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Ephemeral Archaeology

Arqueología Efímera
Angel Morillo Cerdán,
Marcus Heinrich Hermanns,
Javier Salido Domínguez
(eds.)
Impressum
296 Seiten mit 194 Abbildungen
Titelabbildung: Amt für Archäologie Thurgau (Beitrag 2, Abb. 9) – Ángel Morrillo Cerdán – Juan Carlos Guisado
di Monti (Beitrag 17, Abb. 4) – Terra Arqueos, Museos Arqueológicos de Gijón (Beitrag 11, Abb. 5.3).

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detaillierte bibliografische Daten sind im Internet über http://dnb.d-nb.de abrufbar.
© 2019 by Nünnerich-Asmus Verlag & Media, Mainz am Rhein
ISBN 978-3-96176-073-2

Lektorat: Gabriela Paff


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Satz und Layout: Jürgen Franssen

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Ephemeral Archaeology
Products and perishable materials in the archaeological
record of Roman times

Arqueología Efímera
Productos y materiales perecederos en el registro
arqueológico de época romana

Angel Morillo Cerdán,


Marcus Heinrich Hermanns,
Javier Salido Domínguez
(eds.)
La edición del presente Coloquio corrió a cargo del Proyecto de Investigación “Paisaje y territorio militarizado en la
Hispania romana: movilidad y transferencia cultural (siglos II a. C.-IV d. C.)” (I+D HAR2017-85929-P), financiado
por Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Euro-
peo de Desarrollo Regional (FEDER), cuyos investigadores principales son Ángel Morillo y Cruces Blázquez.
Asimismo la presente edición cuenta con el gran apoyo financiero del Departamento de Arqueología del Kanton
Thurgau (Suiza), encabezado por Hansjörg Brem, institución responsable de todos los aspectos arqueológicos de
este Cantón, desde la prospección hasta la puesta en valor y la divulgación de los contextos, así como la salvaguarda
y el mantenimiento de los yacimientos arqueológicos. Dentro de este ámbito cabe destacar los numerosos yaci-
mientos en los que los materiales orgánicos se han preservado en excelentes condiciones, que abarcan un abanico
temporal desde la época neolítica hasta la Edad Media. El yacimiento más importante es, sin duda, el vicus romano
de Tasgetium situado a orillas del rio Rin, del cual se han dado a conocer en los últimos años una serie de hallazgos
orgánicos extraordinariamente conservados.
Igualmente, hemos contado con la ayuda económica de la Diputación Foral de Gipuzkoa, institución que gestiona
el Centro de Colecciones Patrimoniales de Gipuzkoa (Gordailua), que cuenta con un equipamiento avanzado para
el tratamiento y conservación del patrimonio arqueológico orgánico y saturado de agua. También hemos recibido
la ayuda económica del Proyecto Docemus (“Red digital para un milenio de documentación epigráfica en museos y
archivos de la Comunidad de Madrid”, de la Comunidad de Madrid [S2015/HUM-3377]), dirigido por Isabel Veláz-
quez, a través del Grupo de investigación UCM “Ciudades Romanas”.
A todos ellos queremos expresar nuestro agradecimiento por contribuir a la presente edición.

The edition of the present Colloquium was carried out by the Research Project “Paisaje y territorio militarizado en
la Hispania romana: movilidad y transferencia cultural (siglos II a. C.-IV d. C.)” (I+D HAR2017-85929-P), financed
by the Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, as well as the Agencia Estatal de Investigación (AEI)
and the European Regional Development Fund (ERDF), whose main researchers are Ángel Morillo and Cruces
Blázquez.
This edition has also received great financial support from the Department of Archaeology of the Kanton Thurgau
(Switzerland), headed by Hansjörg Brem, institution responsible for all the archaeological aspects of this Canton,
from prospecting to the enhancement and dissemination of the contexts, as well as the safeguarding and main-
tenance of the archaeological sites. Within this area, it is worth mentioning the numerous sites in which organic
materials have been preserved in excellent conditions, covering a range of time from the Neolithic period to the
Middle Ages. The most important site is, undoubtedly, the Roman vicus of Tasgetium located on the banks of the
river Rhine, which has released a series of extraordinarily preserved organic findings in recent years.
Likewise, this edition has counted on the financial support of the Provincial Council of Gipuzkoa, an institution
that manages the Patrimonial Collections Center of Gipuzkoa (Gordailua), which has advanced equipment for the
treatment and conservation of the organic and water-saturated archaeological finds. Finally, this edition has been
made possible by a financial support from the Docemus Project (“Red digital para un milenio de documentación
epigráfica en museos y archivos de la Comunidad de Madrid”, de la Comunidad de Madrid [S2015/HUM-3377]),
directed by Isabel Velázquez, through the UCM Research Group “Roman Cities”.
To all of them, the editors want to express their gratitude for contributing to this edition.

Mit freundlicher Unterstützung von:


Índice

Presentación 7

MATERIALES Y ESTRUCTURAS CONSTRUCTIVAS

Carmen Alfaro Giner


El color púrpura en época romana: aspectos de su realidad y pervivencia 15

Hansjörg Brem
Wooden finds from the roman settlements of Vitudurum and Tasgetium 31

Rosalía-María Durán Cabello


La madera en la arquitectura civil romana: opus craticium 39

Ángel Gea García y Carmen Dávila Buitrón


Los materiales orgánicos en el contexto arqueológico: problemas de conservación 51
y protocolo de actuación

Élise Marlière
El odre y el tonel en época romana. Testimonios arqueológicos e iconográficos 67

César Oliveira
Chromatography and DNA: New Perspectives 79

Nicholas Márquez-Grant y Júlia Olivé Busom


Arqueología efímera: ¿Qué nos dicen los huesos? Enfermedades, dietas y estado de salud 85
en el contexto antropológico-arqueológico

María Isabel Rodríguez López


El mobiliario doméstico romano: muebles de asiento y reposo 93

Javier Salido Domínguez


Recientes aportaciones de la arqueobotánica al estudio del grano en época romana 109

CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Juan C. Castro Carrera, Soledad Prieto Robles, Miguel Sartal Lorenzo,


Ángel Acuña Piñeiro, María J. Iglesias Darriba, Eduardo Rodríguez Sáinz,
Rebeca Tallón Armada y Adolfo Fernández Fernández
La salina romana de evaporación solar de O Areal-Vigo (Galicia, España). 127
Un ejemplo de arquitectura “efímera” conservada

Carmen Fernández Ochoa y Almudena Orejas Saco del Valle


Las excavaciones del edificio de la Antigua Fábrica de Tabacos (Gijón, Asturias, España): 143
los materiales orgánicos
Marcus Heinrich Hermanns
La madera en los contextos arqueológicos subacuáticos: el caso de la Península Ibérica 161

María Martín-Seijo
Madera y sal: estructuras y objetos de madera recuperados en las salinas romanas 179
de O Areal (Vigo, Galicia)

Rui Morais
Vasa Mellaria and Terracotta Beehives from the Roman Period in Portugal 193

Ángel Morillo Cerdán, Victorino García Marcos y Marcus Heinrich Hermanns


Estructuras de madera en los contextos arqueológicos del campamento romano 199
de León (España)

Joaquim Pera Isern y Josep Guitart Durán


Explotación de los recursos vegetales en la ciudad romana de Iesso (Guissona, Lérida) 215
en los siglos II a. C. - I d. C.

