leyes Nuevas y su envío a los religiosos para que las
tradujeran y dieran a conocer a los indígenas.219
Carlos V rubricó una real cédula, el 1 de enero de 1543, dirigida a Fray Pedro
de Angulo, Provincial Dominico en Santiago de Guatemala, en la que le ordenó
repartir varios ejemplares de las Leyes Nuevas entre los monasterios y religiosos, y
le encargó su cumplimiento y el aviso inmediato de cualquier infracción.220 Todo
apunta a que, durante los primeros días de septiembre de 1543, en Santiago de
Guatemala, solamente los dominicos habían recibido tales documentos, no así
las autoridades edilicias, como lo constata carta del Ayuntamiento de Santiago
de Guatemala del 10 de septiembre de 1543, escrita un día después del primer
aniversario de la destrucción de Santiago de Guatemala, en Almolonga :
Su Cesárea Real Majestad: Los más fieles vasallos vecinos de Guatimala, que
Vuestra Majestad tiene, besamos los pies y manos de Vuestra Majestad en respuesta
de ciertas relaciones que a esta provincia y gobernación han llegado, y según se
publica así las ha mandado Vuestra Majestad a pregonar y guardar. Decimos que

219 Milla y Vidaurre, 1882-II: 3-9. Hanke, 1988.


220 Zavala, 1967: 29.
80 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

no obstante que por no haber visto su real firma, no las podemos creer, estamos tan
escandalizados, como si nos enviara a mandar cortar las cabezas.221
En esa carta, en forma directa, las autoridades edilicias acusaron a Las Casas
de haber sido el promotor de las Leyes Nuevas:
Quiérennos certificar que ha sido parte para esta sentencia tan cruel un Fray
Bartolomé de las Casas. Mucho nos admira esto, invicto príncipe, que vuestra casa
tan antigua, comenzada de vuestros católicos abuelos, pasada por tantas manos,
entendida por tan buenos juicios, tan sanos, tan a bastantes en letras, se venga
todo a trastornar por un fraile, no letrado, no santo, envidioso, vanaglorioso,
apasionado, inquieto, y no falto de codicia. De todo se puede hacer clara probanza,
y sobre todo escandaloso, y tanto que en parte de estas Indias no ha estado que lo
hayan echado, ni en monasterios lo pueden sufrir, ni él es para obedecer a nadie,
y por eso nunca para. En sola esta ciudad y gobernación cupo por contemplación
de nuestro prelado, y le sufrimos. Ciertamente el Padre Fray Bartolomé es él solo
bueno, y todos debemos ser malos.222
Concluyen la misiva con una falacia ad misericordiam, pues recuerdan a la
Corona española que está en deuda con los conquistadores, ya que a ellos debe
los tesoros americanos que incrementaron su real haber:
Y suplicamos a V. M. tenga memoria del acelerado, grande y cruel castigo, que
envió Dios por nuestros pecados, cuando asoló la mayor parte desta cibdad, lo
perdimos casi todos lo que teníamos; y los grandes gastos que .se han hecho en
edificarla de nuevo. no tiene cuento. ¿Pues, cómo, Católico César, se puede sufrir
esto, ni compadecer, si Vuestra Majestad no alarga su mano imperial, y hace muy
crecidas mercedes a esta ciudad? Porque se le debe más que a cuantos hay en
las Indias por lo mucho que ha servido y por el mucho socorro que todas estas
provincias comarcanas han recibido de aquí. Y los reinos del Perú si están debajo
el yugo y sujeción de Vuestra Majestad do tanto tesoro se ha sacado y saca ¿quién
ha sido la causa? Los caballeros, caballos y armas que de esta ciudad y gobernación
salieron y cada día salen, lo cual es notorio. Páguenos Vuestra Majestad lo que
nos debe, y háganos grandes mercedes, lo cual pedimos en humilde suplicación
de rodillas ante Vuestra Majestad y que se compadezca de nosotros desterrados
para siempre de nuestra naturaleza, que por solo esto se nos debía dar lo que acá
hay, sin reservar cosa alguna, cuanto más que todo lo pedimos y queremos para lo
gastar en su real servicio.223

Presidente Alonso de Maldonado suspende en forma parcial Leyes


Nuevas

A petición de Bartolomé de las Casas, Carlos V nombró al Licenciado Alonso


de Maldonado primer Presidente de la Audiencia de los Confines, con

221 Arévalo, 1857: 16-17.


222 Arévalo, 1857: 17-18.
223 Arévalo, 1857: 20.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 81

jurisdicción sobre las provincias de Yucatán, Tabasco, Cozumel, Soconusco,


Guatemala, (incluido San Salvador) Honduras, Nicaragua (incluido Costa Rica),
Veragua y El Darién.224 Durante la inauguración de la Audiencia, el 14 de mayo de
1544, en la villa de Gracias a Dios (Honduras), acto en que estuvieron presentes el
Obispo Francisco Marroquín, el Adelantado Francisco de Montejo (el Viejo) y su
hija Catalina de Montejo,225 el Obispo Marroquín recibió un ejemplar de las Leyes
Nuevas,226 cuyo alcance jurídico y político le sería explicado por los Oidores Diego
de Herrera y Juan Rogel en los días siguientes.
Meses antes de la instalación de la Audiencia de los Confines, había mucha
alteración y conmoción entre los vecinos españoles de Chiapas, Santiago de
Guatemala, San Salvador, San Miguel de la Frontera, Comayagua…, a pesar que
éstos sólo conocían parcialmente el contenido de las Leyes Nuevas. Fue hasta el 30
de mayo de 1544 que, mediante bando, el Pregonero Cristóbal de Villatoro las dio
a conocer en la recién trazada ciudad de Santiago de Guatemala, en Panchoy).227
Fue entonces que se tuvo plena noticia de su contenido y se supo que la Audiencia
ya había empezado a funcionar, lo que provocó que de todas partes acudieran a
la sede de la Audiencia para pedir y suplicar, tal como el Obispo Marroquín228 lo
describió. Igualmente, Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán229 anotó en su
Recordación Florida que el 19 de junio de 1544 se presentaron a la Audiencia un
nutrido grupo de representantes para pedir la anulación de las Leyes Nuevas:
concurriendo con los de las Villas de San Salvador y San Miguel de la Frontera,
pasasen juntos Juan de Guzmán, cuyo hijo fue Don Diego de Guzmán natural de
Goathemala, Almirante del Sur, Don Christóbal de la Cueva y Francisco de León,
que representaban el derecho de esta Ciudad [Santiago de Guatemala]; con
Antonio de Ocampo y Juan de Medina, Procuradores de San Salvador; y Martín
y Pedro de la Mota, que eran nombrados por San Miguel de la Frontera.
En carta del 4 de junio de 1545, desde Santiago de Guatemala (Panchoy), el
Obispo Marroquín adelantó sus primeras consideraciones sobre las Leyes Nuevas
y Audiencia de los Confines: a la que acudía gente de todas partes a pedir y
suplicar:
• Y habrá muchos pareceres sobre esta materia; en especial de la Nueva España de
do han ido religiosos que son tres varones apostólicos de gran vida, doctrina y
ejemplo, y do éstos hablaren, todos pueden callar, aunque sea fray Bartolomé, yo
fiador, que en presencia de éstos no se desmande, ni se ose fiar tanto de su parecer,
como se ha fiado.
• El mal es que con este sonido de audiencia quiérenlo mandar todo, y son como los
perros del hortelano: yo no pienso decir cosa alguna, no quiero que piensen que a
mí me pesa, yo he disimulado y disimulo; ellos han proveído visitadores a deudos

224 Milla y Vidaurre, 1882-II: 19. Vallejo, 2005: 264.


225 Sáenz de Santa María, 1964: 60.
226 Sáenz de Santa María, 1964: 197.
227 Pardo, 1984: 5.
228 En Sáenz de Santa María, 1964: 198.
229 Fuentes y Guzmán, 2013-II: 416.
82 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

suyos y Vuestra Majestad nunca lo ha querido fiar sino de los prelados o personas
eclesiásticas.
• Debe Vuestra Majestad proveer y mandar que de los tributos y rentas de los
pueblos se edifiquen iglesias y se compren ornamentos, pues a todo están obligados
los encomenderos, pues llevan el fruto.
• El Licenciado Maldonado que es presidente es buen hombre y buen cristiano y
de buenos respetos, honesto, pero es muy remiso, casi tanto como yo; no es nada
cuidadoso ni vigilante, ni se le da mucho por la república ni por la policía de ella,
no se desvela nada en cómo se haya de aumentar; todo lo cual es necesario para
el que ha de gobernar y ser cabeza; y ahora que ha tomado mujer (que es lo mejor
que él podría hacer) no sé si tendrá más cuidado o menos. De los oidores, a mí no
me satisfacen mucho sus letras ni su vida, aunque los he conversado poco; para
tal cargo convenía que fuesen más buenos y más doctos que los obispos, que más
pueden y más valen y mucho más fruto pueden
hacer con su buen ejemplo y vida, si quieren;
dícenme que hay división entre ellos: pesarme
habría si durase.230
En respuesta al clamor y malestar de
encomenderos y del Obispo Marroquín, el
31 de agosto de 1545, en carta al Emperador
Carlos V, el Presidente Alonso de Maldonado
(ilustración 27) informó que, de motu proprio,
había suspendido algunas cláusulas de las
27- Firma del Presidente Alonso de Maldonado. Leyes Nuevas, en especial la más importante,
la relacionada con la liberación de los
indígenas esclavos:
En lo que Vuestra Majestad manda por su real ordenanza que los indios esclavos
se pongan en libertad, si los poseedores no mostraren título como los poseen
legítimamente, parece que si la orden se guardase de necesidad, se daría la libertad
a todos los esclavos, porque ninguno podría mostrar otro título sino el de haberle
habido en la guerra, y haberse herrado por mandado de vuestros capitanes, por
las provisiones e instrucciones que de Vuestra Majestad han tenido, y no pueden
probar que se herró conforme a ellas, y de esta manera todos los esclavos se darían
por libres, de que se recrecerían grandes inconvenientes, porque las personas que
los tienen, perderían sus haciendas, que hay muchos que no tienen otra más de los
esclavos que han comprado, y la tierra vendría en pobreza y gran diminución.231
En octubre de 1545, hubo en Gracias a Dios airadas discusiones en torno a
la aplicación de las Leyes Nuevas, al grado que el Presidente Maldonado y los
Oidores Juan Rogel y Pedro Ramírez de Quiñónez se dieron a la tarea de insultar
en público a los Obispos Bartolomé de las Casas y Antonio de Valdivieso. Razón

230 En Sáenz de Santa María, 1964: 197-206.


231 En García Peláez, 1968-I: 121.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 83

por la que, en carta del 25 de octubre de 1545, éstos informaron al Príncipe de


Asturias Felipe de Austria sobre la Audiencia de los Confines y sus integrantes:
han sucedido y suceden cada día más agravios y opresiones a estas gentes, y
mayores injusticias aun a los indios, esos pocos que son, que están puestos en la
cabeza de Su Majestad,232 y son más cruelmente tratados, porque digan y pidan
que quieren más ser sujetos y esclavos de los cristianos españoles, que no de la
Corona Real. Y estos oidores lo consienten, y creemos que les place de ello por los
intereses que el presidente tiene y ellos esperan. Justicia ninguna vemos que en
esta Audiencia hay, sino para solos aquellos que tocan al Presidente Maldonado y
a sus allegados, que son muchos, por sustentarse a sí y a su suegro y a su yerno
y a sus hermanos, primos, parientes, amigos, criados, allegados: de tal manera,
que tiene él y los susodichos en estas provincias más de 60,000 indios.233 […] Sólo
el Licenciado Herrera nos parece que es hombre de virtud y que merece el oficio
que tiene, y no otro de ellos; porque los demás, cual más, cual menos, son como
Maldonado, y a quien falta mucho seso y muchas letras y mucha virtud.234
En esa misma carta también emitieron serias acusaciones contra el Obispo
Marroquín, al que señalaron de tener muchos indios esclavos de guerra y de
rescate, y de estar confabulado con los encomenderos:
Y venido aquí, como siempre anduvo a sabor del pueblo, y ha sido uno de los que
más han ofendido en hacer injustamente infinitos esclavos, y ha tenido y tiene
muchos indios por esclavos y de repartimiento, ha predicado dañosa doctrina y
palabras mal sonantes y sospechosas, y nos ha afrentado en el sermón, en especial
al obispo de Chiapa, señalándole y diciendo que él los absolvería a los que él no
absolviese; y quedó el pueblo muy consolado, porque les hizo muy ancho el camino
del cielo, como quiera que Cristo lo haya hecho y dicho ser estrecho. Y con esto se
encienden y aíran o indignan más contra nosotros, y se descuidan y embriagan
más en los pecados. Y hales dado Dios el profeta que han menester y merecían;
porque qui nocet, noceat adhuc.235
No bastó a Las Casas lo escrito en unión de Valdivieso, pues el 9 de noviembre
de 1545 amplió el concepto que tenía sobre el Presidente Maldonado, oidores y
Obispo Marroquín:
Y como este presidente Maldonado tanto le tocaba esto y esté tan perdido y elevado
en soberbia, que no piensa que a desobedecer a Dios ni a su Iglesia, y pluguiese
a Dios que obedeciese a su Rey, usando solamente del cargo que del Rey tiene
para robar todas estas tierras y sustentarse en la majestad y señorío que tiene
usurpado sobre tantos millares de indios, díjome palabras muy injuriosas en gran
menosprecio y abatimiento e injuria y contumelia de mi dignidad, no menos que
si fuera él el Gran Turco.236

232 Es decir, eran pueblos realengos que tributaban directamente al Rey.


233 Las Casas y Valdivieso, 1877: 15.
234 Las Casas y Valdivieso, 1877: 25.
235 Las Casas y Valdivieso, 1877: 19. La expresión latina es de Apocalipsis (22: 11) y su traducción
es: El que es injusto, sea injusto todavía.
236 Las Casas, 1877: 30.
84 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

[…] no confíe más Vuestra Alteza de estos presidente y oidores de esta Audien-
cia lo que toca a indios, más que encomendar a lobos hambrientos ovejas muy
mansas; ni aun son dignos de gobernar cinco gallinas, sacando, como he en otras
he escrito, a sólo el Licenciado Herrera.237
[…] Y en Guatimala también hay mucho daño, sino que el obispo no cura ni
suele curar mucho de estas injurias y afrentas de la Santa Madre Iglesia, porque
no quiere estar mal con nadie, sino que se le torna al revés.
238

Un día después, el 26 de octubre de 1545, los integrantes de la Audiencia, con


excepción del Oidor Diego de Herrera, escribieron a la Corona despotricando
contra Las Casas y Fray Vicente de Ferrer (op), quien era como su sombra
para defenderlo de algún atropello.239 El Obispo Marroquín también envió al
Emperador fuertes críticas contra Las Casas, en carta que redactó en Gracias a
Dios el 1 de diciembre de 1545:
y así presentamos ciertos capítulos buenos y provechosos, y no se contentó con esto
el obispo de Chiapa, sino que habíamos de requerir y protestar a la Audiencia, y
hacerles sus moniciones canónicas para que dejando de cumplir cualquiera cosa se
denunciasen presidente y oidores por excomulgados; parecióme mucho desacato y
mayor desatino; y él como más atrevido y favorido (por haberle dado crédito a sus
preposiciones y fundamentos, sacados de su pecho lleno de hipocresía, soberbia,
envidia y avaricia) lo presentó, requirió y amonestó, como esa audiencia lo envía
a Vuestra Majestad para que lo vea; él ha dado buen testimonio de lo que arriba
digo, que tiene en su pecho; y así me ame Dios como yo lo amo, y que me pesa de
ver lo que veo en él, y oír lo que oigo de él. Qué santo, yo fiador que no lo soy tal,
muestra ha dado en sus palabras ni obras! Remítome al testimonio de la Audiencia
y a lo que hace y dice.240
El Presidente Maldonado no aceptó las críticas de Las Casas y Valdivieso. De
ahí que, en carta al Emperador del 31 de diciembre de 1545, afirmó que si todos
los indios fueran liberados porque sus propietarios carecieran de título legítimo,
los españoles se quedarían sin sirvientes y reducidos a la pobreza. Además, en
forma expresa solicitó la eliminación de los artículos de las Leyes Nuevas que se
referían a la supresión de las encomiendas y esclavitud de los indios:
Tiene tanta soberbia después que vino de esos reinos y es obispo que no hay nadie
que pueda con él; a lo que acá nos parece él estuviera mejor en Castilla en un
monasterio que en las Indias, siendo Obispo […] No sería malo que diera cuenta
personalmente en el real Consejo de Indias de cómo los indios son de jurisdicción
eclesiástica; y por no haber proveído esto como él lo pidió, excomulga a esta
audiencia.241