Juan Aurelio Pérez Macías y Aquilino Delgado Domínguez


Materiales perecederos en las minas romanas de Hispania 231

Mariano Rodríguez Ceballos


Lutografía y escultura en la Cueva de Román (Clunia, Coruña del Conde, Burgos, España) 249

Mertxe Urteaga y Pía Alkain


Calzado, tejido y otras colecciones orgánicas en Oiasso (Irun) 263

Abstracts 281

6
La madera en la arquitectura civil romana: opus craticium
Rosalía-María Durán Cabello (Universidad Complutense de Madrid)1

1. Introducción excavar dichas evidencias arqueológicas.


En la mayor parte de los casos, es frecuente
Divina natura dedit agros, ars humana aedifi- encontrar restos de los elementos vegetales
cavit urbes (Var., R. 3. 1. 4)2. Tal y como señala del opus craticium y, habitualmente, sólo se
Varrón, el ingenio humano tiene como una puede documentar la impronta creada tras
de sus máximas expresiones el arte de cons- la desaparición de las vigas de madera o del
truir y su plena representación en la Antigüe- cañizo de paredes y techos. Por el contrario,
dad la encontramos en las aglomeraciones en las zonas en que la climatología ofrece
urbanas. En el mundo romano se establece la una mayor humedad y la naturaleza edafo-
diferencia entre obras propias de ingenieros, lógica lo permiten, como las regiones sep-
como son la mayor parte de las obras públi- tentrionales del Imperio romano (Britannia,
cas (puentes, acueductos, puertos, etc.) y las Germania, Gallia, Raetia, Panonnia etc), se
creaciones propias de arquitectos, centradas encuentra la materia vegetal en muy buen
en idear un diseño y su plasmación material. estado de conservación debido a su conser-
No se pretende abordar aquí una visión gené- vación en condiciones anaeróbicas. Así, por
rica de la arquitectura romana, sino consi- ejemplo, encontramos incluso listones de
derar las construcciones romanas en cuya madera insertos en su contexto constructivo
fábrica la madera es un componente princi- tanto en los alzados como en las fundaciones
pal (opus craticium), dejando por supuesto de las casas.
al margen el uso de dicho material durante La abundante presencia en la naturaleza de
el proceso edilicio (andamios, encofrados o las materias primas utilizadas en esta fábrica
maquinaria de construcción (machinae). así como la sencillez de la construcción con-
El opus craticium es un tipo de aparejo que virtieron al opus craticium en un aparejo muy
durante muchos años ha pasado práctica- económico y, consecuentemente, en la téc-
mente desapercibido en los trabajos sobre nica constructiva más utilizada en la arqui-
arquitectura romana. Ha sido recientemente tectura privada romana aunque la arquitec-
cuando se ha comenzado a considerar de otra tura pública ofrece su particular adaptación
manera. En efecto, su estudio no siempre de este tipo de aparejo: este sería el caso del
aparece en los tratados generales y son muy opus Africanum.
escasos los estudios particulares. Posible- Antes de proseguir debemos puntualizar
mente sea debido a la pobreza de sus mate- que aquí sólo abordaremos el estudio del
riales así como a las escasas huellas que dejan opus craticium en la arquitectura civil, pese
en el registro arqueológico, unido a un con- a que son conocidas numerosas evidencias
cepto muy “clásico” y de raigambre artística de esta técnica en el ámbito militar. Así se
sobre la arquitectura romana, centrada bási- han documentado ampliamente en campa-
camente en la arquitectura pública expresión mentos, fuertes y vicus militares de las regio-
del poder realizada con piedra, hormigón y nes de la frontera septentrional del Imperio.
material latericio. Dicha técnica se hace extensiva a otras zonas
Uno de los principales problemas que encon- donde se dan las características necesarias de
tramos al acometer su estudio es consecuen- humedad y vegetación. Su empleo se verifica
cia de lo efímero de los materiales constitu- incluso en Hispania, siendo León su ejemplo
tivos de este aparejo: la madera y la materia mejor conocido (Morillo 2012: 227), algo que
vegetal (juncos, ramajes, cañizo). Su conser- podemos ver incluso en otro capítulo de esta
vación es difícil en amplias zonas del Impe- misma obra. El análisis de las evidencias de
rio romano, especialmente en la cuenca del opus craticium en arquitectura militar reque-
Mediterráneo. A esta circunstancia hay que riría un capítulo específico.
añadir, además, la dificultad que entraña

39
Materiales y estructuras constructivas

2. El opus craticium: cuestiones los puramente vegetales, aunque resulten un


terminológicas poco más caros. También resalta los defec-
tos y peligros constructivos que conlleva este
Lo primero que debemos considerar es la tipo de técnica como son las grietas, que se
siguiente cuestión: ¿qué se entiende por opus forman a resultas, según él, de emplear vigas
craticium?. Este apelativo designa al sistema perpendiculares y transversales (riostras). Si
constructivo realizado mediante una estruc- bien, para contrarrestar estos peligros acon-
tura de vigas de madera ensambladas entre seja, a aquellos que no puedan permitirse
sí, a modo de bastidor, cuyos espacios inter- otro tipo de fábrica, que levanten la cons-
medios aparecen rellenos con distintos mate- trucción construyendo primero una base
riales. Las vigas se disponen tanto en sentido elevada en piedra que no afecte a los cascotes
vertical como horizontal y, en ocasiones, de de los entrepaños ni al pavimento, ya que con
manera oblicua; suelen estar machihem- el paso del tiempo los zarzos se corrompen,
bradas entre sí y, según las circunstancias, se hunden, pierden la verticalidad y arrui-
su unión puede estar reforzada mediante el nan los enlucidos (Vitr. 2. 8. 20; cf. Oliver
uso de clavos o puntas de hierro. Respecto a Domingo 1995: 71-72).
los materiales que obturan el entramado así La propia denominación en español de
creado se ha documentado una amplia varie- “zarzo”, según el Diccionario de la Real
dad: cañizos o juncos macizados con barro, Academia de la Lengua Española deriva del
carrizo, tapial, adobe, mampostería de pie- antiguo “sarzo”, que proviene del verbo “sar-
dra volcánica, ladrillos de acarreo, etc. zir”, del latino sarcire (zurcir). Y expresa en
En segundo lugar hay que hay que puntuali- su primera acepción “tejido de varas, cañas,
zar es que el término opus craticium no existe mimbres o juncos, que forman una superfi-
como tal en Roma. Ni siquiera Vitrubio lo cie plana”.
menciona de esta manera. Se trata de un cul- Vitruvio también indica cuándo es el mejor
tismo, latinista, bastante reciente, creado por momento para talar los árboles y cómo ha de
Lugli (1957), como bien subraya Bacchetta hacerse, de forma que su secado sea óptimo
(2003:123) basándose en el trabajo de Calle- para su empleo en la construcción y también
bat y Fleury (1995). Y para demostrarlo ana- enumera las especies más aptas para tales
lizaremos brevemente, las fuentes clásicas fines: el roble, el olmo, el álamo, el ciprés y el
y sus comentarios acerca de dicho sistema abeto (Vitr. 2, 9: 2-3 y 5; cf. Oliver Domingo
constructivo. 1995: 73).
Vitruvio3, en el libro segundo de su tratado, Aparte de Vitruvio, no son muchas las refe-
menciona un aparejo (paries craticius) que rencias que se encuentran en la literatura
consiste en un armazón de madera, cuyos clásica que traten estas cuestiones de edili-
huecos o paneles están macizados. En ese cia. Plinio menciona la cratis parietum (Nat.
mismo apartado se remonta a los orígenes 35. 48). De los textos clásicos que tratan del
de dicha técnica (Vitr. 2. 8. 20; cf. Oliver mundo rural las únicas referencias que
Domingo 1995: 71-72) y viene a decir que las hemos encontrado están en Catón (De agri.
paredes construidas con cegamiento vege- 1. 14) que habla expresamente de fábrica de
tal (de zarzos, cañizo, juncos o ramajes) ladrillo para la edificación de la residencia
ofrecen determinadas ventajas como son la del dominus4. En ningún momento se men-
rapidez de ejecución y la posibilidad de crear ciona al opus craticium, pese a que hubo de
espacios más amplios. Sin embargo, según ser el sistema imperante aunque es probable
Vitruvio, también presentan un grave incon- que se emplease preferentemente en la pars
veniente como es su alta inflamabilidad. En rustica.
opinión de Rougier-Blanc, Vitruvio realiza Siglos más tarde, hallamos nuevas referen-
esta crítica porque considera que el sistema cias en las Etymologiae de San Isidoro de
constructivo está lejos del genio romano Sevilla5. En ellas se explica el origen del tér-
(Rougier-Blanc 2011:16). Por todo ello, mues- mino “paredes”, que alude a que siempre se
tra su preferencia por los muros realizados construyeron por pares (paries), esto es dos
con elementos de barro cocido –se entiende a dos, independientemente de que se trate
que en los entrepaños–, en detrimento de de una estancia cuadrangular, hexagonal

40
La madera en la arquitectura civil romana: opus craticium

u octogonal (Ethim. 15.8; cf. Oroz y Marcos cia, subraya que el término hace referencia
2006: 1076). El más interesante para nuestro tanto al núcleo del muro como al paramento
trabajo es el libro 19, donde se denomina cra- exterior, ya que se emplea indistintamente
tes al molde de madera con que se fabricaban en muros de fachada como en medianeras
tanto ladrillos como adobes. Es posible que (Lugli 1957: 46). De gran interés es la síntesis
sea la asimilación del opus craticium con el del mencionado subapartado, donde crea la
ladrillo porque, según explica, el molde es denominación de opus craticium para alu-
una suerte de enrejado con ensambladuras dir a una fábrica de enrejado de madera, con
de cañas entre las que se deposita el barro; paredes laminadas, que presenta las cajas
atribuye su etimología al griego κρατεῖν que rellenas con piedra, arcilla y tierra, amasado
significa “que se sostiene uno a otro” (Oroz y todo en conjunto (Lugli, 1957: 48).
Marcos 2006:1278-1279). En nuestra opinión El clásico manual de Boëthius y Ward-Per-
se asemeja en exceso a la fábrica que describe kins menciona este aparejo sin apenas dete-
Vitruvio, por lo que podría entenderse como nimiento al tratar de la arquitectura domés-
una generalización del craticium cuya deno- tica etrusca y, en el caso de la arquitectura
minación podría extenderse incluso para romana correspondiente al periodo imperial,
designar las formae con que se fabricaban los realmente sólo prestan atención al opus cae-
ladrillos. menticium y casi se obvia en el capítulo dedi-
cado a la arquitectura doméstica (Boëthius y
3. Breve historiografía sobre el empleo del Ward-Perkins 1974). Un caso muy similar lo
opus craticium en la arquitectura romana constituye otra de las obras clásicas de refe-
rencia sobre arquitectura romana de época
Como veremos en este apartado, el estudio imperial como el libro de MacDonald (1982).
de una fábrica que deja tan poco rastro en el En él no se tratan más que los edificios ofi-
registro arqueológico por la humildad de sus ciales y, respecto a los aparejos, únicamente
materiales, no ha sido demasiado extenso, si se detiene en el ladrillo y en el hormigón.
bien es cierto que los investigadores dedica- En ambos casos la técnica edilicia no es de
dos al ámbito de la arquitectura y la ingenie- su interés sino más bien el empleo del gran
ría romana no la han ignorado por completo. aparejo (sillares) y el hormigón y, de manera
Sin embargo, debemos puntualizar que exis- secundaria, el ladrillo.
ten pocos trabajos específicos sobre el parti- En la década de los ‘80 del pasado siglo, coin-
cular aunque a partir de la década de los años cidiendo con el auge de los estudios sobre
70 del siglo XX, y como consecuencia de la técnica constructiva romana, se publica el
renovación sufrida por los estudios de arqui- estudio de Jean-Pierre Adam (1984). Se trata
tectura romana y la aplicación sistemática de un completo manual que aborda tanto
del método estratigráfico, el conocimiento e las cuestiones relativas a los aparejos como
interés por el tema se incrementa de manera aspectos puramente técnicos para aportar
notable. una mejor comprensión de la arquitectura
Aunque desde el siglo XIX hay publicaciones romana. Se podría decir que es el texto más
dedicadas al estudio de la arquitectura y la importante hasta esa fecha en el tratamiento
ingeniería romana, ninguna muestra interés del opus craticium o “pan de bois”, como
por dicho aspecto ya que, fundamentalmente, se denomina en francés (Adam 1984: 132-
se dedican a los restos más monumentales 135). Adam pone de manifiesto las diferen-
y mejor conocidos. Hay que aguardar a los cias tanto constructivas como estructurales
estudios realizados por G. Lugli (1957) quien existentes entre los paramentos interiores
aborda, de manera sistemática, el análisis de de craticium y aquellos que configuran la
los elementos constructivos como paso pre- fachada, localizados preferentemente en los
vio al estudio del monumento. En el capítulo pisos superiores (Adam 1984:133). Para las
introductorio hace un apartado dedicado a la mismas fechas, aproximadamente, vieron la
denominación que los antiguos daban a los luz los trabajos de Roberto Marta. Estos son,
distintos aparejos (Lugli 1957: 40-49) y, lógi- básicamente, una síntesis sobre arquitectura
camente, la fuente principal es Vitruvio. Pese y edilicia romana. El autor trata la fábrica de
a la brevedad que dedica a la fábrica gratic- graticcio pero de manera extremadamente