237 Las Casas, 1877: 33.


238 Las Casas, 1877: 31.
239 En Fabié, 1879-II: 145.
240 En Sáenz de Santa María, 1964: 209.
241 Fabié, 1879-II: 145.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 85

Liberación de esclavos indígenas en Santiago de Guatemala

A su retornó a España, Bartolomé de las Casas gestionó ante la Corte la


sustitución del Presidente Alonso de Maldonado y el nombramiento del
Licenciado Alonso López de Cerrato (más conocido como Licenciado Cerrato),
cambio que el Príncipe de Asturias, Felipe de Austria, ordenó el 21 de mayo de
1547.242 Cerrato tomó posesión el 26 de mayo de 1548 en Gracias a Dios (Honduras)
inició el Juicio de Residencia a Alonso de Maldonado y le acusó de
• no haber cumplido ni ejecutado las Leyes Nuevas ; y haber obligado a los
indios a transportar cargas como tamemes. Porque Vuestra Majestad sepa que
después que aquí vinieron Presidente y Oidores ninguna ordenanza ni ley de
las nuevas ni viejas guardaron ni pusieron en ejecución. Antes, ellos mismos las
quebrantaron cargando los indios y sirviéndose de ellos, entendiendo solamente en
sus minas y vacas y granjerías, porque determinaron de ser bienquistos del pueblo
y gentes y quien otra cosa hiciere va perdido;243
• haber adjudicado a sus parientes y amigos las mejores encomiendas, en
especial la de los pueblos cacaoteros de los Izalcos (Tecpán Izalco, Caluco,
Naholingo y Tacuscalco, en la Alcaldía Mayor de Sonsonate), Guazacapán
y San Salvador.244
• Durante su Gobierno, Cerrato trasladó la sede de la Audiencia a Santiago de
Guatemala (Panchoy),245 liberó a los esclavos indígenas, inició la reducción
de los indígenas a poblado y realizó la nueva tasación tributaria.
El 1 de agosto de 1548, el Obispo Marroquín refirió al Emperador Carlos V la
impresión que Cerrato le causó:
Andando visitando estas provincias [Honduras] supe cómo había desembarcado
el licenciado Cerrato, nuevo presidente, y como me hallé cerca, vine a visitarle;
paréceme que trae buenos deseos de cumplir los mandamientos de Vuestra
Majestad y de hacer justicia; y a tan buen celo de creer es que Dios nuestro señor
le ayudará y favorecerá, y a lo que he conocido en estos pocos se me representa que
es una buena masa de hombre y de quien se puede fiar mucho caudal.246
El 28 de septiembre de 1548, desde Gracias a Dios, Cerrato informó a Carlos
V su decisión de partir hacia San Salvador para aplicar lo ordenado por las Leyes
Nuevas:
ya escribí a Vuestra Majestad como el comisario de San Francisco y Prior de Santo
Domingo y el obispo de Guatemala han venido aquí a me importunar que vaya a
aquella ciudad para poner algún remedio en la desventura de esta triste gente y lo
mismo de Chiapa y lo mismo de Nicaragua porque los oidores que han ido no han
hecho nada ni como arriba dije ni han tocado en cosa que les cumpla ni ningún
encomendero ha guardado ni guarda tasación sino hasta desollarlos, los roban y

242 Vega Bolaños, 1956-XIV: 262-263;


243 Vega Bolaños, 1956-XIV: 344; y Vega Bolaños, 1956-XV: 32.
244 AGCA, A123, leg. 4575, fol. 69v.
245 Vega Bolaños, 1956-XIV: 345.
246 En Sáenz de Santa María, 1964: 234-235.
86 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

28- Milpas de Indios, en torno a Santiago de Guatemala

destruyen sin ninguna piedad. Yo estoy determinado de me partir para allá pasado
el invierno y será en fin de octubre y haré lo que pudiere. Plega a Dios que haga
algo en que sirva a Dios y a Vuestra Majestad. Tenga de allá entendido que luego
van de mí quejas diciendo que destruyo la tierra y la despueblo, porque así llaman
acá el hacer Justicia y cumplir lo que Vuestra Majestad manda como ya tengo
escrito desde Santo Domingo. Es verdad que porque este otro día condené a unos
vecinos de Comayagua en privación de unos indios porque, contra lo por Vuestra
Majestad mandado, los llevaron cargados a las minas. Fue tanto el escándalo como
si hubiera vendido la tierra al turco; y no faltó quien otro día predicó que la suma
justicia era suma injusticia, y que aquello era crueldad, aunque el rey lo mandase,
ni sus leyes; y que en esto no era justo que se ejecutasen y otras cosas semejantes.
Yo tengo harto trabajo que si hago justicia y cumplo lo que Vuestra Majestad
manda he de caer en la ira del pueblo y han de decir herejías de mí, y si no lo
cumplo he de caer en la ira de Dios y de Vuestra Majestad, y de mi conciencia.
Plega a Dios que me dé gracia con que haga lo que debo.247
A mediados de noviembre de 1548, Cerrato llegó a San Salvador donde, después
de poner en libertad alrededor de 500 indígenas que habían sido esclavizados
injustamente, realizó la tasación tributaria de los pueblos que dependían de
dicha ciudad, así como la de los pueblos de Nicaragua.248 Sin embargo, no detalló
información sobre las modificaciones hechas.
Para el 8 de abril de 1549, Cerrato y los oidores ya estaban en Santiago de
Guatemala (Panchoy), hospedados en una casa que, ante el ofrecimiento de
promesa de venta, el Obispo Marroquín les prestó, para que la Audiencia de los
Confines cumpliera con sus obligaciones.249

247 Vega Bolaños, 1956-XIV: 345-346.


248 Vega Bolaños, 1956-XIV: 354-355.
249 AGCA, A123, leg. 1511, fol. 143.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 87

Ha de haber sido entre finales de marzo y principios de abril de 1549, en


Santiago de Guatemala (Panchoy), cuando el Presidente Cerrato liberó a los
esclavos indígenas que los españoles poseían en sus Milpas o Barrios, es decir,
en Santa Catarina Barahona, Santiago Zamora, San Bartolomé Becerra, San Juan
Gascón, Santo Domingo de los Hortelanos, San Andrés Deán, San Pedro del
Tesorero, San Juan del Obispo, Pastores… (ilustración 28). Christopher Lutz250
calcula que entre 3,000 y 5,000 esclavos indígenas fueron puestos en libertad.
Sobre la forma en que ésta fue realizada, Cerrato informó a la Corona:
allí [San Salvador] hallamos muchos indios e indias que tenían por esclavos.
Mandóse a los poseedores que mostrasen los títulos cómo eran esclavos. Ninguno
lo mostró, antes conocieron la buena fe, porque en la verdad todos eran tomados y
habidos de los pueblos de encomienda que tenían. Y aprovechó mucho a esto así en
aquella ciudad como en ésta [Santiago de Guatemala (Panchoy)] que había 2 ó
3 años que el obispo tenia mandado que no absolviesen a hombre que tuviese indios
esclavos y así se pusieron allí todos en libertad […] También se ha entendido en
poner en libertad los indios e indias que tenían por esclavos mal tenidos y se han
castigado algunos por excesos que han hecho y por no guardar las leyes, así en lo de
los tamemes y alquileres de indios, por lo cual se han privado algunos de los indios.
Ha sido acá esta cosa tan nueva y tan dura que no se puede creer, porque como
esto nunca aquí se vio ni oyó, paréceles cosa muy áspera. Ellos se envían a quejar
de mí. No será cosa nueva allá. Una cosa sepa Vuestra Majestad: que yo no he
excedido un punto de la ley y de lo que Vuestra Majestad tiene mandado, y antes
estoy con muncha templanza y piedad, pero ellos no querrían que hubiese nada; y
pluguiese a Dios que Vuestra Majestad lo mandase, que yo holgaría de ello, que no
se me sigue otro provecho, sino enojos y pasiones y quejas.251
La liberación de los esclavos indígenas fue motivo suficiente para que el
Obispo Marroquín se distanciara del Presidente Cerrato, de quien algunos meses
antes había escrito que era una persona de quien se puede fiar mucho caudal. Y así el
16 de julio de 1549 escribió a Carlos V:
Porque Vuestra Majestad no me culpe de remiso por no avisar en cosa de tanta
importancia, pues a mí compete más que a otro, por ser esta mi suerte, y así digo
que quedo atónito y espantado en ver cómo ha sucedido tanta confusión y alteración
en tan breve tiempo. Antes que el licenciado Cerrato entrase a estas provincias la
tierra estaba muy abondosa, harta, todos contentos y sin pensamiento de salir ni
dejar esta tierra, sino enterrarse aquí. Ahora están todos tan descontentos, tan
desabridos, la tierra tan necesitada, cara, y todos con deseos de verse ya embarcados.
Qué sea la causa no lo alcanzo, mas tanta y tan repentina mudanza no la puedo
juzgar por buena.252
Opinó, además, que el demonio había sembrado cizaña entre frailes y seculares,
pues está envidioso del tanto bien que se estaba haciendo:

250 Lutz, 1982: 95.


251 Vega Bolaños, 1956-XV: 33-34.
252 En Sáenz de Santa María, 1964: 249.
88 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Cierto lo debe causar nuestros pecados o los de estas pobres gentes, o es que el
demonio de su naturaleza envidioso por estorbar tanto bien como en estas provincias
se ha hecho (que es para alabar a Dios cuanto fruto se hace) ha procurado y procura
de poner cizaña entre religiosos y seculares; como si no fuésemos todos hijos de un
padre que está en los cielos y de una profesión cristiana.253
Sostuvo en forma descarada que, al principio de la conquista, hubo algunos
descuidos y malos tratamientos, pero que eso ya había pasado y ahora todos los
conquistadores presumen de buenos cristianos. Añadió que, como al Presidente
Cerrato y a los frailes no les dolía la situación de los vecinos, los trataban así, lo
que a él le dolía por verlos afligidos:
Antes que hubiese audiencias, siempre fue sólo cuestión con los seculares; y cuando
vinieron religiosos, todos nos uncíamos y fuimos de un parecer para en favor de
estos pobres indios. Por entonces había algunos descuidos y malos tratamientos.
No estaba la gente tan puesta en descargo de la conciencia de Vuestra Majestad
y suya, como ahora que todos presumen de buenos cristianos. Y a esta causa,
como los veo afligidos, allégome a ellos para los consolar. Y de esta manera ando
con todos. Y no sienten bien de ello presidente y religiosos. Mas como ellos están
satisfechos de sí, también lo estoy yo de mí, y creo que acierto en hacer lo que hago:
que como tengo esta tierra por hija y la he criado y sustentado 20 años, no querría
que el demonio tomase posesión o me quitase la que tengo. Y
como no les duele, así lo tratan. Enemigo soy de hipocresía y
por tanto no puedo dejar de decir y hablar lo que siento y tengo
dentro.
254

En tales circunstancias, el Obispo Marroquín se unió al


clamor que los vecinos de Santiago de Guatemala (Panchoy)
hicieron llegar a la Corte antes y después que la abolición de
la esclavitud de los indígenas fuera una realidad. Primero fue
por medio de un extenso escrito de su Procurador Síndico,
Bernal Díaz del Castillo (ilustración 29) , del 1 de febrero de
1549, en que defendió el derecho de los españoles a explotar
el trabajo de los esclavos indígenas;255 y el segundo fue un
escrito del Ayuntamiento del 1 de agosto de 1549, referente
al gran daño que los vecinos habían sufrido por la manera
en que se había concedido la libertad a los indígenas, y en el
que calificaron que tal servidumbre era libertad para las ánimas
29- Posible retrato de Bernal Díaz y cuerpos de los indígenas.256
del Castillo
Muy diferente fue la reacción del pueblo cakchiquel, ya
que Jorge de Alvarado, al asentar la ciudad de Santiago de
Guatemala, en Almolonga, les había arrebatado sus tierras y las había repartido

253 En Sáenz de Santa María, 1964: 249-250.


254 En Sáenz de Santa María, 1964: 250.
255 En Zavala, 1967: 48-53.
256 En Zavala, 1967: 53.
30- Memorial de Sololá reconoce al Licenciado Cerrato reducción del tributo a la mitad.

entre los españoles que se avecindaron. También recordaban como éstos habían
concentrado en las tierras recibidas a sus esclavos de guerra y de rescate (naborías).
Por eso es que reconocieron en la crónica del Memorial de Sololá257 (ilustración 30)
lo que el Presidente Cerrato hizo por ellos:

C hupam juna’ xul wawe’ toq xul Ajaw


Presidente Cerrado, tan k’o Ajaw Licenciado
Pedro Ramírez toq xul. Qitzij xub’än ruq’atb?äl
E ste año [1549] llegó el Señor Presidente
Cerrato, cuando aún estaba el licenciado
Pedro Ramírez.1 Al llegar hizo juicio a los
tzij pa kiwi’ Castilan winäq, xek’is relesaj chi castellanos, y les quitó todos sus esclavos.
munil kalab’il Castilan winäq. Xel ch’aqap Se quitaron otros tributos y se pagó a los
patan, xtane’ ajsamaj, xya’ chik rajil ch’uti’n, servidores. Los castellanos empezaron a
nim kuma Castilan winäq. Ja Ajaw Cerrado qi pagarles poco o mucho. El Señor Cerrato
xtewrisan chik poqonal chi rij winäq, xintz’ët alivió los sufrimientos de la gente. Yo vi [todo]
k’an ri’ ¡ix nuk’ajol! Qitzij k’iya poqön xojik’o esto ¡hijos míos! En verdad fueron muchos los
wi pe. sufrimientos que pasamos.2
1-Referencia al Oidor Pedro Ramírez de Quiñónez.
2-Memorial, 2023.
Los indígenas liberados en las milpas de españoles levantaron sus chozas en los
alrededores de los conventos de San Francisco, Santo Domingo y La Merced, en
Santiago de Guatemala, donde fundaron sus barrios. Por ejemplo, en la periferia
de San Francisco se asentaron guatimaltecos, utatecos y tlaxcaltecas; en el de
Santo Domingo, guatimaltecos y mexicas; y en el de La Merced, guatimaltecos.