41
Materiales y estructuras constructivas

concisa y sin contribuir con nuevos datos o Sin embargo, debemos destacar el trabajo de
reflexiones; ni siquiera aporta un elenco de Bacchetta (2003) dedicado a la arquitectura
ejemplos (Marta 1985: 31; 1986: 24-25). romana en el ámbito rural. En dicho estudio
Por otra parte, los franceses René Ginouvès aborda, de manera rigurosa, el opus craticium
y Roland Martin en su Diccionario sobre y haciendo nuevas aportaciones. Entre otras
arquitectura griega y romana incluyen la cuestiones indaga sobre la etimología del tér-
fábrica de craticium entre las técnicas de mino y realiza una reflexión crítica notable.
construcción realizadas con materiales vege- De las apreciaciones que hace destacamos el
tales. En diferentes voces tratan las distintas hecho de que bajo la denominación de opus
partes que componen dicho aparejo así como craticium, se engloban diferentes modelos y
las diferentes posibilidades del panelaje formas constructivas. El origen de todo es
(Ginouvès y Martin 1985: 83-88). Poco des- el término latino crates que significa “enre-
pués se publicó la obra de Callebat y Fleury jado, zarzo, cañizo”. Bacchetta, señala que en
(1995) que consiste en un diccionario donde razón de su etimología y las aportaciones de
se compendian y explican los términos técni- las fuentes, craticium atañe sólo a las fábricas
cos que aparecen en la obra de Vitruvio. realizadas únicamente con cañas y/o ramas
A comienzos de la presente centuria, Gros unidas fuertemente entre sí mediante corda-
(2001) aborda el estudio de la arquitectura jes (Bacchetta 2003: 123).
privada romana, pero obvia el análisis de las No menos interés reviste el libro de Ulrich
técnicas constructivas, incluso al estudiar las dedicado al trabajo de la madera en época
casas del ámbito vesubiano. Su interés se cen- romana. En él se aborda el opus craticium
tra en cuestiones volumétricas, espaciales y y el investigador considera que esta técnica
decorativas, más en la línea de los manuales edilicia evoluciona a partir de las construc-
de la década de los años 70 del siglo pasado. ciones de zarzo y enfoscado, pero que nunca
Esta carencia se vuelve a poner de manifiesto fue suplantado totalmente. Define el “zarzo”
Fig. 1 Restitución par- en publicaciones más recientes, como es la de como paredes formadas mediante marcos de
cial de un cuadrante
de opus craticium
Cifani (2008), donde no se trata de manera madera, cegados con un panel de rejilla. Si
del que única- profunda las cuestiones puramente materia- bien señala que el relleno más popular era de
mente es original el les. Poco posterior es el libro de Malacrino mortero y escombros, que era la forma más
tranversarius o viga
durmiente. Este tipo (2010) dedicado a la arquitectura clásica. barata, que se embellecía mediante el enfos-
es el atestiguado para Aunque realiza un acercamiento a la técnica cado de las fachadas o la decoración pictórica
estructuras militares, constructiva, se decanta por la arquitectura en los espacios interiores (Ulrich 2007: 97 y
tal y como se expone
en el LIMESEUM de pública así como por cuestiones de planime- 98) (Fig. 1).
Ruffenhofen. tría y decoración arquitectónica.
4. Elementos estructurales del opus
craticium

Como ya se ha dicho más arriba, técnica-


mente el opus craticium consiste en un apa-
rejo configurado por un armazón de madera
que actúa como un bastidor y que forma
una suerte de retícula (Fig. 2). Los espacios o
paneles huecos que se crean se macizan con
materiales de distinta naturaleza: tapial, ado-
bes, cañizo y/o ramas trenzadas revestidas de
tierra, ladrillo, cascote trabado con mortero
etc.
Arquitectónicamente, las vigas horizonta-
les reciben el nombre de durmientes (Toajas
2009: 55). Dicho término se aplica a cualquier
madero o listón dispuesto directamente y en
toda su longitud sobre el suelo u otro sitio
para servir de base a postes o puntales (Pari-