Abolición de la encomienda-repartimiento o esclavitud indígena y


asesinato del Obispo Antonio de Valdivieso

E l fraile dominico Antonio de Valdivieso llegó a León (Nicaragua), a finales de


1544, en compañía de su madre Catalina Álvarez de Calvante, sus hermanos
mozos, 6 frailes dominicos (Alonso de Montenegro, Pedro de Sagrameña, Andrés
Calleja, Pedro de Toro, B. de Carpio y P. de Herrera) y 3 esclavos negros.258 Al
enterarse que los indígenas de Nicaragua eran explotados por las autoridades y
encomenderos, así como por varios sacerdotes,259 en carta del 15 de noviembre
de 1544 a la Corona española, denunció al Gobernador de Nicaragua, Rodrigo
de Contreras, y a Pedro de los Ríos como los principales causantes del maltrato y
explotación de los indígenas:
Esta provincia ha estado muy desasosegada y está en pleitos y malas voluntades;
y si no se remedia pienso le perderá totalmente. La causa de ello sabrá Vuestra
Majestad por relación del Licenciado Herrera260 que lo tiene entendido de raíz y
pienso lo envía a Vuestra Majestad. A lo que yo entiendo sin engañarme la total

257 Memorial, 1999: 128 y 191.


258 Vega Bolaños, 1955-VII: 475. Marqués de Lozoya, 1920: 94
259 AGCA, A123, leg. 4575, fol. 67.
260 Referencia al Oidor Diego de Herrera.
90 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

causa es ser Rodrigo de Contreras desasosegado y haber gobernado mal, y Pedro de


los Ríos su yerno revoltoso, tanto que entiendo estando éstos en la tierra ningún
hombre procurará que Dios Nuestro Señor y Vuestra Majestad sean servidos sin
poner vida y honra y todo lo demás en peligro.261
El 20 de septiembre de 1545, fiesta de la Santísima Trinidad, estando en la
Audiencia de los Confines, en Gracias a Dios (Honduras), en carta al Consejo de
Indias, acusó a encomenderos y autoridades civiles y militares de maltratar a los
indios, y que la Audiencia de los Confines no lo impedía pues sus autoridades
compartían intereses semejantes:
En lo del tratamiento de los indios, en la duplicada de ésta, que ha algunos días
que se escribió, daba esperanza de algún remedio. Y ahora no lo tengo, entendida
la voluntad que hay en esta real audiencia, porque a todo dan salidas de poco
provecho, como personas que entienden o piensan como los encomenderos; que
todo lo ordenado por su Majestad y cualquiera cosa que se ordene en favor de estos
naturales es notorio agravio de los españoles que los poseen. Y aunque en ellos los
agravios son cotidianos y aquella provincia está lejos y aunque tengan noticia de
alguno, de millares de ellos no la pueden tener. Y en las justicias ordinarias no
tienen favor porque, como digo, tienen por grande agravio cualquiera relevación de
estos miserables, por haber tenido costumbre de servirse de ellos y de sus mujeres e
hijos y haciendas y aun del tiempo necesario para dormir les parece hacerles gracia
y de esto les quitan lo que pueden. Bienaventurados se pueden llamar los más
desventurados esclavos del mundo, comparados a estos vasallos de vuestra alteza,
de quien ha de dar cuenta a Dios, aunque vuestra alteza hace lo que debe para
su remedio de ellos, pero los ejecutores no lo cumplen […] El intento de Vuestra
Alteza en estas partes es alumbrar estas gentes en la fe de Nuestro Señor y fundar
y ensalzar su santa iglesia y no hay cosa en que acá se ponga menos cuidado
contra la santa Intención de Vuestra Alteza de donde se sigue plantarse la iglesia
de peores costumbres que jamás se ha visto porque las justicias de Vuestra Alteza
no castigan los pecados públicos, ni favorecen a los jueces eclesiásticos para que los
castiguen, antes los que pecan pecan sin vergüenza ni temor, creyendo tener las
espaldas seguras. Y tienen razón, porque aun a los clérigos no nos dejan castigar;
y queriendo castigar alguno, apellidan la voz del rey contra la de Dios, y no es sino
la del demonio.262
El 8 de marzo de 1546,263 desde la ciudad de Granada (Nicaragua), el recién
consagrado Obispo Valdivieso insistió nuevamente en sus señalamientos sobre
las causas de la falta de justicia en Nicaragua, y las atribuyó a la Audiencia de
los Confines, al Presidente Alonso de Maldonado y al Gobernador Rodrigo de
Contreras:

261 Vega Bolaños, 1956-XI: 357.


262 Vega Bolaños, 1956-XI: 493-494 y 500-501.
263 En la Colección Somoza (Vega Bolaños, 1956-XI: 426) aparece como 8 de marzo de 1545. Puede
que sea un error de transcripción paleográfica o que así aparezca en el original. Tal fecha
debe corresponder al año de 1546, pues fue consagrado el 8 de noviembre de 1545; y la carta
comienza diciendo: habrá dos meses que llegué a esta provincia de recibir la consagración.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 91

Después que llegué a esta provincia he hallado y hallo


tan caído el servicio de Dios Nuestro Señor y de su
Majestad que no se puede sentir sin muy gran pena. Y
de todo es principal causa la Audiencia de los Confines,
y entre ellos principal el Licenciado Maldonado, porque
todos los que han gustado de las cosas pasadas que eran
no haber ley, ni orden, ni conocer superior, les es odiosa
cualquiera mudanza, ni aun pensar que la puede haber.
Y así no hay Justicia en todo este distrito, ni espiritual
ni temporal, especialmente en esta provincia adonde
nunca la ha habido, porque Rodrigo de Contreras está
tan apoderado en la tierra, teniendo la tercera parte de
ella en cabeza de mujer e hijos y deudos y criados, que
con éstos tiene recogidos todas las armas de la tierra; y
en sus pueblos y casa recoge toda la gente que viene a 31- Firma de Pedro Ramírez de
Quiñones
la tierra, que ninguna justicia le osa ir a la mano, antes
hace justicias a quien quiere, porque en la tierra no se haga más de lo que él
hubiere gana. Y así no se hace cosa que vuestra alteza mande si a ellos no les sabe
bien […] ni quieren prelado para más de que les diga misa y les predique, y esto a
su sabor, y los favorezca a engañar a su rey, y ser traidores, y no para otra cosa.
Inquisición no se ha de mentar en esta tierra. Y en entrando en ella, me enviaron a
decir que si entendía en cosa de inquisición o lo pensaba me darían de puñaladas;
y hubo y hay gente armada para venírmelas a dar, porque hay delitos harto feos, a
mi ver, y temen la justicia o por mejor decir no la temen porque les parece que no
habiendo habido castigo en tan grandes cosas han prescrito, y esto es muy cierto.
Así enviaré información si pudiere ahora y brevemente, porque es menester tiento
para hacerla. Todas estas osadías nacen de ver el poco favor que la iglesia tiene en
la audiencia. Y que habiendo acaecido el delito que se cometió contra el provisor264
y otros muchos, no se habiendo en ello hecho nada, tan poco se hará, aunque maten
al obispo, que así dice que es menos matar al obispo que no verse castigar por
inquisición.265
Es más, el Obispo Valdivieso sacó a luz la alianza que había entre el Presidente
Maldonado, el Oidor Pedro Ramírez de Quiñones (ilustración 31) y el Gobernador
de Nicaragua, Rodrigo de Contreras:
El Licenciado Ramírez, viniendo de Panamá, volvió 12 leguas atrás por recibir
servicios y fiestas en casa de Rodrigo de Contreras, habiendo de hacer residencia266
y habiendo hecho su yerno Pedro de los Ríos espantosos delitos contra Dios y
vuestra alteza y su real hacienda y contra toda aquella provincia; y habiendo él

264 Referencia a lo acontecido el 14 de mayo de 1543: la muerte de un fraile de una saeteada y


el ahorcamiento y descuartizamiento del Alguacil Eclesiástico y cuatro seguidores del Deán
Pedro de Mendavia, por orden de Pedro de los Ríos (Vega Bolaños, 1956-XI: 2).
265 Vega Bolaños, 1956-XI: 426-428.
266 Es decir, iniciarles juicio.
92 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

de ser juez de ellos. Y allí posó muchos días con escándalo de toda la tierra. Y
allí se les mostró tan parcial que, porque no quise decir misa un día delante de
Pedro de los Ríos, por estar notoriamente excomulgado, por muchas partes dijo
el Licenciado que era revolver la tierra. Y así se llama en estas partes todo lo
que es servicio de Dios y de su Majestad. Y también cuando el Presidente vino,
Rodrigo de Contreras con gran gasto a las fiestas y trajo su hija267 80 leguas que se
camina trepando; fueron los que más gastos hicieron en las fiestas. Y fue Rodrigo
de Contreras padrino del Presidente; y otras cosillas que, aunque son pocas en
los efectos, se han hecho mucho, y principalmente ha nacido de que los pecados de
Rodrigo de Contreras son los mismos del presidente: y no puede hacerse justicia
de unos sin condenarse los otros, quien lo pide contra los unos la pide contra
los otros. Y así está esta audiencia perdidísima. Conviene que vuestra Alteza lo
remedie con brevedad.268
Mientras tanto, la aplicación de las Leyes Nuevas había provocado grandes
conturbaciones en Perú. Por ello, a principios de 1546, en la Corte, el Emperador
Carlos V encargó al Sacerdote Pedro de la Gasca marchar hacia Perú como
comandante de un fuerte contingente militar, para reprimir y castigar a los que
habían depuesto y decapitado al Virrey Blasco Núñez Vela, por haber cumplido
en la aplicación de las Nuevas Leyes. A su arribo a Nombre de Dios (Panamá),
en cartas enviadas al Presidente de la Audiencia de los Confines, Alonso de
Maldonado, y al Ayuntamiento de Santiago de Guatemala, les ordenó que, sin
dilación, reclutaran hombres en su apoyo. En cumplimiento de lo ordenado, el
26 de enero de 1547, el Licenciado Maldonado envió al Oidor Pedro Ramírez de
Quiñones a Santiago de Guatemala a reclutar y conseguir provisiones. El cronista
Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán,269 en su Recordación Florida, apuntó
que en Santiago de Guatemala 200 infantes se incorporaron y que, gracias a la
ayuda de los Alcaldes Ordinarios Lorenzo de Godoy y Antonio Ortiz, Ramírez
de Quiñones partió un navío repleto de carne salada, jamones, arroz, frijoles, maíz,
mantas, alpargatas, vestidos, armas, pólvora y balas, y algún pertrecho, para el arte de
la marinería, de jarcia y de cabuya. sólo reclutó a 120, como el Presidente Maldonado
lo confirmó, en carta enviada desde Nicaragua.270 Bartolomé Marroquín, hermano
del Obispo Marroquín, fue uno de los que acompañaron a Ramírez de Quiñones a
Perú.271 Antes de partir, estando en Granada durante la fiesta del Corpus Christi,
Maldonado y Ramírez de Quiñones insolentaron a la concurrencia contra el
Obispo Valdivieso:

267 Se trata de Aldonza, hija del Licenciado Alonso de Maldonado y Catalina de Montejo.
Había sido bautizada en noviembre de 1545, por lo que en 1547 aún no había cumplido dos
años, lo que constituyó un gran escándalo de maltrato infantil, pues la criatura tuvo que
ser transportada por montañas y ríos caudalosos, desde Gracias a Dios (Honduras) hasta
Nicaragua.
268 Vega Bolaños, 1956-XI: 502.
269 Fuentes y Guzmán, 2013-II: 540.
270 Vega Bolaños, 1956-XIV: 276.
271 Sáenz de Santa María, 1964: 271.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 93

han venido a esta provincia una


vez el Presidente y dos veces el
Licenciado Ramírez. Y el tiempo
que habían de gastar en remediar
sus miserias le gastaron en
deshacer y quebrantar la
autoridad de mis reprensiones
y ordenamientos, y procurar
alterar la provincia contra
mí en el caso. Y aunque yo he
tenido muchos peligros en esta
provincia, nunca le he tenido
tan grande como cuando ellos se
hallaron presentes, porque todo
el tiempo que el Presidente y el
Licenciado Ramírez se hallaron
aquí juntos, no me conviene no
salir de mi casa, ni ver mi iglesia;
y el día de Corpus Christi que
fui a ella, fui de tal manera
tratado que el Licenciado
Ramírez sobre que no consentí
que se dijesen los divinos oficios
32- Antonio de Valdivieso delante de uno que yo tenía por
excomulgado,272 que me convino
dejar la iglesia y dejarles hacer lo que quisiesen de palabra en mi ausencia, delante
todo el pueblo que me debe respeto. Unas veces me prendían y otras me ahorcaban,
y dieron toda la ocasión posible para que mis ovejas me echasen de si, como las de
Chiapa a su pastor.273
Fue durante ese período que el Obispo Valdivieso excomulgó al Presidente
Maldonado, por confiscar un mandamiento del Provisor Eclesiástico contra
Hernán Nieto y Andrés Centeno, en que les exigía pagar lo que debían a un clérigo;
y por haberle escrito pidiéndole que por merced no diese aquellos mandamientos,
porque era contra derecho y no les podía dar. La respuesta no fue del Provisor, sino
del Obispo Valdivieso que le informó que lo había excomulgado y que había
dado mandamiento para que en todas partes y en todas las Iglesias hiciesen lo mismo, sin
notificarme ninguna cosa ni oírme en nada.274
Poco tiempo había pasado en que el Obispo Francisco Marroquín había
presidido la consagración episcopal de Valdivieso, pero ahora su comportamiento
era más que tirante, ya que para desprestigiar a Bartolomé de las Casas, también

272 Referencia a Pedro de los Ríos.


273 Vega Bolaños, 1956-XV: 300-301.
274 Vega Bolaños, 1956-XIV: 282.
94 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

habló mal de Valdivieso en un sermón frente a las autoridades de la Audiencia


de los Confines en pleno. Por eso es que, durante esos mismos días, Valdivieso
suplicó a la Corona fijar la extensión del Obispado de Nicaragua, porque el
Obispo de Guatemala era el que estaba nombrando clérigos en las villas de San
Miguel de la Frontera y Xerez de la Choluteca, cerca del Golfo de Fonseca:
En otras he suplicado a Vuestra Alteza mande señalar los términos de aquel
obispado para que yo sepa de qué ovejas he de dar cuenta a Dios para que las
conozca. El Obispo de Guatemala ha proveído en las villas de Xerez y San Miguel
que están muy cercanas a León y lejos de Guatemala, y por otra parte parece
descuidarse más de ellas que de las otras que tiene a cargo. Los pueblos de Xerez
fueron repartidos a León y así parece haber sido de aquella diócesis, y San Miguel
fue poblado de León, y dicen que proveyó el obispo de allí en ella, por donde tengo
alguna ocasión de pensar que soy obligado a los naturales.275
Pero no sólo fue la jurisdicción eclesiástica la causa de la discordia, sino
también a que el Obispo Marroquín había acogido a clérigos facinerosos que el
Obispo Francisco de Mendavia había expulsado de Nicaragua, así como de un
sacerdote al que Valdivieso había excomulgado por delitos eclesiásticos.276 Una
real cédula del 9 de octubre de 1549 confirmó tan anómala situación eclesiástica:
Presidente y Oidores de la nuestra Audiencia Real de los Confines: A nos se ha
hecho relación que muchos de los clérigos que residen en las provincias sujetas a
esa Audiencia son perniciosos y dañosos a los indios de ellas por los malos ejemplos
que dan con sus vidas, y por las codicias y ambiciones que muestran, y por tomarles
como diz que les toman sus haciendas por diversas vías y modos, mercadeando
con ellos; y se meten en tener y criar caballos en los pueblos de los dichos indios,
porque se los mantengan; y hacen otras cosas contra profesión y hábito sacerdotal,
lo cual convendría proveerse de suerte que esto cesase.277
Aunque la Real Cédula era de carácter genérico y no mencionaba al Obispo
Marroquín, él se sintió afectado y contestó:
Sé que se han quejado que se vienen a este obispado muchos clérigos. Yo no los
llamo, ni los regalo; y prometo a Vuestra Majestad que algunos he echado, harto
contra su voluntad; y otros he permitido que se vayan. Como esta tierra a partes
es rica de este fruto de cacao, vienen a esta provincia y sirven a esta iglesia; y en
otros lugares de poco interés y confían que en algún año los aprovecharé. Y no los
amo en tanto grado como dicen.278
Existe documentación colonial sobre sacerdotes seculares que, en esos días, se
dedicaban a vender vino y a comprar cacao en los Izalcos, lo que motivó a Fray
Tomás de la Torre (op) a solicitar a la Corona la fundación de un Convento de
San Francisco o de Santo Domingo y a echar de allí a los clérigos.279

275 Vega Bolaños, 1956-XI: 500.


276 Guido Martínez, 2010: 42.
277 Vega Bolaños, 1956-XV: 104.
278 Sáenz de Santa María, 1964: 298.
279 Tous, 2011: 529.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 95

La relación del Obispo Valdivieso con el Presidente Maldonado fue mala


y contribuyó a la destitución de este último; y la que mantuvo con el Obispo
Marroquín no fue buena. Sin embargo, la habida con el Presidente Alonso López
de Cerrato llegó al rompimiento, ya que ambos intentaron imponer su criterio
de autoridad, utilizando los medios que sus cargos les daban, como eran la
excomunión, el entredicho y el empleo de alguaciles eclesiásticos por el primero;
y el desacato y la retención de salarios por el segundo. Valdivieso, por ejemplo,
excomulgó a los Alcaldes Ordinarios de León y Granada: a éstos últimos por
no haber acatado la orden que les giró de ir hasta su palacio episcopal en León.
Es más, a Granada la declaró en entredicho,280 impidiendo la celebración de las
fiestas del Corpus Christi y la de San Juan Bautista. Por todo esto, en 1548 la
Corona ordenó al obispo levantar el castigo eclesiástico y dejar de intervenir en
los asuntos propios del Ayuntamiento de Granada.281 Sobre el particular, el 1 de
noviembre de 1547, Fray Francisco de Abreo, Vicario Provincial,282 informó a la
Corona lo que acontecía en Granada:
Así en esta provincia, como en la de Tierra Firme, las justicias eclesiástica y seglar
siempre están en continua discusión acerca de lo eclesiástico, querer adquirir
dominio y jurisdicción por el derecho antiguo de los obispos; y de tal manera ha
reinado la cólera que ha acaecido en estas provincias ambos a dos alcaldes ordinarios
estar excomulgados por defender la jurisdicción de vuestra Alteza en el pueblo
donde eran alcaldes. Y bien entenderá Vuestra Alteza que, estando lo eclesiástico
y secular en discordia, la paz que lo demás del pueblo puede tener y el escándalo
y mal ejemplo que se puede dar y los demás inconvenientes que de aquí se siguen.
Que lo eclesiástico dice que, estando los alcaldes excomulgados, no pueden ejercer
actos judiciales; y ponerse el pueblo y vasallos de vuestra alteza en confusión. Y
como no hay justicia superior a quien ocurran, sino el Audiencia de los Confines
y ésa está lejos; y como los alcaldes sean anuales, podría ser descuidarse y perder
Vuestra Alteza algo de la jurisdicción real, y lo eclesiástico tomar algo de lo que
no es suyo. Vuestra Alteza lo mande remediar como más servido sea, declarando
lo que es de Dios se dé a Dios, y lo que es de César a César.283
Por su parte, el Licenciado Cerrato se quejó el 1 de septiembre de 1548 ante
al Emperador Carlos V contra los obispos de Guatemala y Nicaragua, es decir,
contra Francisco Marroquín y Antonio de Valdivieso, respectivamente: él y el de
esta provincia [Guatemala] bastan para hacer desatinar a 1,000 jueces, aunque fuesen
muy sufridos, cuanto más yo que en este caso no lo soy. Le informó, además, que el
de Nicaragua inició a los oficiales reales juicio por herejes, porque no le habían
pagado su salario. Finalmente, le indicó que las quejas que dichos prelados
elevaban en su contra no era por defender a los indios que en esto no entienden, sino

280 Entredicho: Del latín interdictus. Pena eclesiástica, por la cual se prohíbe la celebración de los
divinos oficios, la administración y recepción de los sacramentos y la sepultura eclesiástica.
281 AGCA, A1, leg, 1511, fol. 80 y 85. Remesal, 1932-II: 218.
282 Lo más seguro es que fuera mercedario, ya que en Granada había varios frailes de su orden
que, antes de su llegada habían elevado quejas contra el Gobernador Rodrigo de Contreras.
283 Vega Bolaños, 1956-XIV: 293-294.
96 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

es por pasión con alguno; pero que él se mantendría firme y que no dejaría usurpar
la jurisdicción real en un cabello ni perder un punto de la preeminencia real, porque se
ponen en disputar por teología si vuestra Majestad tiene poder o el audiencia para les
mandar otorgar las apelaciones, ni alzar fuerzas.284
Dos años después de tomar posesión como Presidente de la Audiencia de los
Confines, López de Cerrato, funcionario en quien Bartolomé de las Casas había
depositado su esperanza para que las Leyes Nuevas fueran aplicadas en forma
rigurosa, cambió profundamente y se convirtió en una persona intransigente y
contraria no sólo a los reclamos del Obispo Francisco Marroquín, sino también
del Obispo Valdivieso. Por la documentación que ha salido a luz, correspondiente
a los años de 1548 y 1549, sólo se conocen los escritos de Cerrato y del Obispo
Marroquín, no así los de Valdivieso. ¿Qué había sucedido para que se diese el
cambio operado en Cerrato? El Oidor Diego de Herrera aportó alguna explicación
cuando señaló que el Licenciado Cerrato se había dedicado a encomendar indios a
sus deudos y a otras personas que habían llegado con él desde Santo Domingo.285
Bernal Díaz del Castillo286 amplió tal acusación en carta al Emperador Carlos V,
del 22 de febrero de 1552:
En lo que Vuestra Majestad le manda de preferir a los conquistadores y casados
pobladores, y ayudar a casar hijas de huérfanos conquistadores y pobres en los
aprovechamientos de estas tierras les ayudase a sustentar, ¿qué más justo mando
puede ser que éste? Sepa Vuestra Majestad que si el mismo mando Vuestra
Majestad le hubiese dado diciendo: «mira que todo lo bueno que vacare y hubiere
en estas provincias todo lo deis a vuestros parientes», no lo ha hecho menos, que
ha dado a dos hermanos y a una nieta que casó aquí y a otro su yerno y a sus
criados y amigos los mejores repartimientos de estas provincias que han vacado. Y
en verdad que cualquiera de ellos por sí es de más renta que todos juntos cuantos
ha dado en esta ciudad a todos los conquistadores. Y a un su amigo, que dio un
repartimiento de éstos que digo, que se dice Ballezillo, sepa Vuestra Majestad
que iba preso desde Nombre de Dios para España y se soltó en el viaje, y diz
que le había tomado residencia un Clavijo, y por ciertos delitos y por cosas que
halló contra él y le condenó en cierta cantidad de pesos de oro para vuestra Real
Cámara, y le acogió y dio repartimientos de indios. Así que los ha dejado de dar a
quien Vuestra Majestad manda y los ha dado a sus parientes y criados y amigos; y
aún no ha cumplido con todos, que aún están ahora aguardando que les den a dos
sus primos y un sobrino y un nieto; y no sabemos cuándo vendrá otra barcada de
Cerratos a que les den indios.
Ejemplo de tal nepotismo lo fue el pueblo de Nindirí (Nicaragua) que
encomendó a su hermano Juan López Cerrato; y otros pueblos los otorgó a sus
yernos Nicolás López de Irarraga y Sancho Cano Guerrero. Ante la contundencia
de las acusaciones que se iban acumulando en su contra en la Corte, Cerrato buscó

284 Vega Bolaños, 1956-XIV: 347.


285 Vega Bolaños, 1956-XV: 59.
286 Díaz del Castillo, 1877: 40.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 97

distraer la atención del Emperador y de sus consejeros de Indias informando


sobre los desacatos de los obispos, en especial de Antonio de Valdivieso. Por
ejemplo, el 26 de enero de 1550 escribió que Valdivieso estaba amenazado de
muerte, por el abuso que hacía de la Inquisición:
Dice Vuestra Majestad que en lo que toca a los agravios que los obispos hacen a
los legos [laicos] que acá está proveído, yo no hallo que está proveído cosa alguna.
Son tantas las vejaciones que los prelados hacen a los legos que ni se pueda decir ni
creer, y tanto que hacen salir los hombres de seso, que poco a que al obispo de Paria
le quiso matar uno, y el de Nicaragua se teme cada día que le han de matar, porque
luego prenden por la Inquisición. Y como la gente de acá es tan libre y tan delicada
y de tanta presunción, siéntenlo mucho, especialmente si les toca de verdad.287
Cuatro días después, el 30 de enero de 1550, amplió su acusación sobre el
empleo que Valdivieso hacía de la Inquisición y de alguaciles eclesiásticos:
En esa otra carta que escribo a Vuestra Majestad hice mención de las cosas de
algunos prelados que ni son para decir ni para sufrir. Que como tienen entendido
que no los han de castigar, están tan atrevidos que hacen y dicen lo que quieren.
Y para que vea Vuestra Majestad el atrevimiento que tienen le envío el testimonio
que aquí va de la respuesta que dio el Provisor de Nicaragua a unas provisiones
que se enviaron al Obispo, insertas ciertas cédulas de Vuestra Majestad. Y
aunque no parece lo que el obispo hizo, por carta me escriben que prendió por
la inquisición al que llevó las provisiones. Yo escribo esto a Vuestra Majestad y
envío este testimonio para que vean lo que hacen y su desacato; y para que si algún
obispo o juez eclesiástico se quejare de algún castigo que se le haga, sepa Vuestra
Majestad la causa, que cierto si esto no se remedia no se puede excusar que no haya
algún inconveniente con ellos.288
Ha de haber sido a principios de enero de 1549 cuando el Obispo Valdivieso
denunció ante el Consejo de Indias que varios vecinos habían atentado contra su
vida. La Corona atendió la denuncia y emitió la real cédula del 9 de junio de 1549,
en que ordenó al Presidente Cerrato investigar lo señalado y hacer justicia.
El Rey. Licenciado Cerrato nuestro Presidente de la Audiencia Real de los Confines.
Por parte de don Fray Antonio Valdivieso, Obispo de la Provincia de Nicaragua,
nos ha sido hecha relación que muchas personas vecinas y estantes en la dicha
Provincia, porque los ha querido corregir en sus pecados públicos y ejercitar su
jurisdicción eclesiástica en los casos que de derecho le pertenecen, no han temido
censuras, ni penas eclesiásticas, antes diz que le han desobedecido y tratado entre
algunos de quererle matar y hacer otros desacatos, y se han conjurado para ello, lo
cual convenía remediarse. Y me fue suplicado lo mandase proveer de manera que
fuesen castigados los que habían hecho lo susodicho, y entendido en ello, o como
la mi merced fuese. Lo cual visto por los del nuestro Consejo de las Indias, fue
acordado que debíamos mandar dar esta mi Cédula en la dicha razón. Y yo túvelo
por bien. Porque vos mando que veáis lo susodicho, y llamadas y oídas las partes

287 Vega Bolaños, 1956-XV: 493.


288 Vega Bolaños, 1956-XV: 502.
98 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

a quien atañe, hagáis y administréis en ello brevemente entero cumplimiento


de justicia. Fecha en la villa de Valladolid a 9 días del mes de junio de 1549.
Maximiliano. La Reina. Por mandado de su Majestad, sus Altezas en su nombre.
Francisco de Ledesma.289
Mientras tanto, en Granada, María de Peñalosa, hija de Pedrarias Dávila, recibía
por esas fechas noticias de su esposo Rodrigo de Contreras, en que le comunicaba,
desde España, que no había podido recuperar el cargo de Gobernador ni las
encomiendas que la Audiencia de los Confines le habían quitado a él y a su familia.
En carta del 17 de marzo de 1550, el Obispo Marroquín informó a la Corona
que el 8 de marzo se había conocido en Santiago de Guatemala que Hernando
de Contreras había asesinado al Obispo Antonio de Valdivieso (ilustración 32)
y se había apoderado de la Caja Real, así como de varios navíos en El Realejo,
en el Mar del Sur, y algunas fragatas en el Desaguadero (Río San Juan). En ella
también informó que había excomulgado a los asesinos y alzados, y que estaba
dispuesto a viajar a Nicaragua:
A ocho de este mes de marzo llegó nueva a esta ciudad que en Nicaragua en la
ciudad de León, Hernando de Contreras, hijo de Rodrigo de Contreras, había
muerto al obispo y se había alzado y tomado la caja de Vuestra Majestad y las varas
a los alcaldes y los navíos en la mar del sur y las fragatas en el Desaguadero.290
Habérnoslo sentido, por tocar a Dios y a Vuestra Majestad. Yo los he denunciado
por excomulgados, y así denunciarán todos los domingos. Lo demás el Audiencia
lo proveerá, pues lo tiene a cargo. Yo me he percibido de ir allá por excusar parte
del mal que podrán hacer. Que gente tan sin temor y vergüenza, todo mal hará. Si
al Audiencia le pareciere, yo me pondré a todo trabajo y peligro, que a más somos
obligados.291
El Presidente Cerrato, quien meses antes había engavetado la orden real de
impedir el asesinato del Obispo Valdivieso, enterado de la noticia, aguardó cerca
de tres meses para elevar a la Corona su versión del asesinato, la que hizo el 2 de
junio de 1550:
en un navío que partió del Puerto de Caballos poco ha escribí a Vuestra Majestad
largo de las cosas de esta provincia y envié en él 15,000 pesos a Vuestra Majestad
y las cuentas de esta ciudad de Guatemala y de Chiapa y después, por la vía de
México, escribí cómo habían muerto al Obispo de Nicaragua con todo lo demás
sucedido sobre ello. Y porque podría ser que aquella carta última no llegase, acordé
ahora escribirlo en este navío. Así que parece que entre el Obispo de Nicaragua
y Rodrigo de Contreras, Gobernador que fue de aquella provincia, y su mujer e
hijos había algunas pasiones y diferencias. Y dicen que el Rodrigo de Contreras
escribió ahora a Su Majestad que no podía negociar nada con Vuestra Majestad
a causa que el Obispo había escrito contra él a Vuestra Majestad y a sus reales
Consejos de Indias y de Inquisición. Y demás de esto parece que el Obispo había

289 AGCA, A123, leg. 1511, fol. 119.


290 Referencia al Río San Juan.
291 Sáenz de Santa María, 1964: 260.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 99

hecho ciertas informaciones por vía de Inquisición contra ellos y había publicado
que tenía cedula de Vuestra Majestad para que no estuviesen en la tierra. De todo
lo cual parece que los hijos de Rodrigo de Contreras estaban muy indignados.
Ofrecióse que a esta sazón estaban muchos de los desterrados del Perú, así de los
que había enviado el de la Gasca, como de los que el Gobernador del Nombre de
Dios había echado en Nicaragua, los cuales juntó así Hernando de Contreras,
hijo del Rodrigo de Contreras, y determinó de matar al Obispo. Y así lo hizo. Y
muerto, le robó y también la caja de Vuestra Alteza. U de ahí se fueron al Puerto
del Realejo y tomaron ciertos navíos y se apoderaron en ellos.292
Ocho días después, el 10 de junio de 1550, informó que haría viaje a Nicaragua
en compañía del Obispo Marroquín, y que antes no lo había hecho, porque los
Oidores se opusieron.293 A pesar del ofrecimiento y de varias reales cédulas que
le ordenaron hacer justicia, tampoco lo hizo.
Además de las versiones enviadas por Marroquín y Cerrato, la Corona
también recibió nuevos detalles sobre el asesinato, escritos en Sevilla el 22 de
septiembre de 1550 por el Presbítero Pedro de la Gasca, quien señaló también
como uno de los autores intelectuales del asesinato a María de Peñalosa, mujer
de Rodrigo de Contreras, y madre de Hernando y Pedro de Contreras.294 Con
base en las varias noticias recopiladas por el Consejo de Indias, el 6 de octubre de
1550, el Emperador Carlos V y la Reina Juana la Loca emitieron una real cédula
ordenando a la Audiencia de los Confines llevar a la justicia a los involucrados
en el crimen:
y como quiera que es de creer que vosotros habréis proveído lo que convenga para
castigar y hacer justicia de los delincuentes, por ser los delitos tan graves y dignos
de riguroso castigo, habemos acordado de mandar dar para vos la comisión que con
esta vos mando enviar. Yo os encargo y mando que luego que la recibáis entendáis
en lo que por ella se os comete con el cuidado y diligencia que de vos confiamos y
lo requieren el castigo de semejantes delitos.295
El mismo día 6 de octubre de 1550, la Corona envió una nueva Real Cédula
en la que resumió lo acontecido antes y después del asesinato del Obispo, e
involucró directamente a María de Peñalosa:
A vos el nuestro Presidente y oidores de la Audiencia Real de los Confines, salud
y gracia. Sépades que nos somos informados que Hernando de Contreras y Pedro
de Contreras, hijos de Rodrigo de Contreras, nuestro Gobernador que fue de la
provincia de Nicaragua, juntaron gente en la dicha provincia y fueron con mano
armada a la ciudad de León de la dicha provincia, donde residía don fray Antonio
de Valdivieso, obispo de ella, y entraron en su casa y le mataron a puñaladas. Y de
allí con cantidad de gente sus secuaces se fueron a la ciudad de Panamá con ánimo
dañado y alteraron la dicha ciudad y toda aquella provincia y procuraron de matar