42
La madera en la arquitectura civil romana: opus craticium

cio 1999: 68). Lo más curioso del caso es que Un dato fundamental a la hora de realizar
se existe una pequeña controversia a cerca estudios de arquitectura, es el análisis de las
de su nombre latino. Así, Ginouvès y Mar- fábricas y, especialmente, la mensiología de
tin sólo dan a conocer su denominación en los elementos constructivos. Dependiendo
griego clásico: ὁ θρᾶνος (Ginouvès y Martin del tipo de aparejo que se considere, serán
1985: 87), y no exponen en ningún momento determinadas medidas las que nos hablen
sinónimos latinos de tal concepto. Por su sobre la regularidad de la construcción así
parte, Ulrich, denomina a las vigas o made- como de la organización del trabajo. En este
ros durmientes como transversarius (Ulrich sentido las dimensiones del craticium, ha
2007: 96 y 99) aunque dicho término, según sido Ulrich quien inició esta vía de docu-
Ginouvès y Martin, hace referencia a otra mentar y publicar estos datos. En efecto,
pieza del armazón. Actualmente, en ocasio- estudia la denominada “Casa del Graticcio”
nes, las vigas horizontales de la parte inferior de Herculano y se detiene en las vigas ver-
de la construcción, las que se colocan sobre ticales (arrectaria) o montantes y comunica
la cimentación, se designan como solera o las dimensiones de las mismas, concreta-
citarón; este último término hace referencia mente de los grosores; estos oscilaban entre
al “zócalo de albañilería sobre el cual se pone los 8 y 12 cm. mientras que los durmientes
un entramado de madera” (sic, Diccionario presentaban entre 6 y 8 cm. Asimismo aporta
RAE, s.v.). La existencia del citarón está des- testimonios específicos acerca de las dimen-
tinada a aislar tanto el bastidor de madera siones de los paneles o entrepaños formados
como los entrepaños macizados con adobes por el armazón lígneo de tendencia cua-
o tapial de la humedad de la tierra, ya que, drada. Estos huecos o entrepaños, se maciza-
por capilaridad, podría arruinar fácilmente ron con escombros trabados con mortero, de
la fábrica. manera que se obtuvo una suerte de hormi-
Respecto a las vigas verticales, hay que decir gón (Ulrich 2007: 99). Dicho autor también
que en ingeniería se entiende por montante aporta datos sobre el Augusteum de Hercu-
a toda pieza vertical que, sin ser columna o lano y constata que las arrectaria tenían unos
pilastra, sostenga una construcción. En latín 8 cm. de espesor mientras que las transver-
se denominan como arrectarius o arrec- saria oscilaban entre 5 y 6 cm. Si bien en el
tarium (Ginouvès y Martin 1985: 87). Y el caso de este edificio público, que daba sobre
diccionario de la RAE dice que “es un pie el decumanus maximus, los paneles que se
derecho de una máquina o armazón” (Dic- configuraron no eran tan regulares como los
cionario RAE, s. v.), con un clara función realizados en la Casa del Graticcio. En este
sustentante. caso, los entrepaños tienen una dimensión
Para formar la estructura o armazón de constante en anchura, ca. 78 cm, mientras
madera de la construcción, las vigas de que su altura varía y oscila entre 83 y 92 cm
madera han de unirse entre sí en ángulo (Ulrich 2007: 99-100).
recto, ya sea en el paramento como en los Por último habría que mencionar el sistema
ángulos. Si bien, en ocasiones, ante la necesi- de macizado de los bastidores de madera.
dad de atirantar los paneles creados y evitar Hay que volver a subrayar que la abundan-
pandeos, se utilizaron riostras (Toajas 2009: cia de materiales para el taponamiento de
315). Se entiende por riostra el elemento metá- los bastidores (arcilla, arena, latericio frag-
lico o de madera que se dispone en diagonal mentado, esquirlas de piedra y mortero),
y cuya función es la de mantener la posición hicieron que este tipo constructivo, ya de por
o reforzar un marco estructural. Las rios- sí muy extendido, se hiciese aún más popu-
tras son piezas estructurales, también, y se lar después del brutal terremoto del año 62
colocan de manera transversal en el bastidor d. C. en la Campania, tras el cual hubo que
cuadrangular previamente formado. Su fun- reconstruir numerosos edificios (Papaccio
ción no era otra que la de reforzar el marco y Salvatori 1991: 35). Era una manera de rea-
y mantener el ángulo recto de la unión. En provechar los cascotes provenientes de los
latín recibe el nombre de transversarius derrumbes, ahorrando materiales y logrando
(Ginouvès y Martin 1985: 87, nº 38). fábricas que eran más resistentes a los terre-
motos, como se verá más abajo.

43
Materiales y estructuras constructivas

5. Precedentes del opus craticium: del 650 a. C., el templo de Apolo en Corinto se
mundo griego a la época romana construyó a base de un zócalo escalonado
altoimperial (futuros estereóbato y estilóbato) realizado
en sillares de piedra; sobre este basamento se
Como se ha expuesto en las líneas anteriores, alzaron los muros del edificio a base de ado-
uno de los problemas que plantea esta fábrica bes protegidos con marco de madera para
es su escasa perdurabilidad y, por ende, su reforzar la pared. También se vislumbra que,
difícil detección en las excavaciones arqueo- probablemente, las esquinas estuvieran cin-
lógicas. Sin embargo, a partir de las últimas chadas con sillares unidos con grapas. Sobre
décadas del siglo XX gracias a la aplicación el muro de adobes y refuerzos de madera,
del sistema “open area”, son cada vez más los discurría una hilada de sillares y es este el
datos que poseemos a cerca del uso de esta primer ejemplo conocido en el que la piedra
técnica edilicia. se utiliza de esta manera, seguramente con
En primer lugar hay que subrayar que el opus el objetivo de proteger la parte alta del muro
craticium no es un aparejo estrictamente de adobes del agua de la lluvia, al tiempo que
romano pues existen testimonios arqueológi- ofrece una base inmejorable para el apeo de
cos, al menos, desde la Edad del Bronce (Lau- la armadura de la cubierta y sus correspon-
main 2011: 700). En la Península Itálica se dientes tejas (Malacrino 2010: 84-85).
conocen abundantes ejemplos pertenecien- En Italia, concretamente en Marzabotto,
tes a época arcaica y plenorrepublicana en fundada ex novo durante el siglo VI a. C. y
Italia (Ruggieri 2012; Amoroso et alii 2009). abandonada justo un siglo después, se han
En Galia prerromana se conocen modelos documentado grandes casas regulares arti-
similares como el de una casa gala, excavada culadas en torno a atrios interiores cuyo
en Nîmes, con sistema de vigas verticales de sistema constructivo consistía en cimenta-
madera e intersticios rellenados con adobes ciones realizadas a base de cantos de río tra-
dispuestos de canto (Chazelles 2003: foto 6). bados con arcilla mientras que los alzados
En la Península Ibérica también está docu- se realizaron básicamente en tapial. Aunque
menta esta técnica aunque no es tan común no se dice nada respecto a vigas o durmien-
poder atestiguar los materiales perecederos, tes de madera, es impensable que no hubiese
aunque si su impronta o negativo en el barro. un armazón lígnea a modo de sistema básico
Un ejemplo lo hallamos en el oppidum de de viguería, especialmente si tenemos en
Titulcia (Madrid) (Polo y Valenciano, 2014: cuenta que, excepto los muros perimetrales
97) donde en el mundo carpetano previo a la de carga que presentan un grosor de poco
llegada de Roma dicha técnica constructiva, más de un metro, los muros divisorios son
basada en el uso del adobe y la madera y/o de aproximadamente 0,5 m y deben sopor-
ramajes, está plenamente atestiguada. tar el peso muy considerable de la armadura
En segundo lugar, hay que llamar la atención de madera y su correspondiente cubierta de
sobre la amplísima expansión de dicha téc- teja6 (Cifani 2008: 275). Esta hipótesis se vería
nica constructiva tanto la cuenca mediterrá- confirmada por los hallazgos realizados en
nea como en las áreas septentrionales. Esto las excavaciones llevadas a cabo en San Gio-
es debido al carácter del sistema constructivo venale y Acquarossa, por donde se hace una
cuya sencillez así como la naturaleza de los propuesta de restitución del sistema cons-
materiales utilizados constituyeron las claves tructivo netamente “vitruviano”7.
del éxito de este modelo edilicio. Por último, También en época republicana arcaica se
y consecuencia directa de lo arriba expre- encuadran los hallazgos realizados en el
sado, su pervivencia temporal se ha prolon- área media Tirrenica, dentro del proyecto
gado hasta la actualidad a lo largo de todos de investigación Forma Italiae, de diversos
los territorios que conformaron el Imperio. asentamientos de carácter rural en los que se
Gracias a las constantes excavaciones e percibe unas características comunes como
investigaciones, ha sido posible establecer lo son su planta regular y pequeñas dimensio-
que podría ser un precedente de la fábrica nes. Respecto a su edilicia también se apre-
graticcia en la antigua Grecia. Efectivamente, cian características similares como cimenta-
se ha atestiguado que ya entre los años 675 y ción a base de piedras trabajadas de manera