292 Vega Bolaños, 1956-XVI: 1-2.


293 Vega Bolaños, 1956-XVI: 4-5.
294 Vega Bolaños, 1957-XVII: 251-252.
295 Vega Bolaños, 1957-XVII: 296.
100 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

al Gobernador de ella y a otras personas, y alzarse con la tierra y robar lo que en


ella había, e hicieron otros insultos y robos y otras cosas en gran deservicio de Dios
nuestro señor y nuestro y daño de nuestra real hacienda, y en gran menoscabo y
daño de nuestros súbditos y vasallos. Y que para ello diz que dio favor y ayuda
doña María de Peñalosa, mujer del dicho Rodrigo de Contreras, como parecía
por el dicho y declaración de un Juan Ruiz que fue visto en el nuestro Consejo de
las Indias, el traslado de la cual os mando enviar con ésta, signado de Escribano
Publico.296
Años después, el 20 de abril de 1556, ante una nueva acusación de amparar
a clérigos facinerosos, el Obispo Marroquín volvió a referirse al asesinato del
Obispo Valdivieso:
Cuanto al trato de los clérigos, la tierra es de tal calidad que los convida a ello.
Yo he celebrado por dos veces sínodo para la información del clero, de hoy más
habrá mucho cuidado para que cada uno viva como sacerdote y ciertamente yo no
conozco clérigo que se pueda llamar facineroso, sino fue uno que se fue huyendo a
esos reinos (del cual diré abajo). Frailes facinerosos sí que se hallaron en la muerte
del Obispo de Nicaragua y fueron en el alzamiento contra Vuestra Majestad y
otros en la misma provincia de Nicaragua que por sus culpas y malos ejemplos los
despobló y desterró el que los fue a visitar, y deshizo la casa y la vendió con haber
30 años y más que estaba poblada; y en esta provincia ha habido dos: un Fray
Íñigo que al presente está preso y otro Pacheco que se huyó. Éstos han hecho cosas
infernales y Dios nuestro Señor sabe si me ha pesado que ellos lo hubiesen hecho
y si me pesa de lo decir.297

Leyes Nuevas son modificadas

E l propósito de las Leyes Nuevas era la abolición de la esclavitud indígena y


la Encomienda-Repartimiento, una forma encubierta de esclavitud, como el
Presidente Alonso López de Cerrato298 lo comprobó. Lo que Carlos V deseaba era
que los indígenas fueran tributarios libres del rey. Sin embargo, la violenta reacción
de los encomenderos en la ciudad de México, Chiapas, León (Nicaragua) y Perú
obligó a la Corona a prolongar la encomienda, pero con algunas modificaciones.
En adelante, consistiría en la concesión temporal de los tributos de un pueblo a
conquistadores distnguidos, pero sin derecho a tierra, a repartimiento de indios
y a servicios personales. Se mandó, igualmente, la separación residencial, para
que los encomenderos no residieran en los pueblos de indígenas. Además, se
estableció que las encomiendas no se adjudicaran a funcionarios de la Corona;
que las que vacaren pasaran a poder del Rey; que el encomendero contribuyera a
la cristianización de los naturales y a mantener caballo y armas.

296 Vega Bolaños, 1957-XVII: 296-297.


297 Sáenz de Santa María, 1964: 297.
298 Vega Bolaños, 1956-XV: 33-34, Martínez Peláez, 1979: 62; Rodríguez Becerra, 1977: 74, 90, 100;
García Peláez, 1968-I: 89, 92; Zavala, 1967: 12, 21.
Las Casas, Leyes Nuevas y Abolición de la Esclavitud Indígena 101

Aunque la esclavitud indígena desapareció, la encomienda-repartimiento


continuó ligeramente modificada durante la segunda mitad del siglo XVI y todo el
XVII facilitando la vida parasitaria de los que eran beneficiados con ella, como lo
fueron por un lado conquistadores y sus descendientes, familiares de presidentes
y oidores, y hasta funcionarios de la Corte, como lo fue el Jurisconsulto Juan de
Solórzano Pereira, recopilador de las Leyes de Indias, quienes dos veces al año, por
las fiestas de San Juan y Navidad, recibían tributos de pueblos de encomienda;
y por otro lado la Corona que era la que se beneficiaba con los tributos de los
pueblos realengos o de la Real Corona.
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del Poniente hizo compañía con el Virrey Don Antonio de Mendoza de todo
lo que se descubriese entre ambos, así por mar como por tierra; y en su
consecuencia habían resuelto dividir la dicha Armada en dos partes; y la una
compuesta de tres naos gruesas y una galera enviar á las islas del Poniente
a cargo de Ruy López de Villalobos, y la otra de cinco naos y una fusta por
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ÍNDICE ANALÍTICO

A Ajawab’ 11 Almolonga 41, 68, 72, 79


Ajpop 12, 26 Santiago de Guatemala 5
Acajutla Ajpop achij 14 trazo de Santiago de
construcción de naves 45 Ajpop K’amja 26 Guatemala 33
Acémilas 55 Ajpop Sotz’il véase Bulbuxyá
Aches Kaji’ Imox 39 Alvarado, Alonso de 45
véase Achíes 68 Ajpop Xajil 14 Alvarado, Diego de
Achíes 67 B’eleje’ K’at 27, 39 encomendero de Soloma
caníbales 67 Wuqu’ Kej 40 45
la mas cruel jente de Alabitz 11 hijo de Pedro de Alvarado
quantos yndios ay en Alaminos, Antón de 25 45
todas las Yndias 67 Albítez, Diego de 58, 59 Alvarado (el Mozo), Pedro 45
y expedición de Pedro de encomendero de Mateare Alvarado, Gómez de 45
Alvarado a Honduras 8 Alvarado, Gonzalo de
67 Alcaldes Mayores Alguacil Mayor 29, 33
Acla Castañeda, Francisco de encomendero de
minas 58 61, 65 Chichicastenango 36
Acuña, Juana de Alcaldes Ordinarios fundador de Gracias a
véase Ocaña, Juana de Benalcázar, Sebastián de Dios 67
Adelantados 52 Alvarado, Jorge de
Alvarado, Pedro de 34, 35 Mendoza, Baltazar de 29, encomendero de
África 3 32 Chichicastenango 36
Agüero, Diego de Rojas, Diego de 29, 32 posesión de esclavos 33
sacerdote 50 Alcántara 57 repartimiento general de
Aguilar, Alonso de Algodón 19, 66 indígenas 5, 35
y esclavos indígenas 34 Alguacil Mayor traza Santiago de
Aguilar, García de Alvarado, Gonzalo de 29, Guatemala 33
y esclavos indígenas 34 33 y conquista de Guatemala
Ahorcamientos 6 Al k’ajol 11 35
Ahpozotzil Almagro, Diego de 65 Alvarado, Leonor de
Kaji’ Imox 27, 32 antagonismo con Pedrarias y dueña española 45
Ajaruco 25 Dávila 65 Alvarado, Pedro de 7, 28, 49,
Ajawab y Pedro de Alvarado 5 57, 58, 65
y naborías 33 Almástiga 3 Adelantado 35
114 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

amigo de Domingo de España 35 Rodríguez de Fonseca,


Betanzos 37 roba barcos en Nicaragua Juan 50
apertura de camino entre 47 Astete, Fulano de 46
Puertos Caballos y San roba barcos en Panamá 47 Astilleros
Pedro de Sula 67, 70 rotundo fracaso en Perú Iztapa 45
arrebata esposa a Kaji’ 67 Astochimal 17
Imox 32 segunda armada 45 Atambores 16
Caballero de Santiago 35 se queda con esposa de Atitlán 71
Capitulación para la Kaji’ Imox 29, 32 minas de oro de Pedro de
Expedición a las Islas soborna a Francisco Alvarado 40
de las Especiería y del Marroquín 37 Audiencia de los Confines 9,
Maluco 69 viaje a España 35 34, 74, 80, 90, 98
carta a Hernán Cortés 26, y despoblamiento de despotrica contra Las
31 Honduras 68 Casas y Valdivieso 84
conquista Choloma 68 y disposición de Juana la jurisdicción 9
dueño de minas de oro y Loca 37 traslado a Santiago de
plata 40 y doncellas en casamiento Guatemala 85
encarcelado en México 35 70 Audiencia de Nueva España
encargado del hierro para y esclavitud indígena 5 35
marcar esclavos 5 y hierro para esclavos 41 Audiencias
encomendero de y repartimiento de indios Santo Domingo 7, 54
Chichicastenango 36 5 Auto de Fe 15
en Iximché 27 Álvarez de Osorio, Diego 65 en Teoca 63
en Nequepio 52 Protector de Indios en Avagoaltegoan 17
expedición al Perú 5 Nicaragua 8, 61 Ayagualo
expedición militar a y hierro para marcas véase Cocibolca 50
Cuscatlán 31 esclavos indígenas 64 Ayala, Diego de 61
funda Santiago de Anales de los Cakchiqueles Ayuntamiento de Santiago de
Guatemala 29 véase Memorial de Sololá Guatemala 37, 68, 70
funda villa de San Pedro Anclas 5, 47, 71 Azadores 70
de Puertos Caballos 68 Andagoya, Pascual de Azafrán 3
juicio de residencia 26 soldado fiel de Pedrarias Azotes 59
lleva esclavos indígenas a 58 Aztecas 6, 49, 67
Perú 5 y carta a Isabel de
matrimonio con Beatriz de Bobadilla y Peñalosa 58 B
la Cueva 69 Andalucía Bahía de Honduras 53, 66
minas de oro en venta de esclavos caza de indígenas 25
Totonicapán 40 indígenas 5 encuentro de Cristóbal
negocio de esclavos 78 Antillas Mayores 3, 6, 49, 66 Colón con comerciantes
nuevo repartimiento de descenso demográfico 3, indígenas 66
indios 36 24 entradas o correrías 25
posesión de esclavos 33 Aparejos marítimos 5 Ballesteros 45
primer juicio de residencia Aperreamiento 62 Barahona (El Viejo), Sancho
35 Apocalipsis 83 de 34
primer reparto de indios Aram, Bethany 56, 57, 113 explotación de mina 40
34 Arcabuceros 70 posesión de esclavos 33
quema vivos a cinco Arca de las Tres Llaves 64 y esclavos quichés 27
señores en Utatlán 26 Arcos 16 Barbudos
quita artillería a San Armada a Perú 5, 41, 44, 65 crueldad 51
Cristóbal de los Llanos Armamentos 70 Barcos 47
43 Arroyo, Hernando de 22 construcción 41
retorna de primer viaje a Arzobispos Barrios
Índice Analítico 115

El Tortuguero 39 y Pedro de Alvarado 45, enemigos 28


indígenas guatimaltecos 47 entregan metales preciosos
89 Brevísima Relación de la a Pedro de Alvarado 29
indígenas mexicas 89 Destrucción de las Indias llevados como esclavos a
indígenas tlaxcaltecas 89 63, 71, 77 Perú 5
indígenas utatecos 89 redacción 75 sublevación 39
Becerra, Bartolomé 34 Buena Esperanza 68 tributo 39
Beleheb Tzi Buhíos 58 y correrías contra quichés
muerte 26 Bulas 27
B’eleje’ K’at Sublimis Deus 9 y lavado de oro 39
abandona Iximché 29 Bulbuxyá Calafateros 45
Ahpoxahil 27 Santiago de Guatemala 5 Calamidades públicas
fallece lavando oro 40 véase Almolonga 33 y sacrificios humanos 14
rendición 39 Burgos 20 Calderos 58
Beltrán, Diego Burgos, Cristóbal de Calendario
Registrador del Consejo de y Pedro de Alvarado 47 cakchiquel 26
Indias 77 ritual 17
Benalcázar, Sebastián de 55, C Campañón, Francisco 65
58 Cabalgadas 50, 51, 52 y tráfico de esclavos
conquistador de Ecuador Caballeros de Santiago indígenas de Nicaragua
52 Alvarado, Pedro de 35 8, 65
Benavente, Toribio de De los Cobos, Francisco 60 Campeche 25
véase Motolinía 15 Protegido de Juan Campo de Agramante 53
Benzoni, Girólamo Rodríguez de Fonseca Canela 3
Novae Novi Orbis 50 Caníbales 19
Historiae 50 Caballos 16, 29, 31, 51, 55, 56, Canibalismo
Bergantín 71 57, 58, 94 achíes en Honduras 67
Betanzos, Domingo de 75 Cabrera, Beatriz de 59 Canoas 66
amigo de Pedro de Cabrera, Fulano de Cano Guerrero, Sancho
Alvarado 37 lleva regalos de Cortés a yerno de Alonso López de
y Encomienda- Francisco Hernández de Cerrato 96
Repartimiento 37 Córdoba 55 Cañones 71
Bezotes 50 Maestre de Campo 55 Capitulaciones de Santa Fe 3
Bienes 22, 57 Cabrera, Gabriel de Capitulación para la
Bobadilla, Francisco de Procurador del Expedición a las Islas de las
Comendador de la Orden Ayuntamiento de Especiería y del Maluco 69
de la Merced 17, 55, 63 Santiago de Guatemala Carabelas 48
primo de esposa de 37, 43 Carbón 72
Pedrarias 55 Cacao 11, 12, 13, 18, 28, 66, 94 Cardamomo 3
Bobadilla y Peñalosa, Isabel Cáceres 57 Cardenal Cisneros
de 58 Caciques 4, 17, 18, 28, 33, 34, y Bartolomé de las Casas
confidente de Isabel de 37, 39, 43, 57, 58, 62, 63, 64 77
Portugal 8, 59 aperreados 62 Cargadores 12
esposa de Pedrarias Dávila Diriangén 50 Carlos I
8 Don Gonzalo 50 véase Carlos V
matrona varonil 59 Guerrero, Gonzalo 68 Carlos V 9, 36, 59, 67, 69, 70,
negocia rehabilitación de Paris 52 72, 74, 75, 77, 80, 92, 95, 115
Pedrarias 8 Urraca 52 e indígenas 100
Boquerón 52 Cakchiqueles 12, 29, 31, 32, pide dispensa papal
Bravo, Pedro 45 67 a favor de Pedro de
Provisor 47 alzamiento 33 Alvarado 69
sacerdote secular 45 conquista 4 rehabilita a Pedrarias
116 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Dávila 8 intento de linchamiento a cuarto viaje 49, 66


y asesinato de Obispo Bartolomé de las Casas e indígena para llegar a
Antonio de Valdivieso 9 región de oro 66
99 liberación de esclavos encuentro con
y Leyes Nuevas 9 indígenas 9 comerciantes indígenas
Carne salada 92 Chib’ul Kwi 11 en Bahía de Honduras
Carpinteros 45 Chichén Itzá 3, 66
Carrillo, Hernán tzompantli 15 lleva esclavos indígenas a
Regidor 29, 33 Chichicastenango Andalucía 5
Carta de los yndios encomienda 36 primer viaje 19
Tlaxcalteca y mexicanos al Chicoyatonal 17 segundo viaje 19
Rey sobre ser maltratados Chi Ismachí 11 y esclavitud indígena 3, 19
72 Chij Xot y repartimiento indígena
Cartagena 16 rendición y tributo 39 19
Casa de Contratación 20 Chilanes 15 Colón, Diego 19, 25
Casas grandes 11 Chimaltenango y esclavitud de indígenas
Castañeda, Francisco de 61, entrada militar 35 3
65 Chira y sermón de Antonio de
Alcalde Mayor 61 desembarcos de Pedrarias Montesinos 20
Gobernador de Nicaragua Dávila 56 Comalapa 39
47 Chisalín 11 conquista 35
pláticas con Luis de Choloma Comayagua 86
Moscoso Alvarado 47 conquistados por Pedro de Comendador Mayor de
y tráfico de esclavos Alvarado 68 Castilla
indígenas de Nicaragua Cholultecos 35 véase Cobos, Francisco de
8, 65 Chompipes 11 los
y valor de esclavos Chontales Comentarios Reales 45
indígenas 64 indígenas son herrados 43 Comerciantes
Castañeda, Juan de 65 Chorotegas indígenas 6, 49
Castellanos, Francisco de llevados como esclavos a Comino 3
posesión de esclavos 33 Perú 5 Compañón, Francisco 56
Castilla 21, 51, 55, 71 sacrificios humanos 15, 17 desacuerdo con Francisco
Castilla de Oro , 7, 47, 52, 57, Chuitinamit 28 Hernández de Córdoba
58, 60, 63 Chuwapek Q’eqak’ajl Nima 55
Catoche Ab’aj 35 libera a Hernando de Soto
véase Isla de las Mujeres 25 Ciudad de los Caballeros 61 55
Cerámica suntuaria 11 Ciudad Real de Chiapa 43, 71 Conjunción
Cereceda, Andrés de Clavo de olor 3 véase eclipse
entrega Gobernación a Clérigos facinerosos 100 Conquistadores
Pedro de Alvarado 68 Cobán vida parasitaria 101
Cerveza 66 encomienda 40 y despoblación 20
Chalchihuitl 11 Cobos, Francisco de los Conquista española 4
Chalchitán Comendador Mayor de Conquista pacífica 74
tzompantli 15 Castilla 8 abandonada por
Champotón 25 sobornado por Isabel de dominicos 10
Chapetón Bobadilla y Peñalosa 8 Conquistas 20, 59, 113, 115,
véase Gachupín tráfico de esclavos 69 116
Chávez, Juan de y Francisco Marroquín 41 Imperio Inca 49
expedición a Honduras 67 Cobre 6, 66 México 57
Chetumal 68 Cocibolca 6, 50, 52, 54 Nicaragua 16
Chiá 28 Colección Somoza 90 Tenochtitlan 49
Chiapas 9 Colón, Cristóbal 3, 6 Consejeros de Indias
Índice Analítico 117

sobornados por Isabel de sacrificios humanos 17 entradas o correrías 25


Bobadilla y Peñalosa 8 Covarrubias, Pedro de repoblamiento 49
Consejo de Indias 34, 36, 37, dominico 20 Cumatz 12
38, 40, 44, 69, 77, 100 en Junta de Burgos 20 Curas seculares
nombra a Marroquín y Coyevet 17 Bravo, Pedro 47
Alvarado encargados Cozumel Cuscatlán 6, 17, 28, 49, 52,
del hierro para marcar véase Isla de las Mujeres 26 60, 61
esclavos 5 Crisoles 66 entrada militar de Martín
y esclavitud indígena 5 Crónicas de Estete 9
Consejo Real de Castilla 23 Historia de las Indias 24 expedición militar de
Contreras, Hernando de 99 Historia General y Natural Pedro de Alvarado 31
asesina a Obispo Antonio de las Indias 16 indígenas herrados como
de Valdivieso 9, 98 Historia verdadera de la esclavos 4, 31
Contreras, Pedro de conquista de Nueva señorío pipil 4
y asesinato de Antonio de España 25
Valdivieso 9, 99 Crónicas indígenas D
Contreras, Rodrigo de 95, 98 Título de Totonicapán 12 Danzas 15
alianza con Pedro Ramírez Popol Wuj 11 desollamiento 12, 16
de Quiñones 91 Memorial de Sololá 14, 27 en honor de Xipe Tótec 17
hijos 99 Cronistas 114 Darién 65
pierde encomiendas 98 Benzoni, Girólamo 50 esclavos indígenas 58
y explotación de indígenas Díaz del Castillo, Bernal Dávila, Pedrarias 1, 6, 7, 16,
89 15, 28, 66 25, 47, 49, 50, 52, 54, 55, 56,
Conventos Fernández de Oviedo, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 65,
Nuestra Señora de las Gonzalo 16, 23, 62 66
Mercedes 39 Fuentes y Guzmán, antagonismo con Diego de
Santo Domingo 39 Francisco Antonio de 92 Almagro 65
Correrías 3, 8, 24, 49, 50, 51, Hernández Arana, decapita a Francisco
59, 61, 62, 67 Francisco 71 Hernández de Córdoba
contra Paris y Urraca 52 Herrera y Tordesillas, 56
Cortes de Valladolid 75 Antonio de 54, 69 destituido como
Cortés, Hernán 6, 7, 26, 27, Las Casas, Bartolomé de Gobernador de Castilla
32, 49, 52, 53, 55 24, 63 de Oro 7, 58
carta de Pedro de Motolinía 15 e intento fallido de
Alvarado 31 Pedraza, Cristóbal de 67 apoderarse de Cuscatlán
en Las Hibueras 54 Remesal, Antonio de 41, 60
envía regalos a Francisco 69 enfermo 61
Hernández de Córdoba Sahagún, Bernardino de envía oro a Isabel de
7, 55 15 Bobadilla y Peñalosa 8
Gobernador de Nueva Ximénez, Francisco 39 expropiado 58
España 57 Cronistas de Indias Furor Domini 60
plano para llegar a Las Fernández de Oviedo, Gobernador de Nicaragua
Hibueras 66 Gonzalo 16 8
viaja a Honduras 6 Cuarto Domingo de Adviento Gobernador de Tierra
y esclavitud indígena en 4, 20 Firme 50
Honduras 7 Cuauhtémoc intento de apoderarse de
y paso hacia Islas de las ahorcado por Hernán Honduras 57
Especies 28 Cortés 7, 54 juicio de residencia 58
Cosechas 17 Cuba 6, 24, 25, 52, 57, 58, 69 juzgado por Murdo
Costa Rica 116 e indígenas de Islas de la McLeod 65
Costa Sur 12 Bahía 49, 53 roba oro a Francisco
Cotzumalguapa encomenderos 25 Hernández de Córdoba
118 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

8 viaja a Nicaragua 8, 58 y guerra a los indígenas de


segundo arribo a León 61 y explotación de indígenas Puchutla y Lacandón 10
y aperreamiento 62 89 y mina entre Rabinal y
y esclavitud indígena 49 Demografía Uspantán 40
y Francisco Hernández de despoblación 3, 20 Don Jorge
Córdoba 7 despoblación de las gobernante cakchiquel 40
y Gonzalo Fernández de Antillas Mayores 24 Dorado, Alonso
Oviedo 16 despoblación indígena de azotado 59
y Hernando de Soto 52, 55 Nicaragua 52 Dovalle, Gonzalo
y negocio de esclavos Derecho 20 denuncia arbitrariedades
indígenas de Nicaragua divino 4, 20, 23 de Jorge de Alvarado 35
8 natural 20 Durán, Tomás 20
y precio de esclavos Desacatos 97
indígenas 64 Desaguadero E
y Requerimiento 4, 22 véase Río San Juan 62 Ecuador 52
y tráfico de esclavos Desollamiento de hombres 17 El Boquerón 29
indígenas 63, 64, 65 De unico vocationis modo 73 El Picacho 29, 52
Décadas 69 Díaz del Castillo, Bernal 15, El Realejo 52, 98, 99
De Indis 9 25, 54, 55, 58, 115 construcción de naves 45
De la Cueva, Beatriz cronista 28, 66 El Salvador 45
matrimonio con Pedro de Historia verdadera de la El Viejo 50
Alvarado 69 conquista de Nueva Elvira
y dispensa papal 70 España 25 esclava indígena pipil 9
De la Cueva, Francisca 69, 70 y conquista de Panatacat Embajadores 51
De la Cueva y Toledo, Beltrán 28 Embarcaciones
52 Diosdado, Antonio calafateadas con pez 44
cohechos 78 y Pedro de Alvarado 45 Encomenderos 25
tráfico de esclavos 69 Dirianes y separación residencial
y Francisco Marroquín 41 atacados por Francisco 100
De la Gasca, Pedro 99 Hernández de Córdoba Encomienda-repartimiento 4,
informe sobre asesinato 50 9, 24, 34, 35, 59
de Obispo Antonio de Diriangén 6 Chichicastenango 36
Valdivieso 99 derrota y expulsa a Gil y Domingo Betanzos 38
pacifica Perú 9 González Dávila 50 Encomiendas 59
De la Vega, Garcilaso (el Dispensa papal 69 Cobán 40
Mozo) Dominicos 23 prolongación 10
Comentarios Reales 45 abandonan política de Enfermedades 20
De los Cobos, Francisco conquista pacífica 10 Enrique IV 52
Comendador Mayor de Angulo, Pedro de 74 Entradas 3, 6, 7, 8, 24, 50, 53,
Castilla 60 Betanzos, Domingo de 75 60, 61
y Pedro de Alvarado 78 Covarrubias, Pedro de 20 Epidemias 3, 50, 52, 66
y tráfico negrero 60 Durán, Tomás 20 viruela 24
De los Ríos, Luis Montesinos, Antonio de Ermitas
escribano 51 4, 20 Nuestra Señora de los
De los Ríos, Pedro oposición al repartimiento Remedios 72
arribo a Granada 59 de indios 4 Esclavas indígenas 59
descuartizamiento de Paz, Matías de 20 Elvira 61
Alguacil Eclesiástico 91 Remesal, Antonio de 41, Esclavitud 11, 15
excomulgado 93 71 Esclavitud indígena 5, 24
expulsado de Nicaragua 8 Valdivieso, Antonio de 89 abolición 9, 51
Gobernador de Castilla de Vitoria, Francisco de 9 Esclavos 51, 58, 78
Oro 7, 57 Ximénez, Francisco 39 hierro 41
Índice Analítico 119

indígenas 22, 34, 50, 52 Escribano 58 Figueroa, Santos de


indígenas herrados 29 Estelas 15 y Pedro de Alvarado 45
Esclavos de guerra 18, 33, 34 Estete, Martín de 58, 61 Figurillas 26, 50
Esclavos de rescate entrada al Desaguadero Flandes 9, 74, 75, 76
véase naborías 33 62 Flechamiento 11
Esclavos indígenas 1, 5, 7, 8, entrada militar a Cuscatlán Flechas 16, 51
9, 45, 50, 52, 59, 61, 63, 64, 9, 60 Florida 6
65, 87, 88 expulsado de San Salvador Franciscanos 43
a Perú 65 61 en Armada hacia Perú 45
comerciados en Panamá Veedor 56 Testera, Jacobo de 9, 74
63 y tráfico de esclavos y esclavitud indígena 75
explotados en minas 40 indígenas de Nicaragua y Francisco Marroquín 75
Isabel 34 8, 65 Fray Íñigo
Juana 34 Estrecho Dudoso 6, 49, 54 facineroso 100
liberados 51 Excomulgados Frijol 11, 62
marca y precio 64 De los Ríos, Pedro 93 Fuentes y Guzmán, Francisco
Perico 34 Extremadura 52 Antonio de 39, 81, 92
principal actividad Furor Domini
económica de Nicaragua F véase Pedrarias Dávila 57,
63 Farnesio, Julia 60
valor en Guatemala 45 amante de Alejandro VI 69
Esclavos negros 59 G
Felipe de Austria
Escobar, Diego de destituye a Alonso de Galeones 47, 71
sacerdote 50 Maldonado 9 Galeota 71
Escopeteros 45 Fernández de Oviedo, Galiano, Diego 61
Escribanos Gonzalo 4, 16, 17, 20, 22, 23, Gallinas de la tierra 11
De los Ríos, Luis 51 58, 65, 115 Garavito, Andrés 56, 65
Espinosa, Juan de 58 Caso de los Desollados 16 Garro, Pedro de 56
Martínez de Soria, Juan 34 cronista de Indias 16, 62 expedición a Honduras 54
Reguera, Alonso 29 Historia General y Natural y Hernán Cortés 55
Escribanos de Cabildo de las Indias 16 Gentiles 21
Reguera, Alonso 33 Secretario de Francisco Gobernadores 21, 55, 58, 59,
Escribanos de Cámara Hernández de Córdoba 61, 66, 68
Robledo, Diego de 72 16 Alvarado, Pedro de 35, 43
Escuintepeque 28 Secretario del Consejo de Castañeda, Francisco de
sacrificios humanos 17 la Santa Inquisición 16 47
Escuintla y Bartolomé de las Casas Contreras, Rodrigo de 89
entrada militar 35 16 Cortés, Hernán 57
Esculturas y requerimiento 22 Dávila, Pedrarias 7, 8, 50,
Xipe Tótec 17 Fernando de Aragón 58, 60
Espadas 17 véase Fernando el Católico De los Ríos, Pedro 7, 57
con navajas de pedernal 4, 20 López de Salcedo, Diego
66 Fernando el Católico 4 8, 57, 59
España 20, 59, 115 amonesta a dominicos de Ovando, Nicolás de 57
Españoles La Española 23 Soto, Hernando de 52
tratantes de indígenas 66 y Gonzalo Fernández de Velásquez, Diego de 7,
y enfermedades 3 Oviedo 16 24, 58
Especias 3 y Leyes de Burgos 20 Golfo de Chira 45
Especiería 19 y Requerimiento 21 astillero 47
Espinosa, Gaspar de Fiestas Golfos
y Hernando de Soto 52 Navidad 101 Chira 65
Espinosa, Juan de San Juan 101 Fonseca 6, 50, 52, 53, 60,94
120 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Honduras 6, 49, 53 Guacales decorados 11 perdimiento de sus bienes