44
La madera en la arquitectura civil romana: opus craticium

regular, o irregular, y cubierta de tejas. De los


alzados de los muros nada se dice por lo que,
en nuestra opinión, es esta una clave impor-
tante que nos señala que se construyeron a
base de madera como armazón y relleno o
recrecido en tapial o propiamente craticium
(Cifani 2008: 284).
No podemos obviar el hecho de que para el
mismo periodo cronológico se verifica en
Italia central un empleo muy intenso de la
madera en la arquitectura privada, usada pre-
ferentemente en los armazones y entrama-
dos de los paneles, que se siguen empleando
hasta finales del siglo III a. C. No obstante se
constata que a partir del siglo VI a. C. se pro-
duce un lento e inexorable incremento de la
sustitución de la madera por la piedra (Cifani
2008: 225-226).
No podemos dejar de mencionar los muy Francia) que, estratigráficamente, están aso- Fig. 2 Esquema
estructural de un
famosos ejemplos de la Casa de los Ceii ciadas a las construcciones de primera época paramento construido
(Pompeya) donde la caja de la escalera que altoimperial (Gaston 2013: foto 6). en opus craticium.
conduce al piso superior presenta los muros
realizados en craticium. Dicha estructura 6. Las propiedades antisísmicas del opus
estaba en remodelación cuando acaeció la craticium
erupción del 79 d. C. (Sapes 2015: 50). Asi-
mismo encontramos muros ejecutados con Es esta una cualidad de indudable importan-
la misma técnica edilicia en la Sede de los cia que supone un valor más que añadir a las
sacerdotes Augustales de Herculano, con- ventajas de este aparejo. En la zona sur de la
cretamente la pared de la estancia del por- Península Itálica (actuales Puglia, Basilicata
tero (Sapes 2015b: 24) y, en la misma ciudad,
la universalmente conocida como Casa del
Graticcio (Sapes 2015b: 35) (Fig. 3).
En el ámbito de la antigua Gallia Transalpina
son cada vez más numerosos los testimonios
de construcciones realizadas con dicho sis-
tema edilicio. Entre otros, mencionaremos
un muro de cerramiento realizado a base de
viguería de madera y entrepaños de adobe.
Fue hallado en Nîmes, durante las excava-
ciones en el solar conocido como “Propieté
Solignac” (Chazelles y Poupet 1984: 78-80,
fig. 5; Chazelles 2003: fotografía 6) (Fig. 4).
En Amiens, antigua Samarovriba, se ha
podido detectar un uso muy extenso del opus
craticium en la arquitectura privada de época
altoimperial, como se aprecia, por ejemplo
en las casas números 4 y 5, cuyos muros están
levantados a base de tapial con carpintería
de madera que reposa sobre una suerte de Fig. 3 Casa del “Gra-
zócalo de sillarejos (Dubois et alii 2010: 193). ticcio” en Herculano:
También se han documentado importantes armazón lígneo y
macizado de los entre-
vestigios en los durmientes o testeros inferio- paños con cascote y
res en la villa romana de Lalonquette (Dobs, mortero.

45
Materiales y estructuras constructivas

y Calabria) se ha constatado el uso de arma- vaciones de Pompeya, conoció de primera


zón de madera en la construcción desde el mano el abundante uso de entramados de
siglo VII a. C. (Ruggieri 2012: 6-7) tanto en madera con entrepaños macizados en las
la arquitectura pública como en la privada ciudades romanas enterradas (Ruggieri 2013:
(Ruggieri 2013), aunque los ejemplos mejor 6, nº 21).
conservados provienen de las ciudades del De manera reciente se ha abierto una nueva
ámbito vesubiano. De hecho parecen haber vía de investigación sobre esta técnica cons-
sido los restos de Pompeya y Herculano, los tructiva por parte de ingenieros más que de
que inspiraron a Francisco La Vega para arqueólogos. En efecto, se están realizando
idear un sistema de construcción con pro- ensayos que ponen de relieve las bondades
piedades antisísmicas y que, posteriormente, del mencionado sistema constructivo ante
dieron lugar a normas de edificación que los terremotos. Son muchos los trabajos que
fueron las más innovadoras de la Europa del se han publicado como el de Kouris y Kapos
Settecento y se promulgaron bajo el auspicio (2012), donde se aborda la respuesta sísmica
de Fernando de Borbón, tras el terremoto de no lineal de estructuras de mampostería
Calabria de 1783. Este tipo de casa, con arma- con estructura de madera (T-F) en los edifi-
dura lígnea, creando entrepaños macizados cios tradicionales, en los que se documentan
con tapial, adobes, cascotes y/o ladrillos, reci- paredes de mampostería reforzadas con ele-
bió el nombre de “Casa baraccata”. Los edi- mentos verticales y horizontales de madera
ficios erigidos bajo la normativa borbónica así como con tirantes en aspa (X). Asimismo,
resistieron con éxito a los terremotos de 1905 ha verificado que este tipo de construcción
y 1908 (Ruggieri 2013:13). El sistema cons- se hace muy presente ya desde la Edad del
tructivo logró tal éxito como construcción Bronce, especialmente en regiones de gran
antisísmica que se expandió rápidamente de actividad sísmica, como se ha compro-
manera que adquirió denominaciones dife- bado arqueológicamente en la arquitectura
rentes en razón de su localización geográ- minoica y micénica (Kouris y Kapos 2012:
fica y por eso encontramos en la bibliografía 48). También se subraya que este mismo sis-
de “baraccata a la beneventana” (Cenicola tema se ha constatado en la región del Golfo
2014:671). de Nápoles, especialmente en Herculano
Francisco La Vega era de origen español y y, secundariamente, en Pompeya. Consiste
militar del cuerpo de Ingenieros. Recibió el en una construcción de mampostería con
encargo de practicar excavaciones en Pom- estructura de madera cuyas vigas de sec-
Fig. 4 Restos de la
base de un cerra- peya en el año 1780, empeño que llevó a cabo ción cuadrada, miden ca. 10-12 cm. de lado,
miento construido en hasta 1804, año de su muerte. Pese a no haber y configuran paneles cuadrados de aprox. 1
opus craticium, hallado exhumado, stricto sensu, ninguna construc- metro de lado. Este tipo de aparejo se utiliza
durante unas excava-
ciones arqueológicas ción, dado el sistema de túneles y pozos que tanto en paredes medianeras, en los forjados,
en Nîmes. se empleaba en aquel momento en las exca- como en el caso de la denominada casa de los
Augustales, como en la totalidad de la edifi-
cación, tal y como se comprueba en la Casa
de Trellis de Herculano (Kouris y Kapos
2012: 49).
Esta peculiaridad también la subraya Ulrich,
quien dice que el opus craticium es la fábrica
más extendida en el ámbito vesubiano no
sólo por la economía de sus materiales sino
porque es el método de construcción idóneo
para una región con semejantes característi-
cas sísmicas (Ulrich 2007: 100). Sin lugar a
dudas este sistema no era privativo del área
vesubiana, pero la escasez de testimonios
arqueológicos en otras áreas de Italia nos
impide por el momento averiguar su inci-
dencia real.