Las Hibueras 54 Guanaja 57
México 5, 6 salteamiento de indígenas y cabalgadas 50
Nicoya 65 66 y Caso de los Desollados
San Lúcar 65 Guanaxas 26 16
Gómez, Ortega entradas o correrías 24 y conquista de Nicaragua
encomendero de Guanín 6, 50, 51, 52, 53 6
Chichicastenango 36 Guatemala 7 y esclavitud de indígenas
Gómez, Pedro hierro de los esclavos 45 en Nicaragua 8, 49
y mina de plata 40 liberación de esclavos y Gonzalo Fernández de
y Pedro de Alvarado 40 indígenas 9 Oviedo 16
González Dávila, Gil 1, 6, 7, Guatimaltecos 89 y Hernán Cortés 7
49, 50, 53, 54, 55, 60 Guayama y Pedro Moreno 7, 54
Caballero de la Orden de entradas o correrías 24 Herraje 55
Santiago 50 salteamiento de indígenas Herramientas 55
derrota a Hernando de 66 Herrera, Diego de 84
Soto 53 Guaymoreta Oidor 81
en Nito 6 entradas o correrías 24 Herrera, Francisco de 61
marcha a México 7 salteamiento de indígenas Herrera y Tordesillas,
protegido del Obispo Juan 66 Antonio de 54, 55, 117
Rodríguez de Fonseca 7 Guazacapán Décadas 69
y asesinato de Cristóbal de pueblo de Pedro de y segundo viaje de Pedro
Olid 7 Alvarado 71 de Alvarado a España
y conquista de Nicaragua y Armada hacia Perú 44 69
6 Güegües 17 Herreros 45
Gracias a Dios 90, 92 Guerra de conquista 4, 20 Hidalgos 56
Las Casas y Valdivieso se Guerras 12, 14, 15 Hierro de los esclavos 16, 45
enfrentan a Audiencia de Guerrero, Gonzalo Hierros 5
los Confines 82 cacique de Chetumal 68 Hinojo 3
inauguración de Audiencia muere en combate en Ulúa Historia de las Indias 24
de los Confines 81 68 Historiadores
y armada de Pedro de Guevara, Luis de 61 Kramer, Wendy 34
Alvarado 71 Güeyacalá 66 Lovell, George 34
Granada 8, 25, 56, 59, 64 Gumarcaaj 12, 13 Lutz, Christopher 34
autoridades edilicias 8 celebraciones rituales 12 McLeod, Murdo 65
conspiración para asesinar rito del desollamiento 12 Mena García, María del
a Obispo Antonio de Carmen 60
Valdivieso 98 H Zavala, Silvio 77
fortaleza 56 Hachuelas de cobre 66 Historia General de las Indias
Francisco Hernández de Hambrunas 14 66
Córdoba es apresado 7 Hernández Arana, Francisco Historia General y Natural de
fundación 52 cronista indígena 71 las Indias 16
mercedarios 95 Hernández de Córdoba, Historia verdadera de la
y concertación con Francisco 1, 25, 50, 52, 53, conquista de Nueva España
Audiencia de Santo 54, 55, 56, 57, 58, 119 25, 28
Domingo 54 decapitado 56, 57 Holguín, García 45
Grandes lagos 6, 7, 8, 49, 50, detenido en Granada 65 Honduras 6, 7, 8, 26, 45, 49,
52, 54 entradas en Bahía de 52, 53, 54, 55, 57, 58, 59, 66,
Gran Turco 83 Honduras 25 67, 68, 71, 114, 115
Grecia 19 envío de oro y esclavos esclavitud indígena 49
Grijalva, Juan de indígenas a Panamá 52 Islas de la Bahía 3
muerto en Olancho 58 fundación de León 52 Huehuetenango 12
Índice Analítico 121

Hurtado, Benito Isla de las Mujeres 25, 26 67


muerto en Villa Hermosa Islas Orduña, Francisco de 35
57 Chira 56 Juego de pelota 11, 15
Hurtado, Hernando de 61 Canarias 3 Jueves santo 16
De la Bahía 3, 7, 49 Juicios de Residencia 29, 58,
I de las Especies 3, 6, 28, 49, 65
Idólatras 19 54, 71 Alvarado, Pedro de 26, 31,
Ilocab 11 Istapa 43 32, 37
Ilopango y Armada hacia Perú 44 Dávila, Pedrarias 58
enfrentamiento con Pedro Iximché 29, 31 Julián 25, 26
de Alvarado 29, 31 abandonada por Jun Junajpú
Imabite 50 cakchiqueles 29, 33 sacrificado 15
danza de los desollados 16 fundación de Santiago de Jurisconsultos
Imperio azteca 6, 49, 67 Guatemala 29 López de Palacios Rubios,
Imperio inca 49, 52 llegada de españoles 28 Juan 4
Incienso 3 llegada de tzutujiles 28
tzompantli 15 K
Indias
justo título 20 véase también Kaji’ Imox
Indias Occidentales 75 Quauhtemallan 27 abandona Iximché 29
Indias Orientales 66 Izabal 6 Ahpozotzil 27
Indígenas 50, 51, 57, 58, 60 Iztapa 47, 71 rendición 39
comerciantes 49 astillero 45 y Pedro de Alvarado 32
errados con hierro construcción de armada 5, Kin Pech 25
candente 23,29 41, 71 K’oja 12
esclavos 34, 50, 52, 59 puerto 41 K’otuja 11, 12
tributarios libres del rey J Kramer, Wendy
100 historiadora 34
y Requerimiento 22 Jade 12
y traslado de material para Jarcia 71 L
armada de Pedro de Jarros La Beltraneja 52
Alvarado 71 de plata 55 La Bobadilla
Indios de repartimiento 10 Jengibre 3 véase Cabrera, Beatriz de
Indios de rescate 4, 34 Jerez de los Caballeros 52 59
Información de los méritos y Jesucristo 20 Lacandón
servicios hechos a S. M. por Jícaras decoradas 11 entrada miliar 10
don Pedro de Alvarado en Jícaro 15 y esclavitud indígena 10
Nueva España, Guatemala, Jilotepeque Viejo La Española 4, 6, 7, 19, 23, 54,
Chiapa, Higuera, Honduras entrada militar 35 57, 58
y Jalisco, y de los de sus Joyas 51, 55 Cuarto Domingo de
hijos don Pedro y Don Juana de Portugal Adviento 20
Diego de Alvarado 45 esposa de Enrique IV 52 e indígenas de Isla de la
Inquisición 97, 98 Juana la Loca 36, 37, 38 Bahía 49, 53
Isabel de Portugal 60 prohíbe esclavitud epidemia de viruela 24
amiga de Isabel de indígena 5, 8 proyecto esclavista de
Bobadilla y Peñalosa 60 y asesinato de Obispo Cristóbal Colón 3
esposa de Carlos V 8, 59 Antonio de Valdivieso repoblamiento 50
Isabel la Católica 3, 59 99 La Florida 25, 52
testamento 5 y Requerimiento 21 Lagos
y esclavitud indígena 5 Judíos 21 Cocibolca 6, 50, 52
y judíos 27 marca en la ropa 27 Xolotlán 6, 52
Iscuintepeque Jueces de Residencia La Habana 69
y Armada hacia Perú 44 Maldonado, Alonso de 6,
122 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Landa, Diego de 98 y Requerimiento 4, 20, 21,


Auto de Fe de Maní 15 autoridades edilicias 8, 61 23
Relación de las Cosas de Francisco Hernández de López de Salcedo, Diego 1,
Yucatán 15 Córdoba es degollado 34, 57, 58, 59
Lanzas 51 7, 57 arribo a León 59
La Posesión 45 fundación 52 Gobernador de Honduras
astillero 47 Iglesia del Convento de la 8, 57
puerto 47 Merced 57 Gobernador de Nicaragua
véase El Realejo 52 llegada de Antonio de 59
Las Antillas Valdivieso 89 llegada a Nicaragua 8
naborías 33 palacio episcopal 95 modifica en Nicaragua
Las Casas, Bartolomé de 59, Plaza de Armas 7, 57 repartimientos de indios
116 protestas de vecinos por 8
Brevísima Relación de la no poder marchar a Perú López, Francisco
Destrucción de las Indias 65 expulsa a Martín Estete de
63, 70, 75 Leyes de Burgos 1, 4, 20, 23 San Salvador 61
Historia de las Indias 24 y trato a los indígenas 20 Lovell, George
Historia General de las Leyes de Indias 101 historiador 34
Indias 66 Leyes Nuevas 9, 34, 50, 51, Lutz, Christopher
Memorial de Remedios 77 82, 92 historiador 34
y Audiencia de los abolición de la esclavitud
Confines 82 24, 100 M
y Cardenal Cisneros 77 y Encomienda- Macahuitls 17
y despoblación de las Repartimiento 100 Machetes 70
Antillas Mayores 24 Lienzo de Quauhquechollan Madera 41, 72
y Gonzalo Fernández de , 35 Maestres de Campo
Oviedo 16 Lienzo de Tlaxcala 28 Cabrera, Fulano de 55
y Leyes Nuevas 51 Lignáloe 3 Maestres navieros
y Obispo Marroquín 83 Lluvias Quintero, Cristóbal 51
y supresión de esclavitud inicio de la temporada 17 Maíz 11, 18, 58, 62, 66, 68
indígena 9 Lombarda 53 Malalaca 60
Las Casas, Francisco de 7, 49, López Cerrato, Juan Maldonado, Alonso de 9, 69,
53, 55 encomendero de Nindirí 82
capturado por Cristóbal de 96 confabulación con
Olid 6 López de Cerrato, Alonso encomenderos 9
marcha a México 7 entrega encomiendas a confabulación con Obispo
y degollamiento de familiares 96 Francisco Marroquín 9
Cristóbal de Olid 7, 53 libera a esclavos indígenas Gobernador 4
Las Hibueras 6, 7, 54, 57, 66 9 hija 92
Lasso de la Vega (el Viejo), libera esclavos indígenas injuria a Bartolomé de las
Garci 45 en Santiago de Casas y a Antonio de
Lavado de oro 5, 39 Guatemala 87, 89 Valdivieso 9
Ledesma, Francisco de 98 pasividad ante asesinato Juez de Residencia de
Lejano Oriente 3 de Obispo Antonio de Pedro de Alvarado 6,
Lencas Valdivieso 98 67, 85
llevados como esclavos a Presidente de Audiencia Presidente de Audiencia
Perú 5 de los Confines 9, 34 de los Confines 9, 74
León 6, 16, 25, 52, 56, 59, 67 López de Irarraga, Nicolás tasación tributaria 4
aperreamiento en Plaza de yerno de Alonso López de y Bartolomé de las Casas
Armas 62 Cerrato 96 82
asesinato de Obispo López de Palacios Rubios, Maldonado y Montejo,
Antonio de Valdivieso Juan Aldonza 92
Índice Analítico 123

Malpaisillo 62 ciudades 49 México 57, 58, 115


Maltrato infantil 92 desollamiento 15 anarquía 7
Maní y esclavitud 15 Miel 11
Auto de Fe 15 Mazamorra 18 Milpas 17
Mantas 11, 28 McLeod, Murdo Milpas de españoles 89
pintadas 66 juicio sobre Pedrarias Minas 5, 57, 58, 60, 62, 72
Mar Caribe 3, 19, 57 Dávila 65 oro 40
Mar del Norte 71 Mecapal 12 Quetzaltenango 40
Mar del Sur 41, 52, 71 Medina del Campo 78 Mirra 3
Mar Dulce 50 Melaca Misa 20
véase Cocibolca 50 véase Cuscatlán 52 Misesboy 17
Maribios Melchor 25, 26 Misisipi 52
sierra 50 Memorial de Remedios 77 Mixco 34
y Caso de los Desollados Memorial de Sololá 14, 27, Molucas 71
16 29, 39 Mombacho 50, 52
Mar Ignoto 49 y arrebatos de Pedro de Momotombo 52
Maromas 72 Alvarado 31, 71 Montejo, Catalina de
Marqués de Valero y expedición de Tonatiuh a hija 92
véase Zúñiga y Guzmán, Honduras 68 Montejo, Francisco de 58, 68
Baltasar de y Presidente Cerrato 89 Montesinos, Antonio de
Marroquín, Francisco 82 Mena García, María del condena a españoles 20
confabulación con Alonso Carmen condena repartimiento de
de Maldonado 9 historiadora 60 indios 4
confabulado con Mendavia, Pedro de sermón 20
encomenderos 83 Deán 91 Moreno, Pedro 54, 55
encargado del hierro de los Mendoza, Baltazar de compra de esclavos
esclavos 5, 41, 78 Alcalde Ordinario 29, 32 indígenas en Honduras
encubre desacato de Pedro Menta 3 7
de Alvarado 37 Mercaderes en Honduras 53
informa sobre asesinato de y despoblación de costas Fiscal de la Audiencia de
Obispo Valdivieso 98 66 Santo Domingo 7
tasación tributaria 4 Mercado de Peñalosa, Pedro y Francisco Hernández de
y Armada a Perú 41 77 Córdoba 7
y casa de Audiencia de los Mercancías 58 Moros 20, 21
Confines 86 Mercedarios expulsión 52
y clérigos facinerosos 100 Bobadilla, Francisco de 17, Moscoso Alvarado, Luis de
y construcción de armada 55, 63 45
hacia Islas de las en Armada hacia Perú 45 pláticas con Francisco de
Especies 71 en Granada 95 Castañeda 47
y jurisdicción eclesiástica Mesoamérica Mostaza 3
94 esclavitud 5 Motolinía 15
Martínez de Soria, Juan naborías 33 véase Benavente, Toribio
Escribano 34 sacrificios humanos 14 de
Mateare Metales preciosos Mujeres 22, 51, 54
encomienda 59 fundición 49, 56 Mulas 70
indígenas marcados como Metalurgia 6 Munib’ 11
esclavos 8 Mexicas 29, 31, 35, 66, 89 Municiones 70
Matrona varonil en selvas peteneras 7 Muqwitz Chilokab 11
véase Bobadilla y Peñalosa, y Armada a Perú 40 Murales 15
Isabel de 59 y correrías contra quichés Músicos 18
Mayas 27
canibalismo 15 y Pedro de Alvarado 5 N
124 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

Naborías 4, 8, 33, 34, 59 encomendado a Juan Orden de Predicadores


Naco López Cerrato 96 véase Dominicos
asesinato de Cristóbal de Niño, Andrés 6 Orduña, Francisco de
Olid 7 Nito 6 encomendero de
indígenas son herrados 43 Niza, Marcos de Chichicastenango 36
Nagarando 50 franciscano 45 Juez de Residencia 35
Naguatlatos 17 y Pedro de Alvarado 45 Visitador 61
Nandaime 50 Nochari 50 y repartimiento de indios
Narigueras 6 Nocharis 5
Navajas de pedernal 66 atacados por Francisco Orejeras 6, 50
Nepotismo 73 Hernández de Córdoba Oro 3, 6, 26, 28, 29, 30, 32, 39,
Nindirí 96 50 50, 52, 58, 59, 66
Nequecheris Nombre de Dios 99 Ovando, Nicolás de
atacados por Francisco Nueva España 39, 45, 57, 58, Comendador de la Orden
Hernández de Córdoba 74, 77, 81, 113 de Alcántara 57
50 Nuevo Mundo 3 Gobernador de Santo
Nequepio 1, 9, 49, 52, 53, 60, Nuez moscada 3 Domingo 57
61 Núñez de Balboa, Vasco Oxib’ Kej
véase Cuscatlán 6, 31, 52 muerte cruenta 58 muerte 26
Nicaragua 1, 6, 7, 8, 9, 16, 17, Núñez Vela, Blasco quemado por Tonatiuh 26
25, 39, 44, 47, 50, 52, 54, 55, decapitado en Perú 9, 55
56, 57, 58, 59, 60, 61, 63, 65, P
67, 114, 115, 119, 122 O
Palma del Río 71
alguaciles eclesiásticos 97 Obispos Palomino, Juan Alonso 56
asesinato de Obispo desacatos 97 Panamá 1, 6, 7, 8, 9, 23, 25, 50,
Antonio de Valdivieso 9 Marroquín, Francisco 4, 52, 55, 58, 59, 61, 63, 64, 65,
despoblación indígena 52 41, 43, 74 67, 99
El Realejo 45 Rodríguez de Fonseca, comercio de esclavos
esclavitud indígena 49 Juan 7, 20 indígenas de Nicaragua
estadía de Gonzalo Valdivieso, Antonio de 9, 52
Fernández de Ov iedo 82 disminución de población
16 Obsidiana 6, 17 nativa 8
grandes lagos 6 Océano Pacífico 5, 6, 52 Puerto de Santa Marta 4
liberación de esclavos Ochomogo 50 repoblamiento 49
indígenas 9 Oidores 54, 79, 82, 99 requerimiento 22
llegada de Diego López de Herrera, Diego de 81 tráfico de esclavos
Salcedo 8 Maldonado, Alonso de 74 indígenas de Nicaragua
llegada de Pedro de los Rogel, Juan 81 59, 61
Ríos 8 Salmerón, Juan de 77 Panatacat
primeras huestes y encomienda 101 conquistada por españoles
españolas 50 Olancho 52, 54 28
Nicaraos Minas 62 incendiado por Pedro de
atacados por Francisco muerte de 16 cristianos 57 Alvarado 28
Hernández de Córdoba Olid, Cristóbal de 1, 6, 7, 49, Pancam
50 53, 54, 57 Obispo Marroquín
canibalismo 18 degollado 7, 53 arrebata tierras a
sacrificios humanos 15, 17 Olocotón 62 indígenas 39
Nicoya 49, 50, 65 españoles sacrificados y véase Panchoy
Nima’q achi 12, 13, 14 comidos 62 Panchoy
Nimá quichés 11 Oñate, Francisco de 72 rendición cakchiquel 39
Nim ja 11 Ordenanzas de Barcelona 51 Pan Petaq 14
Nindirí véase Leyes Nuevas 9 Papas
Índice Analítico 125

San Pedro 21 Alvarado, Pedro de 47 aperreados 62


Papayegua fracaso de Pedro de Probanza del Adelantado D.
indígenas marcados con Alvarado 67 Pedro de Alvarado y Doña
hierro candente 7 oposición a Leyes Nuevas Leonor de Alvarado, su hija
Parcialidades 28 92 45
Paria 97 Virrey Blasco Núñez Vela Procesiones 17
París es decapitado 9 Procuradores Síndicos
cacique 52 y esclavos indígenas de Díaz del Castillo, Bernal
Paulo III Nicaragua 8 88
amante de Julia Farnesio Pestes 14, 52 Protector de Indios
69 Petapa Álvarez de Osorio, Diego
nepotismo 69 entrada militar 35 8, 61
Sublimis Deus 9 Petates 11 Puchutla
vida licenciosa 69 Petén entrada militar 10
y Pedro de Alvarado 69 selvas vírgenes 54 Pueblos cacaoteros 85
Paz, Alonso de 70 Pez 41 Pueblos de encomienda 101,
Paz, Álvaro de Piedras preciosas 11 24
Mayordomo de Pedro de Pilocab 11 Pueblos realengos 24, 83
Alvarado 71 Pimienta 3 Puerto Caballos 53, 55, 57,
y movilización forzada Pinturas 66 71, 98
de indígenas hacia Pipiles 6, 28, 31, 52 camino hacia San Pedro de
Honduras 71 esclavizados por Pedro de Sula 70
y Pedro de Alvarado 45 Alvarado 29, 31 desembarco de Tonatiuh
Paz, Matías de llevados como esclavos a 70
dominico 20 Perú 5 Pedro de Alvarado parte
en Junta de Burgos 20 sacrificios humanos 15 hacia La Habana 68
y Requerimiento 4, 21 Pizarro, Francisco 65 retorno de Pedro de
Pecados públicos 97 ayudado desde Nicaragua Alvarado 71
Pedernal 6 47 y armada de Pedro de
Pedraza, Cristóbal de y esclavos indígenas de Alvarado 71
Obispo 67 Nicaragua 65 Puerto de Santa Marta
Relación de Varios Sucesos y Pedro de Alvarado 5 lectura de Requerimiento
Ocurridos en Honduras Plata 6, 32, 39, 40, 55 4
67 Plaza de Armas 62 Puertos 55, 67, 70, 71
Pena de muerte 29, 31, 36 Plumas 11 Caballos 53, 55
Penínsulas Pochutla El Realejo 45
Ibérica 4, 6, 8 entrada militar 35 Iztapa 5, 41, 71
Nicoya 49, 50 Ponce de León, Hernán 65 La Posesión 44, 47, 52
Yucatán 58 y tráfico de esclavos Realejo 99
Peñalosa, María de 99 indígenas de Nicaragua Santa Marta 22
autora intelectual de 8, 65 Veracruz 5, 35
asesinato de Obispo Ponce, Hernán Punta Burica 65
Antonio de Valdivieso y Pedro de Alvarado 47 Puñales 58
9, 98, 99 Popocatépetl 61
Peralta, Alonso de Popol Wuj 11, 15 Q
Tesorero 62 Portocarrero, Pedro de 34 Quauhquecholtecos
Pérez Dardón, Juan Regidor 29, 33 y conquista de Guatemala
Regidor 29, 33 Presidentes 35
Pérez de Valer, Alonso 65 López de Cerrato, Alonso Quauhtemallan
Pérez, Rodrigo 9, 34 véase también Iximché 27
sacerdote 50 Principales 4, 18, 26, 28, 52, Quequespan 54
Perú 5, 44, 45, 61, 64, 65, 67 60, 62, 65, 68 Quetzaltenango 28
126 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

indios esclavos 40 23, 33, 35, 59,79, 96, 100 Teniente de Gobernador
mina de Pedro de perpetuidad 8 de San Salvador 61
Alvarado 40 vitalicio 20 Rojas, Gabriel de 52, 56
minas de plata 40 y derecho divino 23 expedición a Honduras 54
pueblo de Pedro de Requerimiento 4, 20, 21, 22, Roma 21
Alvarado 71 23, 28 Ruiz, Juan
Quezaltepeque 52 Rescate informe sobre asesinato de
Quiavit 17 oro 50 Obispo Valdivieso 100
Quicab 12, 14 Resinas aromáticas 3
Quichés 26 Reyes Católicos S
esclavizados 4, 27 y esclavitud indígena 19 Sacapulas 12
herrados 27 Ríos Sacatepéquez 34
Quintero, Cristóbal Coco 49, 52, 54 Sacerdotes seculares
Maestre naviero 52 Dulce 6 Agüero, Diego de 50
Quinto real 52, 61 Misisipi 52 Bravo, Pero 45
Q’ukumatz 12 San Juan 62 Escobar, Diego de 50
Q’umar Ka’aj Ulúa 68 explotación de indígenas
incendiada por Pedro de Rivafecha, Catalina 16 89
Alvarado 26 Rivas 17 La Gasca, Pedro de 92
Roatán Pacheco (facineroso) 100
R entradas o correrías 24 Pérez, Rodrigo 50
Rabinal salteamiento de indígenas Sacrificios humanos 14, 15, 17
mina 40 66 Sáenz de Santa María,
Ramírez de Quiñones, Pedro Robledo, Diego de Carmelo 74, 81, 82, 84
92 Escribano de Cámara y de Sahagún, Bernardino de 15
y Bartolomé de las Casas la Real Audiencia 72 Salcedo, Diego de
82 Rodrigo de Jesús huye de San Salvador con
Ramírez, Pedro 89 Sacramentado Martín de Estete 61
Realejo 47 véase Betancurt, Rodrigo Salinas 13
Real Hacienda 56 de Salmerón, Juan de
Regidores 58 Rodríguez Cabrillo, Juan Oidor en la Audiencia de
Carrillo, Hernán 29, 33 construcción de armada Nueva España 77
Pérez Dardón, Juan 29, 33 71 Salteamientos 66
perpetuidad 8 descubridor de California Salvia 3
Portocarrero, Pedro de 29, 45 Sánchez de Ortega, Diego
33 explotación de mina 40 explotación de mina 40
Zubiarreta, Domingo 29, Rodríguez de Fonseca, Juan San Cristóbal de los Llanos
33 Obispo de Burgos 20 artillería entregada a Pedro
Reguera, Alonso 29 Superintendente de la de Alvarado 43
Escribano de Cabildo 33 Casa de Contratación 20 Sancti Spíritus 25
Reinas y esclavitud indígena 5 Sandoval, Gonzalo de 55
Castilla 21 y Gil González Dávila 7 y Francisco Hernández de
Isabel la Católica 3 Rodríguez, Juan Córdoba 55
Juana la Loca 5 y Pedro de Alvarado 45 San Miguel de la Frontera
León 21 Rogel, Juan despoblada por Tunatiw
Relación de las Cosas de Oidor 81 41
Yucatán 15 y Bartolomé de las Casas San Pedro 21
Remesal, Antonio de 5, 37, 82 San Pedro de Puerto Caballos
41, 43, 69, 71 Rojas, Diego de apertura de camino 67
cronista dominico 41 Alcalde Ordinario 29, 32 fundación 68
y Armada a Perú 41 capturado por Martín de San Pedro de Sula
Repartimiento de indios 4, 5, Estete 61 véase San Pedro de Puerto
Índice Analítico 127

Caballos Soconusco 9 Alvarado 71


San Salvador 52, 61, 81, 87 Sololá 39 rendición y tributo 39
esclavos indígenas 61 Solórzano Pereira, Juan de Tejidos 6
tasación tributaria 86 encomendero en el Reino Tekum Ziqom Puvak 12
Santiago de Guatemala 48, de Guatemala 101 Tenochtitlan 5, 6, 54
61, 67, 68, 70, 74, 81, 85, 86, y Leyes de Indias 101 conquista 49
87, 88, 118 Sonsonate 71 tzompantli 15
aniversario de destrucción Soto, Hernando de 52, 55, 56, Teoca 17
79 60, 65 Auto de Fe 63
construcción 5 casado con Isabel, hija de Teocuitlaquemitl 17
en Panchoy 39 Pedrarias Dávila 52 Teotes 17
esclavos indígenas de derrotado por Gil Teotihuacan
Pedro de Alvarado 40 González Dávila 53 tzompantli 15
fundación 29, 32 explorador de La Florida 6 Teotihuacanos
indígenas herrados como explorador del Misisipi 52 migrantes 17
esclavos 5 Gobernador de Cuba 52 y tlacaxipehualiztli 17
llegada de Leyes Nuevas y tráfico de esclavos Ternero, Pedro
79 indígenas de Nicaragua y esclavos indígenas 34
rendición cakchiquel 39 8, 65 Tescuit 18
retorno de Pedro de Stayul 11 Testera, Jacobo de 74, 76
Alvarado 6, 35, 39 Sublevaciones franciscano 9
soldados de Martín de Tata Yak y Aj Itza contra Predicador de la Casa Real
Estete se domicilian 61 Quicab 74
trazo 33 y alzamiento de sus hijos Tata y abolición de esclavitud
y Armada a Perú 40, 41 Yak y Aj Itza 14 indígena 9
Santiago de Guatemala Suchil y tropelías de
(Almolonga) 68 esposa de Kaki’ Imox 32 conquistadores 75
retorno de Tonatiuh 67 Sumo Pontífice Teules 29
tierras de Pedro de y concesión de tierras Tezoatega
Alvarado 40 descubiertas 21 véase El Viejo 50
Santo Domingo 19, 23 véase Papas Tezulutlán 9, 74, 75
encomenderos 25 Tierra Firme 9, 25, 50, 52, 57,
Secretario de Indias 60, 116, 117
Rodríguez de Fonseca, T véase Panamá 25
Juan 50 Tierras Bajas Mayas 15
Tabasco 58
Selvas peteneras 7 Tierras comunales 11
Talchinalchapa 54
Señor de Tacuba Tinamit 11
Taloa
ahorcado por Hernán Título de Totonicapán 12
despoblamiento 68
Cortés 54 Tlacaxipehualiztli 17
Tamagast 18
Señores de Xibalbá 15 Tlatoani
Tamemes 9, 12, 43, 70
Señores quichés Cuauhtémoc 54
Tamubs 11
Oxib Queh y Beleheb Tzi Tlaxcala 73
Tasaciones 4, 5
26 Tlaxcaltecas 31, 35, 89
Taxisco
Separación residencial 100 y Armada a Perú 40
y Armada hacia Perú 44
Serie Isabel de RTVE y correrías contra quichés
Tazoteyda 17
y esclavitud indígena 5 27
Tecocistlán
Servicios personales 10, 37, Tobilla, Diego de la 65
pueblo de Pedro de
100 Tojil 12
Alvarado 71
Sésamo 3 Toltecas
Tecpán Atitlán
Sevilla 116 migrantes 17
minas de oro de Pedro de
Sierras Tonatiuh 27, 28, 47, 71
Alvarado 40
Maribios 50 correrías en Honduras 67
pueblo de Pedro de
128 Esclavitud Indígena en el Reino de Guatemala

exige princesa cakchiquel caza de indígenas 27 Visitadores


29 conquista 35 Orduña, Francisco de 61
fracasa en Perú 67 esclavos de guerra 34 Vitoria, Francisco de
tráfico de esclavos 69 indígenas marcados con De Indis 9
véase Alvarado, Pedro de 5 hierro 4 fraile dominico 9
Toreba 53 Utila Volcanes
Totonicapán entradas o correrías 24 El Boquerón 29
minas de oro de Pedro de salteamiento de indígenas El Picacho 29, 52
Alvarado 40 66 Mombacho 52
pueblo de Pedro de Uxaja 12 Momotombo 52
Alvarado 71 Popocatépetl 61
Tráfico negrero 60 V Quezaltepeque o Boquerón
Tributarios libres del rey 24 Vajilla 55 52
Tributo 9, 10, 11, 14, 38, 82,89 Valdivieso, Antonio de 83 San Vicente 61
pago 101 abuso de Inquisición 97
Trujillo 55, 68, 71 W
amenazado de muerte 97
Tujal 12 asesinado por Hernando Wuqu’ Kej
Tula de Contreras 9, 98 fallece lavando oro 40
tzompantli 15 desacatos 97
Tumbaga 6 injuriado por Alonso de X
Tunatiw 31, 32, 36, 39, 40, 41, Maldonado 9
43, 45, 47, 71 Xalteva
llega a León 89 pueblo indígena 52
despuebla villa de San y Audiencia de los
Miguel de la Frontera 41 Xibalbá 15
Confines 82, 90 Xicoténcatl, Luisa 45
movilización forzada de Veedores
indígenas a Honduras matrimonio con Pedro de
Estete, Martín de 56 Alvarado 69
71 Velásquez, Diego de 25
zarpa hacia Perú 40, 45 Ximénez, Francisco
Gobernador de Cuba 7, cronista dominico 39
véase Pedro de Alvarado 24, 58
34, 35 Xincas 28
y entradas o correrías 24 Xipe Tótec 17
Turcos 20 Veracruz 5, 43
Tziquinahá escultura 17
puerto 35 y tlacaxipehualiztli 17
conquistada 28, 34 y armada de Pedro de
Tzompantli 15, 18 Xolotlán 6, 52, 54
Alvarado 71 Xoxoyta 17
Tzonteconapan Verapaz 75
entrada militar 35 Vergara, Margarita 16
Tzutujiles Y
Viernes Santo 70
conquistados por Villas Yuca 58
españoles 4, 28 San Cristóbal de los Llanos Yucatán 6, 9, 15, 25, 58
Tzutzumpan 43 ciudades mayas 49
véase Zozumba 68 San Miguel de la Frontera descubrimiento 67
U 41
San Pedro de Puertos Z
Ulúa Caballos 68 Zaculeu 12, 34
río 68 San Salvador 61 Zavala, Silvio
Universidades 116, 117, 118 Santiago de Guatemala 33 historiador 77
Urraca Vino 94 La Encomienda Indiana 77
cacique 52 Virreinatos Zinacán
Uspantán Perú 79 véase Kaji’ Imox 32
mina 40 Virreyes Zipat 17
Utatecos 89 Núñez Vela, Blasco 9 Zozumba
Utatlán 26, 28, 113 Viruela 24 sometido por Pedro de
Índice Analítico 129

Alvarado 68
Zubiarreta, Domingo
Regidor 29, 33

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