46
La madera en la arquitectura civil romana: opus craticium

7. El opus craticium en la Península Ibérica 2011: 238). Si bien, todo son hipótesis de tra-
bajo fruto de las evidencias arqueológicas,
En la Península Ibérica también se han atesti- aunque a día de hoy no se han constado
guado edificaciones realizadas en craticium. grandes alzados si no restos destruidos.
No podemos, ni pretendemos, presentar un Aunque ya hemos señalado que no vamos a
catálogo pero sí mencionar algunos ejemplos ocuparnos en detalle del empleo de madera
que nos aporte una visión general de Hispa- en arquitectura militar, no podemos dejar de
nia. mencionar el hallazgo de restos de madera
En la Tarraconensis parece que este modelo fosilizada perteneciente al sistema defensivo
constructivo estuvo bastante extendido, si augusteo del campamento de la legio VI vic-
bien sólo han llegado hasta nosotros vesti- trix en León, y de las estructuras civiles del
gios que indican dicha existencia. Así, en vicus militar anejo (Morillo 2012: 227; García
la Meseta norte, ciudades como Numan- Marcos y Morillo 2015: 94). En este mismo
tia, Uxama o Clunia muestran indicios del yacimiento, las trincheras en el sustrato
empleo de este tipo de obra en construc- natural indican la presencia de postes y dur-
ciones dométicas. En Uxama, los restos mientes pertenecientes a las construcciones
arqueológicos indican que en muchas de interiores. Algo semejante documentamos
sus viviendas se empleó no sólo el pequeño en el horizonte campamental de Astorga
aparejo en piedra o la excavación directa (Morillo y García Marcos 2000).
en la roca madre (Durán y Rodríguez 2018; Continuando en la provincia Tarraconensis,
García Merino 2014), sino también el tapial el testimonio más impactante proviene de
aunque no se ha podido verificar el empleo Carthago Nova. Durante las excavaciones
de viguería de madera (García Merino 1991; urbanas realizadas en las inmediaciones del
1995; 2004; Uribe 2008: 432-444), por lo que antiguo puerto romano, se excavó una cons-
no podemos incluir estos casos dentro del trucción que se ha denominado como Edi-
uso del opus craticium. ficio del Atrio, concretamente en la Insula
La ciudad de Clunia presenta indicios de I, en la zona del Molinete. La construcción
empleo de opus craticium en la llamada está perfectamente fechada porque en ella se
“Casa 1”, concretamente en la habitación 58, llevó a cabo una remoción y en una de sus
así como en algunas de las estancias semisub- nuevas paredes se incluyó un titulus pictus en
terráneas de la misma casa (Uribe 2008: 452; donde se refleja una datación que menciona a
Taracena 1946: 47). También hay sospechas Heliogábalo y al prefecto del pretorio Adven-
de que esta misma técnica fuese empleada tus, lo que nos lleva al 218 d. C. (Noguera et
en Numancia, concretamente en muros divi- alii 2017: 157-161). Muchas de las habitaciones
sorios de las casas (Uribe 2008: 452; Jimeno del citado edificio sufrieron una reducción

Fig. 5 Carthago Nova,


Edificio del Atrio. Se
trata de los restos de
un muro de opus crati-
cium, que delimitaba
la habitación 13 A,
que se desplomó por
completo.

47
Materiales y estructuras constructivas

espacial en el siglo III d. C., merced a la cons- tal, heredero del opus craticium romano es
trucción de tabiques, como sucedió con la seña de identidad de la arquitectura popular
habitación número 13. En efecto, uno de sus en la mayoría de los países centroeuropeos y
muros estaba realizado en opus craticium y nórdicos, que son los que merced a sus carac-
se desplomo completamente sobre el suelo, terísticas, de clima y vegetación, han perpe-
lo que ha permitido documentar la solera tuado este sistema constructivo y se refrenda
del entramado de madera, dispuesta sobre el hecho de que aún perviva gracias a la abun-
un pequeño zócalo de piedra, así como los dancia de madera, frente a los países circun-
negativos de las vigas verticales. Los entra- mediterráneos. Sin embargo dichos modelos
mados se macizaron con tapial (Fig. 5). Pos- arquitectónicos se verifican asimismo en el
teriormente toda la fábrica se embelleció con norte de Italia o la región septentrional de la
pinturas parietales (Noguera et alii 2017: 164- Península Ibérica.
165). En las páginas precedentes se ha puesto de
En la Bética también se conocen algunos manifiesto que el opus craticium es un apa-
testimonios de construcciones realizadas en rejo que alcanzó gran desarrollo como sis-
opus craticium. Así, en Itálica, concretamente tema constructivo, si bien las limitaciones
en la Vetus Urbs, se documentaron restos del registro arqueológico sólo han permi-
de viviendas en la zona de Pajar de Artillo, tido constatarlo en casos muy concretos. Su
donde la técnica constructiva consistía en uso está bien atestiguado en época etrusca y
cimiento de piedras, muros de tapial, arma- arcaica en la península Itálica, así como en
zón de madera, suelo de tierra apisonada y Galia prerromana y en la Península Ibérica.
techumbre de ramajes. Restos similares se La sencillez de la técnica, unida a la abun-
hallaron, también, en la calle Trajano nº 12, dancia de materiales constructivos (madera
de Santiponce, y sólo aparece en la fase más y elementos vegetales) en la naturaleza, muy
antigua de dicha construcción. Cronológi- accesibles y económicos, fueron factores
camente pertenece a la primera fase republi- decisivos para su difusión. No obstante, lo
cana constatada en la colonia (Gómez 2006: efímero de las materias primas empleadas
254). ha dificultado su pervivencia hasta nuestros
En Corduba, capital de la provincia, se pudo días.
atestiguar la superposición de dos viviendas, Hemos visto que, pese a ser un sistema cons-
concretamente en la calle Blanco Belmonte, tructivo muy popular, las fuentes clásicas
nº 4-6 con la calle Ricardo de Montis, nº 1-8. no aportan casi datos: Vitruvio se refiere a
Concretamente la casa datada entre los siglos este tipo de fábrica señalando, sobre todo,
II y I a. C., presenta un aparejo caracterizado sus inconvenientes. Compartimos la opinión
por la construcción de un zócalo de ripios de Rougier-Blanc al respecto (Rougier-Blanc
y cantos trabados con argamasa, alzado 2011: 16) y, en este sentido, creemos que si hay
de tapial, adobe y madera y suelo de tierra una técnica edilicia que –de alguna manera-
(Gómez 2006: 267). También en Córdoba, ennoblece la esencia del craticium, sería esta
en la calle se encontró una superposición de técnica el opus africanum.
viviendas, siendo la más antigua de ellas de En cuanto a la presencia de opus craticium en
los siglos II-I a. C. Las excavaciones pusieron la Península Ibérica se observa una escasez
de manifiesto que su construcción consistía de testimonios, si bien se incrementan cada
en muro con zócalo de piedra; adobe y tapial vez más el número de vestigios de este tipo,
para el alzado y revestimiento de estuco lo que nos lleva a plantear que, más que ante
decorado; los suelos eran de cal (Gómez 2006: una ausencia de la técnica en época romana,
367) y, aunque no se menciona la madera, es nos encontramos ante un claro problema de
más que probable que se usara, aunque sólo documentación arqueológica, que poco a
podemos plantearlo como hipótesis. poco se va corrigiendo. Hallazgos como los
de Carthago Nova o Legio constituyen bue-
8. Reflexiones finales nos ejemplos en este sentido. Por el momento
no se conocen ejemplos ni en el área lusitana
En la actualidad, el sistema constructivo que ni en la orla cantábrica, donde no cabe duda
emplea la madera como elemento fundamen- que la madera fue un material constructivo

48
La madera en la arquitectura civil romana: opus craticium

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Simposio sobre los Carpetanos. Arqueología e Historia

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of boxwood (buxus sempervirens), most thanks to its higher humidity of the soils. But
of which were turned on a lathe. The most also appears also in another areas as the nor-
numerous group of artefacts, however, are thern Spain or the Po valley.
writing tablets (tabulae ceratae) and contai- The denomination is not original Latin.
ners, barrels in particular. Barrels are par- Vitruvius refers to this type of constructive
ticularly important sources of information, technique as craticii (De arch. II, 8, 20) and
on one hand because they often bear writing mentions fast constructive implementation
(brands and punched marks; graffiti) and on as well as its potential to create larger but
the other because they offer the possibility of also spaces indicates its high flammability.
being directly dated by dendrochronological He speaks also about the Etruscan origins
means. Due to their size, however, they pose of technique. They have been documented
quite a challenge from a conservation point archaeologically in Acquarossa Etruscan
of view. Whilst a small number of woodwor- palace.
king tools and production waste were found, Roman evidences of opus craticium also are
neither site has so far yielded an actual work- known in other places like Nîmes. In the
shop context. ancient Hispania the archaeological eviden-
Quite rarely preserved elsewhere, the woo- ces appears in places like Carthago Nova or
den finds from the two vici are very impor- Uxama in civil contexts. And also in military
tant witnesses to the culture of the Early and sites like Astorga or León, in which timber
Middle Imperial period, although their num- was used in the construction of defensive
ber is extremely small compared to other systems, internal estructures and civil vicus
categories of finds such as metal objects or militares.
pottery. Further interesting finds can be
expected to come to light in the coming
years, at least at Tasgetium, which is located Organic Materials in Archaeological
on the banks of the River Rhine. Context: Problems of Preservation and
Conservation Protocol
Ángel Gea García
Wood in Roman Civil Architecture: Opus Carmen Dávila Buitrón
Craticium
Rosalía-María Durán Cabello In this article some ideas about the cha-
racteristics and problems of preservation
This paper emphasizes the importance of of organic materials from archaeological
the use of timber in Roman architecture, excavations are developed, focusing on land
specifically in a constructive technique so- environments. We also intend to establish
called opus craticium. This constructive a basic protocol with recommendations for
system consists of a structure of wood, as a the excavation of this kind of materials, both
frame, whose intermediate spaces are filled in dry and wet condition. Environmental
with reeds or other plants linked with clay, control, packaging and early treatments are
earth, volcanic stone masonry, bricks, etc. essential for the conservation of archaeolo-
The beams of the structure are arranged gical organic materials and also the presence
both vertically (arrectaria) and horizontal, of qualified conservator during excavation.
and, occasionally, in an oblique way (trans- Organic matter is characterized by a carbon-
versaria), usually fit with holes and notches based chemical composition. It is derived
assembly and sometimes were reinforced from living beings and can be divided into
with nailss. This system, documented for the two groups, according to their animal (bone,
first time in the Vesuvian Roman cities, has ivory, leather, feathers, wool, silk...) or plant
allowed to know the thickness of the beams (wood, papyrus, basketry, cotton, linen or
used. hemp textiles, seeds, pollen...) origin. Orga-
The vegetal materials like wood or reeds nic materials from the animal world prima-
rarely are preserved in archaeological rily consist of proteins, and plant-based ones,
records. They have been documented in mainly of cellulose.
the northern regions of the Roman Empire

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